Capítulo 8 El domingo esperado

Desde hace tiempo cada uno de los días que pasan, siempre me he afanado con que llegara el domingo, de tal manera que se volvía mi día favorito. Aun no sé en qué momento ocurrió que esto se volvió algo tan nostálgico, pero este día, era el mejor de toda la semana.

El motivo por el cual era tan preciado este día no se debía a que era un día de descanso, sino más bien era algo diferente a lo usual que había vivido antes o, mejor dicho, era lo que no me había dado cuenta que ya lo vivía hasta después. Sólo puedo recordar lo que fue en aquel entonces, lo que sucedió y aquellos momentos que han quedado guardados en lo más profundo de mi ser.

Hace un tiempo, cuando muy empezaba a trabajar no creía que sería tan cansado el estudiar y trabajar al mismo tiempo. A veces deseaba que esto pudiera terminarse pronto y que ya me dejaran en paz, pero por alguna razón no renunciaba a ni una de las dos cosas. De lunes a domingo, desde la mañana hasta la noche, siempre me mantenía ocupada.

El ver a varios compañeros y compañeras que parecían estar mejor que yo, sólo me preguntaba cómo es que lo hacían. Pasan justo a un lado de mi sin mostrar ni un poco de cansancio. Incluso podía escuchar como ellos tenían tiempo todavía de poder irse a divertir varias veces.

Yo no era tímida, por lo menos eso es lo que yo creo, pero casi no los acompañaba. No sé si ellos pensaron que era alguien un poco antipática... pero no podía hacer nada al respecto. Si terminaba aceptando su petición, de seguro que me tocaría desvelar para poder recuperar el tiempo que fui con ellos. No digo que fuera una completa perdida de tiempo, ya que el poder despejarse un poco con otras cosas o pasando un rato con los amigos es algo bueno, pero parecía que me había encerrado bastante con tantas cosas que tenía que hacer, que ya no podía darme el lujo de tomar esos pequeños descansos o por lo menos eso pensaba. De verdad, quisiera poder haber logrado comprender muchas cosas que no entendía en ese entonces para evitar cometer alguno de esos errores, pero nada se puede hacer con lo que ya está hecho, sin embargo... la cuestión es si el mismo error lo seguí cometiendo una y otra vez o si es que aprendí de esta y llegue a cambiar, ¿Cuál habrá sido la elección que tome acerca de eso? ¿Cuál sería la razón por la que todo cambio?, un pequeño empujón, una casualidad, algo predestinado, un ángel guardián enviando a mí o que al fin pude razonar y darme cuenta de ello. No lo sé, y no me importa cual sea la respuesta correcta, sólo que así sucedió.

Entre los apuros, entraba a trabajar a las ocho en punto de la mañana y salía de trabajar a las cinco y media de la tarde, por supuesto que me daban una hora y media de almuerzo, el cual en muchas ocasiones utilizaba para repasar cosas que hice mal durante el trabajo o hacer alguna tarea que me hiciera falta terminar. Una vez que salía de trabajar me dirigía a estudiar. Aunque las clases iniciaban a las seis y media, era un caos el quedarse atrapada en el tráfico que no avanzaba, además de que tuve que esperar el bus unos diez minutos. Una vez llegando el bus, era una cuestión de ir en contra tiempo para poder llegar, pero como el bus se quedaba unos cinco en las paradas de la terminal y la democracia, entonces ya eran en sí veinte minutos que pasaban, el bus se hacía alrededor de unos cuarenta minutos para desde la parada donde lo tomaba, hasta llegar a la parada cerca donde estudio.

No voy a mentir, para poder bajar no era nada sencillo, si es que me encontraba en la parte de atrás, aun no entiendo por qué motivo terminaba hasta atrás en el bus cuando me subía y no encontraba un asiento libre, debía de empezar a tratar de dirigirme hasta la parte de enfrente casi una parada antes para así poder bajarme justo a tiempo. Aunque podía esperar, pero a veces hacer eso terminaría siendo más tiempo perdido. Al llegar al fin a la parada, a veces me tocaba correr para lograr ingresar a la primera clase que me tocaba, sólo fueron muy pocas veces en las que termine perdiendo por completo la clase, pero eso no me afecto mucho.

