Capítulo 5 Bajo aquel atardecer

Ella, mientras estaba terminando de arreglar unos documentos que debía entregar, desde la ventana de la oficina, la leve luz del atardecer empieza a entrar. Sin poder dejar que nada haga falta en estos, se esmera por poder finalizar al fin todo lo que tenía que hacer. Mientras teclea, el escuchar como el murmullo proveniente de afuera empieza a cesar, se detiene por un momento sólo para tomar los documentos e ir a entregarlos en la oficina del gerente.

Conforme va pasando por el pasillo, se encuentra con otros compañeros, algunos la saludan, a lo que ella les responde. Pero, lo que ella podía notar era que ya todos estaban preparándose para poder finalizar otro día más de trabajo, algunos tenían en su rostro grabado la sensación de felicidad de poder regresar a casa, mientras otros estaban un poco apresurados para poder terminar todo a tiempo. Las diferentes expresiones de cada uno no se podía llegar a ver demasiado, pues siempre trataban de mantener la calma, sobre todo después de una semana un poco apretada.

El fin de semana era un momento "sagrado", si es que así lo pudiéramos decir, al ser que muchos podían descansar y recobrar sus fuerzas para la próxima semana, así como el poder compartir un poco con amigos y la familia. Pero, justo en estos momentos en que este estaba por llegar, también significaba que todos debían de dejar entregado cada una de sus partes designadas para poder tener el fin de semana calmado y no terminar usándolo para ponerse al día, sí es que no querían terminar iniciar una semana bastante pesada.

Ella, llegando a estar en la oficina del gerente, le entrego los documentos para luego retirarse y dirigirse de regreso a su lugar de trabajo. Aunque no podía conseguir sentir más que una pequeña sensación de cansancio, el atardecer le hizo sentir un poco más somnolienta. Ella, bostezando, vio hacia la ventana mientras sus pensamientos la sumergían y regresaban a un momento parecido al que estaba en este momento. Era también ya tarde y el clima parecía ser cálido y fresco, el atardecer y el ver llegar el fin de semana, la hacía sentir demasiado sueño y bostezaba a cada cierto tiempo mientras continuaba tecleando toda la información y verificando algunas graficas de finanzas como reportes de las mismas. Pero, sintiendo que la tarde se volvía un poco más larga de lo normal, miró hacía el reloj que estaba colgado en pared para luego susurrar con un poco de decepción, aburrimiento y sueño – creo que este día nunca va a terminar – y luego continuó con lo que estaba haciendo.

Él, que estaba pasando cerca al lugar donde ella se encontraba, al verla tan seriamente, sonrió. Iba a continuar su cuando la vio bostezar. Sin siquiera darle más importancia al lugar al que se dirigía, se acercó a ella y con un – hola, ¿Cómo vas con esos informes? – ella, poniendo una cara como de muerta del aburrimiento, respondió – Hola... tu qué crees – él dejo escapar una pequeña risilla para luego dirigirse al lado de ella y decir – de acuerdo, dime en qué lugar es donde no entiendes – ella, recobrando un poco los ánimos, inmediatamente dijo – veras, en esta parte donde me muestran los flujos que se han tenido las ventas en contraste de las compras. Justo en la parte de aquí – señalo, con el lapicero que tenía cerca, la parte donde tenía dificultados que estaba proyectada en el monitor.

Él, sin siquiera dudarlo, empezó a revisarlos con ella mientras le iba explicando algunas cosas que habían que tomar en consideración para poder llegar a corroborarlo y de esta manera poder comprobar esa parte, además de que tuvieron varios puntos que arreglar hasta que al fin pudo terminar.

Ella, con una sonriente cara, dijo con mucho entusiasmo – Al fin terminé – luego lo vio y dijo – gracias por tu ayuda, sin ti, no creo que hubiera logrado terminarlo a tiempo – él, con una sonrisa dibujada en el rostro, respondió – no te preocupes, además, todo terminó siendo producto de tu propio esfuerzo, es por ello que has logrado terminarlo. Pero, bueno, me tengo que retirar – ella – tienes razón, yo debo de llevar todo esto lo antes posible con la dueña para que pueda verlo – él – de acuerdo, en ese caso, espero que te vaya bien – ella – sí, gracias – y él se fue. G

Después de eso, una vez que tenía ya toda la documentación lista, lo llevo con la dueña para que ella pudiera ver todo lo que había sucedido. En ese entonces, como todavía era una empresa pequeña, no había demasiados trabajadores y la dueño a cada cierto tiempo recibía informas por parte de él, pero en esta ocasión le pasaron esta tarea a ella, como una recomendación que le había hecho él a la dueña.

Ella, aunque no lo sabía en ese entonces, la razón por la que él estuvo al pendiente, más de lo usual en ese momento, fue para poder ayudarla a conseguir aquel puesto y ver hasta donde era ella capaz de llegar, sobre todo, después de saber de qué estaba estudiando.

Durante aquel atardecer, una vez que había logrado entregar su primer trabajo de ese tipo, llego a sentirse bastante aliviada al ver que todo había terminado bien y que no tuvo problema con el reporte que había dado. De esta manera, mientras fue por un poco de café para poder continuar otro poco antes de que terminase el horario de trabajo, lo vio a él con algunos documentos en mano. Aunque tenía bastante curiosidad sobre lo que se trataba en ese momento, decidió que lo mejor era no preguntarle sobre eso en ese momento y sería mejor el averiguarlo en otro momento, sin embargo, hubo una duda que se le paso por la mente al verlo desaparecer del pasillo y era – ¿Cuál es su puesto que ocupa? – del cual no tenía ni la menor idea después de llevar ya unos meses de estar trabajando ahí.

