De la nada un montón de imágenes aparecieron en mi mente. Estaba con mis abuelos y hermano, además de mi tío, su esposa y su cuñado en el primer piso. Alex, acababa de contarnos que sufrió el cambio... y unos susurros aparecieron de la nada, pero no parecía que alguien hubiese dicho nada de los que estaban presentes. Luego todo se volvió negro...
Intenté decir algo pero las palabras no me salían. Tenía la garganta demasiado seca...
"Mera, cariño, estás bien..." Preguntó mi abuela al verme intentando emitir alguna palabra sin poder hacerlo.
"Iré a buscar el vaso." Dijo mi abuelo corriendo. Vaso... de que vaso estaría hablando.
"Nos tuviste preocupados." Dijo mi hermano aún con sorpresa en su mirada. Hice un gesto para expresarle mi duda de porque me observaban de ese modo.
"Recuerdas algo de lo sucedido cariño."
Asentí con la cabeza y la abuela suspiró. Luego miró a mi hermano y este volvió su mirada hacia mi.
"Bueno... has sufrido el cambio, pero tus ojos... Tienen ciertos tonos morados, casi como si hubiera una mezcla entre ambos, eso nos ha sorprendido. Pero sigues viéndote como siempre." Dijo mi hermano sonriendo. Mis ojos... Porque mis ojos cambiarían. Los de mi hermano seguían igual sólo que con un tono más intenso.
Mi abuelo llegó con un vaso plateado con tapa y una bombilla. Miré sorprendida pero él sólo se encogió de hombros y me lo entregó. Lo observé con duda pero apenas recibí el aroma del líquido mi garganta se apretó aún más y mi estómago parecía ansioso por probarlo. Al tomar un sorbo un montón de gustos y emociones me inundaron, era algo tan delicioso y a la vez tan placentero. El malestar en mi garganta comenzó a cesar tan pronto como iba tragando aquel líquido.
En pocos segundos me lo bebí todo y me sentía llena de vitalidad, energía y fuerza. Me sentía mucho más despierta que nunca.
"Qué era eso... Porque ahora sí puedo hablar, acaso es una medicina especial."
"Eso cariño... era sangre de animal." Dijo mi abuelo y al escucharlo sentí que mi estomago quería revolverse pero a pesar de sentir ese asco por escucharlo mi reacción era totalmente diferente. Había disfrutado beberlo, me sentía plena y extasiada
"Esa es nuestra dieta ahora, Mer. Será mejor que te acostumbres, porque no podremos ingerir otro alimento más que ese."
"Bueno, creo que podré con eso... "
"Cariño... " El tono de preocupación de mi abuela demostraba que algo sucedía. Ella iba a hablar pero justo fue interrumpida por golpes en la puerta en el primer piso. Un cosquilleo en mi espalda me sorprendió, demostrándome que eran personas sobrenaturales. Cómo lo supe no lo sabía pero quizás era una habilidad como vampira.
"Yo iré... haré tiempo, pero debes decirle rápido." Dijo el abuelo y eso no me agradó para nada.
"Qué sucede." Dije preocupada, algo había pasado durante mi insconsciencia.
"Cariño, tú... bueno, con la llegada de Víctor... el hermano de Karen, salieron a la luz algunas cosas... que no esperabamos sucediesen." Dijo la abuela y mi hermano se puso de pie, levemente molesto.
"Qué cosas salieron a la luz."
"Hay una leyenda antigua, de una mujer que era hija de la líder del bando de la luz de los brujos. La cual por una maldición impuesta, hizo trascender su legado, renaciendo su alma en otras especies para que no fuese encontrada por su... como decirlo, por quién la maldijo."
"No entiendo, eso que tiene que ver..."
"El alma de esa chica, ha vagado por muchos años. Renaciendo como humana, bruja, vampira, loba y hada. Siempre diferente, pero con un final fatídico. La última chica que nació no tuvo el mismo fin que sus predecesoras. Esta, dió a luz a una pequeña niña. Pero no era una niña cualquiera, era una niña híbrida... "
Una niña híbrida... que tenía que ver eso con nosotros, que me importaba a mi que esa chica hubiese nacido híbrida o no, no veía como podía afectarnos en algo.
"Abuela déjate de rodeos y dile luego." Dijo Alex con cierto tono extraño.
"Esa bebé híbrida, fue abandonada por su madre dejándola a su suerte con sólo horas de nacida. Pero por fortuna, una pareja la encontró, la acogió, la cuidó y crio como propia. Pero esa pareja acababa de tener un hijo hacía pocos días. Por lo que hicieron creer a todos, que esos niños eran gemelos." Al escuchar esa última frase sentí que mi mundo se venía abajo. Lo que comencé a sospechar conforme seguía hablando acababa de hacerse real con esa sola frase. "Ellos, buscaron a unos brujos, para saber el origen de la bebé. Cuando lo supieron decidieron que debían ocultar todo, sellaron el poder de la niña, y realizaron algunas modificaciones para que tuviera ciertos rasgos similares a ellos. Eran leves, pero fueron lo bastante certeros. El niño de la pareja había nacido débil pero al estar cerca de la pequeña parecía mejorar. Ella le estaba dando salud y fuerza. En eso, la pareja decidió que lo mejor era sellar a ambos. Cada cuatro años, irían a encontrarse con esos brujos para renovar el sello. Pero no lograron en la cuarta ocasión."
"Señora, disculpe la interrupción pero hemos venido para hablar con la chica." Dos hombres aparecieron de la nada. Parecían guerreros y al verlos me sentí molesta. Acababa de descubrir una nueva verdad y ahora venían esos tipos a imponer presencia. No sabía quienes eran pero no iba a permitir que me trataran como si fuese cualquier cosa.
