Selección Antinatural
img img Selección Antinatural img Capítulo 10 Megalomanía
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Capítulo 11 Lucha interior img
Capítulo 12 Recuerdos extintos img
Capítulo 13 Emociones eclipsadas img
Capítulo 14 Viaje a la verdad img
Capítulo 15 Recuerdos de Lucy img
Capítulo 16 Revelación img
Capítulo 17 Los adversarios img
Capítulo 18 Recuerdos de Max img
Capítulo 19 Recuerdos img
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Capítulo 10 Megalomanía

-Imposible -dice Yuri-. ¿Cómo lograste estar aquí? Aquí en el mundo real. -Entonces consideras que todo lo demás no es el mundo real -dice el demonio-. Ja, ja, humanos, son tan estupidos e ingenuos. -La cosa es -dice Arnold-, que hice un pacto con el rey de las tinieblas, ya sabes, Lucifer... Mi alma más la de mis hombres a cambio de este pequeño amigo. -Entonces -dice Yuri gravemente-. Me estás diciendo que a todos los que mate... -Los condenaste al infierno -dice el demonio-.

Así es mi querido príncipe, a todos ellos, a cada uno de ellos, nosotros le dimos el pasaje y tú fuiste el transporte, te los llevaste a todos directo a... -¡Callate! -grita Yuri con mucha fuerza mientras que aprieta muy fuerte su espada-. No sé si todo esto es real, lo único que sé es que ya estoy cansado de esta mierda, terminemos ya con esto. El acero de la espada de Yuri comenzó a expaderse y a crear un gran espadón, lo coloca en su hombro derecho al tiempo que crea un gran escudo de acero en su brazo izquierdo. -¡Oh! -exclama el demonio sorprendido-. Si, si, eso es el poder de Yahveh, creación y manipulación de la materia, siempre oí de esto pero nunca lo llegué a ver en todos estos milenios, hasta ahora, esto es emocionante, muy emocionante ja, ja, ja, ah y no creas que tú pequeña inmortalidad te va a salvar, el trato fue llevarte hasta nuestro rey y tengo por seguro que si llegas a morir aquí, no podrás levantarte nunca más. -Dicen que los demonios son unos mentirosos -dice Yuri nervioso al escuchar aquellas palabras. -¿Y por qué yo debería mentirte con eso? Mi idea es que tengas miedo, ese miedo a la muerte que hará que luches por tu vida. Mientras qué pasa esto Arnold camina hacia una de las zonas donde no llega la luz, abre una gran maleta, saca de ella una escopeta de calibre 12 y una Magnum .44, armas que tienen la suficiente potencia para derribar a cualquier hombre de un disparo y se coloca al lado del demonio mientras tiene una gran sonrisa en su cara, Yuri al ver que la situación estaba muy complicada no pudo evitar sentir mucho más nervios y comenzar a sentir miedo, pues aquellas palabras le estaban dando vueltas en su cabeza y estaba imaginando resultados donde él acabaría muerto, sin ninguna oportunidad de volver a levantarse. Repentinamente un objeto atraviesa el techo causando un gran estruendo y desviando la atención de todos hacia los escombros y el polvo. -¡Miguel! -dice el demonio-. Valla sorpresa, nos encontramos de nuevo y junto a mi querido príncipe, de nuevo. -¿Qué? -dice Yuri sorprendido-. ¿Entonces tú eres el arcángel Miguel? -Si -afirma Miguel-. -¿Por qué no me lo dijiste antes? -Los angeles no tenemos la costumbre de revelar nuestros nombres, ahora deja de hacer preguntas, vine a ayudarte con esta situación. -Ja, Ja, Ja -se ríe a carcajadas el demonio-. Estoy eufórico ¡Ustedes me tienen eufórico! El príncipe de la luz y Miguel contra mi, esto es digno de gozo, y hablando de nombres; déjenme presentarme. Su cuerpo comienza a retorcerse haciendo emitir sonidos de huesos torciéndose, le comienza a salir pelaje de animal por todo su cuerpo, la piel de su rostro comenzó a corroerse y a caer pedazos de esta en el suelo al tiempo que le crecía el rostro calaverico de un animal reemplazando su cara por este, sus costillas rompieron su piel y quedaron expuestas, sus piernas comenzaron a deformarse y cambiar de forma a las de un ave de grandes proporciones y por último le crecieron cuernos y sus ojos brillaban rojo sangre. -Me llamó -dice con una voz tan grave que se distorsiona-. Adramelech. -¿Miguel? -dice Yuri al darse cuenta de que Miguel dio un paso atrás. -Yuri -dice Miguel casi atónito-, eso que vez, es uno de los demonios más poderosos del universo, nuestras vidas están en riesgo. -¿Qué? Miguel yo no puedo morir aquí. -Cálmate, concéntrate en tu madre, para eso viniste aquí y ese es tu objetivo. Repentinamente Yuri recibe un gran impacto de la escopeta de Arnold y Adramelech ya hacia al lado de