Capítulo 7 No seré cortés con ella

A Reid le informaron que ese día iba a conocer a su futura esposa, la nieta de Lennon Yan, y, como su abuelo había enviado a alguien para vigilarlo hasta el lugar designado, sabía que era inútil oponer resistencia.

Pero en el fondo, también tenía curiosidad por averiguar quién era la señorita Yan; debía de ser alguien especial para que Roland tomara esa decisión.

Reid había vivido sin restricciones durante años, así que no tenía idea de cómo lidiar con la noticia de su matrimonio arreglado.

Mientras tanto, Aria había manejado su auto hasta el complejo vacacional en las afueras de la ciudad. El lugar, que era propiedad del Grupo Qin, llevaba menos de un año abierto al público, pero esta era la primera vez que ella visitaba este complejo donde a menudo se reunían muchos jóvenes ricos.

Cuando llegó, le sorprendió gratamente ver el buen ambiente en el lugar y la gran cantidad de aire fresco que había.

"Señorita Yan, el señor Qin me pidió que la cuidara mientras estuviera aquí. Por aquí, por favor", el gerente del resort la saludó con una sonrisa en cuanto la vio.

Sonriendo ligeramente en respuesta, Aria asintió y respondió: "Muchas gracias".

Luego la llevaron a una lujosa villa con un césped bien cuidado, y ahí fue donde esperó a Reid.

Minutos más tarde, el hombre apareció.

"Es un gran lugar, ¿no crees? ¡Pensar que el abuelo eligió aquí para conocer a la señorita Yan! ¿Acaso quería que nos acostemos apenas vernos?". Comentó mirando hacia Harvey Hong, el mayordomo de confianza de Roland.

"¡Debe estar bromeando, señor Reid!", Harvey no pudo evitar reírse ante sus palabras tan ridículas.

Entre los tres jóvenes amos de la familia Qin, Reid era el único que tenía el sentido del humor para decir algo así.

"¡No es broma! Vuelve y dile al abuelo que haré todo lo posible para pasar un buen rato con la señorita Yan; no seré cortés con ella, tal como él lo desea", dijo el chico con la mordida apretada.

"No debería molestar a la señorita Yan, pues no sabré cómo explicárselo a su abuelo", dijo Harvey.

"El abuelo me pidió que viniera y aquí estoy. Ya puedes volver a la mansión y dejarme en paz, Harvey. ¿O es que quieres quedarte para observar nuestra cita?". Al mirar la lujosa villa frente a él, Reid pensó que su abuelo había sido extremadamente generoso esta vez.

"Ya sabes como soy; no me gusta ser cortés con las mujeres. Es probable que haga algo con lo que no te sentirás cómodo". Después de esta advertencia, entró directamente a la villa sin molestarse en esperar la respuesta del mayordomo.

El sonido de la puerta abriéndose detrás de ella tomó a Aria por sorpresa, y de inmediato se dio la vuelta para ver a Reid entrar. A pesar de que ella conocía la identidad de su futura pareja, no se podía decir lo mismo de él, a juzgar por la expresión de sorpresa en su rostro.

"¿Qué estás haciendo aquí?", preguntó Reid.

"Tenemos una cita". Frente a este hombre de nuevo, Aria se sintió un poco nerviosa; sin embargo, se convenció a sí misma de que no era momento para retirarse.

"¡Oh, claro! Tu nombre completo es Aria Yan; simplemente no me di cuenta de que eres la nieta del Sr. Lennon Yan". No fue sino hasta entonces que Reid entendió todo.

Al parecer, todo lo que había sucedido entre él y Aria desde el principio no había sido una coincidencia, sino una trampa meticulosamente diseñada.

"Nunca dije que no lo fuera", respondió ella. Mordiéndose los labios, pensó: 'Tal vez no me conocen porque llevo varios años viviendo en el extranjero. Supongo que ni siquiera Dominic lo sabe'.

"¿Tantas ganas tienes de casarte conmigo?". Reid dio un paso adelante, acercándose más a ella.

"¿Qué quieres decir?". Intimidada, la chica inconscientemente dio un pequeño paso hacia atrás.

"Tenías planeado todo lo que había sucedido en el hotel HJ, ¿verdad? Te metiste en mi cama y luego le pediste a algunos periodistas que tomaran fotos para que salieran en el periódico y toda la ciudad se enterara, ¿cierto?". Él no pudo evitar pensar esto; podría haber bebido mucho esa noche, pero recordaba claramente que fue Aria quien tomó la iniciativa de abrazarlo. Nunca olvidaría su entusiasmo en esa noche.

Pero para Aria estaba muy claro que ella también había sido víctima de ese incidente. Cayó en la trampa de Vicky, y no supo qué había sucedido hasta que por lo mañana se dio cuenta de que había perdido su virginidad.

"Si te digo que no, ¿me creerías?", fue todo lo que pudo decir. Llegar a pasar la noche con Reid era una trampa tendida para ella, y parecía que él también había sido engañado en esa situación.