"La habitación en la que dormían mis padres..."
"No ha sido tocada, y no lo será tampoco."
Asentí con la cabeza, probablemente uno de los dos se quedarían en la habitación de Jon. Me tomó por sorpresa saber que él se hubiera casado, mamá nunca dijo nada, y tampoco hubo invitación, pero no quise pensar en eso en ese momento.
Mi hermano tomó sus medicamentos y la oscuridad comenzó a rodear la casa. Intentó entrar pero algo se lo impedía. Comenzó a tornarse más oscura, parecía como si mucha más oscuridad se estuviera concentrando en entrar.
Me quedé mirando como se agrupaba la oscuridad, y como también las sombras eran detenidas. Nunca antes había visto algo así. Tampoco recordaba que eso hubiese pasado antes en casa de la abuela, ya que siempre era el lugar donde más habían.
Una extraña sensación en mi pecho comenzó a inundarme, era similar a la angustia pero a la vez también algo de calma. Como si mi pecho me intentara llevar a algún lugar. Como si hubiese algo que necesitaba encontrar.
Mi hermano y abuelo subieron a las habitaciones, mientras que mi abuela se dispuso a ir a la cocina. Yo por mi parte comencé a seguir esa extraña llamada que sentía en mi interior.
Conforme más avanzaba, más fuerte se sentía esa energía en mi ser. Y el sentimiento en mi pecho parecía querer salir de ahí.
"Que haces cariño." Dijo mi abuela apareciendo de la nada. Al verme su rostro se tornó pálido, como si hubiera visto un fantasma.
Iba a decirle algo, cuando un golpe en la ventana me sobresaltó. Una sombra enorme había golpeado el vidrio intentando atravesarlo, el sentimiento que tenía antes cambió radicalmente a uno de miedo total.
"Tú lo ves..." Dijo mi abuela con tono preocupado. Y me tomó por sorpresa su pregunta, como era eso de que podía verlo, a que se refería con que podía verlo. Ella entonces también podía... La sombra volvió a intentar entrar pero lo que sea que la mantenía fuera se lo impidió.
"Cómo es que puedes verlos. Cómo es que nunca me..."
"Desde cuando los ves." Preguntó ella temerosa.
"Desde siempre, siempre los he visto, siempre me han acosado, en verdad no lo sabías... en verdad nunca..."
"Tu madre dijo que nunca experimentaste algo así. Ella y tu padre siempre negaron..."
"¿Ellos sabían de esto?" Pregunté sin poder creer que ellos en verdad sabían de esto y aún así me trataban de loca cuando pequeña y hasta hace no mucho.
"Cariño..."
"Me dijeron que eran ideas mías, me dijeron que sólo era mi imaginación. Ahora me estás diciendo que ellos siempre lo supieron y que tu siempre lo viste..."
"Lena, que sucede." Preguntó el abuelo.
"Que son esas cosas, que es todo eso. Porque lo veo, como es que ustedes lo mantienen alejado... ¡Quiero que me digan algo!" Grité furiosa y colapsada por lo que estaba pasando. Siempre me dijeron que esas cosas no eran nada más que mi imaginación y ahora resultaba que mis padres sabían la verdad y que además mis abuelos podían mantenerlos alejados.
"Hija, esto... Yo..."
"Mer, que sucede." Dijo mi hermano bajando por las escaleras, debió haberme oído gritar por lo que se preocupó y vino a ver que sucedía.
"Vete a tu habitación Alex." Dije con seriedad, sin quitar mi mirada de mis abuelos.
"No me iré, soy tu hermano mayor. Y veo que algo sucede aquí por tus gritos, dime... qué es lo que pasa."
"Lena... ellos... "
"No hay otra opción..."
"De que hablan, nosotros que cosa." Dije molesta.
"Mis niños, puede que esto no les parezca verdad. Pero quiero que en verdad se abran a escuchar lo que tenemos que contarles..."