Esta rutina seguía una y otra vez, me despertaba, me ocupaba de dejar todo listo desde temprano para luego desayunar y alistarme para irme a trabajar, una vez llegaba al trabajo, aprovechaba los horarios de almuerzo para poder avanzar en lo que estuviera atrasada, al salir de trabajar me iba a estudiar, regresando de estudiar, preparaba algo rápido para cenar y me concentraba en mis estudios, de esta forma me mantenía de lunes a viernes, los sábados sólo regresando de trabajar, me dedicaba a realizar las tareas que tenía pendiente, llegando el domingo repasaba una y otra vez lo que había visto en las clases y cosas que necesitaba aprender para el trabajo. Al final así finalizaba y empezaba nuevamente mi semana sin ni un cambio.

Era un poco agobiante en ocasiones, que sentía que era mejor dejar todo a un lado y gritar con todas mis fuerzas "¡¡¡YA NO QUIERO SABER NADA DE ESTO!!! ¡¡¡ SÓLO QUIERO DESCANSAR!!!" pero después de tomarme un baño, sólo podía suspirar y continuar con esta rutina que se repetía en un círculo vicioso.

Pero un día, cuando ya llevaba alrededor de unos cuatro meses de estar trabajando, se acercó a mí mientras me felicitaba por mi desempeño y me decía – buen trabajo, en estos últimos meses he notado que has dado lo mejor de ti para poder seguir avanzando y no quedarte atrás por nada – con un pequeño suspiro que dejó salir y que me imagino que creía que no lo noto, pero este no era como de cansancio o desilusión, sino era más bien como si quisiera decir algo más, como si se tratase de desear dejar de titubear y relajarse para seguir diciendo – de verdad, eres alguien tan grandiosa – aunque no podía saber el motivo por el cual me estaba diciendo eso, yo por alguna razón sentía que todo se había paralizado a mi alrededor mientras sentía que por un breve momento mis problemas y cansancio se iban. Estoy seguro que si alguien me hubiera visto en ese momento, de seguro que me hubiera dicho "Ey, ella debe de estar en las nubes" "¿Qué le pasa?, esta toda roja" o algo por el estilo, en realidad yo por un momento sentía que debía de estar roja de los nervios en ese momento. Para ser sincera, desde hace ya un buen tiempo, no, incluso podría decirse que fue justamente antes de eso, debió de haber sido durante esa vez que lo vi, pero me he sentido un poco, como explicarlo, es algo difícil de mencionar, pero siento que... con él a mi lado, no puedo hablar como de costumbre, así que no podía decirse que esta fuera una excepción.

Habiendo regresado a mis sentidos, lo cual no fue más que unos segundos que me parecieron eternos, respondí – Este... gracias, pero creo que aún me hace falta – él, al parecer ya se había dado cuenta que algo me estaba pasando, ya que me respondió – creo que un pequeño descanso te vendría bien – lo cual me dejó un poco sorprendida, al principio pensé que sólo debería de ser algo como "Has trabajado duro, así que descansar un poco debe de ser importante" o "Un descanso merecido después de un buen gran trabajo es merecido" pero no obtuve ni una de las dos respuesta.

La forma en que me había dicho, parecía más como si se tratara de alguien que ve a otra persona como un rival que debe de vencer por cualquier medio. Aunque al final sólo fue mi imaginación que dejé volar, al ser que en realidad el tenía otra cosa en mente. En realidad, me dijo eso porque tendríamos un viaje por parte de la empresa como una forma de agradecer el esfuerzo de los trabajadores y las altas ventas que se habían visto, pero de eso les hablaré en otra ocasión.

