-Tal vez no lo creas, pero al estar parado en esta casa recordé todo sobre mi infancia en este lugar; solo aquí tendremos respuestas, así que no queda más que volver mañana- Comenzó a caminar de nuevo para buscar un taxi, la calle estaba casi vacía.
Al día siguiente por la tarde Armando volvió, Cristian no pudo acompañarlo ya que debía ir a recoger a su hermana menor al aeropuerto; no quería dejar solo a su amigo, pero también tenía el compromiso con su familia.
Armando estuvo bastante tiempo parado frente a la puerta antes de tocar, cuando por fin lo hizo no fue su tío Fabián quien abrió la puerta, era una mujer a la que también ubico de inmediato, Paola, una de las hermanas de su padre, una mujer de baja estatura, muy delgada, morena igual que él y tenía una expresión bastante seria; si bien, no lo reconoció, si ubico un rasgo familiar en él.
-Buenas tardes, ¿a quién buscas? - lo miro algo desconfiada; no eran de tener visitas; solo la familia.
-Hola tía, supongo no te acuerdas de mí- no supo de qué otra forma llamarla; recordaba que, aunque exigente ella también lo había tratado bien.
-No- dudo por un segundo-espera un momento, ¿tú eres?; ¿Carlos? ¿El hijo de mi hermano Carlos? - lo miro sorprendida, se parecía mucho a su padre, de eso no había duda, nunca creyó tenerlo enfrente por eso se tardó en ubicarlo.
-Sí, soy yo- no le gustaba su primer nombre por ser el mismo que el irresponsable de su padre; sin embargo, en esa casa siempre lo habían llamado así.
-Pasa, ¿Cuántos años sin verte? - le tomo el brazo, era todo un hombre ya, la última vez que lo vio era un niño delgado, había cambiado mucho.
Entro junto con ella, mientras recorría el patio observo la casa; se veía muy limpia, aunque igual de descuidada que por fuera; sin embargo, ya en el interior el cambio era notorio; incluso se veía elegante; se dio cuenta que Paola no era la única en casa; estaban también dos más de sus tías; Pamela y Raquel; la mayor de las hermanas; Raquel lo reconoció de inmediato y se levantó asombrada.
-¡No lo creo!, mírate nadamas, eres todo un señor; ¿cuántos años tienes? - se paró frente a el para observarlo más detenidamente, no quedaba duda tenia todos los rasgos de la familia.
-Treinta y dos tía, ¿no lo recuerdas?, la misma edad de mi hermana- uso ese comentario para sondear; vio inmediatamente la mueca de Pamela y supo que no estaba a gusto con la mención de su hermana, tampoco con la visita; Raquel estaba por preguntarle que lo traía de vuelta a la casa cuando Pamela interrumpió.
-No, de verdad que esto es el colmo; ¿que se creen los hijos de Carlos?, ¿Qué esta es una casa de beneficencia?, primero tuvimos que tolerar las groserías de Alejandra, nadamas de pensar en encontrármela cuando voy al mercado me duele el estómago, los desfiguros de Enrique y ahora este quien sabe que vino a pedirte- giro a verlo y siguió; - ve nadamas la facha que trae; se ve que es un pobretón y hasta un vividor- lo observaba con desprecio; no imaginaba que lo llevaba de vuelta y no quería saberlo, para ella los hijos de su hermano ni siquiera merecían ser considerados parte de la familia.
Armando quiso reírse, no le importaba mucho su forma de vestir, pero confirmo que ellas se guiaban por la apariencia de las personas, se sintió bien de haber ido de jeans y camiseta, no quería despertar el mínimo interés de ellas en él, entre menos supieran de su vida sería mejor.
Raquel interrumpió.
-¡Oye!: ¿qué te pasa?, ya vas a empezar de venenosa; te recuerdo que quien hizo que Alejandra se pusiera a la defensiva fuiste tú; y al final está no es tu casa, es la casa de Paola y ella decide a quien recibe- ella si estaba interesada en que hizo que el hijo mayor de su hermano volviera, después de todo su madre siempre padeció económicamente pero nunca quiso recibir nada de ningún miembro de la familia.
Armando observo todo, y confirmo que esa no era la familia que el necesitaba; prefería quedarse solo o al menos con la familia que él había elegido y que lo recibió y lo consideraba parte de ella; así que se despidió quería salir de ahí lo antes posible; después vería la forma de encontrar a sus hermanos; las palabras de Pamela solo lo hicieron sentir más curiosidad por ellos; se despidió rápido y salió; se disponía a tomar un taxi cuando Raquel lo alcanzó corriendo con Fabián, dejo a sus hermanas discutiendo por la actitud de Pamela.
-¡Oye Carlos!, no hagas caso, mi hermana cree que todo el que se acerca a la casa quiere quedarse con ella, tu hermana vivió aquí, pero las cosas acabaron mal porque - quería ser ella quien le dijera su versión de las cosas antes de que volviera y a Fabián se le fuera la lengua.
-De verdad tía, no es necesario entrar en detalles- la interrumpió, quería crear juicio propio respecto a sus hermanos, y no dejarse influenciar por lo que le dijeran; sabía que ellos siempre manejaban la información a su conveniencia, recordaba algunos incidentes precisamente con los hijos de Raquel así que no permitiría le dijeran nada que lo predispusiera.
-Bueno, es que déjame decirte el carácter de tu hermana no ayuda nada, pero contigo debe ser diferente, te ves más educado- a ella más que a nadie le molestaba que Alejandra fuera altanera; por más que querían fuera servicial, ella no permitía la hicieran menos.
-No te preocupes tía, yo lo entiendo, además, ni siquiera me conocen, es lógico desconfiar de los extraños- enfatizó en extraños pues no se sentía y tampoco quería ser parte de esa familia, entendería si el supuesto mal carácter de su hermana fuera por cómo eran en la familia.
-¡Ay! Tú no eres extraño; mira que contestas igualito que tu hermana- eso no le gusto, después de todo ellos eran los hijos del hermano que menos tenia económicamente, no podían aspirar a más.
-Pero; ¿entonces mis hermanos viven por aquí? - recordó lo que dijo Pamela de encontrarse con su hermana; esperaba conseguir algo de información considerando lo había alcanzado.
De inmediato Fabián respondió
-¡Uy sí! Alejandra vive aquí a la vuelta con sus dos niñitas, ¡si quieres yo te llevo! - le pareció bueno que preguntara por sus hermanos; aunque la mirada de Raquel lo hizo ver que lo reprenderían por decir eso.
. -Porque no antes de verla platicamos; tu hermana no ha llevado una vida correcta, no creo que quieras mezclarte con alguien así- no podía dejar que Armando la buscara sin contarle su versión de las cosas; haría todo porque viera primero la imagen que tenia de ella.