Yuri, con gran fuerza le dio un golpe con la mano abierta haciéndolo atravesar el muro para luego chocar con fuerza con el muro del otro cuarto dejándolo en el suelo de rodillas y separándolo de su espadón y su escudo. -¡Yuri! -grita Miguel al tiempo de que le da un fuerte zarpazo haciéndolo atravesar un muro y dejándolo 36 metros de distancia en el gran patio de la mansión-. ¿Pero que? Flores blancas, todo el patio es un jardín de flores blancas. -Angeles -dice Adramelech al tiempo que entra por el agujero a la habitación donde se encuentra Yuri-. Siempre dándole falsas esperanzas a los humanos, y eso ¡Me molesta mucho! Yuri entre mareos y quejidos, toca la parte delantera del casco de la armadura y nota dos cosas; la primera que le falta parte del lugar que cubre su ojo izquierdo, está rota y segundo que estaba sangrando. Adramelech lo toma del cuello y se impulsa con fuerza usándolo como escuchó humano para atravesar el muro, lanzándolo al jardín y por último caerle encima con aquellas patas de ave mientras que Arnold solo puede observar tal magnitud de fuerza que el no posee. -¿Este es el gran príncipe de la luz? -pregunta Adramelech con ego al tiempo que lo toma por la cabeza con las garras de su pata derecha-. Lo único que lo mantiene vivo es la Armadura de la Ceniza y sinceramente pensé que tenía una fuerza desproporcionada, pero solo es un humano jugando con cosas divinas. -¡Adramelech! -exclama Miguel-. No lleguemos a peor, podemos negociar esto. -Un ángel negociando, esto si que no me lo esperaba ja, ja. -Una pelea, tú y yo, si gano te irás al infierno y no te meterás jamás con Yuri... Pero si tú ganas tendrás las almas de Yuri y la mía. -Miguel... No -dice Yuri con su voz quebrada. -Ja! Esto se pone mejor -dice Adramelech-, el premio será doble, pero con una condición; sin volar. -Está bien, ahora acabemos con esto -dice Miguel al tiempo que desenvaina su espada y está se enciende en llamas. Adramelech lanza a Yuri al agujero donde está Arnold y camina lentamente hacia Miguel, con una sonrisa macabra. -¿Puedes creerlo? -dice Arnold mientras observa por el agujero-. Las cosas por la cual los humanos aún debaten las tengo en frente de mi, angeles, demonios, seres que parecen de otro mundo pero que son pertenecientes a este mundo. -No se que decir -dice Yuri mientras reposa sentado en el suelo. -Si tienes algo que decir, dime Yuri ¿Cómo lograste tener ese poder? -No lo se. -¿Cómo que no sabes? -exclama Arnold al tiempo que se acerca a Yuri y lo toma para levantarlo-. No mientas ¿Dime cómo conseguiste este poder? Lo quiero, no, lo necesito, quiero ser tan poderoso cómo estás criaturas, no, quiero ser más poderosos que ellos, quiero reinar y dominar este planeta ¡No! Quiero reinar y dominar todo el universo, solo dímelo Yuri ¡Dimelo! -¡No lo se!, ¡no fue algo que yo elegí!, ¡o algo que yo nunca quise! ¿Tu crees que yo hubiera querido tener toda esta mierda encima? ¡Pues no! -No puede ser -dice Arnold al tiempo de que se calma y suelta a Yuri dejándolo caer al suelo-, entonces tendré que matarte. Miguel y Adramelech se miran fijamente a pocos metros de distancia mientras que el viento soplaba levemente y movía suavemente las flores del gran jardín, la luna llena hacia qué estás brillarán de una manera especial haciendo que el ambiente y la zona viera peligrosamente hermosa. Miguel levanta su espada apuntando a Adramelech mientras que esté solo lo veía sonriente y entusiasta. Miguel corre para atacar y antes de que siquiera levantara su espada Adramelech de un solo impulso ya estaba en frente de él tomando su brazo y con su otro brazo a puño cerrado golpeándolo en el pecho con mucha fuerza haciéndolo volar en dirección contraria y revolcarlo contra el suelo varios metros. «Es muy rápido -se dice Miguel entre quejidos al tiempo de que se levanta» Ni siquiera se había terminado de levantar cuando Adramelech ya lo estaba impactando en la cíen con una patada haciendo rebotar su cabeza contra el suelo tomándola mientras aún estaba en el aire y impactándolas fuertemente contra el suelo repetidas veces. -Sabes -dice Arnold al tiempo de que toma su escopeta y Yuri se levanta-, te considero un hombre afortunado, tienes un poder que nadie más tiene y además serás asesinado por mi cuando lo normal es que yo no me ensucie las manos pero mírame ahora, esto es especial niño. -¿De que te sirve hacer todo esto? No tiene sentido. -¿De que me sirve? Eso ya no importa ahora. Arnold dispara el arma impactando