Conforme miraba aquel gesto un poco molesto de él, en el cual no podía indagar en lo más mínimo, sino que era todo un enigma su propia existencia, y no lo digo porque no se pudiera conocer donde vive o cosas como donde nació, sino que era un poco complicado el comprenderlo a veces.

De verdad, él es [Suspiro] Ahhhh, todo un caso perdido. Bueno, en el momento en que me dijo eso, yo inmediatamente le respondí de forma instintiva y un poco irritada – tienes razón, es necesario el tomarse un pequeño descanso, pero sabes... tengo un montón de cosas que hacer, las clases, el trabajo, el tratar de mantener todo en orden y no evitar terminar perdiendo el ritmo en lo más mínimo en cualquiera de las dos, no es un trabajo fácil. Si tan sólo fuera un poco más sencillo el poder tomarse un descanso sin perder el equilibrio entre alguna de estas no es algo tan sencillo... no es tan sencillo – sin darme cuenta, ya le estaba contando cosas que de mi vida que me frustraban, el poder sentirme indefensa ante el posible fracaso, el no ser capaz de cumplir con cada uno de mis objetivos en los que había puesto la mirada. De verdad, ¿Qué tan tonta pude haber sido? No sé como es que le tuvo tan rápidamente la suficiente confianza como para decírselo como si nada. "Si hubiera estado en mis cabales, tal vez no lo hubiera dicho" no sería la forma correcta de pensarlo, pero eso no es cierto, aunque lo haya pensado en ese entonces, ahora puedo estar segura que en realidad hubiera sucedido en cualquier momento, ya sea que estuviera en mis cabales o no, al final, somos capaces de decir o hacer muchas cosas sin darnos cuenta en el momento más inoportuno posible, y esto no quiere decir que no estábamos en nuestros cabales, sino que es más bien por el simple hecho de que podemos sentirnos más cómodos, sentir confianza en alguien o algo que hará que nosotros dejemos salir una parte de nosotros que nadie más ha visto o que deseamos ocultar.

Aunque reaccione ya un poco tarde, sentía que no era conveniente el decir algo para excusarme por eso, pero tampoco quería dejarlo de esa manera. Sin haber dejado de lado el hecho de que me equivoqué al terminar diciendo todo eso, sólo podía resignarme y tratar de arreglar las cosas. Pero, para evitar que él pensara mal y creyera que estaba enojada con él, sólo pude añadir – es por ello que, tal vez podría tratar de tener un cambio de aires. Pero, para poder hacerlo necesitaría el apoyo de un superior... – no sé el porque empecé a insinuar en lugar de decirlo claramente, aunque en ese momento ni yo misma me entendía que era lo que estaba haciendo, más bien, era casi como si mi mente se había fundido y comenzaba a dar algún tipo de error como un programa, justo en el momento en que estas realizando algún cambio o guardándolo y de repente se congela y tarda un poco en regresar a sus funciones, mientras que lo que había escrito durante ese pequeño lapso de tiempo aparece unos segundos después como el que si fuera un copiar y pegar.

Teniendo esto en cuenta, seguía diciendo – pero "¿Dónde podría conseguir a un superior que me pueda enseñar muy bien?" – aunque quisiera que me respondiera tal y como quería, no fue así, ya que su respuesta fue – si deseas poder aprender más de alguien más, no hay problema, al fin de cuentas, creo que ya has avanzado bastante, así que puedo recomendarte para otro departamento en la que te pueden enseñar más y hay alguien que podría ayudarte con todo eso Já... jaja – no sé porque, pero me irritaba más el escucharlo decir eso que de un momento a otro me daba ganas de golpearlo. Pero... había algo que me detuvo, eso fue en el momento en que logré notar una expresión diferente proveniente de él, al parecer parecía estar un poco desilusionado en el momento en que le dije eso, era casi como... si él no quisiera que me fuera de su departamento. Posiblemente detestaba perder a un buen trabajador de su lado, era lo que pensé en ese momento, pero eso fue suficiente como para hacer que mis dudas se disiparan por un momento al igual que mi enojo y dijera claramente – no era eso lo que quería decir, sino que si... no estas muy ocupado... podrías enseñarme algo más sobre el trabajo, así como poder responder algunas dudas que tengo – él, al escuchar esa respuesta, que fue un poco monótona, logró hacer que sus ánimos regresaran. Por supuesto que trato de mantenerse firme y sin demostrar tanto esos pequeños rasgos en su rostro, los cuales pude notar a lo lejos y me parecía un poco gracioso.

