Yo deseo amar a alguien por voluntad propia y no por algo impuesto, al nacer teniendo a alguien que será tu alma gemela te deja pocas posibilidades de entender realmente lo que es el amor, y aquel sentimiento al encontrarlo por primera vez, más que amor parece capricho, obsesión??, como podría definirlo, como puedes amar a alguien que ni siquiera conoces, o lo conoces y sabes que es lo peor de lo peor y aun amarlo solo por aquella fuerza llamada destino, o en mi caso se hace llamas diosa. Y si comete algún error y une a dos personas completamente opuestas convirtiendo aquello que debería ser amor, en caos.
Y si el día de la transformación fue dolorosa, no se imaginarán lo que es el día después, el cuerpo duele, la cabeza da vueltas, y cada sonido cerca o lejos retumban en tu cráneo, como si metálica estuviese dando un concierto dentro. Aun así, la insistencia de mi madre me hizo estar yendo camino a la escuela; recuerdo cada palabra que mi madre pronuncio como una punzada en el estómago.
- Si te quedas en casa después de tu primera transformación, ¿cómo esperas encontrar a tu mate?, anda vamos levántate que así tendrás más oportunidad... Y ponte algo bonito -
Mi madre sabia como ponerme de malas, pues ya todos sabían lo que yo pensaba sobre los mates.
Camino a la escuela me encontré con Aiden y los chicos, quienes me esperaban para entrar al gran edificio.
- Lea aquiii!! - gritaba Francis agitando la mano para que pudiera verlo.
- Fran no tienes que gritar tanto - tape mis oídos, me causaba una terrible jaqueca todos los sonidos, y aquel mar de olores que provenían de todas partes me revolvía el estómago.
-Te vez como si hubieras bebido la noche anterior- dijo Aiden - te encuentras bien? - termino diciendo mientras ponía una mano sobre mi espalda para tranquilizarme, su tacto calmaba un poco, no lo negaré.
- si estoy bien es solo que ayer fue mi cumpleaños número 16 y mi primera transformación -se preguntaran porque le cuento esto a ellos si se supone es un secreto, pues ellos también son lobos, de la legendaria manada Escarlet Moon
- felicitaciones Lea- dijeron todos, con tal entusiasmo que volví a sentir que la cabeza me explotaría en cualquier momento.
- eres mala Lea, ni siquiera nos invitaste a tu fiesta - replicó Fran con un puchero muy infantil y era gracioso ver la gran mole de músculos frente mío con expresiones de un niño de cinco años.
No ha sido mucho tiempo desde que llegue a este pueblo, pero desde que llegue ellos han sido los únicos que me hablan, los demás me miran con arrogancia o simplemente hacen como que no existo; incluso ya había ubicado a los populares, nerds, góticos, etc, y nosotros los neutrales ya que éramos una mescla de todo, Fran era el bromista, Daniel era el romántico, Tamara la chica sexy y fashon, y Aiden el carismático, aunque fácilmente podría ser un popular; aunque en su manada Aiden era el siguiente alfa, Daniel y Francis sus betas. Caminamos entre risas y bromas adentrándonos a la escuela, con calma porque realmente no tenía muchas ganas de estar ahí.
Al estar más cerca del edificio, percibí un aroma que destacaba entre los demás, era embriagante, me causaba una corriente eléctrica por la espalda, esa fragancia a vainilla me encantaba, era agradable Sin prestar mucha atención me deje llevar y comencé la búsqueda al lugar de donde provenía y divise al dueño, para mi mala suerte era Ethan uno de los populares. Maldito destino, no me arruinaría la vida, así que no estoy de acuerdo, lo ignoraré como él lo ha estado haciendo conmigo desde que llegue.
Pasamos a lado de ellos cuando de repente sentí un jalón muy fuerte en el brazo, tanto que di media vuelta de la manera más brusca posible y es que casi caigo.
