De Amor Nadie Se Muere
img img De Amor Nadie Se Muere img Capítulo 3 ¿Quieres venir conmigo a casa
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Capítulo 16 Eso no significaba que ella no tuviera ni idea img
Capítulo 17 Me estás haciendo esto a propósito, ¿verdad img
Capítulo 18 No es asunto tuyo img
Capítulo 19 Lo que ella se había imaginado era cierto img
Capítulo 20 Déjala beber img
Capítulo 21 Un matrimonio de palabra img
Capítulo 22 Déjalo y vuelve conmigo img
Capítulo 23 Es mi esposa img
Capítulo 24 Se pasó de la raya img
Capítulo 25 Tú eres diferente img
Capítulo 26 Adivina a quién me encontré img
Capítulo 27 Ella parece estar buscándote img
Capítulo 28 Cambio de opinión img
Capítulo 29 Superando límites img
Capítulo 30 Malas intenciones img
Capítulo 31 Deja que te pongan los cuernos img
Capítulo 32 ¿Ahora tratas de deshacerte de mí img
Capítulo 33 Sin sentir desafío alguno img
Capítulo 34 Ser una buena esposa img
Capítulo 35 Ella fue enviada por Dios para torturarlo img
Capítulo 36 Ella no es nadie ahora img
Capítulo 37 Siempre una gran sorpresa img
Capítulo 38 Cumple tu deber como mi esposa img
Capítulo 39 ¡Sí, me arrepiento! img
Capítulo 40 Humillándose a sí mismo img
Capítulo 41 Conociendo a pervertidos img
Capítulo 42 La desdicha img
Capítulo 43 Bailemos juntos img
Capítulo 44 ¿Quién soy yo para ti img
Capítulo 45 No nos divorciaremos img
Capítulo 46 Es momento de regresar a casa img
Capítulo 47 Esta es la verdad img
Capítulo 48 Actúa conmigo img
Capítulo 49 Un beso forzado img
Capítulo 50 ¿Es esto una coincidencia img
Capítulo 51 Ira img
Capítulo 52 Sigo esperándola img
Capítulo 53 El secuestro img
Capítulo 54 Tengo un plan para escapar img
Capítulo 55 Revelaciones img
Capítulo 56 Estarás más segura conmigo img
Capítulo 57 Muchos más inconvenientes img
Capítulo 58 ¿Qué es lo más importante img
Capítulo 59 Ese hombre sabe fingir img
Capítulo 60 Mujer ingrata img
Capítulo 61 El odio es correspondido img
Capítulo 62 ¿Verdaderos sentimientos img
Capítulo 63 Su ángel guardián img
Capítulo 64 Insignificante img
Capítulo 65 Aprovechándose de ella img
Capítulo 66 Aguantando img
Capítulo 67 Debería haber terminado hace mucho tiempo img
Capítulo 68 Muchas cosas pasan por su mente img
Capítulo 69 Malentendido img
Capítulo 70 Hay que tomar decisiones img
Capítulo 71 Celoso que salen del corazón img
Capítulo 72 No te metas con las mujeres img
Capítulo 73 Actos innecesarios img
Capítulo 74 Ella alberga un deseo ardiente img
Capítulo 75 Traición img
Capítulo 76 Casémonos img
Capítulo 77 Hora de regresar img
Capítulo 78 ¿Te hubieras casado conmigo img
Capítulo 79 La separación img
Capítulo 80 Una mujer sensata img
Capítulo 81 Amor perdido img
Capítulo 82 El objetivo img
Capítulo 83 No odiar img
Capítulo 84 Una noche img
Capítulo 85 Ella no podía tener tan mala suerte img
Capítulo 86 Una boda arruinada img
Capítulo 87 Accidente img
Capítulo 88 El aborto espontáneo img
Capítulo 89 El dinero puede resolver cualquier cosa img
Capítulo 90 Confrontación directa img
Capítulo 91 Un hombre engreído img
Capítulo 92 un beso apasionado img
Capítulo 93 Fue un embarazo accidental img
Capítulo 94 Buena pero irónica noticia img
Capítulo 95 Mujer coqueta img
Capítulo 96 Acuerdo de divorcio img
Capítulo 97 Advertencia severa img
Capítulo 98 Una llamada telefónica img
Capítulo 99 Secuestro inesperado img
Capítulo 100 Empujándola img
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Capítulo 3 ¿Quieres venir conmigo a casa

Aria observó la mano que agarraba su muñeca y luego se volvió hacia Reid. "¿Qué estás haciendo?", preguntó ella.