Él, dirigiendo la mano hacia mí, dijo – entonces... ¿Qué te parece si nos vemos el domingo? – eso hizo que por un momento no supiera que decir. Nunca había visto que le diera la mano a alguien, por lo general sólo lo hacía con otros compañeros cuando se saludaban, pero con compañeras del trabajo él siempre movía la mano mientras saludaba, no les daba la mano o saludaba como otros que un saludo con un beso en el cachete. Era la primera vez que esto sucedía, por lo menos hasta donde había visto y la forma en que me trataba. Tampoco diré que saludaba de esa forma a los demás, yo sólo decía "Buenos días..." "Hola..." pero tampoco les daba la mano a menos que fuera algún superior que me la extendiera, ya que sería de mala educación el no responderle estrechando las manos, pero lo que si no hacía era el saludo del beso, siempre lo evitaba lo más que podía desde que estudiaba y el trabajo no era una excepción. No sé si me consideraran rara por eso, pero así es como siempre fui y seguí siendo.

Mientras él había extendido la mano, yo también lo hice y la estreché. En ese instante, por un breve momento, fue que sentí que este domingo sería algo agradable y no podía esperar por que llegase lo más pronto posible. Con eso acordamos vernos el domingo, siendo el lugar de encuentro, el parque.

Entre estas cosas que pasaban sin que me diera cuenta, cada una de esas pequeñas cosas que estaba viendo en mí, no era nada más que algo un poco problemático, pero ahora me pregunto ¿Qué hubiera pasado si no lo hubiera hecho? Quizás puede que nunca hubiera tenido la oportunidad que logre conseguir ese día, posiblemente algunas de mis equivocaciones hubieran sido resueltas, pero no estoy segura de que eso pudiera terminar siendo igual, ya que es algo único que sucedió una vez en la vida... una vez en la vida, ya que puede que nunca hubiera sucedido o la oportunidad nunca regresaría otra vez. Pero, entre todo esto, lo que podría sentir en ese momento fue un motivo por el cual esforzarme por terminar todo lo que tenía en mis manos lo más pronto posible, puesto que no podía dejar que todo este peso que tenía sobre mis hombros me llegase a detener en esta ocasión. Estoy segura que fue algo bueno el que en el momento en que hablamos era ya para la hora de salida, y justamente nadie nos haya escuchado en lo más mínimo. El haber emprendido con mi primer trabajo, el salir con un compañero para poder aprender más sobre la empresa y como mejorar mi propio trabajo, era algo muy emocionante. El reunirme con un compañero del trabajo para hablar de trabajo nunca sería algo que me retrasara y se convirtiera en una perdida de tiempo.

Al regresar a casa, me subí como era de costumbre al bus y me dirigí a mis clases, traté de aprovechar el tiempo y estuve durmiendo un poco más tarde de la hora habitual para no tener ni un pendiente, creo que eso fue una mala idea, puesto que al día siguiente me sentía pésima. El sentir como el sueño me empezaba ganar en una que otra ocasión, no es nada bueno. Esto no debería de suceder, pero debió de haber sido todo lo que había acumulado durante esos meses además de que durante esta última semana las ventas habían incrementado y el trabajo se había vuelto un poco más agitado, lo que me hicieron así de indefensa y una presa fácil para el sueño.

Como una medida para mantenerme despierta, fui directamente al área de descanso y tomé algo de café, esta vez no fue como un solo vaso, tomé dos en su lugar con la esperanza de poder terminar completamente el día laboral sin ni un sólo inconveniente. Aunque logre terminar el trabajo de alguna manera, el estudio se volvió un reto, por suerte me siento generalmente en la parte de atrás o de en medio, pero creo que ya me estaba durmiendo en una de las clases, sentía que en cualquier momento que cerrara los ojos podría caer en un profundo sueño.

