Capítulo 4 Cambios

La mañana llegó y yo seguía sin poder dormir. Por lo que decidí ponerme en marcha y me fui a la ducha. Necesitaba tener energías y estar preparada para lo que sea que se venía en ese día.

La casa estaba silenciosa cuando entre a la ducha y seguía del mismo modo cuando salí de esta. Al entrar a la habitación me dispuse a vestirme. Mientras en mi mente seguían las mismas dudas de la noche anterior.

Bajé las escaleras y mis abuelos estaban en la cocina preparando las cosas para el desayuno. Les di una sonrisa y ellos me la devolvieron pero la tristeza en sus ojos era mucho más grande.

Los dejé un momento a solas y subí a ver a mi hermano, sólo para darme cuenta que no estaba en su habitación. La puerta del baño se encontraba abierta por lo que no estaba ahí.

Bajé corriendo las escaleras y recorrí la casa pero no lo encontré. Mis abuelos salieron preocupados de la cocina al verme corriendo por toda la casa.

"Mera que sucede."

"Dónde está Alex, no estaba en su habitación."

"Estoy aquí." Dijo un chico en la entrada de la casa, el cual no venía sólo, si no que venía acompañado de Jon y su esposa y otro chico más. El cual al verme, tuvo la misma reacción que Karen la noche anterior. Pero eso me era indiferente en esos momentos. Mi prioridad era mi hermano. Corrí hacia él y lo toqueteé completo para asegurarme que estuviese bien y que no tuviese temperatura.

"Hijo, cuando saliste...porque no nos avisaste."

"No quería despertarlos abuela. Mer, cálmate estoy bien. De hecho estoy mucho más que bien." Dijo él sonriendo.

"Quieres matarme de un susto."

"Hijo...tú... " La voz del abuelo me interrumpió y vi como miraba a mi hermano.

"Así es abuelo, he despertado el gen, el sello se rompió por la noche. Por eso he salido temprano a buscar a Jonatan. No sabía a quien recurrir.

"Cómo que..."

"Ahora soy vampiro Mer, ya no estaré más enfermo. De hecho me siento mucho mejor. No sabía que esto podía ser tan genial."

Miraba a mi hermano, el cual se veía demasiado bien y noté ciertas diferencias que con la preocupación no vi. Sus ojos color café chocolate ahora tenían una tonalidad más brillante y profunda. Su piel, se veía mucho más suave y casi no tenía color en sus mejillas. Su cabello castaño ahora tenía demasiado brillo y se veía bastante sedoso. Eran pequeños detalles que al ser mi hermano y siempre estar pendiente de él podía diferenciar ahora.

"Karen, como él pudo romper el sello... porque él sí y Mera no." Preguntó la abuela lo que a mi me dio poca preocupación porque no me importaba demasiado cambiar.

"El sello impuesto, se debilitó al fallecer los invocadores. Su padres lo invocaron por lo que al irse... el sello desaparece."

"Pero anoche dijiste..."

"Disculpen que interrumpa, pero soy hermano de Karen, Víctor. Karen, no está muy familiarizada con los sellos por eso es que ella dio una interpretación errónea."

"Entonces, cual es la interpretación correcta." Pregunté en tono desafiante, esa gente no me estaba agradando para nada.

"La verdad es que el sello se rompió apenas sus padres fallecieron, por ese motivo es que tu hermano ha despertado como un vampiro, mientras tanto tú... Bueno, eres menor que él por lo que comentó así que quizás tu cambio tarde un poco."

Me quedé mirándolos sin comprender nada de lo que decían. Yo sufrir el cambio más tarde... Recordé las palabras de mi abuela sobre el cambio de Lorena, sería que a mi también me suceda igual.

Sentía que había algo más en todo eso, sentía que algo me estaban ocultando y no quería que ellos se involucraran demasiado, aunque debía aceptar que mi hermano se veía mucho mejor que antes. Nunca llegué a pensar que él realmente se viera de ese modo. Parecía casi un sueño hecho realidad.

"La sangre llama... y El alma renace..." Unos susurros aparecieron de la nada y al mirar a mi alrededor nadie parecía haberme dicho algo. No se veía nada extraño... Podría ser que entonces lo imaginé... "El alma reclama su lugar... la sangre invoca..." Nuevamente los susurros aparecieron.

Eso no estaba siendo algo normal, las sombras y la oscuridad seguían afuera, nadie ahí estaba hablando pero entonces de dónde...