Lo cierto, es que siempre presto atención en las relaciones que tienen unos con otros los humanos. Ya que yo, no recuerdo tener amigas en el pasado. Ya sabes, antes del gran día.
Elliot se sentó junto a mi, en eso, llegó el profesor.
-Bueno chicos, seré su profesor de filosofía, tendremos tres horas en esta materia todos los Lunes. Anótenlo. -La clase prosiguió, era un poco aburrido, solo conseguía pensar en las facciones del profesor, y eso me causaba un poco de risa. A eso, le sumaba los chistes que Elliot me susurraba al oído respecto al profesor, cosas como ''¿Acaso eso que cuelga debajo de su mentón es piel? ¡Pues parece un gallo!'' ''Con sus arrugas podemos quitar el frío del mundo'' o estupideces como ''Un pedo suyo debe ser un terremoto en Nigeria'', esas cosas. En eso, se abrió la puerta y entró un joven de cabello negro azulado, y de ojos grises. Vaya que mis ojos se abrieron tan grandes como platos! No quiero sonar una orgásmica adolescente influida por sus hormonas. Pero, sin duda era lindo.
-Zero, llegas tarde. No empecemos otro año con tardanzas. -Se mostró molesto el profesor. -Toma asiento inmediatamente. El joven se mostraba poco preocupado aparentemente, desde que entró, y se sentó, se mantenía igual. No me atrevería a sacar conclusiones antes de tiempo como para decir que era uno de los rebeldes del salón. La clase prosiguió.
Al término, no pude dejar de mirarlo, tenía un carácter tan frío. Nadie se le había acercado en todo el receso, eso me extrañó muchísimo, él solo miraba atreves de la ventana, como si estuviera a la espera de algo allá afuera. Intenté acercarme.
-No lo intentes. -Me cogió del brazo Liam. -¿Que pensabas hacer? ¿Ir y hablarle como si nada?
-Bueno, es lo más cortés, yo solo iba a hacerlo. No lo pensé mucho.
-Entonces es mejor que te pongas a pensar. No es como si te le acercaras de la nada y estableces una relación con él, no es ese tipo de chicos. -Dijo cortante. –Te matará si lo intentas.
-Bueno, yo solo quería ayudar...-Sacudí mi brazo para que me soltara y me alejé. En eso llegó Harry.
-¿Sucede algo aquí? -Entrometió Harry.
-Nada. -Respondimos al unísono.
-¡Cloe! -Se abalanzó sobre mi abrazándome Elliot. -¡Te extrañé!
-Estuvimos juntos toda la clase. -Arqueé las cejas.
-Si, pero igual. Estos han sido los segundos en el baño más largos de toda mi vida.
-Bueno ya. -Lo apartó Harry. -Liam, ¿qué hay de tu compañero de cuarto?
-Es algo extraño, se siente mal. Le pregunté a la enfermera que le pasaba, me dijo que podría estar varios días en cama, y que le sucedía a menudo puesto a que tiene un cuerpo frágil. -Comentaba Liam con la mirada baja.
-Qué triste. ¿Lo puedo conocer? -Dije entusiasta.
Solo quería conocerlo, algo en mi decía que debía hacerlo. Aunque me había conmovido su historia, no creo que ese haya sido el hecho por el que quise conocerlo. Llámenlo, destino.
-Sí, pero al finalizar las clases. -Respondió Liam.
En cuanto finalizó las clases, Harry, Liam y yo fuimos a visitar al compañero de cuarto de Liam.
-Peter, traje unos amigos que te querían conocer. Espero que no te moleste. -Dijo Liam mientras se sentó en su cama.
-No para nada. -Sonrió el muchacho.
-¡Hola! -Dijo entrando a la habitación Harry. -Liam nos habló de ti, yo soy Harry, y ella es Cloe. -Me señaló con la mirada apenas entre. En cuanto entré, observé, era una habitación bastante limpia para ser de dos varones. El joven quien estaba en la cama, era probablemente el chico con rasgos femeninos más lindo que habían visto mis ojos. Su cabello rubio claro, y sus ojos de color celestes cielo. Sería un chico popular entre las chicas si saliera si quiera de su habitación, pero su estado era muy delicado como para hacerlo. Liam nos había contado que probablemente sus padres lo enviaron al instituto para deshacerse de él por lo que duraba el año escolar. Eso es cruel. Pero ése es el tipo de padres ricos. Este colegio estaba plagado de ellos. De familias despreocupadas, totalmente despreocupadas de sus hijos.