Estos días en las que tuve que pasar por esta tortura, terminó al llegar el sábado, o eso me hubiera gustado que fuera. Al llegar el sábado y terminar la semana laboral con ello, me dirigí directamente a casa con la esperanza de poder descansar y dormir un poco. Sin embargo, el encontrar un asiento disponible en el bus, la música suave, aunque en realidad ya no estaba segura si era triste, romántica o solamente relajante, me hacía terminar cabeceando mientras miraba por la ventana algo que me pudiera llamar la atención y me mantuviera despierta.

Aunque hubiera sido una buena forma de evitar dormirme y distraerme el leer un poco algún libro o documento, en realidad no tenía la suficiente energía como para hacerlo, así que si lo hacía tenía dos posibilidades, o me quitaban el sueño o lo aumentaban. Era una decisión muy importante, pero traté de poder resistir sin la necesidad de leer, para que al final saque mi libro tratando de probar suerte, el resultado final no fue para nada lo que quería, en realidad si debía de ser demasiada mi fatiga que, en lugar de ayudarme a distraerme y mantenerme despierta, empezaba hacer que cabeceara más y más, es por ello que mejor decidí en guardar el libro en lugar de continuar tratando de leerlo.

Mientras luchaba contra el sueño, todo lo que pude notar fue que mis pensamientos empezaban a volar, puesto que empezaba a pensar – si tan sólo no hubiera tanto tráfico, podría descansar en casa muy pronto. Pero... me pregunto si habré hecho bien el trabajo. Al final, creo que terminé dándole más trabajo del necesario. Ja, de verdad que soy una tonta, no puedo creer que terminé cometiendo varios errores, por suerte él vino justo a tiempo para poder rescatarme. Pero... eso no me hace sentir mejor, ya que se supondría que yo debería de ser siempre alguien que busque hacer bien su trabajo y no hacer que los demás tengan que hacerse cargo. Ahhh – dejé escapar un pequeño suspiro en una que otra ocasión, pero fue tan suavemente que nadie lo podría escuchar además de que no había nadie sentado a mi par ni parado cerca que me pudiera ver – sin embargo, no logro alcanzarlo aún. De verdad ¿Cómo es que le hace para poder ser tan eficiente y no cometer errores durante su trabajo? Si tan sólo conociera el secreto que escode detrás de esto, estoy segura de que podría hacer mucho más de lo que en realidad puedo hacer en este momento. Estoy segura que sería una buena compañera de trabajo y le podría quitar un poco de la carga que tiene en este momento, sobre todo por ser que ahora debe de encargarse de lo que es parte de mi trabajo. Aunque en realidad yo no le pedí en ni un momento que me ayudara con eso. Estoy segura de eso. Pero no puedo decir que eso no me ayuda en nada, en realidad, si no fuera por su ayuda, de seguro que podría haber terminado en graves problemas o quizás no lograría terminar todo a tiempo y así que tendría muchas más horas extras que hacer con tal de lograr terminar todo, y esto... podría también afectarme en mis estudios. Sin embargo... no importa nada de lo que diga o piense... pero creo que al final parece ser que me estoy acostumbrando a terminar confiando más y más en él cuando sale algún inconveniente en el trabajo. Pero él no se molesta en lo absoluto, incluso todavía me dice algo como "esto es parte de mi trabajo, además yo estoy a cargo de ti, por lo que poco a poco sé que lo lograrás hacer y en ese momento ya no me necesitarás más" como si eso fuera posible después de que han pasado ya algunos meses y sigo igual. Es más, creo que, si no fuera por lo confiada que estoy en él, no habría terminado pidiéndole que llegara conmigo mañana. Pero, esta vez si que lograré avanzar mucho más y así ya no depender más de él. Así es, mañana... mañana podré estar junto a él y aprender muchas cosas... que podré... mejorar más en mi trabajo – me hubiera quedado profundamente dormida si no fuera porque el bus paso en un túmulo que me hizo despertar. El resto del viaje no sé ni como logré aguantar hasta llegar a mi parada, lo único que recuerdo es que no fue tan fácil, quizás puede que haya terminado durmiéndome en algún punto sin que me diera cuenta, pero el pensar se sentía tan confortable casi como si estuviera soñando.

