Capítulo 5 Ni siquiera pareces su novio

Creo que terminaré por volverme loca después de que Quinn haga cosas para confundirme. No sé qué tiene en mente o cuál es su punto en todo esto, porque, después de ese beso, todo me ha dado vueltas.

Durante el trabajo en equipo ella permaneció normal, como si nada hubiese pasado y entiendo, que ese era el objetivo, pero lo fue cuando todavía era un simple beso por equivocación.

Era otro nuevo día, un día en el cual he decidido estar ajena a Steve, sé que no se lo merece, pero con que cara me acercaré a verlo, con que cara le digo: Quinn me ha besado más de una vez.

En la hora de receso me quedé dentro del salón, mentí diciendo que me sentía un poco mal, cosa que no pasaba. Pero en eso, la trabajadora social se acercó hasta mí.

- Buenos dias Evelyn... Me comentaron que te sientes enferma, te he justificado en tus próximas horas para que vayas a la enfermería y te receten algo o bien, descanses -

Tal vez me sirva un poco estar a solas. - Si, gracias. -

La trabajadora social me acompaño hasta la enfermería. Sinceramente no queria saber nada de nadie.

Me quedé dormida y como a la media hora sonó mi teléfono. Era el sonido de un mensaje de texto, el cual leí.

"¿Cómo te sientes?"

Era un mensaje de Quinn.

"Mejor, gracias por preguntar"

Respondió enseguida.

"¿Podemos hablar a la salida? Si no te molesta, podemos ir a tu casa"

Me quedé unos segundos pensando, cuando nuevamente mi celular sonó, y esta vez era un mensaje de Steve.

"Hola linda, me comentaron que estás enferma. Te veo en la salida para llevarte con mi chofer hasta tu casa"

Sinceramente no tenía intención de ver a ninguno de los dos.

"Perdón Steve, ya había quedado con Quinn" ... Borré el mensaje.

Mejor dormiré, seguramente no tendré respuesta de ninguno. Solo esperaré unos minutos después del timbre para salir, así creerán que me fui a casa desde antes.

Con ese objetivo en mente, salí de ahí unos diez minutos después. Ya no se escuchaba otro ruido proveniente de las aulas. Tomé mi mo...

- ¡DEMONIOS! Mi mochila seguía en mi salón. ¿Cómo se supone que iban a pensar que me había ido? - Caminé por entre el patio y cuando noté, los dos se encontraban en el portón.

Solté un suspiro pesado y caminé hasta ellos.

- ¿Estas bien? ¿Cómo te sientes? - Steve comenzó con un bombardeo de preguntas, que ni siquiera me dejaba responder la primera.

- Oye, que no vez que está enferma. Al menos deja que tome un poco de airé. - Quinn exclamó molesta, aun sosteniendo mi mochila.

- Es lógico que me preocupe por ella, es mi novia -

- Si, y también es mi mejor amiga -

- ¡Pero tengo más derecho de estar preocupado por ella! - Steve contestó tratando de llevar el gane.

- El que seas su novio no te da derecho de preocuparte más y mucho menos de invadirla como ahora lo estás haciendo. - Quinn giró la mirada hacia mi - Evee, vámonos a casa -

- ¿Evee? - Steve arqueó la ceja confundido.

- Eres su novio y ni siquiera sabes cómo le gusta que le digan - Quinn río en lo bajo.

Steve simplemente se quedó en silencio.

Yo simplemente inhale y exhale aire - Saben que, me voy por mi propia cuenta. Me siento muchísimo mejor sola que con sus tontas peleas -

- Al menos deja que te lleve mi chofer, yo me voy a casa caminando o lo espero - Steve me tomó del brazo para detenerme.

Quinn al ver ese gesto he incomodidad solo levantó la mochila para extenderla hacia mí, cuando la intenté tomar la quitó - Sabes que, la cargaré por ti hasta tú casa, si quieres ignórame todo el camino, pero prefiero cuidarte a que te vayas a desmayar por ahí -

Como les explico que mi "enfermedad" es producida por ellos.

- Entonces mejor que la lleve el chofer - Volvió a repetir Steve.

En un descuido tomé mi mochila de las manos de Quinn y loe miré fijamente - Lo diré directamente, quiero estar sola, así que tomaré mi mochila y volveré a casa sola. Y cuidado vea a alguno de los dos por aquí porque les dejaré de hablar - Me di media vuelta y camine hacia la casa.

Unas cuadras más adelante giré mi cuerpo para voltear a ver si habían cumplido su palabra, y efectivamente, me habían dejado sola.

Ese mismo día, ya casi dando las ocho de la noche recibí una llamada telefónica de Quinn.

- Hola Evelyn, espero no interrumpir la cena o interrumpirte -

- Hola. Y no pasa nada, sinceramente me estaba preparando para dormir -

- Queria disculparme por lo de hace rato, sinceramente no creí que me pondría en una situación tan incomoda con tu novio. Pero la verdad si estaba preocupada por ti -

- Sinceramente no entiendo porque hacerlo. No se realmente que es lo que te está pasando. Porque mi tiempo y amistad la tienes, no hay necesidad de llegar a tal extremo -

- Si te dijera por qué... ¿Harías algo al respecto? -

- Si queda en mis manos, lo haré, porque realmente esto me está cansado. -

Hubo un silencio enorme - ¿Te parece si mañana vamos al cine, después de la escuela? -

- ¿Qué? - Cuestioné mientras trataba de encontrarle sentido a esa pregunta. - Creí que me dirías lo que pasaba -

- Acéptame esta salida al cine y lo haré -

- Quinn, si es por el poco tiempo que comparto contigo es más fácil decirlo, pero... está bien, vamos mañana al cine -

- ¡Excelente! Expresó emocionada. ¿Puedo pasar a dejar mis cosas de la escuela en tu casa? -

- Claro, sin problema - Asentí y continuamos la llamada.

Nuestra charla duró aproximadamente una hora más. Estuvimos platicando sobre las cosas que pasaron hoy en mi ausencia y en la tarea, además de agregar alguno que otro chismecito que no nos habíamos contado antes.

Para ser sincera, ya estaba olvidando las cosas que pasábamos juntas, incluso en llamadas, cuando o como es que dejé tan olvidada a mi mejor amiga. Espero que Steve entienda que ahora si tiempo será compartido con ella, y así, todos tener una bonita relación.