"¿Quieres decir que te culpé a propósito?". En la cara del joven se dibujó una media sonrisa.

"Tu forma de interpretar mis palabras depende de ti. Bueno, ya no te molesto más, tengo que irme ahora. Gracias por salvarme la vida, Sr. Reid". La joven apretó los dientes y acentuó aposta las palabras "salvarme la vida".

Una sonrisa se dibujó en el rostro del chico cuando se dio la vuelta. Esta muchacha era más interesante de lo que pensaba.

"Ya que nos hemos encontrado de esta forma, ¿qué tal si hago de chico bueno y te llevo a casa?". Dicho esto se acercó a ella y la arrastró hasta su coche.

Como sabía que era inútil resistirse, Aria se dejó llevar.

Pero, en el fondo, la verdad es que no quería volver a casa; todo porque que su padre, Milton, tenía de invitada a una mujer que no quería ver más.

"No quiero ir a casa", dijo Aria al rato con placidez.

"Entonces, ¿quieres venir conmigo a casa? Creo que no es conveniente ya que mi abuelo todavía está furioso por el escándalo que provocamos", respondió el joven con serenidad mientras conducía.

Ella lo miró de reojo y comentó: "No te molestes. Déjame en cualquier hotel".

El joven simplemente continuó manejando. "Ya es tarde. ¿Por qué no te vas a casa? ¿De verdad te vas a quedar en un hotel? ¿O vas a dormir con otro hombre esta noche?".

"No tengo que dar explicaciones a gente como tú". La chica giró la cabeza y miró por la ventana.

Un rato después, el auto se detuvo en la puerta del mejor hotel de Ciudad B.

Después de dar las gracias, Aria se bajó del vehículo con premura y se dirigió directamente a la recepción. Fue ahí cuando cayó en la cuenta de que había dejado su bolso en el auto.

Cuando iba a darse la vuelta, alguien colocó su bolso sobre el mostrador. Era Reid, quien se inclinó y le susurró al oído: "Si tanto quieres que esté contigo, solo tenías que habérmelo dicho en lugar de dejar tu bolso en mi auto. Este truco es un poco viejo, ¿no crees?".

Aria había planeado salir para distraerse un poco, pero tras conocer a este chico, su humor había empeorado aún más.

Sacó la identificación del bolso y se la entregó a la recepcionista. "Por favor, una habitación".

"Lo siento, señorita Yan. No tenemos habitaciones disponibles en este momento", se disculpó la recepcionista mientras le devolvía la identificación.

Aria suspiró y guardó la cédula de identidad en su bolso. De repente, Reid la agarró de la mano y espetó: "¡Vamos!".

"¿A dónde?". Cuando quiso protestar, ya había sido arrastrado al ascensor.

Sin responder su pregunta, el joven apretó un botón y llegaron hasta el último piso del hotel.

"¡Espera!". De pie en la puerta del ascensor, la chica inquirió: "Reid Qin, ¿qué demonios estás haciendo?".

"No te preocupes. No te haré nada. Pero si te vuelves a lanzar sobre mí, no responderé de mis actos. Después de todo, soy un hombre, ¿no es cierto?". El chico guio el camino y se detuvo frente a la puerta de una habitación. Abrió la puerta con una tarjeta magnética que sacó de su billetera.

La chica sabía que lo correcto era rechazar los planes del chico, pero por alguna razón no lo hizo.

"Tengo esta habitación reservada para una estancia larga. Te la dejaré prestada por esta noche y no tienes que agradecerme", dijo el joven mientras se apoyaba en el marco de la puerta.

"¿De verdad eres de ese tipo de hombre?", preguntó la chica, levantando la guardia.

"Pero si lo deseas, tampoco me molestaría quedarme aquí contigo". Cuando estaba a punto de entrar, ella se apresuró en pasar, cerró la puerta de golpe y pasó el pestillo.

Sorprendido, el joven se rascó la mejilla por unos segundos. Luego se dio la vuelta y se marchó.

Se preguntaba si de alguna manera este detalle valdría la pena.

            
            

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