Con aquella opresión en el pecho camine a la cafetería para reunirme con mis amigos. No podía dejarlos esperándome, y ausentarme tampoco era una opción o tendría que explicar a donde fui y porque me fui, yo era mala mintiendo.
Abrí las puertas de la instalación, pero me lleve el susto de mi vida pues Aiden se encontraba alado de estas en una pequeña esquina, me tomo tiempo retomar el aliento antes de acercarme a él. Al estar más cerca pude ver su rostro ensombrecido, empuñando las manos, aquellos ojos que eran un verde esmeralda y ahora eran de un negro puro.
Un dolor enorme me tiro al suelo, sentía como si me rompieran cada uno de los huesos.
- duele mucho- dije arrastrando las palabras
- lo sé - dijo Aiden mientras apretaba aún más los puños
-pero por qué? -
- tu mate... Está teniendo sexo con alguien más-
- cómo lo sabes? - yo comenzaba a llorar ya que aquel dolor invadía cada fibra de mi ser volviendo aún más difícil el respirar.
- porque... - se detuvo antes de continuar y tomar un respiro profundo y pesado- esa otra chica es mi mate, Angela- termino la frase arrastrando las palabras con dolor e ira. Quede en shock, no sabía que hacer, mi control sobre la situación se había ido, yo necesitaba que Ethan aceptara mi rechazo, no soportaría esto cada vez que el tuviese la necesidad de follarse a quien sabe que tipa. Cuando el dolor ceso, me levante del suelo con gran pesades, me acerque a mi amigo.
- si ella es tu mate ¿porque no están juntos?, tú crees en las decisiones de la diosa luna, ¿cuál es el problema? -
- ella me rechazo -
- ¿por qué? -
- porque para ella, yo, no soy nadie- Aquí nadie sabe mi posición en mi manada, es una petición por mi padre-
- porque no se lo dijiste? -
- no quería que estuviera conmigo por mi rango-
El aún tenía aquella mirada sombría, se sostenía el pecho con fuerza. Salimos de ahí, caminamos por los grandes pasillos de la escuela hasta que llegamos a la parte trasera de la escuela, cerca de las gradas del gran campo de futbol. Nos sentamos en silencio por largo tiempo pues de lo menos que querríamos hablar seria de nuestros estúpidos mates. Cuando por fin logramos la calma nos dimos cuenta que nos habíamos saltado todas las clases, no podríamos permitir que nos vieses en tan deplorable estado.
En aquel momento mi mente solo podía pensar en cuanto me gustaba mi amigo y lo injusto que era estar atados por obligación y el estúpido destino, no pensé con claridad, no tome en cuenta las consecuencias de mis acciones y la raza a la que pertenecía, yo solo quería elegir a quien amar y en aquel momento cometí la peor estupidez del mundo, lo bese, pensé que Ethan merecía sentir aquel mismo dolor, si él lo hacía yo también, lo aria sufrir y sentir miserable.
Aquel beso era gentil, suabe y sin ninguna prisa. Aquellos ojos verdes brillaban aún más mientras me miraban, aquel beso comenzó a tomar fuerza entre mordidas y jadeos, nuestras hormonas adolescentes potenciadas por el instinto animal de nuestra especie salían a flote.
~tal vez, y solo tal vez, Aiden era a quien yo debía amar~
Me dejé llevar y sin pensarlo mucho me senté en las piernas de Aiden, el me sostuvo de la cintura atrayendo me aún más, una de sus manos acariciaba mi mejilla, y en aquel momento nuestros cuerpos suplicaban por más, mucho más que solo aquel desesperado beso. Sus manos comenzaron un recorrido por mi cuerpo, lento, y tímido como pidiendo aun mi aprobación para tocar más que solo ropa, tome sus manos guiándolas por debajo de mi blusa, su piel al contacto con la mía, causo un choque eléctrico en mí, aquello se sentía bien.
Sentí un ligero dolor como el de agujas clavándose en mi cuello, un gruñido le siguió, nos separamos bruscamente rompiendo el beso, dirigiendo nuestra vista al lugar de donde provino, y ahí estaban las dos personas menos deseadas para ambos. Nos veían con rabia, los ojos de Ethan estaban completamente teñidos de negro. Aiden aún tenía sus manos sobre mí, comenzó a retirar sus manos al ver la situación, pero sus dedos rozaron mi piel causando un leve gemido de mi parte. Ambos nos miraron aún más furiosos, Aiden sonrió mirando a Ethan con superioridad y satisfacción.
- no la toques, ella es mía - gruño Ethan
- si mi memoria no me falla ella te rechazo - dijo Aiden colocando sus manos en mi trasero, se acercó a mí y deposito un pequeño beso en mi cuello que me estremeció, en ese momento la presencia de Angela o Ethan me parcia tan poco importantes.
- bájate de el maldita - grito Angela
- y a ti que te importa lo que yo haga? -
- suéltalo que él es mío-
- yo no soy tuyo- dijo Aiden mirándola - nosotros podemos hacer lo que queramos juntos o con quien sea -
- suéltala, no me provoques que soy un alfa, lobo insignificante -
- yo soy Aiden Obraian futuro alfa de la manada Escarlet Moon -
- Alfa? - pregunto Angela
- sí, alfa -
- Lea- gruño Ethan
- y tu quien te crees para gruñirme? - dije- estoy cansada de esto por hoy y no pienso estar en medio de una pelea de machos –yo quería escapar de aquello tan rápido como me fuera posible pues era imposible mirar les después de tan vergonzosos eventos.
Me levante de entre las piernas de mi amigo, mire por última vez al idiota de Ethan para salir del lugar y adentrarme nuevamente al edificio; yo aún tenía que buscar mis cosas.
El regreso a casa fue eterno, sentía que el tiempo me odiaba en ese momento, y es que aún tenía muchos sentimientos encontrados, tantos que quería romper todo a mi alrededor, pero claro estaba entre humanos y tenía que controlarme. Ethan podía ser mi destino, pero yo estaba dispuesta a desafiarlo, tanto como fuese posible.