_¿Podrías decir que aún tienes algún sentimiento por él?
_ Hace unos meses creía que sí, pero honestamente cada vez menos.
Aquella era la verdad, aunque tener clavado a aquel profesor en el pensamiento también influia y me parecía demasiado extraño para comentárselo a mi terapeuta. Había empezado a ir al psicólogo a principios de septiembre porque me sentía bastante mal por muchos asuntos, siendo mi relación con Dani y mi incapacidad para terminarla uno de ellos.
_Me da la sensación de que no quieres arreglarlo. Realmente sabes que estarás mejor sin él, pero te ves sin fuerzas para dejarlo, no crees lo suficiente en ti misma.
Desvié mi atención hacía la ventana, su despacho estaba en la última planta de un edificio antiguo de la rambla nueva, el cielo estaba empezando a oscurecerse y estaba repleto de nubes esponjosas. No quise contestar, simplemente asentí porque tenía razón en lo que decía.
Fue extraño como en poco tiempo Evelyn desapareció del ojo público de la universidad, apenas se la veía por los pasillos y no tenía la misma luz que irradiaba antes. Parecía cansada, su bonita cara mostraba ojeras con tonos suaves púrpuras y sus ojos azules se veían más apagados. Ni siquiera llevaba arreglada su larga melena azabache, las últimas veces solo llevaba una cola improvisada y mal hecha sin brillo. Supuse que el último año de carrera debía ser difícil.
En cambio, yo cada vez tenía más energía, algo que incluso parecía mágico, aunque en cierto modo pensé que lo era por haber hecho aquel extraño hechizo. Muchas miradas masculinas empezaron a fijarse en mí, incluso Dani intentaba crear conversaciones conmigo cuando llegaba a casa de noche y estas veces era yo quien quería evitarlo, y me sentía con más fuerza que nunca. No sabía si esto se debía a lo que Claudia me hizo hacer en su casa aquella noche de noviembre, o al contrario si era causado por el deporte que estaba haciendo con regularidad. Pero, de todas formas, aquel cambio social que estaba experimentando cada día me gustaba más.
"Está muy bien realizado el trabajo , enhorabuena, espero poder seguir poniéndote las mismas cualificaciones. Suerte en el examen".
Había cruzado algunas palabras con Alan en clase, pero sentía que siempre me sonrojaba demasiado y no quería ser tan patética como las demás estudiantes. No me gustaba ir detrás de ningún hombre, ya me había humillado demasiado durante años por Dani.
De todos modos, seguir a Alan en redes sociales había sido vergonzoso para mí, aunque media universidad lo había hecho, incluidos también algunos hombres.
Me dio un vuelvo el corazón y no precisamente por la noche, si no porque él fuese el destinatario de aquel email, aunque yo decidí no contestar. "Era algo puramente académico, era un chico muy profesional. No significaba nada". Y era así. "Simplemente está impresionado por mi trabajo. Aunque tampoco había dedicado mucho tiempo a hacerlo, sencillamente era sobre un tema que me interesaba". Para ser honestos, desde hacía semanas no dedicaba tiempo suficiente a ningún trabajo, estaba inspirada y era rápida como nunca antes lo había sido.
_ Selena he visto que has conseguido buenos resultados en historia de la psicología _ me dijo Yago, él estudiaba sociología, pero como estábamos en primero compartíamos dos clases juntos.
_Sí, me he sorprendido hasta yo.
_¿Que haces el viernes por la tarde?
Me quedé un poco parada sin entender que quería decir o si se me estaba insinuando. Me gustaba el estilo de Yago, era entre hippy y nerd, Valentina decía que estaba bastante bien, aunque para mí era normal, solamente llamaba mi atención por lo simpático y gracioso que era. Debatía bastante en clase y me parecía inteligente, pero de ahí a tener algún interés en él...
_Lo digo porque hay fiesta universitaria en el Highland por el final del trimestre, vamos a ir bastantes de la clase de historia y quería saber si tú irás _ me preguntó mostrándose claramente algo avergonzado._ Solamente es para poder apuntarte en la lista de Facebook que hemos creado_ añadió a modo de excusa.
_No sé, hablaré con mis amigas para saber si van.
_Vale, genial _ me contestó con una sonrisa.
En aquel momento vi de reojo como Alan apareció en los pasillos tan perfecto como siempre y decidí alargar un poco más mi conversación con Yago.
_ ¿Cómo te han ido a ti los exámenes?
Él me miró sorprendido de que decidiese continuar hablando con él.
