Capítulo 4 Yuri

-¡Yuri! -exclama una voz femenina-. Ven a desayunar para que te vayas a la universidad.

-Mm, ya voy -le responde Yuri sin ningun esfuerzo por hacerse escuchar. Se levanta de su cama y enciende su celular para ver la hora.

-Ya es tarde -dice Yuri sin darle ninguna importancia-. Bien.

Ya en la cocina la madre de Yuri se da cuenta de que el aún no está listo para ir a la universidad.

-Hijo, ya es tarde y aun no estas listo -dice la madre de Yuri un poco molesta.

-Lo se mama, no es de mucha importancia, en si igual llegare a la universidad.

-Sabes Yuri -le dice su madre con un tono de preocupación-. Ya tienes dieciocho años y tu personalidad carece de madurez.

-Tienes razon mama -le responde Yuri sonriendo-. Tranquila, aveces no tengo mucho humor para nada.

-Entiendo hijo -le dice su madre-. Pero la mayoría del tiempo estas asi y eso me preocupa.

-Je, je -Yuri suelta esa pequeña carcajada y no dice una palabra más.

De camino a la universidad se encuentra a su amigo y compañero de clases.

-¡Yuri! -exclama su amigo.

-Sebastián -dice Yuri-. ¿Cómo estás?

-Pues bien, amigo mío -le responde Sebastián sonriendo-. ¿Y tú?

-Mírame la cara, los mismos grandes ánimos de siempre.

-Mm je, je, tú siempre con esa energía tan impresionante, bueno ¿vamos a la universidad o nos quedaremos hablando todo el día?

-Tranquilo, llegaremos justo a tiempo, no hay prisa.

-Ja, ja, tu siempre de lento -dice Sebastián entre risas-. Lo que se me hace extraño es que siempre llegas justo a tiempo y lo peor es que ni siquiera te esfuerzas, no importa lo que sea, igual llegaras, no se como lo haces, pero lo haces.

-Considérame una tortuga con suerte o tal vez soy tan rápido que parece que voy lento, tú eliges.

«Sebastián -se dice Yuri-. El unico amigo que siempre esta sin importar como sea mi personalidad y mi actitudes, acepta las personas como son sin más»

-Bueno sigamos caminando, antes que lleguemos tarde.

-Eso si que esta difícil que pase.

Una vez en la universidad Yuri toma asiento espera al profesor mientras que sus compañeros charlaban.

-Levántate, ese puesto es mío -le dice un compañero a Yuri.

-¿Eh? -exclama Yuri un poco confundido-. Ah pero mira que tenemos aquí, el payaso del salón.

-¿Qué me dijiste? -exclama el compañero de Yuri al tiempo que lo toma de la camisa y lo levanta del asiento.

-Pues la verdad -le responde Yuri mientras que sonríe-. ¿O acaso hay otro payaso por aquí? El único eres tú Winder.

-¡Estás muerto! -le exclama Winder al tiempo que estira su brazo para golpear a Yuri y de la nada alguien toma su brazo y lo detiene.

-¡Nina! -exclama Winder sorprendido.

-Ya es suficiente Winder -le dice Nina con mucho enojo.

-Pero...

-Dije que ya es suficiente.

-¡Ah pero que drama! -replica Yuri-. Resolvamos esto a la hora de la salida y ya, sin tanta cháchara.

-¡Claro que no! -repone Nina-. No quiero que pelees.

-Ya hable, a la hora de dar lecciones a los imbéciles -dice Yuri con aquella arrogancia en su tono de voz-. O hacer justicia con puño de hierro, me llaman a mi.

-Pff que así sea -dice Winder al tiempo que suelta a Yuri.

Nina mira a Yuri con enojo mientras que solo da media vuelta y se va, Sebastián solo fue un espectador de a lo que Yuri llamaría "una estupidez".

A la hora de la salida Yuri sin pensarlo se comenzó a dirigir hacia su casa caminando de manera muy serena olvidándose por completo de lo que se suponía tiena que pasar después de salir.

-¿Prentendias huir? -dice Winder al tiempo que coloca su mano sobre el hombro de Yuri. En ese momento Yuri se voltea rápidamente al tiempo que su brazo golpea la cara de Winder con mucha fuerza dejándolo sentado en el suelo y sosteniendo su nariz tratando de parar la hemorragia que le provocó Yuri.

-No debiste meterte conmigo -dice Yuri al tiempo que se voltea y se va-. Sigo sin entender porque lo hacen ¿son estupidos o que? ¿Como pretenden ganarle a un ganador? Esta bien tener metas más no sueños, ah y por cierto, no quería huir.