"No soy la chica, soy Mera. Y si tienen algo que decir, lo dirán frente a mis abuelos y her... y mi hermano."
Los dos hombres se voltearon y se quedaron mirándome igual que lo hicieron Karen y Víctor. Pero estos se recompusieron muy rápido.
"No tomará demasiado tiempo, sólo queremos saber, cuánto sabes."
"No se nada, acabo de enterarme de todo, si hubieran dado más tiempo quizás sabría más."
"Entonces tienes pleno conocimiento de quien eres."
"Soy Mera Trikru. No necesito saber nada más."
"Usted, es única en su especie y por ser principalmente proveniente de..."
"Yo provengo de mi familia y mi familia está aquí. Si quieren algo, bien, vengan, pero de aquí nadie me va a sacar."
"Señorita, creo que usted no sabe lo que esto significa, que usted sea descendiente de Alira, la convierte en parte de la realeza de nuestra especie. Usted, para nuestra desgracia, fue concebida con alguien de otra especie, naciendo como una híbrida. Aunque se haya criado con... esta gente, su lugar es con nosotros." Dijo el guardia que parecía más viejo y mucho más fuerte.
"Ustedes no se llevarán a mi hermana a ningún lado." Dijo Alex interponiéndose entre los guardias y yo.
"Escucha chico, no queremos pelear, pero nuestras órdenes son..."
"Las ordenes han cambiado." Dijo una mujer entrando a la habitación. Era Karen, con una seriedad que no creí ver en ella.
"Tú no eres nadie para hablarlos, sucia..."
"Mera, se va a quedar en este lugar, con su familia, aprenderá las costumbres vampíricas y recibirá entrenamiento personalizado por esta especie. Además, se ha decidido que enviarán a algunas personas para que también la capaciten sobre su naturaleza de bruja, por lo que también recibirá entrenamiento brujo. Esas son las nuevas órdenes."
"No creeremos ninguna palabra de tu boca, tú que te has aliado con un vampiro, y además esperas..."
"Si no le creen a ella, entonces créanme a mi." Víctor apareció detrás de Karen, perfecto ahora teníamos un circo de especies diferentes y todos hablaban como si yo entendiera si quiera una sola palabra. Aunque claro, no era tan difícil adivinar, pero de todos modos habían muchas lagunas y dudas que se formaban conforme más hablaba Karen.
"Señor Víctor..." Los dos guardias se arrodillaron, no pensé que ellos tuvieran alguna especie de rango entre los brujos, al parecer eran de una familia influyente.
"Mera, va a quedarse aquí, tal como dijo mi hermana. Los altos mandos han decidido eso. No tienen nada más que hacer aquí."
Los guardias asintieron y se retiraron como si nada. Aún estaba molesta y tenía unas enormes ganas de ir y arrancarles la cabeza de un solo golpe.
"Que ha sido eso..." Preguntó mi abuelo.
"Víctor trabaja directamente con los altos mandos, además de que nuestra familia es reconocida en el mundo brujo por ser parte de casi los fundadores de la unión entre la luz y la oscuridad de la magia. Víctor convenció a los altos mandos de dejar a Mera aquí, les explicó todo y ellos aceptaron, con la condición de que debe ser entrenada también por brujos. Aún no sabemos a quien van a enviar pero les aseguro que eso es mucho mejor que nada."
Mi abuela corrió a abrazar a Karen y a Víctor, feliz de la noticia que acaban de dar. Pero a mi sólo me generaba cierta desconfianza. Yo no sabía nada... cómo podían llegar y decidir que sería entrenada, además de que traerían a gente desconocida.
Me sorprendía incluso haber reaccionado de un modo natural ante tanta noticia nueva en tan pocos días. Primero no era normal, segundo mis padres lo sabían... y por último ellos no eran realmente mi familia y estaba atada a una maldición por culpa de la mujer que me trajo al mundo. En vez de lograr encontrar respuestas sólo me encontraba con más dudas que antes. Quién era en realidad. Mi hermano después de haberme defendido decidió irse de la habitación sin siquiera decir una sola palabra. Quise ir tras él pero mi abuelo me detuvo.
Me estaba sintiendo sola y perdida y no podía decírselo a nadie. No tenía con quien conversar. No sabía ni siquiera como podía abrirme a hablar de lo que estaba sintiendo en estos momentos, aunque ni siquiera sabía con claridad que era lo que estaba sintiendo.
Todos seguían parloteando y conversando entre ellos, mientras que yo sólo me sentía perdida en mis pensamientos. Como podía asimilar tantas cosas en tan poco tiempo. Mis padres y su partida, mi hermano, mi linaje, mi especie... mi oscuridad...
"Mera... Mera estás oyéndome." Volví en mi misma cuando alguien me tomó del hombro.
"Que sucede." Pregunté cuando Jon, me miraba preocupado.
"Te estaba hablando, en verdad no has oído nada de lo que te dije."
"Perdón, estaba... que me decías."
"Prepárate, comenzaremos con el entrenamiento ahora."
"Entrenamiento... que entrenamiento, de que estás hablando..."
"De tu entrenamiento como vampira, en verdad creíste que lo que dijeron era sólo cuento. Debes fortalecerte y aprender, has perdido demasiado tiempo. Alex ya está esperándonos."
Las palabras de Jon, me parecían vacías y sin sentido, pero en sus ojos podía ver que no estaba mintiendo. En verdad íbamos a entrenar, por lo que él... iba a ser el que me entrenara como vampira... Eso en verdad no iba a ser fácil, Jon, no iba a tener ni una misera pizca de piedad.