Capítulo 8 Ni un mensaje

-Ven, ¿Quieres salir un momento? - preguntó Stacy tomando a su amiga por los hombros -debes ser fuerte, no es que hayas terminado con Andrew, se volverán a ver dentro de poco, justo cuando su tía se recupere- sonrió la castaña intentando animarla.

A pesar de todo esto, a Brooke le extrañaba que aún no le hubiera llegado ni un solo mensaje de su novio en estos dos días que llevaban de separación.

«Quizá está muy ocupado con su tía y el viaje ha sido demasiado agotador» se respondía ella, confiando en que pronto tendría a su pareja entre sus brazos.

Brooke aún no sabía en qué zona vivía la tía de Andrew, lo cual le dificultaba viajar un fin de semana para visitarlo, sus clases estaban a pocos días de comenzar y como había dicho Andrew con anterioridad: «Me sentiría fatal, el hacerte renunciar a tus sueños»

-¿En qué piensas? - Cuestionó su amiga dejando en su mano un jugo de fruta.

Stacy recordaba a la perfección que Brooke no bebería ni por más desanimada que estuviera, cosa que ella no podía comprender aún.

-¿No se te hace un poco extraño que Andrew no me haya escrito desde hace días? - lanzó un pequeño agotado suspiro -sé que él no haría nada para lastimarme... pero ¿Y si le pasó algo? ¿Y si tuvo un accidente y no me dijo nada para no preocuparme? O si... ¿Su avión se estrelló? - cada una de las conclusiones de Brooke la hacían preocupar cada vez más, eso sin contar que cada que hablaba se volvía más dramática.

-O, puede que el viaje haya sido largo y haya llegado cansado. Brooke deja de ser tan paranoica, eso no es bueno para el bebé- respondió Stacy acariciando el vientre de su amiga.

-¡Ya! ¡¿Qué bebé?! - se quejó acariciando su vientre -son dos- se burló de Stacy mostrando la lengua.

-Tendré que decirle al cuñado que se apresure a darme sobrinos, hace días vi un conjunto para niños tan lindo que le quedaría genial a mi sobrino- sonrió Stacy bastante animada, sin percatarse de la mirada llena de desaprobación de su acompañante.

-Te estás saliendo del tema central. Y dime, ¿Con cuál de los presentes te gustaría tener algo? Hasta ahora vi que hablaste con cinco o seis y dos se veían bastante interesados en mi joven amiga- indagó observando alrededor

-Ya estás teniendo alucinaciones- recalcó sin despegar su mirada de la menor. -Los hombres que ves aquí en su mayoría están con parejas. Salvo ese tipo extraño que no deja de mirar por la puerta- suspiró -siento tanta curiosidad por saber a quién se supone que está esperando, que no podré irme hasta averiguarlo.

-Deberías poder irte sin saberlo, a fin de cuentas, es un extraño y podría tomarte como una chica anormal si se llegara a enterar- suspiró fingiendo lástima.

-Dos cosas, primero: Todos los que me conocen, saben que no soy una chica normal y segundo: ¿Ya quieres dormir? Tus ojos están más diminutos de lo normal y estás comenzando a hablar tonterías- arrugó la nariz golpeando sin nada de cuidado la frente de su amiga.