Selección Antinatural
img img Selección Antinatural img Capítulo 8 Bestia
8
Capítulo 11 Lucha interior img
Capítulo 12 Recuerdos extintos img
Capítulo 13 Emociones eclipsadas img
Capítulo 14 Viaje a la verdad img
Capítulo 15 Recuerdos de Lucy img
Capítulo 16 Revelación img
Capítulo 17 Los adversarios img
Capítulo 18 Recuerdos de Max img
Capítulo 19 Recuerdos img
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Capítulo 8 Bestia

Sus ojos se abren acabando así el ciclo de sueño que tenia Yuri en ese momento, observa la hora desde su celular dándole a saber que ya habían pasado dos horas.

-Ah -dice Yuri con serenidad-. Parece que me quede dormido, aunque todo se siente extraño y me parece familiar.

Se levanta de la banca y se da media vuelta para descubrir que yace sentado su cadaver en la banca, con su cabeza inclinada hacia atrás, con su boca abierta, sus ojos cerrados y con un charco de sangre bajo la banca.

-Ah no, al parecer volví a morir, valla que el cuerpo humano si puede llegar ser débil a veces.

Del cielo se oye un aleteo llamando la atención de Yuri, al mirar se da cuenta que es aquel mismo ángel que le había hablado antes, tardo pocos segundos para llegar al suelo impactándolo con fuerza, con tanta que estremeció el suelo, miro de manera furiosa a Yuri y se acercó rápidamente tomándolo del cuello de manera agresiva.

-¡Ley de los mandamientos! -exclama el ángel gravemente-. ¡No matarás!

-No -dice Yuri mientras trataba de quitarse las manos del ángel de encima-. Puedo... Hablar.

El ángel lanza a Yuri varios metros al aire hacia el lago cayendo de lleno en las frías y oscuras aguas, pocos segundos después el ángel entra al agua tomándolo de su pierna derecha, lo saca del agua propulsándose con sus alas y lanzándolo con mucha fuerza hacia el suelo de nuevo haciendo que se arrastre varios metros y haciéndolo comer polvo.

-Al parecer el dolor si viene del alma -dice Yuri de manera sarcástica-. Pero al menos es bastante resistente.

-¿Por qué ese camino? -pregunta el ángel con frustración-. ¿Por qué la venganza? ¿Por que arremetiste con sus vidas con violencia?

-Es irónico y parece un chiste que tú me digas eso luego de lo que acabas de hacerme.

-Era justo y necesario disciplinarte.

-¿Y acaso no era justo y necesario acabar con esas escorias? -exclama Yuri-. Mataron a mi mejor amigo.

-Pero la venganza no es el camino hermano.

-Solo oigo excusas, recuerdo oír una vez la historia de un ángel o dos angeles que acabaron con mil soldados en una noche ¿o eran cuatro mil? No lo recuerdo pero el punto es que ustedes también matan ¿quien viene a lanzarlos a un lago y al suelo como si fueran muñecos de felpa a ustedes? Pues nadie, ustedes y nosotros somos iguales.

-No lo entiendes, nuestro padre fue quien nos envió y no podíamos decir que no.

-¿Y por qué no? ¿No se supone que él es todo un amor?

-En aquellos tiempos él estaba pasando por una faceta, Yuri tienes que darte cuenta que esto estuvo mal.

-¡Ya se que estuvo mal! Pero eran ellos o yo, vinieron a matarme, ya habían acabado con Sebastián y de seguro que ya llevan una lista de muertos.

-Pero la diferencia entre ellos y tú es que ellos mueren, tú vuelves a la vida.

-No me importa...

-Por favor Yuri perdóname -se oye una voz conocida a espaldas de Yuri.

Yuri siente un fuerte escalofrío por todo su cuerpo a esas palabras, el no se quería voltear, no podía creer nada pero se vio forzado a girar lentamente su cabeza para descubrir a nadie menos que su victima llamado Winder, acompañado de una criatura alargada con el contraste de una sombra, sus ojos eran huecos, muy oscuros y profundos, más oscuros que su silueta y en su cara no se podía ver la nariz ni la boca, como si no tuviera más nada que solo esos ojos que mostraban aquella carencia de alma propia.

-¿Qué es esto? -pregunta Yuri-. ¿Estas jugando con mi mente?

-No -replica el ángel-. Nosotros no podemos hacer eso, esto es real.

-Yuri perdóname -dice Winder al tiempo de que se acerca.