_Bien, bien la verdad, no lo esperaba porque ... _ ni siquiera escuché lo que decía, su voz quedó en un segundo plano y justo desvié la mirada hacía Alan, que en aquel momento pasaba justo enfrente mía. Él también me miró fijamente y por un momento sentí que mi corazón latía más rápido, esperé que nadie se diera cuenta, pero era una realidad que cada vez que me miraba me quedaba petrificada. Cuando pasó justo por mi lado me sonrió y me sentí desorientada durante varios segundos, perdiendo totalmente la noción del tiempo, como si aquel instante hubiese durado horas.
_ Y la verdad entre el trabajo y todo no tengo mucho tiempo para centrarme en la carrera.
_ Mmm, entiendo... _ dije fingiendo algo de interés._ Nos vemos allí seguramente el jueves, intentaré confirmarte por Facebook.
_Perfecto _ dijo entusiasmado antes de que alejase de él.
Los días eran cada vez más fríos y las navidades estaban a la vuelta de la esquina y era la primera vez que había decidido no pasarlas allí. Iría a Madrid a ver mi hermana, y ya había conseguido un billete que estaba de oferta.
_ ¿Y cómo se ha tomado Dani que te vayas ?
_ No ha mostrado ninguna emoción como de costumbre, dijo que por él estaba bien que fuese a Madrid. Suele fingir no tener ningún tipo de sentimiento hacia mí para intentar hacerme daño, lo que se que le jodió , no pudo disimular su cara _ dije irónicamente y con más sinceridad que nunca.
_Aún no entiendo por qué no lo dejas de una vez.
_Yo tampoco.
_Entonces pasarás las navidades en la capital ¿Tienes ganas de ir?
_Sí la verdad, es la primera vez que iré a ver a Andrea. Siempre viene ella, pero pienso que cambiar de aires me vendrá bien.
_Yo también lo pienso. Si no fuera porque mi familia es súper navideña me iría contigo, me encanta la gran vía.
_Puedes venir algunos días antes de empezar las clases, después de reyes.
_Quizás la próxima vez, así podremos planearlo con tiempo suficiente.
Habíamos ido a dar una vuelta por el centro para coger ideas sobre lo que podíamos comprar de regalos de navidad. Después de estar más de una hora viendo tiendas sin ver nada interesante, decidimos ir a la rambla nueva donde había un mercadillo navideño improvisado. Faltaba solamente una semana para terminar las clases y la decoración ya estaba en las calles principales. Nos acercamos a una parada donde vendían piedras medicinales y lámparas de sal. Justo al lado habían dos chicas algo más mayores, que reconocí del último curso de la universidad.
_Es una auténtica puta _ le dijo la chica más alta a la otra bajita, me costó poco comprender que hablaban de Evelyn. Su nombre parecía estar presente en todas partes, y en muchas ocasiones no acompañado de calificativos positivos. Yo no pude evitar centrar mi atención de forma disimulada en la conversación de aquellas dos chicas.
_Dicen que siempre lo ha sido. Evelyn le quitó el novio a su mejor amiga del instituto, me lo contó mi compañera de habitación, que fue con ella durante el bachillerato.
_No sé porque no me sorprende. La manera que tiene de hablar con los hombres... le encanta llamar la atención y sentirse importante. Simplemente no la soporto.
_Yo pienso que nadie del curso la soporta.
_De mujeres lo dudo, quitando a sus amigas Sara y Elena.
_No entiendo cómo pueden aguantarla. Lo último ya fue verla coquetear con el profesor de historia de la psicología. Es impresionante, eso es verdad, pero igualmente ¿ Cómo se puede ser tan zorra para entrarle a un chico que te da clase.
_¿Tú crees que tienen algo?
_No me extrañaría...
Almudena ni siquiera había escuchado nada , estaba más alejada preguntando por una lámpara pequeña de sal. Ambas chicas se fueron y yo me acerqué poco a poco hasta donde estaba Amu inmersa en mis pensamientos, y decidí guardarme aquella información para mí. Lo extraño de aquello es que a veces las había visto en la cafetería con Evelyn y parecían tener algún tipo de amistad, pero por las palabras que le habían dedicado realmente era todo lo contrario.
A mi tampoco me gustaba Evelyn, no me había hecho nada pero tampoco la soportaba, era tan perfecta y parecía tener tanto éxito en todo , que simplemente no la aguantaba a pesar de no conocerla de nada. Yo sabía que la envidiaba aunque no lo admitiera abiertamente, y era la primera vez que oía hablar mal de ella y a gente directamente de su entorno.
