Capítulo 6 Miguel - Descubrimientos

Por fin ha empezado la semana, nunca he tenido tantas ganas de que empezara la semana como esta vez. Hoy tendría CrossFit y estaba deseando encontrarme con Chloe en el gimnasio. Nada más llegar no la vi, lo que me causó un poco de frustración, pero al cabo de un rato me di cuenta de que entraba corriendo en una de las aulas y me sorprendió la cantidad de alumnos que había en esa clase. Todos sus alumnos hicieron ademán de saludarla y no pude negar que mi corazón se alegró de verla y mi cara lo demostró con una sonrisa.

Esperaría hasta el final de su turno, para por fin, hablar con ella, mientras tanto centrarme en el CrossFit, y necesitaba poner la cabeza en su sitio, cualquier error en ese lugar era una fea herida.

El entrenamiento fue duro, como yo necesitaba. Al final de la formación volví a pasar por la sala donde la había visto dando clase, pero ya no estaba allí. Me sentí frustrada y me dirigí a la secretaria para preguntarle si seguía en el gimnasio. Me informaron de que debería estar en la sala de pesas. Fui allí y la observé a distancia instruyendo a un alumno en una de las máquinas que allí había.

Creo que debe ser tan intensa en lo que hace que no se da cuenta de lo que pasa a su alrededor, o mejor dicho, de las miradas que atraía. En solo dos minutos allí me di cuenta de que siete tipos la observaban, pero ninguno parecía tener el valor de acercarse. Tenía un aura tan profesional que no daba cabida a ningún otro tipo de planteamiento que no tuviera que ver con las máquinas allí presentes. Estoy seguro de que algunos de esos alumnos hacen pesas solo para ver a Chloe, y confieso que eso me da envidia, porque a mí también me gustaría hacerlo. Valdría la pena solo verla.

Al cabo de otro minuto, pareció percibir mi mirada, así que se limitó a mirar hacia donde yo me encontraba, a la entrada de la sala. Nuestras miradas se cruzan y ella esboza una hermosa sonrisa, asiente con la cabeza y vuelve a las instrucciones que estaba dando al alumno. Vuelvo al mostrador e intento averiguar hasta qué hora suele dar clase. Al principio la chica que trabaja allí no quiso darme esta información, pero me identifiqué como alumna de CrossFit y le dije que estaba interesada en hacer también pesas, pero en un horario en el que Chloe fuera la instructora.

Después de obtener la información que quería, me dirigí a los vestuarios y me duché. Cuando salí decidí esperarla de nuevo. Sabía que en cualquier momento podía aparecer, solo rezaba para que no se hubiera marchado antes de lo habitual, quiero acercarme a ella y ver a dónde nos puede llevar esto. Cuando la vi marcharse me perdí en mis pensamientos, cada vez que me fijaba en ella parecía más guapa, más despampanante. Decidí jugar con ella, informándole de que estaba esperando a que me llevaran. Ella me miró sin entender nada y yo la miré sonriendo, cosa que ella correspondió, preguntándome si me importaba ir a lomos de su bicicleta. Su sonrisa parecía el sol que me iluminaba, de la manera que me encantaba hasta saltaba a la comba.

Pero decidí ofrecerle llevarla una vez más, me dio las gracias, pero dijo que no quería abusar de mi buena voluntad y que estaba con su bicicleta. Parecía triste para que no me dejara ir, aunque no me rendiría tan fácilmente. Entonces volvió a sonreír y dijo que hablaría con los de seguridad para dejar su moto guardada y aceptó que la llevara. Le hice varias preguntas sobre el gimnasio. Si trabajaba allí a tiempo completo, entre otras cosas. Cuando me contestó que no trabajaba allí a tiempo completo, ya que tenía otra profesión, me sorprendió esta información. No entró en detalles, pero la pregunta que yo me hacía era cómo se las arreglaba para hacer frente a todo. Solo la información que ya tenía me hizo ver lo especial que era. Madre soltera, con una casa que mantener sola, tenía dos trabajos, una excelente profesora en la academia, tanto que sus clases estaban siendo muy disputadas, su otra profesión aún no sabía cuál era, pero si era tan competente como en la academia, no dudaba que también destacaba allí.

Cuando menos lo esperaba, estaba frente a su casa. Ella salió del coche y yo hice lo mismo. De la nada oímos que abrían la verja y de la casa salió un pequeño huracán en forma de niña, gritando que la echaba mucho de menos. Vi cómo Chloe se transformaba, cómo sus ojos brillaban más solo con la presencia de aquella niña. No tenía ninguna duda de que ella era el mundo de Chloe. Poco después llegó la amiga que creo que estaba cuidando a su hija, se excusó cuando se dio cuenta de que Chloe no estaba sola. Noté la sorpresa en sus ojos cuando me vio, creo que Chloe no suele llegar sola y eso me alegró, aun sin entender por qué. Noté que la amiga que salía con la hija de Chloe me miraba discretamente, creo que cuando podía comentaba algo con Chloe.

Descubrí que su hija se llamaba Anna Luísa, Lulu como a ella le gustaba, y que además de ser muy mona, tenía una personalidad única. Su mirada como que me analizaba, y cuando me preguntó si trabajaba con Chloe, y yo lo negué, informando que solo era una amiga del gimnasio de su madre, Lulu, confirmó mis sospechas, diciendo que su madre nunca había llevado a ninguna amiga a su casa. Noté a Cloe avergonzada, poniéndose roja, y para disimular, dio las gracias a su amiga, que se despidió de nosotros y se marchó. Realmente no me equivoqué cuando dije que Anna Luísa era un huracán. Dice lo que piensa y es tan guapa como su madre.

Chloe volvió a ofrecerme algo de beber, pero yo quería que las cosas fueran despacio entre nosotras, así que volví a decir que no, besé la mano de su hija y les deseé buenas noches a las dos. Me metí en el coche y les miré por el retrovisor. Chloe es realmente una mujer que vale la pena. Guapa, trabajadora, persistente, divertida y, por lo que pude descubrir de su interacción con su hija, y como yo había predicho, una madre excelente.

No tuve más remedio que esperar que me diera la oportunidad de formar parte de su vida y de la de la pequeña Anna Luísa. Tenía que pensar en una manera de hacer que las cosas funcionaran, sin ser rechazado por ella, porque ya estaba enamorado de esta hermosa morena, incluso antes de conocerla mejor. Nunca pensé que sentiría algo así por una persona en tan poco tiempo. Ella ya ocupaba mis pensamientos de una forma que no podía resistir más.

            
            

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