Capítulo 8 No vamos a divorciarnos

Essie respiró profundamente, se dio la vuelta lentamente y dijo: "¡Apostemos! ¡No te tengo miedo!".

"¡De acuerdo!", dijo Sunny mientras sonreía complacientemente. Como había estado compitiendo con Essie durante tanto tiempo, creía que ya la conocía muy bien. Además, estaba segura de que iba a morder el anzuelo ya que su truco generalmente funcionaba. "Hoy es 3 de abril. Si no terminas tu relación con ese hombre hasta el 3 de julio, ganas el juego, pero si rompen hasta un día antes de esa fecha, pierdes. ¡La perdedora tendrá que bailar en bikini en Century Square!".

"¡De acuerdo!", respondió la muchacha. Seguidamente sacó su teléfono celular del bolsillo y le pidió que repitiera su apuesta. Grabó todo lo que dijo en caso de que quisiera hacer trampa cuando perdiera. "¡Solo espera y mira cómo perderás!", dijo Essie burlándose de ella, y se fue.

Mientras miraba su espalda alejarse, en la cara de Sunny apareció una sonrisa maliciosa.

Lo tenía todo planeado, el 2 de junio sería su boda con Hanson. Sabía que mientras la muchacha estuviera con ese joven, no tendría ninguna intención de entrometerse en su casamiento. Y la esperanza de Hanson de estar con ella sería destruida. En cuanto a la apuesta, podía no cumplirla. Después de todo, estaría de luna de miel en Hawai, así que si fuera a buscarla no la encontraría.

Fuera del hotel, Essie caminaba mientras pensaba en algo. Ella no era tonta. No entraría en una batalla en la que no estuviera completamente segura de poder ganar.

Ella fue quien tuvo la última palabra en esta apuesta, por lo que se atrevió a hacerla. Ahora lo más importante era encontrar una razón para convencer a Zac de que cooperara, ya que este hombre era un poco difícil de manejar.

Al ver que Essie estuvo en silencio durante mucho tiempo, una sonrisa astuta apareció en las comisuras de la boca de este. "Estás deprimida, ¿verdad? No quieres dejarme, y tampoco divorciarte de mí, ¿no es así?".

"No seas tan presumido, lo que más quiero es ir al Registro Civil para divorciarme. Pero cuando llegué aquí, me di cuenta de que olvidé mi documento en el autobús".

"¿En serio?", preguntó él levantando sus gruesas cejas ligeramente. "Entonces, no podremos divorciarnos esta tarde, ¿verdad?".

"Exacto". "Volver a hacer el documento lleva tiempo, se necesita al menos un mes", agregó ella.

Él no tendría problema en esperar ese tiempo, ya que los vagabundos como él que no tenían mucho trabajo que hacer, eran como guerrilleros en la ciudad y no tenían ningún lugar en donde quedarse. Pero hasta que no se divorciaran, él no se atrevería a desaparecer.

Zac sonrió y dijo: "¿Realmente perdiste el documento? Tengo que admitir que es una buena excusa, pero es una pena que no sea muy inteligente. Podríamos aclarar el problema lo antes posible". Tenía los ojos entrecerrados y una mirada penetrante, como si supiera lo que había sucedido.

Essie se sintió culpable y bajó la cabeza, sin atreverse a mirarlo.

'Es mucho más astuto de lo que pensaba, no es tan fácil engañarlo', pensó. Comprendió que era mejor decirle la verdad, por lo tanto, tartamudeó y le contó su apuesta con Sunny.

Él se tocó la barbilla y después de un largo silencio dijo deliberadamente: "Para ser honesto, quiero ayudarte, pero ahora no tengo trabajo y es muy difícil encontrar un lugar estable en donde quedarme. Así que me temo que...". Se detuvo intencionalmente. El cielo azul brillaba en sus encantadores ojos negros, y había una pizca de bruma engañosa, como una corriente de nubes que pasaba.

"Puedes vivir en mi casa sin pagar el alquiler", dijo Essie. Era una buena opción, ya que su compañera de cuarto se acababa de mudar, y ella podía compartir la habitación con él porque aún no había encontrado un inquilino.

Al escuchar eso, Zac sonrió de oreja a oreja, la apuesta de Sunny lo había ayudado mucho.

Hasta ayer realmente esperaba terminar este absurdo matrimonio lo antes posible, pero hoy tenía un nuevo plan. Había llegado a Yang City en busca de refugio, y su inesperada esposa podría ser una oportunidad para ayudarlo.

Así que decidió quedarse temporalmente en su casa en los próximos dos meses para analizarla mejor. Una vez que descubriera su debilidad, podría utilizarla para que ella le obedeciera.

"Está bien, ¡pero tengo otras dos condiciones!", dijo él con una sonrisa maliciosa.