- IDIOTA casi me caigo- grite
- acaso vas a ignorarme? - dijo Ethan - acaso no sabes quién soy? -
- un IDIOTA - dije con ganas de ofenderlo, era satisfactorio ver sus ojos cambiar de tono con cada palabra ofensiva que le dedicaba.
- mira nerd, deberías estar feliz porque yo soy tu mate -gruño
- ese es tu problema IDIOTA, porque no me importa si eres el rey de roma, Elvis, o si el estúpido destino dice una mierda, para mi es un no -
- Eres una... - se detuvo y luego comenzó con las palabras que ya todos conocíamos y que cada mate temía escuchar de su pareja de vida - YO Ethan Allen te... - pero mi orgullo era más grande y antes de que pudiera continuar lo interrumpí.
- Yo Lea Wells te rechazo a ti Ethan Allen como mi pareja eterna - sentí un dolor fuerte en el pecho y pude saber que a él le había dolido mi rechazo, porque se sostenía el pecho y quedo con cara de no saber que había pasado, pero yo no permitiría que me hablaran de esa forma, me importaba una mierda lo que la diosa luna o el destino decían, yo elegiría mi propio camino, incluso a quien amar. Tome mis cosas las cuales habían caído al suelo en su brusco agarre, coloque mi mochila al hombro no sin antes dedicarle una mirada de asco. Deje a Ethan atrás caminando e ignorando a los amigos de este quienes nos miraban sorprendidos, Aiden bajo la mirada cuando pasamos a lado de una rubia de ojos miel, una popular, así que tome su mano entrelazando nuestros dedos y susurré a su oído.
- te encuentras bien? -
A lo que el negó con la cabeza, pero aun así me dedico una gran sonrisa, me correspondió el gesto y apretó más nuestras manos.
Aquel grupo de chicos pertenecía a la manada en la cual mi familia se estableció, pero aún no había una presentación formal la cual aún estaba programada para la próxima semana, una fiesta obligatoria la cual no podría evadir.
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Las horas pasaron y llego el receso, iría a donde me reúno con los chicos, pero antes tenía que ir a mi casillero, mala idea, pues me tope con Ethan y la rubia, parados en mi casillero, o mejor dicho enredados pues él estaba casi sobre ella, cosa que no me importaba, pero él aun no aceptaba mi rechazo manteniendo aquel vinculo dejando que sus actos me afectaran debido a aquella unión predestinada, cuando el beso a la chica sentí como si me apuñalaran, frunciendo el rostro de dolor e ira, me acerqué a ellos porque no tenía opción.
- consigan un hotel no quiero que dejen algún tipo de enfermedad en mis cosas –dije empujándolos de forma brusca, para sacarlos de mi casillero.
- ya vez que no eres importante para el- aquella rubia se burlaba -puede tener mejores-
- claro rubia, puede tener mejores, pero él prefiere reciclar basura - bufé y pude notar la ira crecer en ella, se puso roja y sus ojos se iluminaron.
- maldita nerd como te atreves -dijo lanzándose a mí, pero Ethan la detuvo.
- Angela deja, no vale la pena-
- no yo no valgo la pena, yo valgo mucho más de lo que tu podrías darme -
Eso pareció dolerle pues se descontroló y casi se transforma a mitad del pasillo, si Ethan no la hubiera detenido en este momento tendríamos el espectáculo de la vida, lleno de reporteros anunciando como un lobo de dos metros termino en medio de los pasillos de un instituto.
- me las pagaras - grataba la rubia la cual ahora sabía que se llamaba Angela, Ethan jalaba del brazo de esta, arrastrándola junto a él. Cuando al fin se fueron sostuve mi pecho, me derrumbe al suelo, sin darme cuenta estaba llorando, me dolía, dolía mucho, fue demasiado contenerme y no derrumbarme frente a ellos, no les daría el gusto; me levante seque mis lagrimas e intente fingir una gran sonrisa, pues no dejaría que mis amigos me viesen así, y menos quería explicarles el porqué. yo no amaría a alguien a quien no conocía.
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