Incluso en Tarragona era difícil ver a un hombre que llamase suficientemente la atención. Por eso cuando Alan apareció por a casualidad en mi vida fue toda una sorpresa para mí. Me costaba mucho fijarme en alguien, nadie acababa de gustarme lo suficiente, antes de empezar con Dani, los chicos que conocía acababan aburriéndome y no entendía el por qué. A veces estaba segura de que estaba muy cansada también de Dani, pero no quería enfrentar aquella situación. Aunque empecé a hacerlo poco a poco, sin darme cuenta, cuando conocí a Alan.
Pensaba en él a todas horas y me dormía nerviosa pensando en cómo sería encontrármelo por los pasillos durante la semana o verlo de nuevo en la clase de dos horas de los miércoles. Aquel día se convirtió en mi favorito de la semana, y eso que siempre lo había odiado. Los lunes siempre habían sido terribles para mí, pero al menos los empezaba con energía. Luego los martes seguía sintiendo aquella fuerza inicial, los jueves me daban esperanzas de que el fin de semana estaba cerca y los viernes eran simplemente geniales. Daba igual si terminaba la universidad un viernes a las nueve de la noche en la biblioteca, de igual forma una emoción extraña recorría todo mi cuerpo, sabía que al día siguiente no debía madrugar y podía estar en la cama durmiendo hasta las doce del medio día si me daba la gana. Pero el maldito miércoles... ¿ Qué demonios hacía ese día en la semana? Solamente destrozarla... el miércoles para mí era como "el quiero y no puedo", ese día estaba cansada de nuevo y justo se encontraba en medio y aún quedaban dos jodidos días para llegar al fin de semana... pero desde que Alan había empezado a trabajar en la universidad, amaba los miércoles, de repente me había convertido en una fan de aquel día semanal.
_ Es súper guapa, creo que va todos los días al gimnasio después de las clases _ dijo Claudia después de pegar un sorbo a su té de frutos rojos.
Estábamos las cuatro fuera, en la terraza de la cafetería de la universidad como de costumbre, y no teníamos la próxima clase hasta dos horas después.
_¿Los domingos también?_ Preguntó Valentina.
_Sí, creo que sí, eso parece, tiene su cuenta de Instagram abierta y la semana pasada subió un video entrenando en domingo.
_Eres realmente una stalker_ le dijo Almudena a Claudia.
_Eso me dice mi hermano, siempre encuentro a sus nuevas novias en las redes sociales.
_ Enseñanos su cuenta _ le pidió Valentina para cotillear.
Yo me quedé callada, pero realmente estaba interesada en saber qué clase de fotos subía, se pueda saber mucho de una persona por sus redes sociales, o al menos eso creía por aquellos momentos.
_ Mira es esta, Evelyn Flores. No debería poner su nombre y apellido, así es más fácil que te encuentren.
Pensé que entonces yo no tendría que preocuparme, en Instagram tenía puesto Little Hazelnut, aunque tampoco creía que nadie interesante tuviese la intención de encontrarme. Apenas usaba Facebook y menos aún Instagram, además, tan solo tenía poco más de cien seguidores y con la mayoría no guardaba ningún tipo de relación en el presente, siendo la gran parte antiguos compañeros de colegio e instituto.
_Es súper fotogénica_ dijo Almudena.
_Sinceramente está buena, puede tener a cualquiera _ dijo Valentina con honestidad.
_Encima parece que le sobra el dinero _ dijo Claudia. Aunque ella también provenía de una familia adinerada, parecía no haber ni punto de comparación con la de Evelyn.
Tenía miles de seguidores, como si fuera una influencer, en todas las fotos salía perfecta, ella ya era de por sí muy hermosa: alta, delgada, pelo largo y negro, y mirada azul intensa, como una versión de Megan Fox con rasgos españoles. Hasta en las fotos en las que salía en su casa, que era un gran chalet ubicado en la urbanización de Boscos, una de las zonas más ricas de la ciudad, salía con pijamas de marca y el pelo perfectamente cuidado.
_Y tiene un coche nuevo, que envidia... _ dijo Almudena.
_ Tú ahora también tienes uno _ le recordó Claudia.
_No me irás a comparar mi coche de segunda mano con ese Audi último modelo.
_¿Trabaja? _ preguntó Valentina.
_No creo que le haga falta, su padre es empresario, aunque si hace de modelo a veces. _No me extraña... _dijo Almudena.
_Mirad este verano estuvo en Francia de vacaciones _ continuó Claudia.
_¿Y esta foto de cuando es?_ preguntó Almudena refiriéndose a una foto en la que salía en Roma con el Colosseo de fondo.
_De hace dos fines de semana.
_Joder, ya me gustaría irme a Roma un fin de semana cualquiera _ soltó Almu frustrada.
_Parece que viaja mucho, tiene fotos en la Praga, Berlín, Londres, ... también viaja bastante por España, y va muchas veces a Barcelona a comprar ropa, obviamente el dinero le sobra.
