Capítulo 3 Recepción

Alexandro miró alrededor mientras dio un sorbo a su copa de champagne, ya estaban en la mesa que tenían asignados para cada invitado de la boda de forma meticulosa, compartirían mesa con sus padres y una tía, hermana de su madre quien siempre tenía curiosidad por el hijo imperfecto de los Byrne ya que era el único que no era un doctor prestigioso cómo era el resto de la familia.

La figura alta e imponente de Alexandro, llamaba bastante la atención desde su lugar, mientras que Ashley, se robó casi todas las miradas de los solteros del lugar y uno que otro hombre casado, -a uno que constantemente golpeaban bajo la mesa con la punta de la zapatilla- pero no se dejó intimidar por las miradas de aquellas personas que le molestaba su presencia aún sin conocerla.

-Ya quiero irme-Alexandro susurró a su compañera cuando se inclinó sutilmente a su oído, ella solo torció sus labios en desaprobación, cuando giró su rostro hacia a él, se dio cuenta de que el padrino de boda la miraba fijamente.

-Es la boda de tu hermana, de tu única de hecho, no seas grosero.-luego desvió la mirada hacía el padrino, y Alexandro se dio cuenta cuando siguió la mirada de ella.

-Ni se te ocurra. -murmuró entre dientes. -No voy a consentir que te acuestes con el padrino de la boda. -Ashley alzó una ceja perfecta.

-Se me hace tan familiar esas palabras, ¿Dónde las he escuchado? Oh, si. -entrecerró sus ojos,-Si mal no recuerdo, yo decía esas palabras cada vez que me invitaste a este tipo de eventos y hacías tus escapadas dejándome por ahí, sola y en la mano con una copa con alcohol, pensando en como regresar a casa. -ella sonrió al ver qué Alexandro tensó su mandíbula a sus palabras.

-Solo digo. No es que seas una jovencita a la que se le tiene que advertir las cosas.

-Bueno, aún soy joven, -Ashley sonrió -Dicen que los treinta, ahora son los nuevos veinte.

-No dudo que lo hayas leído en una revista de treintañeras. -bromeó Alexandro lanzando una mirada a su reloj de marca. -Bueno, bueno, -miró hacía la mesa principal de los novios-Deben de bailar la primera pieza como marido y mujer, luego se reúnen mis padres con ellos en la pista, para luego cortar el pastel. Y como tú estás siempre a dieta, pasaremos del pastel y nos vamos al bar del mejor hotel de la ciudad. -Ashley se hizo la ofendida.

-¿Sabes que?-él miró en su dirección.-Comeré pastel. Romperé la dieta. -le hizo un gesto de fastidio.

-Byrne.-él se tensó, se dio cuenta su compañera al escuchar la voz de una mujer saludando, al verla, ocultó su sorpresa. "Vaya, amo su vestido" pensó Ashley. -Aposté a qué no vendrías.

Alexandro giró su rostro hacia a ella que se había detenido a su lado para que pudiera verla por completo, él por educación, se puso de pie de un movimiento y bajó su mirada a la mujer castaña y elegante enfundada en un vestido color rojo sangre.

-Andrea O'Neill. -se inclinó para dejar un beso en su mejilla, -Hace mucho que no te veía.-dio un repaso descarado.

-Lo sé, has desaparecido desde que nos liamos en la segunda boda de mi madre. -le guiñó el ojo. Ashley solo suspiró, recordó la historia de ella, Andrea O'Neill había perdido la virginidad con él si mal no recordaba el primer año de universidad. Y por lo último que supo por él, era que le daba vuelo a todo lo que se moviera desde entonces. -¿Y quién es la belleza que tienes a tu lado?

Ashley sonrió al ver qué la pillaron escuchando la conversación.

-Hola, soy Ashley Moore, compañera y amiga de Alexandro. -extendió su mano para saludarla, Andrea aceptó su mano y la sostuvo por más tiempo, algo que incomodó a Ashley.

-Me encanta tu vestido, por cierto, -Andrea le hizo un gesto a sus pechos -¿Son naturales?

Ashley se sonrojó, y retiró su mano de la de ella y puso una sonrisa que no mostrara su incomodidad.

-Natural. 100%. -Andrea miró a Alexandro.

-Tu debes de saber la verdad, sin duda Byrne. -Alexandro negó.

-Si ella dice eso, es por qué es así.

-Vaya, -miró sorprendida hacía Ashley quién estaba algo confundida por el comentario.-Eres la primera mujer que no....-Andrea hizo una pausa-Bueno, tu sabes.

-No, no, no, no, -ambos contestaron hacia a Andrea, quién se le hizo extraño que los dos no tuvieran un lío sexual entre ellos, si parecían demasiados calientes y sexys uno al lado del otro.

-Bueno, -Andrea sacó una pequeña tarjeta de su pequeño y diminutivo bolso de brillantes, y se la extendió a Ashley. -Si se animan a hacer un trío, llámenme.

Alexandro atrapó la tarjeta antes de que los dedos de Ashley lo aceptara.

-Gracias, yo lo guardo.-Ashley le lanzó una mirada, luego Andrea se despidió d ellos cuando el micrófono cobró vida anunciando el primer baile a los nuevos esposos.

Alexandro miró de reojo a Ashley quién prestaba atención a los recién casados, notó su perfil, su cuello, sus hombros descubiertos y luego estuvo a punto de posar su mirada en su escote, pero alcanzó a desviar la mirada, metió sus dos dedos en la pajarita para poder aflojarla un poco al sentir calor. ¿Pero que era lo que le estaba pasando? su imaginación había volado al imaginar el trio con ella y Andrea, negó rápido para poder borrar la escena tan caliente de ellos teniendo sexo, había visualizado la cabecera de aquella cama y las esposas en sus muñecas.

-¿Alexandro?-la voz de su madre lo hizo salir de sus pensamientos. -Tienes que bailar con tu hermana. Anda, deja de soñar.

"Si, Byrne, deja de soñar. " se dijo a si mismo antes de mirar de manera fugaz hacia su compañera que había dejado sola en la mesa.

            
            

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