Legado de sangre
img img Legado de sangre img Capítulo 7 La Chica
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Capítulo 11 La Noticia img
Capítulo 12 Lluvia img
Capítulo 13 Visita img
Capítulo 14 La comida img
Capítulo 15 Sentimientos img
Capítulo 16 El Soberano img
Capítulo 17 Historia img
Capítulo 18 Encuentro img
Capítulo 19 La Marca img
Capítulo 20 Resúmen img
Capítulo 21 Luz de Esperanza img
Capítulo 22 Sucesos img
Capítulo 23 Familia img
Capítulo 24 La boda img
Capítulo 25 Celebración img
Capítulo 26 Molestia img
Capítulo 27 Ebriedad img
Capítulo 28 Sin Recuerdos img
Capítulo 29 Ayuda img
Capítulo 30 Hermanos img
Capítulo 31 Sorpresa img
Capítulo 32 Sólo me importas tú img
Capítulo 33 Furia img
Capítulo 34 La verdad img
Capítulo 35 Tu Final img
Capítulo 36 Erick img
Capítulo 37 Lily img
Capítulo 38 Memorias img
Capítulo 39 Pertenecer img
Capítulo 40 Viva img
Capítulo 41 Actos img
Capítulo 42 Mera img
Capítulo 43 La perdí img
Capítulo 44 El mensaje img
Capítulo 45 Momentos img
Capítulo 46 Nuestra img
Capítulo 47 Vivos img
Capítulo 48 Partida img
Capítulo 49 Un nuevo comienzo img
Capítulo 50 Entrega img
Capítulo 51 Ellos img
Capítulo 52 Regreso img
Capítulo 53 Celos img
Capítulo 54 Calma img
Capítulo 55 Ver img
Capítulo 56 No se puede img
Capítulo 57 Sueños. img
Capítulo 58 Confusión img
Capítulo 59 Llegada img
Capítulo 60 Conflicto img
Capítulo 61 Decisión img
Capítulo 62 Error img
Capítulo 63 Culpa img
Capítulo 64 Verdad img
Capítulo 65 Extraña img
Capítulo 66 Perder img
Capítulo 67 Unidos img
Capítulo 68 Final img
Capítulo 69 Despertar. img
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Capítulo 7 La Chica

La chica que acababa de conocer, me recordó mucho a su madre. En realidad es muy parecida a ella. Aunque sólo eran parecidas físicamente ya que en su personalidad diferían demasiado. Nunca pensé que en realidad esa chica estuviese viva. Pensé que había muerto junto con Alira. Aunque nunca se encontró el cuerpo de ninguna de las dos.

Si la chica estaba con vida, podría ser que Alira también lo estuviese...

"Estás pensando en la chica verdad."

Miré a mi hermano, el cual llegó pocos segundos después de mi. Lo miré y desvié la mirada con desagrado. Escuché como se reía y dejaba sus cosas encima.

"Me pareció bastante agradable a decir verdad. Nunca pensé que la hija de Alira siguiese con vida y mucho menos que en verdad fuese híbrida. Tiene carácter, creo que sufrirás bastante con ella."

Le lancé un cojín que tenía a mano para que se callara.

"Hermano, sé que esto es difícil para ti. Pero ella no tiene la culpa, te pido que por favor no seas tan duro con ella. Ni con ninguno de los que componen su familia. Sé lo duro que ha sido para ti perder a Elena. Pero hacerles daño, no te llevará a ningún lado, no va a devolver a Elena a la vida."

"Crees que sacando a la luz el nombre de Elena me calmaré un poco y me volveré más dócil." Dije finalmente hablando.

"No, es decir..."

"Renato, tú mejor que nadie sabe porque la muerte de Elena se llevó a cabo. Y fue porque ayudamos a Alira a escapar. Si no la hubiésemos ayudado, Elena seguiría con vida."

"Lo sé, y cargo con ese remordimiento todos los días. Pero no me parece justo que te inventaras una reputación y le hiciéramos creer a Karen toda esa historia del odio hacia los vampiros sólo para..."

"Lo hicimos para protegerla. No lo olvides Renato. Además, no es tan mentira que me desagradan los vampiros. Después de todo por ayudarlos fue que ella murió... y Alira también pagó el precio. Pero no implica que tenga que tratar con dedos de seda a la chica para su entrenamiento."

"Le vas a decir a Víctor la verdad del porque estamos aquí." Dijo mi hermano sin siquiera mirarme. El motivo por el cual estabamos en ese lugar, no era sólo para entrenar a la chica. Teníamos otro motivo más para encontrarnos en ese lugar...

"Karen debe seguir creyendo la historia." Dije ignorando sus palabras.

"Ya lo sé. Es increíble como esa niña creció tanto al punto de ahora estar embarazada. Aún recuerdo cuando era sólo una pequeña que apenas sabía ponerse de pie."

"No te pongas sentimental y no hables tan alto, recuerda que aquí para todos Karen es nuestra hermana mayor."

"Lo sé... y en cierto modo, yo soy mayor que tú, no se porqué me das tantas órdenes. En verdad me molesta que me trates como un idiota. Me tiene aburrido esta farsa."

"De que farsa están hablando." La voz de Víctor nos hizo ponernos alerta y a la defensiva. Ni siquiera habíamos sentido su presencia lo que significaba que la había ocultado para tomarnos desprevenidos.

"Ahora, te ocultas para espiarnos." Dije con tono sarcástico.

"Sé que algo traman desde que escuché la historia de Karen. Y no me quedaré de brazos cruzados, me dirán todo ahora, porque no me estoy jugando el pellejo controlando a los altos mandos para que la chica se quede aquí."