-¡Hola! -Le sonreí.
-Tu cara me es familiar, estoy seguro que te conozco de algún lado. -Dijo seguro mientras me miraba a los ojos.
-¿Ah? no creo. Yo no conozco mucha gente.
-Lo siento. Es que te pareces demasiado a una amiga. Solo eso. -Me aclaró.
-Ah. Ehm, como verás, queríamos conocerte desde que Liam nos contó de tu salud. -Cambié de tema repentinamente. -Queríamos hacerte saber que cuentas con nuestro apoyo.
-Gracias. No se preocupen por mi, esto siempre me pasa. Probablemente estaré unos días así y luego retomaré las clases.
Una vez le hicimos saber a Peter de nuestro apoyo para lo que quisiese, nos marchamos. Fuimos a comer helado, según Harry, Buckley y Elliot habían conseguido dinero de por allí, bueno, ése ''por allí'' era bastante sospechoso.
Rato después de que nos habíamos ido entró una joven a la habitación.
-Podría haber jurado que era igual a ti. -Comentó Peter si bien llegó la joven.
-¿De qué hablas ahora? -Dijo extrañada la joven.
-Recién, mi compañero de cuarto trajo a unos amigos suyos, entre ellos estaba una chica, igual a ti. -Dijo mientras se paraba.
-¿A dónde vas? -Preguntó extrañada la joven.
-Al baño. O me vas a seguir hasta ahí también? -Soltó una leve carcajada.
-No te burles, yo solo te cuido. Eres mi hermano después de todo.
-Lo sé, siempre estás al tanto de mi. Supongo que te debo mucho. -Dicho esto, entró al baño.
-¿Una chica parecida a mi? podría ser...no, claro que no. -Pensó en voz alta la muchacha.
Mientras tanto, en la cafetería estábamos Harry, Liam, y yo. Hasta que llegaron Buckley y Elliot.
-Bueno, después de tanto, pudimos conseguir dinero para el desayuno. -Sonrió desdeñoso Buckley.
-Advierto, que no quiero comer nada con ese dinero sucio. -Frunció el seño Harry.
-Tranquilo, lo conseguí yo. Es del dinero mensual que le traen a mi compañero de cuarto. -Sonrió Elliot.
-Ah. -Calmó Harry. -Espera, ¡tu compañero soy yo!
-Era solo una broma, claro que no es tu dinero. Es el mío. Cambiando de tema, ¿qué sucedió con el compañero de Liam? -Preguntó curioso.
-Bueno, es bastante agradable. Le hicimos llegar nuestro apoyo y se mostró muy agradecido. Me parece bastante lindo. -Comenté.
-¿Lindo?! No, no, recuerda que yo soy tu novio. -Dijo señalándose a si mismo Elliot.
-Ni lo sueñes galán, ya la eché el ojo antes. -Interrumpió Harry. Comenzaron a bromear entre ellos.
-Me refería a lindo en el sentido de que es bueno y es tierno. No en el sentido romántico. -Aclaré. -A todo esto, ¿Alice y Mary donde se metieron?
-Les perdimos el paso desde el campus. Probablemente se fueron al cuarto de Alice. -Comentó Buckley.
-Me dejan de lado. -Hice puchero con la mirada baja.
-¡Tranquila Cloe! nosotros llenaremos ese vacío que dejaron esas dos. -Dijo Elliot mientras intentaba abrazarme.
-Hey, porque no dejas de jugar un poco, y le dices lo que vimos. -Interrumpió Buckley.
-Ah si, vimos una chica muy parecida a ti.
-¿Parecida a mi? -Pregunté extrañada.
-Solo que más linda. -Agregó Buckley.
-No, nuestra amada Cloe es mas natural y tiene rasgos mas dulces, y no se esconde bajo tanto maquillaje. Eso la hace perfecta. -Dijo Elliot en posición de adulador.
-Bueno, sí que sabes cómo conformar a alguien, a todo esto, tengo hambre. ¿Vamos por unas papas fritas? -Pregunté haciendo un cambio repentino del tema.
En ese momento no presté mucha atención a lo que habían mencionado. Ellos habían mencionado una chica parecida a mi, nunca dijeron igual o idéntica, así que no me preocupé. Debí hacerlo en realidad. Son ése tipo de coincidencias en la vida misma que deberías prestar mas atención. Debí prestar atención a muchas cosas más al llegar aquí. Pero, solo disfrutaba...
