/0/5649/coverbig.jpg?v=521da294d9b30e104248b9553e804b82)
Soy curiosa por naturaleza, es por ello que no pude quedarme callada y mi boca lo cuestionó sobre el final de aquella extraña pero cautivadora historia.
-¿Por qué?
-No lo sé - sus ojos recorrieron mi cara y se detuvieron en mi boca.
-Miente - lo acuso sin saber el por qué.
-Lo hago.
Sonríe, y esa sonrisa que muestra un par de hoyuelos es el detonante de mi autocontrol.
Me le voy encima como gata en celo besándolo con fiereza y él me corresponde de la misma manera. Sabe a vodka y tabaco.
Sus manos me toman de la cintura para levantarme logrando que mis piernas queden rodeando su cadera, rápidamente sus manos van a mi trasero magreando con fuerza, a tal punto de maltratarlo.
Y como me encanta eso.
Muerdo su labio con fuerza al tiempo que él mete sus manos bajo mi vestido y me toquetea. Siento como me aprisiona contra el cristal y jalo su cabello para separarme un momento a tomar aire.
-¿Eres mayor de edad? -pregunta agitado sobre mis labios.
Su acento me dice que es ruso.
-¿Importa? Porque ya me besaste - contesto moviéndome un poco contra él, tensándolo.
Su bulto me indica que está ansioso. Muerdo mi labio cuando me agarra el rostro con firmeza pero sin lastimarme, el metal frío en su dedo me hace observar de manera rápida su mano.
Anillo en el dedo anular pero no de matrimonio. Perfecto.
-Lo soy - contesto para no alargar más la situación.
Esta vez es él quien se va sobre mi comiéndome la boca, mis manos desabrochan su camisa con rapidez y sus dedos jalan de mi tanga logrando que se presione contra mi raja arrancándome un jadeo, saco su camisa y mis ojos se deleitan con lo que observan.
Un torso definido y tatuado hasta un costado del cuello, cumplo mi fantasía previa y paso la lengua sobre el tatuaje que sobresale de aquella zona, sus manos se aprietan en mi carne y comienzo a salivar sobre su cuello por lo suave y fuerte que se siente.
Vuelvo al piso y lo empujo logrando que choque con uno el sofá que hay detrás de él y se siente, Beyoncé sigue sonando y que me mire como si él fuera un animal y yo el primer pedazo de carne que ve en mucho tiempo logra empaparme más. Toco su torso presionando con mis uñas pero sin lastimar hasta llegar al cinturón, lo miro y sus ojos que antes parecían el cielo ahora parecen un océano en medio de una tormenta.
Él saca mi mano y tira del cinto de forma rápida y con agilidad, sorprendiéndome cuando me toma de la cintura y me pone sobre él volviendo a atacarme la boca. Me muevo sobre él presionando su bulto con mi entrepierna sin delicadeza y lo escucho soltar un gemido.
El sexo rudo me gusta, y me excita saber que no es de los hombres que piden algo suave.
Me toma del cabello con fuerza y me hecha hacia atrás para atacar mi boca mientras sigo moviéndome, estoy lo suficiente húmeda y él demasiado duro. Suelto un gemido cuando lo siento encajar sus dientes en mi cuello y luego pasar su caliente lengua por el mismo sitio.
Me suelta y toma las tiras de mi vestido bajándolo y dejando mis pechos al descubierto
-Blin kak krasivo - susurra antes de llevar uno de mis pechos a su boca y estimular el otro con su mano.
Su lengua provoca cortocircuito en mi cerebro y dejo de pensar para comenzar a gemir.
-Merde - jadeo cuando lo siento morder y jalar la punta de mi pezón enviando escalofríos a todo mi cuerpo.
Una de mis manos jala su cabello y la otra se pierde entre la ropa buscando el botón de su pantalón y la bragueta, cuando la encuentro él pasa a mi otro pecho y repite la acción volviéndome loca. Lo tomo de la nuca y lo aparto de mis pechos para volver a llevarlo a mi boca mientras tiro de su pantalón, él capta la indirecta sin dejar de besarme y se alza un poco llevando las últimas dos prendas que estorbaban hasta sus tobillos.
Me separo para levantar los brazos a la vez que él saca mi vestido con lentitud volviéndome la piel de gallina cuando siento sus dedos rozar mi intimidad.
-Creo que esto me encanta - me dice con la voz ronca pasando su dedo índice por mi tanga.
-Tal vez te la regale, para el recuerdo más que nada porque no valen mucho - Enarca una perfecta ceja repitiendo el gesto con su dedo - En caso de que quieras venderlas - le digo y bajo la vista a lo que me interesa.
Madre santa, si fuera cobarde saldría corriendo.
Un falo enorme y grueso me espera sobre su abdomen, mi boca saliva al ver el camino de venas que posee y mi entrepierna muestra mis jugos por los bordes de mi tanga.
-¿Ansiosa? - pregunta metiendo un dedo en mi ropa interior y tocando mi humedad.
Un gemido abandona mi garganta cuando pasa su anillo por mis jugos y lo presiona en mi clítoris con fuerza.
-Bastante la verdad - contesto repartiendo besos por su pecho y cuello.
Estira su mano hasta sus tobillos buscando algo en su pantalón mientras me besa y con su otra mano toca mi espalda. Me entrega un preservativo, el cual rasgo con los dientes y lo coloco de forma rápida lista para una sesión de sexo.
-¿Listo? -pregunto a centímetros de sus labios, levantándome un poco luego de apartar mi tanga y tomando su miembro en mi mano.
Sinceramente si tiene unos cuantos centímetros más a comparación con el miembro más grande que he introducido a mi estrecho cuerpo.
-¿Para que la criatura más preciosa que vi nunca me monte? - pregunta mirándome fijamente y con las pupilas dilatadas - más listo que nunca.
Sonreí como nunca en la vida lo hice antes de darle inicio a la acción.