Capítulo 7 Una pareja familiar

La chica de vestido llamativo se aproximó y extendió un pañuelo en dirección de la pelinegra.

-Toma, con esto te facilitará aplicarla- sonrió ella sujetando el vino que aquel hombre misterioso le extendía. -Te ayudaré- expuso con una sonrisa y se apresuró a empavonar de vino blanco la mancha del vestido.

-Muchas gracias, pero no quiero ser una molestia- confesó Brooke sintiendo como las miradas estaban sobre ella, no quería armar un escándalo ni mucho menos.

Sus mejillas estaban ardiendo a causa de la incomodidad y vergüenza que sentía en ese mismo instante, rogaba, para que Stacy llegara como su salvadora, aunque esta, se encontraba hablando con alguno de los chicos que parecían tener dinero.

«Justamente ella tiene que actuar como cazafortunas en este instante» se quejó Brooke internamente.

-Ven, mejor dirijámonos al tocador- invitó la chica y tomando gentilmente a Brooke por el brazo la guio en dirección del baño.

Los pasos de ambas resonaron por un momento, mientras que los demás continuaban conversando o bailando como si nada hubiese pasado entre ellos.

La joven chica ayudaba a Brooke a limpiar su vestido de aquella mancha que era casi imposible de sacar, por más que tallara.

-Me disculpo una vez más por el descuido de mi hermano- susurró ella notablemente apenada -es un poco distraído y no mide bien el espacio que le rodea- aclaró ella empavonando con vino aquel pañuelo. -Es difícil sacar una mancha de estas...- masculló -debo admitir que este vestido es bastante hermoso, no he visto ninguno igual- confesó detallando cada una de sus partes. -¿Puedo preguntar dónde lo compraste?

-No lo compré- sonrió -lo hice yo misma, gracias por el halago- Brooke había admirado el estilo de aquella joven desde el primer instante en el que la vio, pero que halagara su creación la hacía sentir entre incómoda y satisfecha.

Ahora que Brooke lo pensaba, la chica tenía un aire familiar, quizá se había encontrado con ella en algún lugar de la ciudad, a pesar de que aún no hubiese visto su rostro.

-Eres una chica bastante talentosa- añadió -si llegas a vender lo que haces, no dudes en llamarme. ¡Ya está! - exclamó alejándose un poco de Brooke. -¿Cómo es tu nombre? - preguntó una vez más con bastante interés.

-Brooke, Brooke Ryan ¿Y tú? - indagó con curiosidad.

-Soy Margaret Jackson. Oh disculpa, debo atender esta llamada- sonrió saliendo del sitio.

Los ojos de Brooke se abrieron a más no poder, como si estuviera esperando recibir algún colirio.

Había estado frente a una de sus modelos favoritas y no se había enterado.

-Lo siento mucho vestido, te quedarás así tal cual estás- llevó su mano a su pecho y corrió en busca de su mejor amiga para contarle lo sucedido.

Parecía que, por una vez en su vida, la suerte de Brooke estuviera a su favor.

Stacy no podía contener la emoción que le causaba el ver a su amiga emocionada, era como si Stacy hubiese conocido a ese actor francés que tanto le llamaba la atención.

Podía sentir la felicidad de Brooke a flor de piel; sin embargo, el ver a una pareja bailando su canción favorita, borró todo rastro de sonrisa de su rostro, de hecho, el rostro de una de esas personas, le era extrañamente familiar.