Siempre había querido viajar, pero nunca había tenido el suficiente dinero para permitírmelo. Dani era la persona más aburrida del mundo y para él estar en Tarragona ya estaba bien, y a mi me agobiaba esta jodida ciudad, es cierto que era un paraíso pero a la vez te hacía conformarte.
_Tiene amigos guapísimos, ya podrían estar estos en nuestras clases. Creo que la mayoría no son de aquí, sale con ellos en fotos de Barcelona y otros serán del gimnasio, tendré que apuntarme _ dijo Valentina.
_¿Sabéis quién le sigue?
_¿Quién? _ preguntaron Valentina y Almudena a la vez.
_Alan _ dijo Claudia.
Me quedé helada, no sabía que tenía Instagram y ni siquiera que estuviese permitido seguir a una alumna.
_¿ Alan tiene Instagram? _ pregunté con curiosidad.
_Mirad como habla cuando le interesa _ dijo Valentina burlándose de mí.
_Sí, ya lo vemos _ dijo Almudena.
Todas habían notado que estaba muy pendiente en las clases de historia, incluso me sonrojaba si las miradas entre Alan y yo se cruzaban, hacía tiempo que no experimentaba algo así.
_No pasa nada si te pone cachonda otro hombre que no sea tu novio _ dijo Valentina directamente.
_Eres una auténtica guarra _ le dije sin poder evitarlo.
_Sí, lo soy y me gusta_ me contestó provocando que me riese._¿A quién no le pone Alan?, nos pone a todas, si hiciésemos una encuesta en la universidad fijo que una gran mayoría de las mujeres de psicología admitiría lo mismo.
_Este es su Instagram, lo malo es que lo tiene en modo privado. Fue fácil encontrarlo, también por su nombre y apellidos encontré que tenía Facebook. En la última foto de Evelyn miré por curiosidad los me gustas que tenía y vi que él estaba entre ellos. Luego vi que prácticamente le ponía like en todo, supongo que será reciproco... al igual tienen hasta algo _ nos dijo Claudia mientras nos enseñaba su cuenta.
_¿Pero eso es legal? _Pregunté.
_¿El qué?_preguntó Claudia.
_Pues ya sabéis, que haya algo entre un profesor y una alumna.
_Ambos son mayores de edad. Ético desde mi punto de vista no lo es, más por la parte de él que de ella, pero de todas formas si los dos están solteros y son mayorcitos es totalmente legal, y más si guardan las formas y todo lo que "pase " entre ellos es consentido. Estamos en una universidad pública, no una privada donde los profesores tengan que dar una súper imagen. Además que se sigan en una red social tampoco es para tanto, yo tengo a antiguos profesores del instituto en mi Facebook_ dijo Claudia.
_ Si eso es así deberíamos seguirlo todas _ propuso indirectamente Valentina.
_¿Hablas enserio? _ le pregunté nerviosa.
_Claro _ dijo riéndose.
_¿Y si no nos acepta o no nos sigue de vuelta? _ pregunté de nuevo.
_Así pasaremos esa humillación juntas _ me respondió Claudia al mismo tiempo que le enviaba una solicitud de amistad.
Y así fue como sucedió, todas empezamos a seguirlo, siendo yo la última en hacerlo, y enseguida nos aceptó. Debía admitir que pase demasiados nervios pensando por mi baja autoestima de aquellos entonces que no me aceptaría, pero no fue así, me aceptó e incluso fue a la única de las cuatro a la que siguió de vuelta. Parecía una tontería pero después de subir un selfie improvisado en la biblioteca de la universidad días después para dar algo de vida a mi inutilizado Instagram e intentar llamar tristemente su atención, que me pusiera un like me dio ilusiones. Pensé ingenuamente ¿Por que no? ¿Quizás podría gustarle? Y eso empezó a hacerme fantasear con esa idea aún más.
Todos saben que en los grupitos de compañeras de clase y amigas siempre hay preferencias, y eso era lo que me pasaba a mi con Almudena. Ella era con la que más me identificaba y la que mejor me caía. Empecé a pasar fines de semana en su casa, los viernes íbamos a cenar por Tarragona cuando salíamos de la universidad y luego cogíamos el autobús para llegar al Vendrell, el pueblo donde vivía. Era un pueblo bonito de playa, los sábados por la mañana nos levantamos y si hacía buen día íbamos a correr por la arena, normalmente apenas había gente. Empecé a compartir mis ideas con ella y a admitir que Alan me gustaba bastante, aunque tuviese pareja y eso no fuese correcto, ponerme una coraza las veinticuatro horas del día y no poder mostrarme vulnerable o expresar mis sentimientos empezaba a cansarme.
_Tú sabes que eres muy guapa ¿No?
_¿A qué viene eso? _ Pregunté sin entender que me quería decir con aquella pregunta, estábamos solas en su casa, era un sábado por la tarde lluvioso de finales de noviembre y ambas estábamos sentadas en su sofá rosa del salón cubiertas con una manta de terciopelo mientras veíamos una serie romántica cutre.