La abuela estaba seria y con una mirada dolida. El abuelo se veía preocupado. En mi mente sólo habían pensamientos de negación y de que habíamos sido engañados. Que yo había sido engañada, que mis padres... quienes en verdad eran mis padres.
"En nuestra familia, hay una leyenda, hay... chicos, lo sobrenatural existe en este mundo. Las sombras y la oscuridad que has visto es parte de ese mundo. Nosotros, provenimos de una especie de ese mundo sobrenatural. Pero no siempre, ese gen despierta, de hecho, hace mucho tiempo que ese gen no despertaba, incluso llegamos a pensar que eso había acabado."
"Este gen, cuenta con clanes, éramos al menos 30 familias, pero conforme el tiempo pasaba estas fueron extinguiéndose, en la actualidad existimos cuatro familias. En estas cuatro el gen no ha despertado desde hace al menos 120 años. Hasta hace unos pocos años."
"Cómo saben, después de su madre, nos costó volver a tener un hijo. Pero después de quince años, Jonatan llegó a nuestra vida, y tres años después llegaron los gemelos. Pero ninguno de los cuatro experimentó algún cambio, hasta Jonatan."
Los abuelos se complementaban contando la historia pero aún nada de lo que decían tenía sentido ni explicaba el porqué de todo lo que estaba pasando ni porque veía esas cosas.
"Y eso que tiene que ver con lo que está pasando ahora." Preguntó mi hermano casi leyendo mis pensamientos.
"Desde Jonatan en adelante, todos comenzaron a despertar ese gen, pero... no sabíamos que ustedes también lo habían, que lo estaban despertando. Como dije tus padres nunca..."
"Que es ese supuesto gen del que hablan, que despierta, que hace."
"Somos vampiros cariño, hace muchos años existimos entre las sombras. Por eso ves sombras que te acechan, oscuridad, nosotros provenimos de ellas. Nosotros somos parte de ellas. Y que lo vean ustedes implica que ustedes también portan ese gen y que lo están despertando."
"Cómo que lo estamos despertando. De que hablas. Esto no es reciente, siempre lo he visto, desde que soy pequeña y tengo uso de razón. Mis padres siempre lo supieron y me trataron de mentirosa, nos prohibieron muchas cosas, incluso estar cerca del bosque, y ahora me dices que lo estamos despertando, es enserio." Dije colapsada. "Y no creo en eso de ser vampiro, es decir, son mitos, son leyendas... esas cosas no existen."
"No estamos mintiendo Mera, no sabemos por que tus padres lo ocultaron, tanto a ustedes como a nosotros. Pero aún así, es la verdad, esa es la verdad."
Miré a mis abuelos con desconfianza. Cómo podía yo ser un ser sobrenatural, cuando era lo más normal del mundo, además de ser ese el caso, porque mi hermano habría nacido tan débil como lo era. Porque pasaría enfermo como ha pasado por estos 16 años. No podía ser cierto... Pero mis abuelos tampoco se caracterizaban por mentir.
"Los gemelos no están en un paseo, están en una misión de reconocimiento. Hace poco recibimos noticias que otra especie a intentando infiltrarse en los otros clanes y solicitaron apoyo. Al ser el segundo clan atacado, decidimos ponernos manos a la obra ya que somos los primeros en años en tener vampiros activos."
"Si eso es verdad porque ustedes no son vampiros, porque yo los veo como simples humanos." Dije con desconfianza.
"Ya te lo he explicado cariño, nosotros no despertamos el gen, pero aún así las sombras nos reconocen. Por ese motivo podemos verlos."
"Y si somos parte de eso, porque lo alejan, porque me atacaban cuando pequeña."
"Bueno eso es porque..."
