sellando así la entrada principal al tiempo de que un cuerpo sale disparado del auto y cayendo 8 metros de distancia, los guardias que yacen dentro de la mansión sorprendidos apuntaban a la distancia a aquel cuerpo tendido en el suelo que hacía esfuerzos para levantarse. -¡Levanta las manos y identifícate! -dice un guardia de seguridad-. ¿Quién carajo eres? -¿Quién más idiota? -exclama Yuri al tiempo que se termina de levantar. -¡Pero menuda entrada! -dice un hombre que se acerca a la barandilla del segundo piso-. Digo, menuda forma de venir a morir. -¡Tu! -dice Yuri con euforia al ver aquel rostro conocido-. ¡Tu fuiste quien hizo todo esto! -No nos hemos presentado, me llamo Arnold Shelvy y... -¡Me importa un carajo como te llames! -dice Yuri con aquella desmedida-. ¡Donde está mi madre! -Pero que falta de educación ronda por estos tiempos, tú mama esta bien, la cuidamos muy bien. -¿Ah si? Pues ahora dámela y olvidemos todo esto. -¿Creiste que ibas a matar a mi hijo y salirte con la tuya? No Yuri tú morirás aquí -Si será así ¿Por qué no vienes y lo haces tú mismo? -No me gusta ensuciarme las manos. -Entonces lo tengo claro, tengo claro que eres un cobarde de mierda, ¡Venga envía a todo el personal! -Vamos a cumplirle el último deseo a nuestro querido amigo, asegúrense de que sufra mucho. Arnold se da media vuelta y se va al tiempo de que los guardias bajan sus armas y bajan las escaleras hasta llegar todos al frente de Yuri con unos metros de distancia, las ventanas comenzaron a romperse y a entrar a través de ellas los guardias que habían quedado afuera guardando distancia pero en la parte trasera de Yuri, de la nada todo quedó en un profundo silencio donde solo se escuchaba el tic toc de un reloj antiguo. Yuri ve a sus enemigos mientras que la tensión aumenta con cada segundo y así fue hasta que el reloj marcó las 12:00 y emitió aquel clásico sonido. Los hombres de Arnold corrieron hacia Yuri en las dos direcciones al tiempo de que crea una espada ancha y se la clava al primero que llegó atravesándole el estomago al tiempo de que crea una hacha para clavársela a otro en la cabeza y cuando menos se da cuenta ya tenía uno encima sosteniéndolo y otro golpeándole la cara, rápidamente se logró soltar para correr hacia una gran sala de estar mientras que trataban de tomarlo por la camisa y este no se deja, crea otra espada y se da media vuelta levantándola y apuntando a sus enemigos al tiempo de que estos se detienen y sacan cuchillos que llevaban ocultos para luego lanzarse todos a la vez. Yuri no pudo con todos a la vez, los golpes y cortadas no tardaron en llegar, luego de tanto resistir su cuerpo no aguanto más y cayó al suelo mientras que recibía patadas y masacrado a puñaladas. En todo ese tiempo Yuri no emitió ningún sonido, ninguna queja ni nada que lo hiciera parecer débil. Ellos pararon y lo dejaron inconsciente, desangrándose, perdiendo la vida poco a poco dejando una escena cruda que refleja la crueldad humana. -Este chico está realmente loco -dice uno de los guardias-. Se atrevió a entrar a una casa con hombres armados solo. -Si, el idiota si que está loco ja, ja, ja -replica otro guardia. -Mierda -dice Yuri en forma de espíritu al tiempo de que se levanta y deja su cuerpo atrás-. Eso si que dolió, pero bueno tengo que buscar a mi mamá para por lo menos saber donde se encuentra y no se me compliquen más las cosas. Yuri sube las escaleras al segundo piso donde estaba Arnold, sin precipitarse, atravesando paredes busca en cada habitación sin éxito alguno, el silencio y oscuridad de aquel piso era abrumador, todas aquellas habitaciones parecían sacadas de una película de terror, con un olor pudrido y una energía negativa que le agregaban peso al entorno. Yuri comenzó alterarse pues por su cabeza pasaban muchas cosas, aceleró el paso hasta al punto de correr por un pasillo largo hasta el final donde se encontraba una puerta, al llegar hace el gesto de girar la manija de la puerta como si estuviera vivo lo que causó que atravesara la puerta y perdiera el equilibrio haciendo que caiga de rodillas dentro de aquella habitación. Mientras que se levantaba pudo ver que la habitación estaba oscura menos por un solo foco en el centro de la habitación, foco que enfocaba a nadie más que a Lucy, la madre de Yuri sentada en una silla de madera, semi desnuda, en mal estado e inconsciente, el aún no cree en lo que está viendo, su cerebro aún no logra procesar aquella cruda imagen, sus manos no tardan en comenzar a temblar, su corazón ya estaba que se le salía del pecho, sus emociones peleaban entre sí y sus lágrimas estuvieron a punto de salir cuando de repente