El comienzo de mi vida como multimillonario
img img El comienzo de mi vida como multimillonario img Capítulo 6 Echado de casa
6
Capítulo 14 Debby fue drogada img
Capítulo 15 Loco Mateo img
Capítulo 16 El sexo es la respuesta img
Capítulo 17 Un sueño salvaje img
Capítulo 18 Tentación img
Capítulo 19 Un millonario encubierto, Mateo img
Capítulo 20 Gané la lotería img
Capítulo 21 Entrégate a la policía img
Capítulo 22 El desvergonzado Duran img
Capítulo 23 Un gánster moral img
Capítulo 24 Fingir una actuación img
Capítulo 25 Un servicio maravilloso img
Capítulo 26 Violeta se convirtió en su esclava img
Capítulo 27 Poción de Amor img
Capítulo 28 La ambición de Violeta img
Capítulo 29 La nota de Emory img
Capítulo 30 El Señor K a punto de ser descubierto img
Capítulo 31 Yo sé todo img
Capítulo 32 Debby lo engañó img
Capítulo 33 Alec perdió un millón de dólares img
Capítulo 34 ¿Es ella una mesera img
Capítulo 35 ¿Quién es el hombre misterioso img
Capítulo 36 El brindis envenenado img
Capítulo 37 Consecuencia grave img
Capítulo 38 ¡Detente! img
Capítulo 39 ¿Es esto una broma img
Capítulo 40 Reversión img
Capítulo 41 La encantadora Emory img
Capítulo 42 Mateo, ¿estás seguro de esto img
Capítulo 43 La familia Barton se va a la quiebra img
Capítulo 44 La mentira de Alec está a punto de ser expuesta! img
Capítulo 45 Otros cien millones de dólares img
Capítulo 46 Suplica por misericordia img
Capítulo 47 Información privilegiada img
Capítulo 48 Debby está decepcionada img
Capítulo 49 Mateo, ¿el acosador img
Capítulo 50 ¡ Mateo No Podía Pagar La Casa! img
Capítulo 51 La familia Coleman estaba sorprendida img
Capítulo 52 Una gran pérdida img
Capítulo 53 La verdad bajo la máscara img
Capítulo 54 La identidad del Señor K está a punto de ser revelada img
Capítulo 55 Un postor insospechado img
Capítulo 56 ¿Mateo era un supermillonario img
Capítulo 57 Mateo no es más que un lacayo img
Capítulo 58 Una apuesta de cinco mil millones img
Capítulo 59 Una sandía que vale cuarenta mil dólares img
Capítulo 60 Sandía valiosa img
Capítulo 61 Pidiendo dinero por protección img
Capítulo 62 Weldon es humillado img
Capítulo 63 Weldon se lleva el crédito img
Capítulo 64 Loretta queda atónita img
Capítulo 65 Cobrar deudas img
Capítulo 66 Arnold irascible img
Capítulo 67 Flynn atónito img
Capítulo 68 Gana un millón de dólares img
Capítulo 69 Trabajo de medio tiempo en el festival de música img
Capítulo 70 La belleza deslumbrante img
Capítulo 71 Hombre Justo img
Capítulo 72 Golpear a Magnus img
Capítulo 73 Hamza se llevó el crédito img
Capítulo 74 Mateo es un mentiroso img
Capítulo 75 Los guardias les bloquearon el paso img
Capítulo 76 Los guardias de seguridad quedaron atónitos img
Capítulo 77 ¡Los guardias de seguridad quedaron atónitos otra vez! img
Capítulo 78 Mateo es el dueño de la villa más cara img
Capítulo 79 La casa de Rowe img
Capítulo 80 ¿Quedó expuesta la mentira de Mateo img
Capítulo 81 Campo de golf img
Capítulo 82 Un trago amargo img
Capítulo 83 : Duran se busca problemas img
Capítulo 84 La arrogancia de Jarvis img
Capítulo 85 Mateo Hace Un Movimiento img
Capítulo 86 Su identidad está a punto de ser expuesta img
Capítulo 87 Un plan para secuestrar a Debby img
Capítulo 88 Pelea en el bar img
Capítulo 89 Debby se va a casar img
Capítulo 90 La amante de Weldon es su madrastra img
Capítulo 91 Exponiendo el escándalo img
Capítulo 92 La relación de Weldon con su madrastra fue descubierta img
Capítulo 93 Damon cambió de actitud tan pronto img
Capítulo 94 Mathews apareció img
Capítulo 95 Golpea a Weldon y a Damon img
Capítulo 96 Reclutar a Lyla img
Capítulo 97 Un regalo de la joyería img
Capítulo 98 La belleza de Emory img
Capítulo 99 El dueño de la tienda img
Capítulo 100 ¿Vender órganos para comprar joyas img
img
  /  3
img

Capítulo 6 Echado de casa

-¡Ah! -gritó Hayes, cubriéndose el rostro escaldado por el agua hirviendo.

El líquido le ampolló la piel al instante, dejándole un ardor punzante.

Sobresaltada, Debby se giró para ver quién había sido el autor de tal atrevimiento. ¡Era Mateo, quien, con la tetera aún vacía en la mano, ardía de furia!

No podía tolerar las asquerosas palabras que Hayes acababa de soltar.

¿Cómo se atrevía ese lascivo a intentar aprovecharse de Debby y amenazarla?

¡Tenía que pagar por ello!

-¿No sabes quién demonios soy, imbécil? -gritó Hayes, señalando a Mateo. Sus ojos estaban llenos de odio.

-Soy el director de Voz de los Bancos. ¡Date por muerto...!

Sin embargo, antes de que pudiera terminar la frase, Mateo le asestó una bofetada que le volteó la cara.

Y no contento con eso, le propinó una patada tan fuerte en el estómago que lo mandó hacia atrás.