Pasaron unos días, así que las clases ya se habían vuelto pesadas. Me seguía intrigando el joven de ojos azules, no quería acercarme como si nada fuera, según Liam ése no era el tipo de chicos. Me llamaba la atención, sobre todo en clase de arte, él siempre se destacaba puesto a que dibujaba muy bien. Sus dibujos eran muy sensibles, parecía todo lo contrario a él. Muchas veces me armaba de valor para ir a decírselo, pero nunca me atrevía a hacerlo.
-Lo miras mucho. -Me pilló Elliot mientras miraba a Zero. -¿Te gusta? -Agregó.
-No...Solo que me da curiosidad. Tiene una mirada muy triste. -Desvié la mirada y lo mire a Elliot.
-Según me contaron, él solo tiene a su madre y a su hermana. A su padre lo habían matado frente a sus ojos. Supongo que eso es lo que lo hace ser tan frío y distante con las personas. No lo culpo. -Comentó guardando sus útiles. -¿Nos vamos?
-Ehh si. -Me percaté de la hora. -Así que esa es su historia, me parece muy triste. -Dije mientras recogía mis cosas. Salimos del salón. -Y en todos estos años, no has hablado con él? -Pregunté curiosa.
-Bueno, no es como si él fuera un sujeto fácil de tratar. Él no deja que nadie se le acerque.
-Ya veo. -Dije mientras caminaba a la par de Elliot.
Caminamos un poco, hasta llegar a mi habitación en donde me dejo Elliot y luego se fue. En la habitación se encontraban Alice y Mary, la habitación estaba inmersa de cajas con ropa y zapatos, lo que me resultó extraño ya que en el instituto no había tiendas de ropa o zapaterías.
-¿Y todo esto? -Interrogué.
-Es ropa que mi madre me envió. -Dijo mientras se miraba al espejo con un vestido de tool rojo. ¡Vaya que le quedaba bien!, se veía muy elegante.
-Te ves muy elegante. Pero a qué viene todo esto. -Dije sin poder ser mas precisa.
-Mary fue elegida para formar parte del consejo estudiantil. Dicen que tiene mucho potencial puesto a que tiene una planilla de notas impecables en todos los colegios a los que ha asistido. -Aclaró Alice. -Y van a hacer una fiesta de festejo por su ingreso.
-Ah, en ese entonces, nosotros también tenemos que festejar! es un mérito para Mary el poder ser parte del consejo estudiantil. ¡Felicidades Mary! -La abracé y le di dos besos.
-Gracias Cloe, tu siempre tan carismática. Pero no hace falta, suficiente con que los del consejo estudiantil festejen mi ingreso. Es demasiado para mi.
-No Mary, nosotros como tus amigos vamos a festejarlo también. Claro, no será algo tan formal y elegante, pero una quedada entre todos nosotros nos vendría bien, será divertido. ¿Qué dices? -Animé a Mary.
-Bueno, está bien, cuando acabe con los del consejo estudiantil, festejaré con ustedes. -Accedió Mary.
-Entonces, se lo comentaré a los otros. -Se movió rápidamente Alice, salió del cuarto y se apresuró a contárselo a Buckley y a los demás.
Al siguiente día todos ya teníamos planeada la fiesta para Mary, lo íbamos a hacer una vez sea el horario de toque de queda, todos iríamos a la habitación de Harry y Elliot donde sería la fiesta. Solo quedaba esperar a que caiga la noche y Mary regrese de la fiesta del consejo estudiantil. Por la tarde, Alice y yo fuimos a buscar a los chicos para repartirnos el trabajo, en cuanto llegamos al cuarto de Buckley, escuchamos unos gritos, como de costumbre. Así que golpeamos la puerta.
-¡Pasen está abierto! -Se oyó a Liam desde adentro de la habitación. Entramos. -Cloe, Alice. -Sonrió.
-¿Y todo este griterío? -Pregunté si bien entre, en lo que giré mi cabeza al costado de Harry, se encontraba Elliot encima de Buckley. Y Harry riéndose desenfrenadamente.
-¡Solo serán unos besitos! -Decía Elliot arriba de Buckley.
-¡Que salgas te digo! ¡Quítate de encima maldito raro! -Gritaba Buckley mientras forcejeaba.
-Yo se que quieres mis besitos. -Movía los dedos Elliot simulando dar picos con ellos.
-Ya ya, déjalo Elliot, ya llegaron las chicas. -Comentó Liam. Harry solo reía.