-¿A dónde crees que vas? -le pregunta la criatura con una voz muy grave a Winder al tiempo de que lo toma por la cabeza y lo levanta.

-¡Perdoname Yuri! -exclama Winder de manera muy desesperada-. ¡Tienes que perdonarme por lo que te hice! ¡No quiero volver allá! ¡Por favor!

-¿Volver a donde? -pregunta Yuri al tiempo de que da dos pasos hacia atrás.

-Al infierno -replica la criatura-.

Ya le enseñe en donde se hospedará ¿Verdad mi querido Winder? Tú y yo la pasaremos muy bien juntos.

-El dice la verdad -repone el ángel-. Yuri, si no perdonas a Winder pasará su eternidad en el infierno.

-Pero -dice Yuri con los nervios de punta-. ¿por qué tengo que ser yo?

-Porque -le responde la criatura-. El único que puede reparar el pecado por el cual él va al infierno eres tú, el fue el cómplice principal de la muerte de Sebastián White, lo que vale como asesinato y como Sebastián no esta no lo puede hacer, así que solo quedas tú.

-Pero pídeselo a su madre, ella es quien más lo amo.

-Su madre no lo puede hacer.

-¿Por qué? -Porque ella no nos puede ver, pero tú si porque estás muerto, entonces aproveché para traerlo del limbo para que tú decidas y mejor apresúrate que me tengo que ir.

-Yuri por favor -dice Winder entre lágrimas-. Perdóname, yo no quise hacerles eso, mi papá me obligó a hacerlo, no tengo la culpa de esto.

Yuri no sabía qué hacer sus emociones chocaban entre sí, sentía una gran lástima por Winder y por el destino que tendrá si no lo perdona, pero aquellos recuerdos llegaron a su mente, aquellos donde Winder los secuestró y los dejó a la deriva en el desierto hasta la muerte, esos recuerdos le hicieron tomar la aun dudosa decisión final.

-¡Oye qué haces! -exclama el ángel.

A winder se le detiene el corazón al darse cuenta de que Yuri le había dado la espalda y logra liberarse de las garras de aquella criatura para ir rápidamente a arrodillarse ante Yuri.

-¡No me puedes estar haciendo esto! -exclama Winder-. ¡No dejes que me lleve!

-Tienes que perdonarlo -dice el ángel-. ¿No fue suficiente para ti acabar con su vida terrenal? ¡Si dejas que se lo lleven será su muerte real!

-¡Ven aquí! -dice la criatura al tiempo que toma a Winder por sus pies y se lo lleva a arrastres-. Muchos como tú te darán la bienvenida.

-¡Yuri! -exclama Winder con mucha desesperación-. ¡No dejes que me lleve! ¡No, no! ¡Yuri Grey! ¡Tú me mataste! ¡Tú me enviaste al infiero! ¡Siempre lo recordaré! ¡Y nunca te perdonaré!

-¡Callate! -exclama la criatura al tiempo que toma a Winder por la cabeza, se la arranca del cuerpo y la lanza al suelo como si fuera basura rompiéndola como si fuera una calabaza rellena de materia gris-. Así está mejor, entonces, tú eres hijo de Yahveh eh.

-¿Cómo sabes eso? -replica el ángel.

-Nosotros también no la pasamos en la tierra e incluso mucho más que ustedes los ángeles, también tenemos nuestros informantes que nos dicen todo lo qué pasa en el mundo terrenal.

-No me provoques criatura errante.

-¿Qué no te provoque? Ja, ja, nosotros los demonios si cumplimos con nuestra labor; sembrar la maldad en el universo. Mientras que ustedes se la pasan en la ciudad de plata haciendo absolutamente nada.

-¡Callate! Tú no sabes nada de nosotros, mejor date cuenta de esa alma en pena ya se está recuperando y se te puede escapar.

-¿Qué? -exclama Yuri al tiempo de que voltea a ver-. ¿Ellos también pueden recuperarse?

-Si mi querido príncipe -replica el demonio con gesto de burla-. Ellos también pueden hacerlo pero solo su alma puede recuperar, una vez se rompa la cadena de la unión después de su muerte el alma pasa a ser Aeternus para su propia conservación.

Winder toma conciencia, se levanta rápidamente y corre desesperado en dirección contraria.

-Bueno -dice el demonio-. Fue un placer, y por cierto Yuri, nos vemos en el infierno ja, ja, ja.