Justamente, al llegar a casa, no pude tomar una siesta debido a que me había retrasado, quien diría que habría bastante trafico esta vez. Lo que hice fue lavarme la cara con agua fría, pero al parecer no funciono muy bien, ya que terminó dándome más sueño en lugar de despertarme. En ese momento pensé – había escuchado que de esta forma podía despertarme un poco más, pero no fue así. No sé como funcione, pero a mi me terminó dando más sueño en lugar de quitármelo o disminuirlo. Aunque posiblemente sea porque me siento muy cansada – mientras bostezaba, me dirigí a la cocina a prepararme un poco de café y también prepararme unos emparedados para comer mientras estudiaba.

Les voy a ser sincera, ese día sentía que no lograba terminar mis tareas, más bien, al parecer no estaba avanzando casi nada, mi concentración debió de haber estado fatal, ya que hubo varios momentos en los que repetía alguna tarea, lo que era en computadora, no hubo tanto problema para corregirlo, pero los que eran escritos a mano si que me daban un dolor de cabeza, ya que al arruinar alguna hoja me tocaba terminar repitiendo toda la hoja por completo y ojalá fuera que fuera de un sólo lado de la hoja, sino que eran de ambos lados, en momentos como eso me decía a mí misma "¿Por qué rayos es que escribes con una letra pequeña y no grande?" aunque debo de admitir que no era que tuviera mala letra o que fuera difícil de entenderla, así que seguía escribiendo igual.

Saben, en ese momento me preocupaba por muchas cosas que no comprendía, y no me detenía ni por un momento en tomar un pequeño respiro en lo más mínimo, pero no puedo dejar de pensar que eses domingo sería el inicio de todo y que ahora me hace sentir muy diferente.

Eso me recuerda, ya casi es domingo nuevamente, me pregunto si es que está vez podré escuchar tu voz o no, ja, quizás sea mejor no perder esta posibilidad de que todo pueda cambiar nuevamente, aunque mi sonrisa a veces sigue terminando en llanto, sólo espero que puedas volver a hablarme una vez más. Así como esta nota que me dejaste en esta ocasión. [Tomando un papelito de la caja lee] quien diría que me escribirías esto veamos que dice "Aun recuerdo que estas siempre apresurada con tantas cosas que hacer que terminas olvidando que necesitas respirar. A veces me preocupas que en una de estas puedas terminar muy mal. Aunque no lo parezca, me temo que tu salud pueda llegar a deteriorarse, temo que ya no puedas continuar y que al final termines odiándote por siempre, pero déjame ser tu consuelo en esos momentos. Aunque se un completo inútil que no pueda tratar con lo más pequeño, pero por lo menos... quiero poder ayudarte a seguir. Sabes, si quieres... este domingo iremos a un lugar nuevo o quizás descansemos por un momento y lo tomemos todo con clama, quizás pueda que te guste algo un poco más emocionante o poco usual, no lo sé, pero déjame poder verte mejor y que esto no sea sólo por fuera, sino que sea en todo tu ser". [Sus ojos se volvieron cristalinos mientras trataba de evitar llorar] T-ton-to como pudiste escribir algo como esto sin... sin poder ser capaz de hacerte responsable. Bueno, sé que no es tu culpa... no es tu culpa en lo absoluto, pero ahora no puedo esperar por que vuelva a ser domingo, una vez más quiero poder al fin escucharte hablar... si eso pudiera cumplirse esta vez, podría estar muy feliz, jaja

            
            

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