-¿En su tiempo libre torturan a mi hermano? -Dije mientras me sentaba en la cama. -Como sea. Ya compramos todo lo que teníamos que comprar para la fiesta de esta noche.
-Eso es bueno, solo nos queda la decoración. -Agregó Liam.
-Sí, y tuve una idea. -Me levanté de la cama. -Pensé en invitar a Peter. -Dije moviéndome de un lado al otro.
-¿A Peter? -Repitió lo dicho para asegurarse.
-Sí. Supongo que ya debe estar mejor que la última vez que lo vimos, y puesto a que no sale mucho de su habitación, estaría bien invitarlo para pasar el rato.
-Es un riesgo. -Agregó Harry. -Él no está muy bien de salud, y no queremos que la fiesta se arruine por culpa de un inconveniente que pueda tener.
-Si, lo sé, pero debemos darle una oportunidad. -Insistí.
-Por mi bien. -Interrumpió Liam. -Pero tú serás responsable de llevarlo de un lado a otro. Después de todo, yo soy solo el compañero, no el enfermero.
-Prometo que me encargaré de todo! -Sonreí.
Llegando la noche, todos nos preparábamos para la fiesta. Todos colaboramos con la decoración, terminado todo, fui a buscar a Peter junto con Liam. Él esperó afuera, y yo entré a buscar a Peter.
-¡Peter!
-Cloe, tanto tiempo. -Me saludo con dos besos. -Si buscas a Liam, él no está.
-No no, venía a preguntarte algo. -Dije apenada.
-¿A mi?, oh , si es así , pregúntame.
-Pues, verás, nosotros vamos a hacer una fiesta para celebrar el ingreso de una amiga al consejo estudiantil. Será en el cuarto de un compañero, y quería preguntarte si quieres ir.
-Me orgullece que me tengas en cuenta. Pero no quiero ser una molestia para nadie. Estaré bien aquí, pero gracias por la propuesta. -Sonrió tomándome la mano en muestra de agradecimiento. -Además, no estoy preparado para la ocasión.
-¡Por favor!, nosotros enserio queremos contar con tu presencia en la fiesta. Además, siempre es mejor estar entre amigos que solo en la habitación. ¡Ánimo! -Sonreí. -Y sobre la vestimenta no te preocupes, es casual, te cambias, yo te esperaré. -Insistí.
-No se te puede decir que no, ¿verdad? -Me acarició la mejilla. -Está bien iré solo porque tuviste la cortesía de venir a invitarme. Además, dentro de unas semanas volveré a retomar las clases, y no quiero que piensen que soy un aguafiestas. -Dijo mientras se destapaba. En cuanto se terminó de cambiar, junto con Liam lo llevamos al cuarto de Buckley.
-Ah, veo que todos están vestidos. Buckley, tú hasta te bañaste. -Dije observando a todos quienes estaban hasta perfumados.
-¡Yo siempre me baño! -Frunció el seño Buckley.
-Mentira. Eres un sucio. -Entrometió Alice.
-Llámame sucio, pero me baño más que Elliot.
-¡Oye! -Exclamó Elliot. Ya comenzaban a pelear. Todos parecían pasarla bien, hasta Peter soltaba unas leves carcajadas.
-¿No piensas cambiarte? -Preguntó Harry mientras se sentó a mi lado.
-No he tenido tiempo de hacerlo. Además, tengo que cuidar de Peter.
-No creo que pase nada en unos segundos que te tomes para arreglarte. Anda, ve a cambiarte, nosotros nos encargamos de Peter. -Mostró amabilidad Harry.
-Bueno. Te encargo a Peter entonces. -Salí de la habitación y marché a la mía para poder cambiarme. No tardé mucho, al regresar, ya era todo una fiesta, la música estaba al tope, y se habían sumado a la fiesta algunas personas más.
-Ya veo que no me perdí mucho. -Dije mientras me sentaba junto a Peter.
-La verdad todo es muy divertido. Y son todos muy amables. Gracias por haberme traído Cloe! -Sonrió, y sus ojos celestes eran más claros y brillantes que nunca. Era como un niño de las películas norteamericanas, tenía una cara muy particular. Me transmitía mucha inocencia su mirada. En ese momento, Liam gritó;
-¡Llega Mary! -Todos nos escondimos y apagamos las luces para darle una gran sorpresa, aunque ella ya sabía de la fiesta, no queríamos romper la tradición, además no se imaginaba algo tan grande, ella tenía en mente una simple reunión entre amigos.
