Capítulo 6 ¿Estará dispuesto a aceptar un matrimonio así

Con un suspiro silencioso, Lennon miró fijamente a Aria y se dio cuenta de que había algunas cosas en la vida que ella tenía que enfrentarse por su cuenta. Él sabía que aunque le dolía verla sufrir, tenía que dejarla valerse por sí misma.

"Aria, ¿en esta ocasión volviste preparada?".

La respuesta de Aria fue un simple asentimiento y agregó: "Abuelo, sé lo que debo hacer. Me encargaré de que vuelvas a la Mansión Yan tarde o temprano".

"No tengo ninguna duda al respecto, pero deseo que alguien te ayude y te apoye entre tanto". El anciano tenía un as bajo la manga.

"¿Qué estás tratando de decir?". Aria frunció el ceño porque la duda le invadió.

"Ya hablé con Roland Qin y acordamos que Reid y tú van a casarse". El anciano pronunció con mesura y cuidado cada palabra, pero cada una de ellas era una daga ardiente en el corazón de la chica.

"¡No! ¡De ninguna manera me voy a casar con ese hombre!". Al vuelo, la joven se negó a casarse con Reid.

"Aria, sabes que estoy haciendo esto por tu propio bien. Además, toda la ciudad sabe ya sobre tu relación con él y creo que es un buen momento para que ustedes se casen". El anciano lo había estado planeando todo, pero no había encontrado el momento ideal para llevarlo a cabo. Después del regreso de su nieta, no esperaba ver su nombre en las portadas tan rápido.

"Abuelo, recuerda que soy tu nieta. ¿No sabes qué tipo de persona es Reid?". De solo decir su nombre, la joven comenzó a sentirse mal del estómago.

El abuelo miró a la chica con cariño y comentó: "Aria, he conocido a mucha gente en mi vida y estoy convencido de que Reid es mejor pretendiente para ti que Dominic. Además, rompiste con Dominic, ¿no? Por favor, hazme caso esta vez".

La chica se despidió del abuelo y salió del sanatorio. Devastada por los espantosos pensamientos de tener que casarse con Reid, sus ojos quedaron sin brillo y su mente estaba en blanco. Cuando regresó a la ciudad, ya sabía que el Grupo Yan se estaba yendo a pique. Por eso su abuelo estaba procurando lo mejor para su nieta porque de hacerse cargo del Grupo Yan en este momento, todavía iba a estar sola e indefensa. Claramente, necesitaba a una persona que le diera apoyo.

Pero, ¿acaso este hombre iba a estar dispuesto a aceptar un matrimonio así?

Reid fue llevado a la fuerza a la Mansión Qin por los hombres de su abuelo.

"Abuelo, ¿qué ocurre?". El joven miró por un momento a los cinco hombres fornidos que estaban a su lado, luego observó a su abuelo y notó que este tenía un asunto pendiente con él.

"¿Qué crees que estoy haciendo? ¿De verdad creíste que podrías provocar tal alboroto y salirte con la tuya?". Su abuelo esperaba una explicación por parte de su nieto, pero el joven no le atendía las llamadas y durante varios días se mantuvo escondido. Sin otra opción, el anciano tuvo que enviar a sus hombres para "invitarlo" a regresar.

Con las piernas cruzadas, el joven se recostó sobre el sofá y expuso con serenidad: "Abuelo, si querías verme, solo tenías que llamarme. No tenías que enviar a tus matones a por mí".

"Bueno, como no me contestabas las llamadas, no tuve otra porque tenía que darte una buena noticia en persona". El anciano sentía regocijo ante la idea tener un vínculo con la familia Yan a través del matrimonio.

La sonrisa en el rostro de su abuelo hizo que el joven tuviera un mal presentimiento.

"Abuelo, estoy un poco cansado. Voy a subir. Mejor disfruta tú de esa buena noticia", Reid intentó huir antes de que las cosas se pusieran peor.

"¡Quieto ahí!". Tan pronto como el anciano abrió la boca, los guardaespaldas corrieron para detener al joven.

"Reid, quiero que te quedes en casa los próximos días a fin de que te prepares para tu boda".

"¿Mi boda? Abuelo, ¿estás bromeando? Ni siquiera tengo novia. ¿Con quién me voy a casar?". El joven negó con la cabeza con total incredulidad, pensando que su abuelo solo le estaba gastando una broma.

Roland se puso serio y contestó: "No bromearía sobre algo así. Soy muy consciente de que te ves con varias fulanas, pero ninguna de ellas es apta para ser tu esposa, así que decidí ayudarte con tu matrimonio. Asimismo, es hora de que crezcas, y seas responsable de tu familia y de la empresa".

"Abuelo, no puedes romper tu promesa. ¿No dijiste que no tendría que trabajar en la empresa? Además estoy muy ocupado". Reid parecía más preocupado por tener que volver a la empresa familiar que por saber con quién tenía que casarse. La cuestión era que no quería ni casarse ni volver a la empresa.

"¿Con qué estás tan ocupado? ¿Acaso saliendo con tus amigas a diario? No quiero escuchar una palabra más sobre esto. Está decidido. Según tengo entendido, todavía estoy a cargo de esta familia". Se puso de pie cuando terminó de hablar y regresó a su habitación.

El joven quiso decir algo más, pero se tuvo que tragar sus palabras.