El demonio corre a perseguir a Winder mientras suelta muchas carcajadas y en poco segundos alcanzo a su objetivo, realizó un salto como si de un felino en plena caza está a punto de atrapar a su presa, con mucha fuerza atrapó a Winder y los dos atravesaron el suelo como si este no existiera mientras que se escuchaban las carcajadas del demonio y los gritos despavoridos de Winder.

-¿Por qué me llamo príncipe? -pregunta Yuri.

-Porque tú eres el verdadero heredero del trono -le responde el ángel-. Es un descaro que hagas preguntas ahora después de lo que acabas de hacer, lo llevaste a la verdadera muerte.

-Desde aquel día esa era la idea -dice Yuri a secas-. Aunque no sabía que esa era la verdadera muerte.

-¿Sabes algo? Sebastián si lo hubiera perdonado.

-¿Sabes algo? Él y yo no somos iguales ¿Sabes otra cosa? Quisiera que dejaran de suceder cosas malas para que estas cosas no pasen y se supone que ustedes deberían de encargarse de las cosas buenas pero la ausencia de ustedes ya se logra notar, ah ¿Y sabes otra cosa más? Las experiencias cambian a las personas dependiendo si es buena o mala, si es buena te cambiará para bien pero si es mala te cambiará para mal ¡Y a mí lo que me pasó no fue nada bueno! Ahora mírame, acabe con la vida de varias personas con estas manos ¿Crees que yo elegí esto? No, yo no lo hice, el yo de antes no lo hubiera hecho, ya nada es de rosa, hay demasiadas cosas malas que ustedes deberían ir solucionando y no lo hacen, no sé qué esperan para solucionarlo.

-Yuri... hasta pronto.

El ángel se va y se desaparece entre las nubes mientras tanto Yuri decide recuperarse y entra a su cuerpo, de sus heridas comenzó a emerger vapor lo suficiente para crear humo y empezaron a curarse a gran velocidad, recuperando así la conciencia pocos segundos después.

Se levanta de la banca y comienza a caminar en dirección hacia su casa sin poder sacar lo sucedido de esa noche de su cabeza, una vez ya en su casa utiliza sus llaves para abrir la puerta.

«Mierda -se dice al tiempo que cierra la puerta-. Mi ropa debe estar manchada de sangre»

Él observa rápidamente su ropa y se da cuenta de que está impecable.

«Esto no tiene sentido, es como si no hubiera pasado nada, ni manchas, ni agujeros, ni nada, lo que si se es que tengo hambre y a la vez me siento un poco cansado»

Va directamente hacia la cocina para prepararse algo de comer, decidió hacer algo rápido pan y cualquier cosa que esté en la nevera, ya con los ingredientes para preparar la comida el los coloca todos en la mesa y de la nada se da cuenta de qué hay un celular en el centro de la mesa, al tomarlo se da cuenta de dos cosas; la primera es que el celular no era conocido y la segunda es que el celular estaba desbloqueado.

«Está prácticamente nuevo -se dice-. No tiene más aplicaciones que las predeterminadas, esto no tiene sentido»

Luego de un minuto revisando el celular entra en la galería y encuentra solo un video, video que el cual aclara su gran duda.

-¡Hola Yuri! -exclama un hombre en el video-. ¿No has notado la casa más silenciosa de lo habitual?

Al escuchar estas palabras Yuri se estremece y piensa lo peor.

-¿No notas que falta alguien? -pregunta el hombre al tiempo de que Yuri corre a la habitación de su madre.

«No, no, no -se dice Yuri»

-Si amigo, falta tú madre -dice el hombre al tiempo de que Yuri abre la puerta de la habitación de su madre.

-¡No! -grita Yuri con mucha fuerza.

-Exacto amigo ¡Falta tú madre! Tú me quitaste a mi único hijo y ahora yo te quitaré a tu madre, a menos que hagamos negocios por ella, te dejaré la dirección de mi mansión para que vengas ¡Es mas! Tráiganla aquí muchachos vamos a darle un incentivo a Yuri para que tenga más ganas de venir. Yuri al ver tal imagen de su madre; amordazada, atada de manos, de rodillas y con moretones. Logró sentir como la sangre le comenzó a hervir y se le nubla la conciencia.

Mira la dirección en las notas del celular y lo apaga mientras se queda parado dándole la espalda a la puerta de la habitación, por su cabeza pasan miles de pensamientos pero el más claro y el que le gritaba solo fue uno solo "matar a ese hijo de puta".

            
            

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