"Jonatan se enamoró de una chica de otra especie. De la especie con la que peor nos llevamos, los brujos. Su unión fue complicada, ninguna de las dos especies lo aceptaba, pero ellos afrontaron todo y siguieron con eso. Se casaron a escondidas, por ese motivo ustedes no sabían de lo ocurrido, fue sólo hace dos semanas. Fue una enorme sorpresa para nosotros saber que nuestro hijo, se hubiese casado con una bruja y no sólo eso, que además hayan consumado su amor y ahora ella esté embarazada. No sabemos como será eso, pero nunca había nacido un niño de dos especies enemigas."
Las palabras de mi abuela sonaban muy seguras y verdaderas, pero brujos, vampiros... cómo eso podía ser real. Miré a la ventana y vi la oscuridad y las sombras.
"Entonces por eso los mantienen afuera. Porque la oscuridad rechaza que a pesar de todo hubiesen aceptado su matrimonio, verdad." Dijo mi hermano casi como si armara un rompecabezas. "Pero si nosotros tenemos el gen, y si vemos esto, significa que desde siempre lo hemos tenido despierto, pero hemos seguido..."
"Probablemente sus padres, recurrieron a magia para sellar su otra naturaleza, pero las sombras y la oscuridad no se fueron nunca. Y por ese mismo motivo no querían que se acercaran al bosque, el bosque potencia tu ser. Esa es la única razón que encuentro a que fueran tan tajantes con ese tema."
El abuelo parecía demasiado pensativo. Mi cabeza aún no daba para tanto, como era posible que...
"Llamaremos a Karen y a Jonatan, si ellos tienen un sello, ella lo sabrá." Dijo la abuela corriendo a buscar su teléfono.
Mi hermano se acercó a mi y me tomó la mano. En sus ojos podía ver que él en verdad creía en esa historia extraña. Y en el fondo yo también la creía pero no quería admitirlo. No quería aceptar que en verdad... ellos....
"Cómo se despierta el gen." Preguntó mi hermano.
"Ustedes ya tienen la edad suficiente para sufrir el cambio, el cambio es diferente según la persona. Jonatan lo despertó rápido. Lorena lo despertó quedando inconsciente por dos días, Luis, lo despertó sintiendo demasiada hambre pero nada lo saciaba, hasta que Jonatan le dio a probar un poco de sangre y este sufrió el cambio."
"Espera, que pasará con mi hermano si sufre el cambio, él es débil de salud, ese cambio podría ponerlo en riesgo..."
"Ellos ya vienen en camino, deben llegar pronto, ya que Jonatán vendrá a pie."
"No lo sabemos cariño, esperemos que Karen nos ayude con una respuesta. Esto parece ser tan nuevo para nosotros como para ustedes, es casi muy similar a lo de Jonatan." Dijo el abuelo y en ese momento la puerta fue golpeada. La abuela corrió y abrió la puerta con rapidez. Al abrirlo, Jon fue el primero que vimos. Cuando nuestras miradas se encontraron un nudo se formó en mi garganta. Jon, era muy parecido a mi madre y verlo me causó un dolor enorme por la falta de esta que no me había permitido tener. En sus ojos vi casi el mismo sentimiento que yo experimenté. Soltó la mano de la chica que lo acompañaba y se abalanzó sobre nosotros, dándonos un abrazo demasiado fuerte y apretado.
Las lágrimas rodaron por mis mejillas como no había sucedido en todo ese tiempo, y por primera vez me sentí débil emocionalmente. Pero no solía expresar mis emociones por lo que con rapidez contuve esos sentimientos y me alejé de su abrazo. Tanto él como mi hermano se sorprendieron y en sólo un segundo hice que todos exclamaran de sorpresa al darle un golpe en la mejilla a Jon.
"Mer, que haces..." Dijo mi hermano reaccionando de los primeros.
"Cómo es posible que te cases y ni siquiera nos digas nada. No importa la situación en la que estabas, pensé que nos teníamos la confianza suficiente como para que nos dieras una noticia de ese modo. Si mis padres no hubiesen fallecido y no hubiesemos tenido que venir con los abuelos a vivir aquí, acaso nos habrías dicho, y ni siquiera nos dijiste tú, fueron ellos los que nos contaron la noticia." Exclamé furiosa. Jon llevó su mano a la mejilla y sonrió.