sus ojos cambiaron de color a un amarillo eléctrico. -¡Ah! -grita uno de los guarias-. ¿Qué es eso? -¿Qué está pasando? -exclama otro guardia. Una gran cantidad de humo con cenizas de fuego salía del cadaver de Yuri, con fuertes vientos haciendo que los guardias se alejaran y al cabo de unos segundos cuando todo ya ha cesado todo el ambiente de aquella sala había pasado a mucho polvo de cenizas más partículas de cenizas de fuego en el aire que hacía la visibilidad casi nula, los muebles, las sillas, los guardias de seguridad, absolutamente todo estaba cubierto de estas cenizas. -¿Pero que carajo es eso? -dice el guardia de seguridad asustado al ver cómo Yuri se levanta entre un montón de cenizas ardientes como un muerto viviente. Una armadura muy desgastada sin rasgos del color plateado por ser reemplazado por un color cenizas muy oscuro con un resplandor muy tenue causado por aquel fuego que emanaba de esta armadura, armadura al cual lleva puesto Yuri. Sonidos de pasos metálicos fuertes se empezaron a oír al tiempo de gritos de gran escándalo, los guardias de seguridad estaban acorralados no podían ver ni hacer nada más que gritar y correr a buscar algún escondite usando el sentido del tacto mientras que Yuri los mataba uno a uno como un depredador a su presa realizando cortes profundos y apuntaciones de extremidades con su espada. El último guardia de seguridad que yace escondido bajo una mesa logró notar la luz que entraba por la puerta de la sala a través del humo mientras que aún podía escuchar los pasos de Yuri y el sonido del metal de aquella armadura que lo asechaban. Con su cuerpo tembloroso, con náuseas y lagrimeos reunió el valor para salir rápidamente de aquella mesa y correr mientras que Yuri no se tarda en perseguirlo de manera frenética y al cabo de unos metros el guardia de seguridad toma unas de las armas automáticas que dejaron sus compañeros en el suelo volteando rápidamente presionando el gatillo sin soltarlo al tiempo que grita frenéticamente vaciando el cargador y impactando todas las balas a Yuri para conseguir absolutamente nada pues todas las balas se reventaban contra la armadura, lo que sería mortal para cualquiera para Yuri era como bolas de nieve impactando contra el, lo tomó del cuello y lo levantó para mirar sus ojos fijamente mientras que poco a poco se iban cerrando por la falta de oxígeno y antes de que perdiera la conciencia lo lanzó varios metros contra una pared y quedó inconsciente. Yuri siguió su camino subiendo aquellas escaleras lentamente pero sin intención de ser sigiloso pues sus pasos eran fuertes y su presencia la podía sentir cualquier ser vivo que estuviese lo suficientemente cerca, una vez ya en frente de la puerta del cuarto donde está su madre este le dio una patada que la dejó colgando de una sola bisagra y al entrar en aquel cuarto noto que ya no estaba su madre, sino Arnold sentado en aquella misma silla, fumando un puro y mirándolo fijamente. -¿Por qué no estoy sorprendido? -dice Arnold-. Pues sobrevivir por días en un desierto y acabar con cuatro hombres con armas que salían mágicamente de tus manos me lo hizo saber. -¿Qué? -dice Yuri con su voz distorsionada; voz que tiene por ese poder-. ¿Cómo sabes eso? -Uno de mis hombres llevaba gafas ¿Cierto? -Ahora que lo recuerdo, si. -Desde allí lo podía ver todo, las gafas venían con una pequeña camara casi invisible a simple vista. -Pero entre esos hombres estaba tú hijo. -Ah si, él fue la carnada principal, yo lo envié para que te provocara. -¿Entonces lo enviaste solo por un capricho tuyo? -No fue un capricho niño, fue una corazonada. -Entonces el era inocente ¡Y yo lo maté por tu culpa! -El era un bueno para nada, simplemente elimine la basura que me estorbaba. -¿Qué mierda me estás diciendo? -exclama Yuri con enojo al tiempo de que se acerca rápidamente para tomarlo de sus prendas superiores y levantarlo-. ¡No pude perdonar a un inocente de sus hechos y lo envié directamente al infierno gracias a eso y eso no te lo voy a perdonar! Arnold observa aquella impotencia y no puede evitar sonreír mientras que Yuri logra notar a través de la luz de aquel único foco; detrás de Arnold se empezaba a alzar una figura alta y oscura que alza su brazo para atacar, acción que Yuri logró intuir y soltar a Arnold para dar rápidamente unos pasos hacia atrás y se queda parado confuso de lo qué está pasando. -Hola mi querido príncipe -dice la criatura con voz muy grave-. Ya se que había dicho que nos íbamos a ver en el infierno pero mírame aquí. -¿Qué? -exclama Yuri nervioso-. Tú eres... -Ese mismo mi querido príncipe, el demonio que se llevó a Winder al infierno.