Toda la escuela estaba llena de decoración para el 14 de febrero, lo que significaba pedir dos cosas importantes. La primera sería encontrar el dinero suficiente para comprarle un obsequio a Steve. Y el segundo, pedir permiso para la disco que habrá este viernes en el auditorio de la escuela. Los años pasados los pasé tan mal que ni siquiera tenía intención de ver quien sería el "Rey y la Reina del baile" así que me daba igual lo que fuese a perderme ese día. Y como extra y no más importante, pedir permiso a mis padres para que Quinn pudiese quedarse en mi casa.
Habíamos planeado salir antes de la media noche del baile, para poder estar un rato viendo películas y teniendo una pijamada, lo cual me parecía estupendo. Nunca había tenido una amiga tan cercana como para ir a una pijamada, salir de compras o hablar de chicos, y esto me estaba gustando, me sentía realmente querida por ella.
Quinn fue en compañía de Matt, habían quedado como buenos amigos y él fue el que la invito al baile. Vestía un vestido color perla, tacones altos de color plata con pequeñas piedras que asemejaban diamantes sobre los mismos. Mientras tanto yo usé un vestido color azul marino con unas zapatillas color dorado. Ambas nos ayudamos a maquillar; tomen en cuenta que es la primera vez que me maquillo y sinceramente me siento extraña.
Cabe mencionar que nos cambiamos en mi casa, así que el chofer nos dejó directamente en las puertas del auditorio. Ahí ya se encontraban los chicos, estaban esperando en la puerta por nosotras.
- ¡Vaya, se ven realmente hermosas! - Ambos exclamaron a la par.
Por lo cual respondimos con un gracias, Quinn tomó el brazo de Matt y yo hice lo mismo con Steve.
- "La verdad estoy teniendo muchísimos nervios en este momento, es la primera vez que vengo a un baile y que, además, estoy del brazo de mi novio" -
La velada paso tranquila y sin ningún problema con respecto a mi manera de bailar por primera vez. Eligieron al "rey y reina del baile" y la fiesta continuó. Tomamos un poco de ponché y un par de pastelillos que estaban sobre la mesa de dulces.
- Evelyn, ya es hora de irnos. Además, no aguanto estas zapatillas. Digo, me veo alta y sexi, pero sinceramente mis pies están muriendo - Quinn tomó mi brazo mientras murmuraba cerca de mi oído, la música estaba a todo lo que da por lo que hablar a distancia sería incomodo y, además, el sonido de su voz no llegaría completo hasta mi mente.
- Por desgracia mis padres me hacen ir de esta manera a sus eventos, pero entiendo completamente a que te refieres, así que, sin problema, me voy a despedir de Steve y enseguida llamo al chofer. -
- Si, te espero en la entrada. Ya solo paso a decirle adiós a Matt - Camino hacia la salida.
Yo hice lo anterior mencionado, no sin antes entregarle a Steve una caja de chocolates y con ella una carta. - "Sinceramente ya no sabía que más regalar y tampoco esperaba desvivirme aun con mis regalos" -
Me dejó hasta la entrada, quería esperar a que el chofer llegara, mientras tanto ahí ya se encontraba Quinn. Me despedí nuevamente de él y subimos al coche.
Al llegar a casa aproveché para darme un baño y quitarme el maquillaje.
Le entregué una toalla a Quinn - El baño este desocupado, por cierto, veremos las películas y platicaremos sin hacer mucho ruido, la única condición de mis padres fue no hacer tanto ruido -
- Gracias, y si, no te preocupes, si gustas puedes ir eligiendo la película o no sé si quieras hablar algo primero -
- Pues tenemos muchas cosas para comer, si quieres cenamos y posteriormente vemos la película. Así que te espero en la cocina - Sonreí, mientras terminaba de secar mi cabello.
Ya en la cocina prepare dos baguets junto con un jugo de manzana, ya que este era el favorito de Quinn.
Ella bajó a cenar y mientras estuvimos platicando un poco, sobre nuestra vida y las cosas que habíamos pasado que se asemejaban iguales. Cenamos en mi habitación ya que ese era el punto de nuestra pijamada.
Mi teléfono comenzó a sonar por un par de mensajes que me llegaron de Steve.
- Evelyn, dijimos que nada de teléfonos, que era noche de chicas, así que debes dejar ese celular ahí donde esta -
- Claro, no lo iba a tomar, además no tarda en iniciar la película - asentí y me senté sobre uno del sofá que había en mi habitación, donde estuviese lo suficientemente alejada del teléfono.
- ¿Steve sabe lo que paso con Rose? - Cuestionó mi contraria sin más.
- No, no es algo que tenga que saber, además no paso nada con Rose, solo fue una confusión y listo - Me senté sobre el mismo para girar mi rostro y mirar hacia su dirección.
- ¿Entonces ya estas segura sobre ello? -
- ¿A qué punto quieres llegar? - Pregunté. - ¿Acaso es que te sientes incomoda estando en la misma habitación que yo? -
- ¡No, para nada! Esa no era mi intención... Solo intentaba o más bien, queria saber si no tenías más dudas sobre eso y poderte ayudar o platicarlo, ahora que no estamos rodeadas de otros alumnos - Se sentó sobre la alfombra que estaba junto al sofá donde me encontraba.
- Sinceramente no he tenido que preocuparme sobre eso desde que estoy con Steve, seguramente solo fue una confusión -
- Ya entiendo. Bueno, sigamos en la película - Tomó un par de bolsas de frituras para compartir entre las dos.
No sé cuándo paso, pero me quede dormida de repente, supongo estaba sumamente cansada, pero escuché a lo lejos la voz de Quinn.
- Evelyn~ tenemos que ir a la cama~ no dormirás cómoda aquí~ en el sofá~ -
Escuchaba su voz muy lejos de mí. Me sentía tan cansada como para despertar y moverme.
- Vamos a dormir~ - respondí en murmuro.
- No pienso dejarte aquí~ Anda, levántate o terminaré ~ - Se quedo todo en silencio.
No sé qué es lo que paso en ese segundó o si termino por decir algo, pero sentí la suavidad de sus labios sobre los míos, fue un beso sin movimientos ni nada, pero si lo suficientemente duradero como para hacerme despertar. Abrí mis ojos lentamente y logré visualizar su rostro frente a mis ojos.
Ella abrió los suyos y cuando nuestras miradas se cruzaron se separó inmediatamente.
- ¡Demonios! - Fue lo único que alcancé a escuchar.