Capítulo 5 Reunión con el director

La pareja de niños pronto salió del jardín de infantes. Carley los saludó felizmente y les entregó un cálido abrazo a cada uno.

"¿Cómo estuvo su primer día, mis amorcitos? ¿Les fue bien?", preguntó ella, mientras respiraba el dulce aroma de sus hijos.

Sheree tomó su mano y respondió: "No me separé de mi hermano mayor ni un solo instante, ¡así que nos divertimos mucho! Mami, ¿y a ti cómo te fue en tu primer día de trabajo?".

Carley no había tenido mayores contratiempos en el hospital, pero aquella persona en cuestión no dejaba de causarle intranquilidad.

Ella rogaba para que sus hijos nunca se toparan con ese desvergonzado.

Mientras caminaba tomada de las manos de sus gemelos, Carley no podía dejar de sonreír ante las inocentes preguntas que le hacían. "Pues resulta que soy toda una celebridad allá: le caigo bien a todos. Además, creo que puedo manejar bien cualquier tipo de eventualidad, por lo que pueden estar tranquilos."

Ella había decidido ocultar a sus hijos las crudas realidades de su lugar de trabajo.

Pero Shayne tenía otro punto de vista. "No te confíes, mamá", le advirtió. "El mundo laboral no es miel sobre hojuelas. Cuida tu espalda y no confíes demasiado en las personas. De lo contrario, pensarán que eres un blanco fácil".

Sus palabras dejaron a Carley boquiabierta.

Ella no podía dejar de pensar cómo un pequeño de cinco años podía tener tal concepción del mundo.

Y bueno, ¿quién era el adulto aquí?

"Gracias, lo tendré en cuenta", asintió Carley mientras seguía caminando con sus hijos a casa.

Una vez allí, ella preparó dos deliciosas recetas con la esperanza de que Shayne se olvidara de su sermón.

Dentro de la familia Hardwick...

Aaren había llevado toda la información sobre Carley.

Lance frunció el ceño mientras miraba el historial: Carley era la hija ilegítima de los Chambers, y había sido expulsada de su familia hacía seis años. Desde entonces, había estado estudiando medicina en el extranjero.

Ella había decidido regresar al país debido a un accidente médico y, por fortuna, el Hospital Peace Point requería de un neurocirujano. Después de que el personal confirmara sus calificaciones, decidieron ofrecerle un puesto bien remunerado.

"¿Eso es todo lo que pudiste encontrar?", rezongó Lance.

Aaren no estaba seguro de cuáles eran las expectativas de su jefe. "Esa es toda la información que pudimos recolectar, Sr. Hardwick. ¿Necesita más datos sobre la mujer?"

«Pero, ¿por qué el Sr. Hardwick está tan interesado en una persona tan insignificante?», se preguntó Aaren con algo de desconcierto.

Hmm... Ciertamente, la búsqueda de datos sobre ella era lo de menos: el Hospital Peace Point era una subsidiaria del Grupo Hardwick, así que, a él le sería fácil conseguir lo que su jefe quería.

"Avísale al hospital que mañana se hará una junta de accionistas", ordenó Lance.

Aaren asintió y se puso manos a la obra. Después de haber trabajado varios años junto a Lance, tenía la intuición de algo grande estaba a punto de suceder.

Temprano en la mañana siguiente.

Carley dejó a sus hijos en el jardín y tomó un taxi para ir al hospital.

Ella se había llenado de pensamientos positivos: estaba decidida dar su máximo hoy y no iba a cometer ningún error.

Sacó algo de tiempo antes de su turno, y se dirigió a su oficina para revisar los historiales médicos. Ella quería asegurarse de anotar en su cuaderno todo lo que pudiera servirle durante su jornada.

De repente, se escuchó una fuerte conmoción proveniente del pasillo.

Carley suspiró con frustración cuando pensó que las relaciones médico-paciente cada vez se volvían más tensas. Parecía que los médicos eran sus enemigos, lo que los dejaba indefensos ante cualquier ataque.