-¿Hola? -Dijo Mary asomándose a la habitación. En cuanto entró, las luces se prendieron. Y todos gritamos ¡Felicidades!, Mary no aguantó la risa.
-¡No me imaginaba tanta gente! -Dijo sorprendida.
-Bueno, teníamos en mente una reunión entre amigos, pero se sumo mucha gente, así que, disfrutemos lo que hay. -Agregó Harry.
-Por mi esta perfecto, más gente con la que celebrar. -Sonrió Mary.
-¡Enhorabuena! ahora ya eres parte del consejo estudiantil. Estoy orgullosa de ti Mary. -Nos fundimos en un abrazo.
-A todo esto. Nos meteremos en problemas ¿saben?
-¡Todos en problemas! –Gritó Buckley mientras ponía la música a tope.
Acabada la fiesta, todos comenzaban a retirarse, en unas horas comenzaban a revisar los cuartos, así que el desastre tendría que estar limpio para ese entonces. Así que, todos marcharon a sus cuartos. Había sido sin duda una gran fiesta, todos participaron, y hasta Peter conoció más gente, después de todo, él era lindo. No era difícil hacer que le gustara a las chicas, ni era un problema para él hacerse de amigos, era muy sociable. Su único problema, era su salud, que no lo dejaba tener una vida normal.
Llegó el momento, y con Liam acompañamos a Peter a su habitación, Liam cargaba a Peter en su espalda, para que Peter no se debilitara en el camino, después de todo, había pasado mucho tiempo fuera de su cama. Temíamos que fuera a pasarle algo.
-¿Y bien? ¿Qué te pareció? -Pregunté curiosa.
-Realmente me divertí muchísimo, gracias por haberme invitado. -Volvió a sonreír Peter. -Gracias a ti también Liam. -Agradeció a Liam quien lo estaba cargando, y le tocó la cabeza revolviéndole el cabello.
-De nada. -En cuanto llegamos, Liam lo bajó a Peter. -Yo llegaré más tarde, un poco antes de que revisen los cuartos. Tengo que ayudar a limpiar el cuarto. Está bien? -Comenzó a irse.
-Bien, entonces te abriré cuando vengas. -Respondió Peter.
-A todo esto, yo también tengo que ir a ayudar a limpiar el desastre.
-Bueno. Me divertí mucho hoy. Y te veías muy linda con la ropa que traías puesta. ¡Gracias Cloe! -Al instante que lo dijo, me dio un beso en la mejilla, y se metió para su habitación. Yo quedé petrificada y roja como un tomate. Quedé mirando al suelo por varios minutos. Bueno, fue un beso en la mejilla, no es como si me haya besado o algo, las personas comunes saludamos con dos besos, pero simplemente, fue tan inoportuno. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el grito de Liam.
-¡Apúrate! -Me volvió a la tierra de un zape.
-¡Ouch! , eso duele. -Dije mientras me tocaba la cabeza.
-Démonos prisa, tenemos solo dos horas para limpiar el desastre. -Dijo mientras caminaba rápidamente.
-Eh si... -Dije aturdida. Solo conseguía pensar en si Liam vio eso. Si lo preguntaba directamente, sería como matarme a mí misma. No, no lo habrá visto, después de todo el estaba a unos pasos adelante nuestro.
-Ah, y vi eso. -Es como si hubiera aclarado todas las dudas de mi mente en una sola frase. Si, lo vio, lo vio todo. ¡Que vergüenza! ¿Ahora con que cara miraría a Liam?.
-Tenía las esperanzas que dijeras que no. -Dije sin más rodeos.
-Tranquila, no lo divulgaré. Después de todo, no me incumbe.
-Gracias. Te agradecería que no se lo dijeras a nadie, y menos a los chicos, ya sabes como son.
-¿Porque no? ¿Podría ser que estás enamorada? -Dijo mirándome con una cara como si fuera sospechosa de un crimen. O una pedófila, en todo caso.
-No no, desde luego que no. Solo que los chicos armarían un gran alboroto, ya sabes lo problemáticos que son. Y no quiero que me vinculen románticamente con Peter, porque si es asi, ya no podría seguir siendo su amiga, y me agrada mucho para que pase eso. –En realidad no quería que me vieran como una maldita pedófila, Peter está entre los de nuevo ingreso. Es decir, en primero. Sería raro, se vería, un tanto bizarro.
-Ya veo. -Respondió desinteresado.