_ Pienso que Dani no te lo dice, ¿Y sabes qué ? No convierte en realidad que alguien te repita veinte veces algo o que simplemente no te lo repita.
_Sí eso ya lo sé, igual que sé perfectamente que no soy feliz en mi relación.
_Quizás deberías de plantearte acabar con él. Lleváis desde que erais unos niños juntos, y por lo que me has contado tú estás realmente harta de él. Sólo lo he visto dos veces cuando hemos pasado por la cafetería y no me quiero meter, pero honestamente me parece un narcisista y que no te trata nada bien.
_Sí eso ya lo sé también. Ignorar a alguien cada día es un manera sutil de hacer sentir mal al otro, como también decirle solamente puntos negativos.
_Es bueno que seas consciente de ello.
_Sí, ir a terapia me está ayudando bastante, por eso no me gusta estar mucho en casa. Prefiero que él quede con sus amigos o se vaya al gimnasio, y yo también quedar con gente y estar en la universidad. Estoy cansada de pasar mi tiempo con él, no me gusta nada en lo que nos hemos convertido.
_¿Y por qué no lo dejas? _ me preguntó Almudena claramente.
_No me veo con fuerzas. Ahora que mis padres no están, estoy sola aquí, él y su familia han sido como la mía durante mucho tiempo.
_Vamos Selena, sabes que eso no es cierto. Decir cosas malas indirectamente de alguien y atacarla a la primera oportunidad no es ser familia. La familia es apoyo, no aprovecharse de la vulnerabilidad de una persona.
_Ya..._ no podía negar lo que me decía y pensé que quizás desde fuera se viese de esa manera._ Pero no me veo capaz de ir a la universidad y ponerme al mismo tiempo a manejar la cafetería para subsistir, tendría que elegir entre las dos opciones. Si me centrase en estudiar gastaría mis ahorros en cubrir mis gastos, y si trabajase a tiempo completo seguramente dejaría la universidad, y me ha costado mucho esfuerzo llegar hasta aquí.
Almudena se quedó callada y asintió.
_Puede que necesitas más tiempo para darte cuenta de lo que necesitas. Cuando llegué el momento ya tomarás la decisión adecuada.
La madre de Almu tenía un pequeño negocio de muebles en el pueblo y pasaba mucho tiempo allí, era madre soltera y Almudena nunca hablaba de quién era su padre y yo tampoco le pregunté jamás. Aquella noche habíamos decidido hacer un bote de congelamiento espiritual a Evelyn, dentro de mí sabía que no tenía ninguna justificación para hacerle brujería a aquella chica guapísima de mi universidad. Nunca había cruzado una palabra con ella, Evelyn no sabía que yo existía y jamás me había hecho nada malo, pero la envidiaba, la envidiaba muchísimo y más al ver que Alan la seguía en las redes sociales y al haber presenciado como cruzaban miradas por pasillos de la universidad. Sabía que si alguien se enteraba pensaría que estaba obsesionada por un hombre que apenas siquiera conocía, e incluso yo misma creía que me estaba volviendo loca, por eso solo le contaba a Almudena lo que sentía, sabía que ella no me juzgaría, no era esa clase de amiga.
_Vale y ahora concentrémonos durante un minuto. Visualicemos a esa perra _ bromeó Almudena.
_Me siento como una asesina por querer destruirla.
_Tú únicamente tienes que pensar en lo que dijo Claudia. Nadie es perfecto.
Me quedé callada y asentí.
_A ti te gusta Alan, y él parece estar muy pendiente de Evelyn, solamente estamos quitándole fuerza a ella. Ni siquiera sabemos que vaya a funcionar. Hace unas semanas no creíamos en nada de esto.
_Es cierto, pero todo lo que hicimos con Claudia funcionó.
_Podría ser una casualidad y estar las cuatro en una especie de psicosis colectiva como lo que suele suceder en las sectas. Si no hubiéramos hecho nada lo hubiésemos atribuido a la buena suerte, pero como hicimos esa especie de rituales hemos relacionado nuestros logros a ellos.
_Tienes razón...
_Por eso _dijo Almu_ ¿Si meter simbólicamente a esta chica en un bote de cristal te hace sentirte mejor que hay de malo?, puede que solamente sea una estrategia psicológica para subir tu autoestima.
_ Sí, puede ser...
_Claro... ni que la estuviésemos a ella congelada de verdad en un frigorífico, únicamente vamos a meter su nombre escrito en un papel dentro de un bote. Como ya te he dicho es algo simbólico. Si funciona o no ya lo veremos...
_Okay, tienes razón.
Y así los hicimos, ya habíamos preparado un cuarto de hora antes aquel hechizo y solo nos faltaba concentrarnos y meterlo con determinación en el congelador de la casa de Almudena.
Una vez hecho pensé que tampoco sería para tanto, simplemente estaba alejando a una rival que no podía vencer con mis propias armas de mujer, o eso pensaba en aquel entonces.