Las palabras de Víctor me tomaron por sorpresa, él estaba controlando a los altos mandos... Entonces el Soberano, también tenía a Víctor en sus garras para el trabajo. Debí de haberlo supuesto desde un principio, como podría ser tanta coincidencia de que los tres estuviésemos en el mismo lugar. Sonreí de manera amarga al darme cuenta de la verdad.

"Entonces tú también estás dentro... " Dije en apenas un susurro. Este nos miró y con desconfianza asintió.

"He visto como te has estado autodestruyendo por 16 años, no podía quedarme sin hacer nada existiendo una mísera pequeña oportunidad de que todo salga bien para ti."

"Entonces todos estamos en el mismo barco y con el mismo objetivo..." Dijo Renato sin mirarnos. Pero era obvio que así era.

"Supe que citaste a la chica al claro a las seis de la mañana, acaso le dijiste cuál es el claro."

"Vamos es el único en este lugar, ella vive aquí, debe conocerlo bien." Dije mientras me sentaba en el sillón.

"Erick acaso sabes algo de esta chica. O sólo aceptaste la misión por el beneficio que te daría." Preguntó Víctor y fue en ese momento que me di cuenta que en realidad no sabía nada de ella.

"La chica, fue sellada por sus padres adoptivos. La hicieron pasar por propia y que era gemela del hijo de la pareja. Solicitaron ayuda para que sus rasgos fuesen similares a los de ellos para que no se notara demasiado, como son gemelos, es normal que no sean idénticos por lo que no importaba nada más. Nadie sabía la verdad hasta el día que me enviaron aquí y fue cuando develé todo."

"Estás diciendo que ella nunca supo su orígen hasta ahora." Preguntó Renato sorprendido.

"No sólo eso, sus padres la trataban de loca y de mentirosa cuando ella decía lo que veía. Cada cuatro años sellaban su ser, lo ocultaron de todos, incluso de sus padres. Su hermano era débil de salud y al ver que ella siendo sólo una bebé lo sanaba y despertaba su esencia de vampiro a temprana edad los sellaron a ambos. Los padres... murieron hace un mes, por eso ellos están aquí. Por eso, se ha descubierto quién es en realidad ella. Pero lo que no saben... es que el accidente en que sus padres murieron no fue un simple accidente, fue algo previsto con anterioridad."

"De qué estás hablando." Dije al hacerme una idea de lo que en realidad estaba pasando.

"Mandaron a matar a sus padres, lo hicieron parecer un accidente en un bosque. Pero porque ir a un bosque, donde tenían prohibido entrar a sus hijos y donde nunca ponían un pie. Porque después de su muerte... la chica es enviada con sus abuelos, y es reconocida como la hija de Alira y se solicita entrenamiento para ella. Hay que ser muy idiota para creer que todo fue una simple y vana casualidad."

Las palabras de Víctor me hacían trabajar mentalmente armando un panorama. El Soberano siempre supo de la chica y espero hasta el momento apropiado para hacerla aparecer. Hizo que alguien asesinara a sus padres... ella vendría aquí donde despertaría su poder de vampira. Pero también donde ella se haría conocida como la hija de Alira. Repetía las palabras de Víctor en mi cabeza. Eso no era una simple casualidad tal como él insinuaba. Cómo tampoco era una casualidad que la misión llegara a mi y se me ofreciera esa recompensa. El Soberano lo tenía todo planeado para que así se dieran las cosas... pero porqué ofrecerme lo que más deseaba sólo por buena voluntad y cumplir con la misión que él mismo originó.

Una misión que se creó gracias a que movió sus hilos y todo logró coincidir. Debí haberme dado cuenta con anterioridad. Por el simple deseo de obtener eso, me cegué y accedí a todos sus planes, amarrándome a él. Entregándole fidelidad cuando siempre estuvimos del bando contrario.

Golpeé la mesa con tanta fuerza que la terminé rompiendo pero no me importaba, ahora que había comprendido lo que en realidad pasó me sentía un idiota por completo.

"Qué harás ahora que sabes la verdad. Le hemos dado la espalda a nuestro origen caímos en su juego y ahora le debemos todo."

Las palabras de Víctor me parecían muy lejanas. Deseaba revelarme e ir en su contra pero eso no me llevaría a nada. No podría lograr cumplir mi deseo...

"Seguiremos con el plan. Vamos a continuar, entrenaré a la chica tal como lo pidió, hasta que me de una nueva orden. Tú mantente haciendo lo que haces. Ya pensaremos después que haremos con ella y con sus palabras."

"Si lo que Víctor dice es verdad, Erick... crees que realmente cumpla con lo prometido."

Renato me dio en un punto sensible. Si todo fue planeado para su bien, probablemente nunca cumpla con lo que me prometió. Pero ahora tampoco podía echarme para atrás.

"No importa si cumple o no... haré mi parte y ustedes la suya. Víctor, avísale a Karen la ubicación del claro. Si esa chica no es de aquí no sabrá llegar. Y no quiero estar perdiendo tiempo. No le vendría mal un poco de ayuda." Dije sonriendo al pensar en como ella me había desafiado y como se había molestado al llamarla princesita.

Técnicamente era su cargo. Ella pasaba a ser princesa de nuestro linaje por ser hija de Alira, la cual era hija de la líder bruja del bando de la luz... y del líder del bando de la oscuridad.

Ya veríamos como sería tratar más de cerca con esa Chica. No sabía lo que en verdad le esperaba. Si ella creía que el entrenamiento con un vampiro era pesado. El de los brujos lo era aún más.

Comenzaría a entrenar conmigo sólo para molestarla un momento y después la enviaría con Renato para que conozca la otra parte del entrenamiento. Eso iba a ser divertido.

Si Alira estuviese con vida, se molestaría conmigo por molestar a su hija, pero el corto genio de la chica, hacía todo eso mucho más divertido.

            
            

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