La voz de un hombre enojado resonó por el pasillo: "¡Los mataré a todos ustedes, doctores insensibles! ¡No descansaré hasta que paguen por la muerte de mi familia!"

Mientras el hombre empuñaba un arma, todos mantenían la distancia y trataban de calmarlo.

Carley sintió que su corazón se aceleró a mil por hora, cuando los guardias de seguridad corrieron hacia ellos.

De golpe, una figura se precipitó con una rápida patada, la cual hizo que el hombre cayera al suelo. Enseguida, el sujeto fue sometido mientras todavía sostenía el arma.

"¡Crac!", sonó el brazo del sujeto, quien aparentemente había sufrido una fractura y ahora se retorcía del dolor en el suelo.

Cuando Carley bajó su cabeza, sus ojos se encontraron con la mirada del tipo que acababa de detener al atacante.

Su mirada era gélida y feroz, pero con un encanto irresistible: él era como una pantera negra en la oscuridad, lo que hacía que nadie se atreviera a mirarlo.

"Vengan aquí y ocúpense de este hombre", ordenó Lance con un tono inexpresivo.

Entonces, arregló su desaliñado traje y salió.

Los guardias de seguridad respondieron al unísono: "¡Sí!"

Fue entonces, cuando Carley volvió en sí y entendió lo que había acabado de suceder: los bien entrenados guardias habían detenido al sujeto y todo había vuelto a estar en calma.

Era como si nada hubiera sucedido.

Lance giró su cabeza y observó a Carley.

Luego, le hizo una señal a Aaren, quien asintió y dio a entender que había comprendido.

Mientras miraba al individuo, Carley fue invadida por una sensación de familiaridad.

¿Quién era ese sujeto y por qué tenía tanto poder? ¡Increíble! Todos le obedecían incluso dentro del hospital.

En ese preciso momento, el Sr. Jeffers se acercó a ella con algunas novedades: "Dra. Chambers, el presidente del hospital ha solicitado verla. No se ponga nerviosa, es solo un asunto rutinario. Las nuevas incorporaciones se reúnen con él solo para intercambiar algunas palabras de trabajo", le dijo para tranquilizarla.

Carley pudo notar la extrañeza en sus ojos. Si esto era algo puramente rutinario, ¿por qué el Sr. Jeffers parecía estar tan inquieto?

Ella pensó por un momento mientras se preguntaba qué había hecho para causar tal reunión.

"Gracias, Sr. Jeffers. No me demoro", dijo.

Luego, siguió a la enfermera hasta la oficina del presidente.

Con una mirada de arrepentimiento, el Sr. Jeffers vio cómo la espalda de Carley se marchaba. Entonces, dijo con un tono de voz casi inaudible: "Bueno, que regreses o no, es algo que no le quitará la rareza a esta situación".

La enfermera la llevó hasta la puerta y, luego, se fue a atender otras labores.

Carley tocó la puerta con algo de nervios. Sin embargo, haber visto a Lance sentado allí adentro, la agarró por sorpresa.

Él la miraba con una expresión difícil de descifrar.

De golpe, se podía sentir la tensión en el aire.

Aaren rápidamente interrumpió: "Le presento al Sr. Hardwick, el heredero del Hospital Peace Point y su mayor accionista".

Con razón tenía tanto poder e influencia.

Carley sonrió y dijo cortésmente: "Sr. Hardwick, es un honor trabajar en el Hospital Peace Point. Daré lo mejor de mí para tratar a los pacientes y mantener el buen nombre de la institución".

Por supuesto, cuando se trataba de los directivos, uno siempre debía decir lo que ellos querían escuchar.

"¿Podría saber el motivo de esta reunión, Sr. Hardwick?", preguntó Carley con un tono de voz algo tembloroso.

"De acuerdo con mis evaluaciones, he decidido que no está calificada para trabajar aquí", respondió Lance con frialdad.

Aquella respuesta hizo que Carley se quedara estupefacta y mirara a Lance con confusión.

¿Acaso no era la primera vez que se veían?

Entonces, ¿cómo podía determinar él que ella no era apta para el puesto?