Capítulo 9 Divorcio

Al escuchar lo que había dicho Louisa, tanto Cheryl como Jarred quedaron atónitos.

Ellos estaban tan ocupados discutiendo que casi habían olvidado que la conmemoración de la muerte de la abuela era al final de ese mes.

Antes de que la anciana falleciera, su único deseo era que ellos dos pudieran casarse.

Ahora lamentablemente la pareja quería terminar las cosas entre ellos.

Si Yates se enteraba de eso, sin duda se sentiría devastado.

Había preocupación en los ojos de ambos.

Después de conversar con Cheryl por un rato más, Louisa dijo que tenía que irse.

Sin embargo, antes de hacerlo, le dijo a su hijo que cuidara bien de su querida nuera.

Asintiendo en respuesta, él despidió a su madre.

Cuando estuvo de regreso, vio a Cheryl parada junto a la ventana.

Debido a que la habían enviaron al hospital a toda prisa, ella todavía llevaba la fina prenda de esa mañana, y su cabello negro caía sobre su definida clavícula, haciéndola lucir particularmente frágil.

Jarred se le acercó y cerró la ventana.

"No dejes que entre el viento", le sugirió.

Volviendo a la realidad al escucharlo, Cheryl desvió la mirada del paisaje fuera de la ventana para ver que Jarred estaba justo frente a ella.

De pronto, él la arrinconó.

Ella dio un paso atrás, por lo que terminó apoyándose contra la ventana mientras el aroma del hombre le invadía los sentidos.

Apartando su cara para evitar su mirada, reprimió sus emociones antes de comentar:

"Ya casi es la conmemoración de la muerte de tu abuela. Tu abuelo probablemente se sentirá especialmente solo durante los próximos días".

Jarred notó enseguida que ella se había alejado de él, así que frunció el ceño.

"No le digamos nada a él sobre nuestro divorcio hasta que pase ese día", respondió.

"Bien".

Tras llegar a ese acuerdo, abandonaron el hospital.

Tan pronto como subieron al auto, Jarred sacó una caja de comida de la nada.

Al abrirla, el olor de su contenido llenó el aire, por lo que el estómago de Cheryl comenzó a gruñir enseguida, y ella tragó saliva.

Sintiéndose sonrojar, bajó la cabeza con timidez.

En un parpadeo, él le entregó un plato de avena.

Ahora había una sonrisa en su rostro. "No has comido nada durante mucho tiempo. Ten, come un poco de avena".

Aunque Cheryl estaba enojada con él, no quería torturarse, sin mencionar que estaba embarazada.

Teniendo eso en cuenta, aceptó el tazón y comió cucharada tras cucharada.

Cada vez que ella bajaba la cabeza para comer, su rostro se veía aún más delicado, sus pestañas revoloteaban como las alas de una mariposa.

De repente, Jarred movió sus manos con inquietud.

Quería tenerla en sus brazos para siempre.

Incapaz de resistir el impulso por más tiempo, se inclinó y le puso el brazo en la cintura.

Apenas ella lo vio de reojo acercarse, comenzó a entrar en pánico.

Nada más levantar la vista, se encontró con su mirada afectuosa y contuvo la respiración mientras los latidos de su corazón se aceleraban.

"¿Qué haces?", cuestionó.

"¿Está sabroso?", preguntó Jarred al tiempo que miraba el tazón de avena.

Fue entonces cuando Cheryl se dio cuenta de que estaba pensando demasiado. "Bueno, sí".

"Déjame probar".

Su voz ronca le produjo cosquillas en los oídos.

Casi inconscientemente, ella le pasó el tazón.

No obstante, la mano de él fue directo a otro lugar, y al ponerse esta en su nuca, Cheryl sintió como si le quemara la piel.

Sus pupilas se dilataron de un golpe y su cerebro estaba a punto de colapsar.

Antes de que pudiera reaccionar, Jarred ya se había quitado los lentes de montura dorada y se había inclinado para besarla.

Ella observó su hermoso rostro acercarse, pero estaba petrificada.

Su corazón estaba acelerado y podía sentir su cara ardiendo.

De repente, sonó su celular.

Eso automáticamente rompió ese momento tan íntimo.

Cheryl bajó la vista hasta casi enterrar su cara en el cuenco. "Tu celular".

Ver su rostro sonrosado hizo que se formara una sonrisa en los labios de Jarred, antes de que sacara su celular.

Al mirar la pantalla, Cheryl vio el nombre de Ines seguido de un emoji de corazón.

Eso no iba para nada con ese hombre.