En horas del atardecer Nina decide ir hacia la casa de Yuri impulsada por su preocupación hacia él, pensó que le había pasado algo malo, además que quería hablar con él, tratar de convencerlo para que no se meta en más problemas. Una vez allí toca el timbre y la recibe la madre de Yuri.

-¡Señora Lucy! -dice Nina con mucha energía y le da un abrazo.

-Nina me alegro de verte, pasa, pasa, que hace calor afuera. Lucy y Nina entablaron conversaciones durante minutos, Yuri al escuchar esto en su recamara la curiosidad de saber quien es el visitante lo hizo salir.

-Mamá escuche que vino alguien -dice Yuri con naturalidad-. Ah, eres tu Nina.

-Hola Yuri -replica Nina-. Justo hablábamos de ti.

-Espero que sea algo bueno, aunque seguramente sea algo bueno.

-Me acaba de decir que te peleaste de nuevo -repone Lucy un poco molesta-. Pensé que habíamos hablado sobre esto Yuri.

-Y conmigo también -repone Nina.

-¿Qué es esto? -pregunta Yuri con sarcasmo -¿Un complot contra Yuri parte 32 la travesía nunca acaba? ¿Todos contra Yuri? ¿Declaración de guerra contra Yuri? Si yo no hago nada en contra de los patanes ¿entonces quien lo hará? No me gusta la idea, ni el abuso de ningún tipo ¿Nunca han escuchado la frase "combate fuego con fuego"? Bueno, eso es lo que hago y eso es todo.

-Yuri -replica Lucy-. Te lo decimos por tu bien, si sigues así podrías meterte en problemas más grandes.

-Pues que vengan aquí los recibo con gusto, tenía que defenderme mamá, nadie tiene derecho a maltratar a nadie, en otras palabras, el estupido se lo busco, además ¿Qué mas va a pasar solo por golpear a payasos?

Todo está muy oscuro, la inmensidad del universo se convirtió en un lugar muy cerrado, hecho de un material rústico y duro, un lugar donde el oxígeno es escaso y la movilidad es mínima. Se escuchan golpes muy cercanos.

-¿Qué? -exclama Yuri al momento de despertarse-. ¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? ¿Cuanto tiempo ha pasado?

Los golpes han terminado y lo que se logra apreciar es una gran cantidad de luz solar y a una persona que apenas se le puede distinguir el torso que toma de la mano a Yuri y lo levanta, una vez en pie lo primero que ve es el lugar donde estaba metido y se da cuenta de que no era nada menos que un ataúd de madera enterrada en arena, rápidamente al darse cuenta de esto observó a su alrededor para darse cuenta de que estaban varados en el medio del desierto, Sebastián y el.

-¡Ja, ja, ja! -Yuri se ríe a carcajadas -Buena broma Sebastián.

-¿Crees que es una de mis bromas? -replica Sebastián.

-No en serio, vamos a casa ¿Dónde esta el transporte?

-¡Esto no es una broma Yuri!

-Oh ¿te consideras una persona pecadora? -pregunta Yuri sonriendo.

-¿Eh? Creo que no ¿Por qué la pregunta?

-Porque estamos muertos ja, ja, ja.

-Es el peor chiste que has contado hasta ahora ¿Crees que esto es una broma?

-Por su puesto que si -repone Yuri aún sonriendo.

-Te voy a borrar esa sonrisa a golpes -replica Sebastián gravemente.

-Mierda entonces no es una broma -dice Yuri al tiempo que se le borra la sonrisa.

-¿Te diste cuenta?

-Pues claro que si -replica Yuri sonriendo otra vez-. Tú nunca me amenizarías en medio de una broma, además, si pelearías contra tu espejo tú perderías.

-¿En serio tienes tantas ganas de morir?

-Sebastián, estamos prácticamente muertos, varados en medio del gran desierto de nuestro querido país Nightborn.

-¿Entonces que hacemos?

-Pues caminar, caminar como estupidos.

Al pasar las horas la necesidad se hacía más grande, el hambre se hacía notar y la sed no se quedaba atrás. Sus piernas comenzaban a temblar, sus labios están resecos, la piel tiene un tono rojo y la fatiga los tiene frustrados.

Ya al caer la noche las temperaturas muy altas se convirtieron en temperaturas muy bajas, el frío les llega hasta el hueso sus cuerpos completos tiemblan y solo les quedaba dormir en medio de la arena de aquel frío desierto.