a Yuri en el pecho y pegándolo contra la pared dejándolo sentado en el suelo para luego dispararle repetidas veces mientras que Yuri se cubre la cara con el brazo, cada impacto es equivalente a ser golpeado con fuertes patadas, todo eso pasaba mientras que Miguel recibe una gran golpiza. -Ja, ja, Ja -se ríe Adramelech eufórico-. ¿Creiste que podrías ganarme? ¡Mirate! Estás tan decidido a ganar que aún no sueltas la espada, déjate de falsas esperanzas Miguel ¡eres muy lento! ¿Esto es el arcángel entre los arcángeles? ¡Eres una decepción! «Tiene razón -se dice mientras es golpeado por Adramelech-. Soy una decepción, no puedo proteger a mi hermano, no puedo cumplir mi objetivo, soy débil, solo soy una pizca, algo diminuto que creyó ser algo mucho más que eso, y siempre viví en ese error de pretender ser algo que no soy, tan pequeño, tan débil como una hormiga al lado de gigantescas criaturas mucho superiores y complejos, me equivoqué conmigo, no vi mis límites y quise sobrepasarlos, te equivocaste conmigo padre; no tengo la fuerza necesaria para cumplir con tu propósito, en donde quiera que estes, perdóname por ser tan necio... Por favor. La esperanza decae, todo comienza a tornarse oscuro, la luz ya no importa, ya no sirve, los colores empiezan a desaparecer, las fuerzas se acaban y comienzas a rendirte, tú vida te importa cada vez menos, la impotencia y la frustración son remplazadas por tristeza y cuando esta a punto de soltar la toalla, soltar su espada, soltar su vida... -¡¡¡No!!! -Yuri grita con tanta fuerza que el suelo llegó a temblar-. ¡¡¡Aaah!!! El grito fue tan potente como para derribar a Arnold y tan abrumador que Miguel y Adramelech se quedaron atónitos observando a esa dirección. «Yuri está luchando -se dice Miguel-, está luchando por su vida, mientras que yo... Solo me estoy rindiendo ¿Qué es esto? ¿Por qué lo hago? Se supone que este no soy yo, se supone que yo soy el gran arcángel, se supone que soy un gran guerrero, se supone que mi padre confió en mi, se supone que yo debería confiar en mi» Vuelve a apretar el mango de su espada con mucha fuerza y aprovechó que Adramelech esta distraído para que luego con toda su fuerza le corta el brazo derecho y parte de su hombro. -¡Ah! -grita de dolor Adramelech al tiempo que toma a Miguel por la cabeza con su brazo restante y lo lanza con mucha fuerza haciéndolo comer polvo-. ¿Cómo te atreves? -¡Tu! -le exclama Arnold a Yuri-. ¿Quién crees que eres? Para someterme a mi ¡tu! Criatura inferior, yo lo tengo todo, dinero, mujeres, armas ¡y muchos hombres! -¿De que diablos estás me hablando? -replica Yuri ya de pie y con sus ojos de coloración amarillo eléctrico que brillaban como si fuesen un par de estrellas incandescentes-. Lo único que veo aquí es un mal nacido con una falla mental que hace que se vea así mismo como el rey de todo y que se metió con la persona equivocada. -No niño, mira tu alrededor. Miguel no aguantará mucho más y en cuanto él muera, Adramelech vendrá por ti. -¿Y a mi que me importa si viene por mi? -dice Yuri al tiempo de que toma su espadon del suelo y la sujeta con una sola mano-. Eso ya lo sabía, hagamos negocios; tú me dices donde está mi mamá y te perdono la vida, se rápido que ahora mismo no tengo paciencia. -Matar por razones equivocadas hará que se cierren las puertas del cielo para ti. -El paraíso tiene un precio que no estoy dispuesto a pagar. -Está bien Yuri, no valdría la pena perder todo esto solo por mi orgullo, tú madre está en el sótano, ahora podemos quedar en paz y... Miguel estaba descansado sentado en el suelo y Adramelech estaba sosteniéndose la herida cuando de repente se oyeron los gritos desgarradores de Arnold provenientes de aquella habitación y la mitad de su cuerpo superior de este mismo fue lanzado por el agujero de la habitación cayendo encima de la flores blancas y manchándolas de sangre. Yuri se lanzó y cayó al lado de la mitad del cadaver de Arnold y se quedó mirando fijamente con aquellos ojos brillantes de ira a Adramelech. -No puedes meterte en esto -dice Adramelech-. Miguel y yo hicimos un trato. -Me importa un carajo. -Oye Yuri que ni se te ocurra meterte en... -A mi no me digas Yuri, que pare ti soy el príncipe de la luz. -¿Desde cuando eres tan insolente? -Desde que me hicieron perder la paciencia. -¡Yu tú me hiciste perder la mía! -Que corta es tu paciencia, así como lo que te queda de vida.

                         

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