Capítulo 4 Amor de la infancia

De inmediato, Cheryl se levantó y tomó el archivo que estaba sosteniendo su esposo en la mano.

Al darse cuenta de eso, los ojos del hombre brillaron como si estuviera sorprendido. En seguida, Jarred se volvió hacia la joven.

Pareció confundido cuando él la miró a los ojos.

Cuando el hombre no usaba sus lentes, sus ojos lucían especialmente profundos y encantadores. Era como si en ellos hubiera toda la ternura del mundo. En un comienzo, fue la belleza de estos que había atraído a Cheryl y la hacía perderse en su mirada.

Sin embargo, en esa ocasión, la chica se obligó a sí misma a apartar los ojos de él y subió las escaleras junto con el archivo.

Aunque la mujer no quería aceptarlo, su matrimonio ya había llegado a su fin.

En ese punto, Cheryl estaba a punto de perder a Jarred, el hombre al que había amado durante tanto tiempo.

Por ello, ella no podía permitirse perder a su bebé también.

Poco tiempo después, ya casi era medianoche.

Jarred no regresó al dormitorio esa noche.

Cheryl, por otro lado, estaba dando vueltas y vueltas en la cama matrimonial.

Minutos más tarde, escuchó el sonido del motor de un auto arrancar en el patio.

Entonces, se tocó el vientre, intentando con todas sus fuerzas evitar abrir los ojos y correr tras él.

'Mi pequeño bebé, papá se va con otra mujer.

¿Qué se supone que debería hacer mamá en este momento?', pensó.

A la mañana siguiente, Jarred regresó a la Villa del Río.

Su hermoso rostro mostraba agotamiento.

Luego, el hombre subió las escaleras y un par de pies descalzos aparecieron ante su vista. Los finos dedos contrastaban con piso de color marrón oscuro, haciéndolos todavía más atractivos.

Cuando él finalmente levantó la vista, vio el rostro de su esposa.

A juzgar por su rostro somnoliento, parecía ser que acababa de despertarse.

Ella tenía puesto un suave camisón de seda y su rostro lucía muy inocente. El estado de la joven era tan tentador que hizo que los ojos de Jarred oscurecieran.

"Estás descalza otra vez".

El hombre hizo ese comentario sin pensarlo.

Luego, dio un paso adelante, queriendo cargar a su esposa como siempre lo hacía. Sin embargo, para su sorpresa, ella apartó su mano de un golpe.

Tras ello, Cheryl lo fulminó con la mirada y le dio la espalda.

'Él todavía está usando la misma ropa de ayer.

Seguramente pasó la noche en la casa de Ines'.

Cuando ese pensamiento cruzó por su mente, ella se sintió aún peor. "¿Cuándo me vas a dar el acuerdo de divorcio?", preguntó la mujer.

Sus palabras hicieron que el rostro de Jarred se volviera impasible al instante.

En ese momento, apareció una marca roja donde la chica le había dado, lo cual evidenciaba la fuerza con la que lo había hecho.

Durante los últimos años, ella nunca había sido tan fría con él como en ese instante. Además, ella lo estaba instando a que le diera el acuerdo de divorcio. '¿De verdad nuestro matrimonio es tan insoportable que ella se quiere separar cuanto antes?

¿O se debe a que Enoch Sewell está a punto de volver?', se preguntó él.

Después de escuchar la conversación entre Cheryl y Sheila ese día, el joven le había pedido a su asistente que investigara al hombre del que ellas estaban hablando.

Enoch solía vivir justo al lado de la casa de Cheryl. Ellos crecieron juntos y tenían una muy buena relación.

Sus caminos no se separaron hasta que el joven se fue al extranjero para continuar sus estudios.

Aparte de él, Jarred no pudo encontrar a ningún otro que conociera a su esposa de hace más de diez años.

En ese instante, el joven entrecerró los ojos llenos de enojo.

"¿Por qué? ¿Acaso tienes prisa por dejar a la familia Fuller y reencontrarte con tu amor de la infancia?", cuestionó él.