Al llegar la hora de salida, con un ligero atardecer, todos empezaron a irse a sus casas. Ella, que estaba terminando de guardar sus cosas, pensó que sería bueno agradecerle la ayuda que le había brindado anteriormente y que le invitaría a comer algo de camino a casa. Con ilusión de poder agradecerle, no solamente por lo de está vez, sino que también el de las otras ocasiones, se dirigió hacia el lugar donde él estaba.

Mientras preguntaba en que parte se encontraba él con otros compañeros, supo que en ese momento debería de estar en el área del invernadero. Ella, sin pensarlo, se dirigió hacia ese lugar, donde lo vio sentado con unos documentos en mano. Ella, sin hacer mucho ruido, al ver que estaba muy concentrado en lo que estaba leyendo, se le acercó.

En ese momento no sabía que los documentos que él tenía en sus manos eran muy importantes y que estos deberían de ver en gran forma lo que sucedería con la empresa en el futuro. Ella, tratando de ver lo que decían los documentos que tenía en mano, se puso detrás de él y trato de ver lo que decía. Y, en el momento en que iba a empezar a leer, justamente él levanto su cabeza, la cual choco con la frente de ella.

Ella, con un dolor en la frente, decía – auch, auch, auch – mientras pensaba – no puede ser, me acerque demasiado a él y nos terminamos chocando, ahora estoy muerta. De seguro que él se enfadará conmigo por haber humeado – para luego escucharlo decir – te... te... ¿Te encuentras bien? – ella, con una sonrisa y quitando su mano de la frente rápidamente, respondió – Ah, sí... de verdad lo siento, fue mi culpa por haberme puesto detrás de ti – él – está bien, espero que me perdones, de verdad estaba muy concentrado y no me di cuenta en el momento en que te me acercaste y te pusiste detrás de mí – ella, tratando de cambiar de tema, dijo – bueno, eso ya no importa, lo que importa en este momento es que... yo... – de pronto quedó congelada como si algo la detuviera.

Dándose cuenta de esto, pensó – ¿Eh? ¿Qué me pasa? No puedo decirlo... es como si me entrara el miedo de decirlo – él – entonces, dime lo que necesitas – ella, sintiéndose un poco avergonzada, rápidamente dijo – este... la verdad es que ya no importa, será mejor que te deje trabajar y me retire. Sólo te diré, que tenga un buen fin de semana – él – gracias, te deseo también un buen fin de semana. Pero, antes de que te vayas, quisiera disculparme nuevamente por lo sucedido y es por ello que quiero que me permitas darte... – sacó una botella de agua de su mochila, la cual estaba a un costado de su lado izquierdo, del cual ella no se había dado cuenta de que estaba ahí al principio – esto – ella, tomando la botella, respondió – este... gracias – él se rió un poco y luego continuó con lo que estaba haciendo después de haberle dicho "Adiós", a lo que ella también se despidió para luego salir de aquel lugar. Ella, mientras se retiraba, volteó a verlo nuevamente. Él estaba sentado ahí, viendo aquellos documentos con bastante concentración mientras hacía una expresión sería y tomaba apuntes en un cuaderno que tenía a la par. El ver que el cuaderno no era uno nuevo, ya que tenía la apariencia de que siempre lo usaba, debía de contener bastante sobre lo que estuviera haciendo en ese momento. Al final, ella no pudo agradecerle nada y terminó regresando a casa sin ni siquiera dejar de pensar en la manera en que él se encontraba en ese momento. De eta manera el fin de semana empezó.

Ella, recordando eso, dejo salir una pequeña risita mientras decía – pfff... creo que esa vez, en lugar de agradecerte, termine recibiendo una disculpa de tu parte y un fin de semana un poco agitado – dejó salir un pequeño suspiro – bueno, será mejor que empiece a guardar todo y regrese a casa.

Al llegar a casa, tomo un papelito de la caja y leyó – ah, una vez más vuelve a llegar ese atardecer ¿Verdad? Sólo recuerdo que te veías hermosa mientras el sol bañaba con su luz anaranjada las calles. Y fue entonces que lo pude comprender mejor... el tiempo se terminaba y nuestra distancia parecía ser tan grande, aunque seguía pensando y soñando con tener la espera de que no fuera así. Así que, si alguna vez lees esto, no sé si haya sido capaz de hacer realidad o no esta pequeña esperanza mía, pero quiero que sepas que... bueno, será mejor que te lo diga en lugar de escribirlo. Sin embargo, no creo que sea alguien capaz de hacerlo, pero de lo que estoy seguro es que te espera un brillante futuro y me gustaría poder compartirlo contigo. Pero, si no me fuese posible el poder compartirlo, por lo menos pediré el poder verlo, aunque sea entre las sombras y la oscuridad, ver tu brillante futuro que te espera. Sigue esforzándote y no olvides lo valiosa que eres, aunque los demás digan lo contrario, yo sé que no es así. La brillantez de tu futuro debes de determinarlo tú y nadie más, espero que puedas ser mucho más radiante de lo que eres hoy – ella, guardándolo, dijo con una voz un poco quebradiza – bueno, creo que tenías razón con algo, mi futuro en ese entonces era radiante, pero no me di cuenta que esa radiantes podría llegar a volverse opaco con el pasar del tiempo – y con ella, guardo la caja.

            
            

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