Lo que realmente me molestaba a mí de Evelyn era que pudiese llamar la atención de Alan y no me extrañaba que lo hiciese porque era preciosa, lo que diríamos una chica diez. Yo me sentía un cero a su lado, aunque desde hacía un mes mi figura estaba más definida, mi pelo había crecido e incluso yo misma me veía muy guapa al mirarme al espejo.
Por eso aquel sábado llegué a casa de noche, Dani seguía en la cafetería y aproveché el estar sola para hacerle a Evelyn un segundo bote. Yo sabía que me estaba comportando como una completa loca porque no conocía a aquella chica, pero solo quería bloquearla para que se alejase de Alan. Me había admitido a mi misma que me gustaba, y cuanto más me interesaba por él, extrañamente menos me importaban los desprecios de Dani. Y aquello me hacía sentir que tenía más poder y confianza en mi misma.
Vacíe el bote en la basura, apenas quedaba nada de miel, lo limpié en la pila y me dirigí a buscar un trozo de papel y un bolígrafo de mi bolso. Había aprendido a hacerlo con Claudia y después de haber escuchado aquella conversación sobre Evelyn, al poco tiempo me despedí de Almudena y me fui a casa porque quería probar a hacerlo sola. Pensé que con el bote que había hecho con Claudia no había sido suficiente y que otro más me ayudaría a quitármela de en medio, de todas formas Claudia nos dijo que a veces uno no funcionaba lo suficiente.
Al terminar, lo escondí al final del refrigerador tapándolo con varios congelados.
A los veinte minutos empecé a sentirme muy cansada, hacía semanas que no me sentía así, había estado activa y repleta de energía y después de haber hecho aquel bote eso parecía haberse esfumado .
"He hecho algo mal", pensé rápidamente, pero no controlaba esas prácticas, era una iniciada y simplemente no me atreví a sacarlo del congelador y tirarlo. Encendí la calefacción de mi la habitación doble, me puse el pijama y me tapé con el gran edredón. Me sentía enferma, sin fuerzas, y sin darme cuenta me quedé dormida como hacía tiempo que no lo hacía.
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Había dormido prácticamente todo el fin de semana, nunca antes había descansado tanto, e incluso así me levanté el lunes sin fuerzas.
_Estarás incubando un virus.
_No creo, desde que hicimos aquellas cosas en tu casa me encontraba mejor. Ahora de repente me sintió más cansada que nunca.
_Quizás el efecto se ha quitado, puede que te sientas mal varios días pero luego volverás a sentirte como te sentías normalmente. Ni un cansancio absoluto ni una energía como si te hubieras tragado una caja de estimulantes.
_Me gustaba sentirme como si me hubiese tomado una caja de estimulantes. Ahora me siento como una mierda.
_Solamente necesitas relajarte, has sido un mes duro, es normal que estés agotada, no te preocupes. Y si quieres tener la misma energía dejemos pasar unos días y volvamos a hacerlo.
_ No, prefiero que me ayudes a hacer otra cosa diferente _ le dije a Claudia._ Más bien quería pedirte consejo. _ Claudia me miró dudosa sin imaginar que quería hacer.
_¿Que quieres hacer?
Estábamos a la salida de la universidad, habíamos terminado antes y Almudena y Valentina ya se habían marchado.
_¿Que se puede hacer para que una persona no pare de pensar en ti como tu piensas en ella?
_¿Te refieres a que alguien se sienta muy atraído por ti? _ me preguntó con un tono más bajo y yo asentí.
_Un amarre o algo parecido. Se le llama así, pero no te aconsejo hacer esas cosas, puedes conseguir que la otra persona tenga deseo sexual por ti, pero una vez se vaya el efecto pasará a detestarte. Esas prácticas son muy oscuras y lo que crean también se destruye rápidamente.
_¿Y si quieres alejar a una chica de esa persona que te gusta ?
_Si quieres que de verdad desaparezca de su camino podemos hacer algo, es peligroso pero funciona. Mi abuela una vez me habló de ello. Deja que busque la información de lo que necesitaría y podemos hacerlo, será nuestro secreto _ me dijo sonriente, ni siquiera me preguntó en aquel momento a quién quería hacérselo y cuáles eran mis motivos reales, creo que Claudia se divertía, para ella aquellas prácticas eran como un juego. Un juego del que ni siquiera conocíamos de verdad las normas y límites.