"Perdón enana, pero creo que ahora tenemos otras cosas más importante que el que me haya casado." Dijo acercando su mano para revolver mi pelo pero lo evité. "Bueno, chicos, les presento a Karen, mi esposa." Dijo él invitando a una hermosa chica de ojos azules. La cual cambió su mirada y expresión del rostro al mirarme. Me veía casi como si hubiese visto un fantasma.
"Karen... pasa algo." Preguntó mi abuelo al ver que ella no reaccionaba.
"No, lo siento... mucho gusto soy Karen, esposa de su tío. Es un placer...conocerlos." Dijo ella sonriendo de manera extraña, sin quitar la mirada de mi.
"Karen, perdón por molestarlos, pero... acabamos de descubrir la condición de mis nietos. Mi hija y yerno lo ocultaron por algún motivo, creemos que hay algún tipo de hechizo de bloqueo en ellos... puedes ayudarnos a corroborarlo." Dijo la abuela.
Ella nos miró y se detuvo unos segundos en mi hermano y luego volvió a mirarme. Se veía nerviosa cuando intentó hablar. Sería ella tan genial que en verdad notó algo cuando nos vio.
"Yo... bueno, sí. Ellos... tienen un sello que oculta su naturaleza vampírica. Es algo que se puede sentir, pero no sabría como retirarlo yo sola. Es decir... sea quien sea que creó el sello... no quería que ellos lo liberaran." Dijo Karen un poco nerviosa.
"Si tú no puedes sola... crees que quizás si llamamos a tus hermanos ellos..."
"¡No!" Gritó ella de inmediato. Su rápida reacción causo sorpresa en todos los presentes. "Quiero decir... puedo llamar a sólo uno, no es necesario que vengan todos..." Dijo intentando suavizar la situación.
"Pero con más apoyo..."
"Jon, ellos aún no asumen del todo nuestra unión, no los forcemos. Me comunicaré con Víctor y le pediré ayuda, él es más sereno, de seguro accederá a ayudarnos."
Karen parecía esconder algo, por el tipo de reacción que tuvo, por su forma de mirarme, había algo más que ella no estaba diciendo y buscaría el modo de poder saberlo."
Después de conversar por bastante tiempo, Jon y su esposa se retiraron. Mi hermano se fue a dormir y mis abuelos se despidieron también, pero a pesar de la hora yo no podía dormirme así como así. Tenía demasiadas cosas en mi mente como para dormirme.
Primero que todo estaba el hecho de que proveníamos de un linaje especial y sobrenatural. Lo segundo era el porqué mis padres lo ocultarían, si ellos sabían de todo esto, porque razón ocultarlo. Acaso querrían que tuviésemos una vida lo más normal posible, pero si en verdad esto es por linaje, aunque lo intentaran todo de un modo u otro este se haría presente. De hecho se hizo presente desde siempre. Aunque no entendía porque hacerme parecer una niña loca y mentirosa antes de por último inventar cualquier historia. Y lo principal. Que hacían mis padres esa noche en el bosque, porque salieron a esas horas primero que nada y porque ir a un lugar que estaba prohibido y que ellos siempre demostraron temer.
Mi cabeza estaba trabajando a mil por hora, pero en vez de calmarme sólo me aceleraba aún más. No lograba encontrar ninguna sola respuesta a esos hechos.
Miré la luna a través de la ventana, esta iluminaba todo el verde lugar. Había luna llena en todo su esplendor. Siempre mirar la luna me calmaba y me ayudaba a reflexionar, pero ahora... sólo me hacía cuestionar más cosas.
Mis padres, que otros secretos más nos habrían ocultado. Habría algo tan grave que los llevara no sólo a ocultarnos la verdad a nosotros, si no que también a mis abuelos.
Que secretos más iba a descubrir estando aquí...