Hayes cayó de espaldas al suelo con un fuerte golpe.

-¡Me importa un carajo quién eres!

-siseó Mateo con ferocidad, entrecerrando los ojos. Si las miradas mataran, el hombre en el suelo ya estaría muerto. -¡Lárgate de aquí ahora mismo! Y si te vuelvo a ver cerca de ella... ¡no te dejaré vivir!

Hayes fue lo bastante listo como para saber que no tenía ninguna oportunidad contra Mateo en una pelea, así que se levantó y salió cojeando de la habitación.

Pero incluso al irse, su rostro estaba lleno de furia y resentimiento. Mientras se alejaba, gritó: -¡Maldito seas! ¡Esto no se va a quedar así!

¡Juro que me vengaré! ¡Todos ustedes me las van a pagar!

Mateo lo ignoró y se volvió hacia Debby, con el rostro lleno de preocupación. -¿Estás bien?

Antes de que Debby pudiera responder, Patty lo regañó: -¡Mateo, eres un ingrato! ¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer? ¿Así le pagas a la familia Coleman el haberte acogido?

¡Ofender a Hayes en un momento tan crítico va a hundir a nuestra familia! ¿Acaso pensaste en las consecuencias?

Al escuchar las palabras de su madre, Debby se quedó en silencio y frunció el ceño.

La verdad era que ella también estaba decepcionada por el comportamiento brutal e impulsivo de Mateo.

Quizás Hayes se lo merecía por su propuesta indecente, pero esas cosas eran parte del mundo de los negocios.

Además, ellas podrían haberlo convencido de negociar otros términos.

Pero gracias a las acciones de Mateo, el puente se había quemado por completo, y ahora Hayes debía considerar a la familia Coleman sus enemigos jurados.

En ese momento, Debby finalmente comenzó a dudar de su decisión de ponerse del lado de Mateo.

Quizás lo mejor era romper su compromiso, tal como su madre tanto insistía.

-Cálmate. No te preocupes. Puedo conseguirte el préstamo -dijo Mateo, sonriendo ligeramente.

Si Debby no estuviera tan furiosa, se habría echado a reír. -¿Qué tonterías dices, Mateo? ¡Si ni siquiera puedes pagar los gastos médicos de tu madre adoptiva! ¿Cómo esperas conseguir el préstamo que necesita mi familia?

Debby sabía que ningún banco en el mundo le entregaría cinco millones de dólares a un don nadie como Mateo.

Negó con la cabeza, resignada.

-Es posible. Solo denme cinco minutos.

Después de decir eso, Mateo envió un mensaje a Saulo, explicando brevemente la situación de la familia Coleman y el préstamo que necesitaban.

Saulo respondió de inmediato, diciendo que cinco millones de dólares sería una cantidad insignificante para ofrecer como préstamo si Mateo, que tenía mil millones de dólares a su nombre, era el garante.

Tras leer el mensaje, Mateo levantó la vista y las miró con una confianza inquebrantable. -Vayan mañana a Voz de los Bancos. Les darán el préstamo.

Sin embargo, madre e hija lo observaron con incredulidad, como si estuvieran frente a un loco.

Con un bufido de desdén, Patty dijo: -¿Estás loco?

¿Quieres avergonzarnos todavía más?

¡Recoge tus cosas y lárgate de aquí!

¡Ya no eres bienvenido en esta casa!

Ella siempre había querido deshacerse de Mateo, y esta era la ocasión perfecta.

Esta vez, Debby no intervino para apoyar a Mateo. Se quedó allí en silencio, con la consternación nublando sus ojos.

-Debby, ¿ya no confías en mí? -preguntó él con una sonrisa amarga.

Pero el silencio de ella fue la única respuesta que obtuvo.

-Está bien... me iré de inmediato.

Exhalando bruscamente, Mateo caminó directamente a su habitación.

Tras empacar sus pocas pertenencias, abandonó la mansión de los Coleman.

Desde que su madre adoptiva había enfermado, Mateo no había recibido más que decepción de los miembros de la familia Coleman, excepto de Debby. Y ahora, ni siquiera ella estaba de su lado.

Ya no tenía sentido quedarse en ese lugar frío.

Mientras lo veía caminar hacia la puerta, Debby entreabrió los labios, como si quisiera decir algo, pero al final guardó silencio. Solo pudo observar cómo se alejaba.

Con las maletas en la mano, Mateo salió por la puerta principal del Distrito de villas de Inburgh.

Miró a su alrededor, aturdido, y no tenía ni idea de adónde iba a ir.

De repente, una voz alegre lo llamó por la espalda.

-¿Mateo? ¿Mateo Larson? ¿De verdad eres tú? ¿Qué haces por aquí?

Él se giró, confundido.

Una joven hermosa, de semblante dulce y amable, corría hacia él con una amplia sonrisa.

-Emory, qué sorpresa encontrarte aquí. A pesar de su situación, no pudo evitar que una sonrisa genuina se dibujara en su rostro al ver a su vieja amiga.

Emory Smith había sido su compañera de universidad y siempre se habían llevado muy bien.

-Vivo aquí cerca, justo allí -dijo ella, señalando un modesto barrio residencial a poca distancia-.

¿Y tú? ¿Qué haces con esas maletas?

-Bueno... solía vivir aquí, pero básicamente me echaron de casa. No tengo adónde ir -dijo Mateo con sinceridad.

Emory no indagó en su situación. Después de todo, sabía que todo el mundo tenía sus propias dificultades.

-¿Sabes qué? Tengo una habitación de sobra. ¿Por qué no te quedas conmigo por ahora? -sugirió con entusiasmo. Y antes de que él pudiera responder, ella ya había tomado su equipaje y caminaba en dirección a su casa.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022