Capítulo 7 Una apuesta con un rival de amor

Ella dejó de pensar, ya que tenía los ojos enrojecidos.

Zac la tomó por la barbilla, la puso frente a él y dijo: "De ahora en adelante, solo puedes mirarme a mí, ¿oíste?". Él no quería que "su esposa" fuera injusta con él; lo único que pedía era que se comportara como su mujer mientras mantenían el matrimonio.

Al escuchar eso, Essie respiró profundamente y lo miró con una sonrisa coqueta. "¿Qué tienes tú de atractivo?", preguntó ella.

"Soy mil veces más guapo que ese tipo", él resopló mientras sus ojos oscuros brillaban tímidamente con la luz.

"¡Ya quisieras!", repuso ella, totalmente convencida de su opinión cuando, de repente y sin dudarlo, él la besó tiernamente en la boca. Cuando sus labios se encontraron, un cosquilleo agridulce los atravesó a ambos;

Essie se sonrojó otra vez, pues no esperaba que aquel hombre frío tuviera un lado tan arrogante como para atreverse a besarla en público.

Sin embargo, ahora Zac era su novio y, aunque no podía darle una lección en público, tampoco lo dejaría salirse con la suya.

En ese mismo momento, debajo del mantel, ella le dio una patada fuerte en la espinilla.

Tras un leve quejido, el hombre acercó sus delicados labios hacia su oreja y le susurró: "Tengo derecho a hacerlo".

"Solo esta tarde", murmuró ella. Luego, lo pateó otra vez, aunque esta vez más suave y pareció más una caricia que un castigo.

"Si quieres, puedo mantener esta relación para siempre", repuso él. La muchacha no sabía que él ya había cambiado de opinión y que había decidido extender su plazo legítimo.

Mientras tanto, Hanson estaba en la escalera carmesí, atento a cada movimiento de Essie y, de golpe, se sintió invadido por unos celos que le revolvían todo por dentro.

Observando aquella ansiedad en su mirada, Sunny estaba celosa y enojada. "¡Perra sin vergüenza! Hace un par de días te confesó que te amaba y hoy se abraza con cualquiera. Ella debe de haber preparado ya todo", soltó, buscando echarle leña al fuego. Al escucharla, Hanson apretó los puños y, de repente, se levantó de la silla y se fue sin decir una palabra.

"¿A dónde vas? Ya va a comenzar la ceremonia", exclamó Sunny. Hanson la ignoró completamente y salió a tomar aire.

La muchacha estaba exasperada, pero nunca permitiría que Hanson y Essie estuvieran juntos.

Al ver que Essie se iba al baño, la siguió con una sonrisa malvada en su rostro.

"Pensé que eras un angelito, pero ahora veo que no tienes ni un poco de decencia", le dijo cuando la alcanzó, tratando de irritarla a propósito.

Respirando profundamente para calmarse, Essie decidió ignorarla y seguir como si nada.

Al ver esto, Sunny volvió a hablar pero esta vez con otro tono: "En realidad, estoy preocupada por ti. Debe haber muchas chicas hermosas detrás de tu novio, y tú eres tan aburrida que se cansará de ti en menos de dos meses".

"No te preocupes. Aunque tú termines con Hanson, ¡nuestra relación no se terminará!", respondió esta. "¿Ah, sí? Entonces, ¿te atreves a apostar?", propuso Sunny, aprovechando la oportunidad para inquietarla aún más.

"¿Qué quieres apostar?", preguntó Essie queriendo ver qué truco iba a usar.

"Te apuesto a que esa relación entre ustedes durará como mucho dos meses. Si terminan antes, pierdes", dijo ella pausadamente.

"¡Pero qué infantil eres, ridícula!", espetó Essie burlándose de ella, luego se dio media vuelta y se fue. La risa sarcástica de Sunny se alzó desde atrás y le dijo: "¡Gallina! Sé que no te atreves. Alguien tan común y aburrido como tú nunca se atrevería. Es más, no creo que esa relación dure siquiera dos semanas. Te tirarán como a un trapo viejo".