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Me pongo de cuclillas frente a él y el evita mi mirada.
-¿Quién te hizo esto? -le pregunto con mucha calma.
-Si te digo quién me hizo esto ellos me van a golpear más fuerte mañana.
Tomo sus manos y veo que están sucias. Esto no fue el trabajo de una persona, sino de varias.
-¿Es de tu edad? -le pregunto.
-Son de último año -dice él.
Asiento con la cabeza.
-Escucha, si me dices quién fue yo podré resolverlo.
Veo la mirada de esperanza de él.
-Si me dicen quién fue, haré que no te molesten, Kay saldrá de esa oficina y irá a matarlos.
De inmediato da un salto de su sitio asustado.
-No puedo permitir que Kay vuelva a meterse en problemas.
Ve el reloj que lleva en su muñeca y es el mismo que Kay usaba hace unos días, pero el suyo está roto, con la mitad de la pantalla partida y en total color negro.
-Si te digo evitarás que Kay se meta en problemas...
Asiento con la cabeza y él toma mi mano para caminar rápido y yo seguirlo. Caminamos por varios pasillos hasta llegar a la puerta de color marrón oscura.
-Es el más grande de todos, él es muy malo.
Pongo a Kay detrás mío y tocó la puerta, un hombre de traje me abre la puerta y me mira de arriba hacia abajo.
-Buenas tardes, ¿En que te puedo ayudar?
-Busco a alguien.
-¿A que buscas? -me pregunta.
-Lucio -dice él en un susurró.
- A Lucio.
-Lucio -llama el profesor. Escucho como los pasos del muchacho se acercan.
-¿Todo bien profesor?
-Te están buscando.
Cuando me mira se quedan en silencio.
-No la conozco.
-En dirección me vas a conocer.
Escucho los vociferar a sus compañeros, me mira algo asustado.
-Si es contigo voy a donde sea.
Todos comienza a reírse.
Sonrio, por unos momentos me siento en esas películas donde yo soy el héroe de ya historia defendiendo al débil. Son como las películas que he visto con Kay.
-Mas respeto Lucio -dice el profesor.
Cuando Lucio está en la puerta, mi puño impacta su nariz haciendo que retroceda hacia atrás. La boca del profesor se abre por la sorpresa.
Lucio está con la nariz sangrando. Intenta golpearme, tomo su mano y uso toda mi fuerza para tirarlo al piso, uso su peso a mi favor y al piso.
Esta aturdido.
Veo al de lente abrir la boca sorprendido.
-¿Te dolió? -pregunto.
Pongo mi cabello detrás de la orejas y le doy tiempo para que se levante.
Es algo gordo, si llega golpearme se que terminaria en el piso, pero es lento y eso es un factor a mi favor. Se levanta tomando su nariz.
El profesor tiene la mirada en el pequeño de lentes y comprende la situación, intenta tocarme pero lo empujó hacia atrás.
-Lucio te explico -digo poniendo mi pie en la boca de su estómago.
Todos los alumnos están en la puerta queriendo salir pero el profesor los detiene.
Presionó con un poco de más fuerza.
-Si vuelves a tocar a lentecitos te juro juro que rompere tus brazos -amenazo. Él está con los cachetes rojos.
-Profesor -gritan los chicos.
Quito mi pie de encima y me pongo de cuclillas a un costado suyo. Tomo su rostro con una mano y aplicó presión.
-Yo solo hago una vez.
Veo miedo en su mirada, pero al ver mi manera de actuar también me sorprendo, relajó la mirada y me pongo de pie, estoy confundida.
Veo a Kay venir molesto hacia nosotros, esta mirándome y luego su mirada es de confusión. Veo a una mujer de edad mayor detrás de él.
Kay fulmina con la mirada a lentecitos y yo lo pongo detrás mío, me mira y niega con la cabeza.
-Esa tipa parecía de la mafia -dice un niño en dirección -lo tiro al piso con facilidad, pero antes lo supo aturdir de un puñetazo preciso.
Lentecitos está en una esquina algo avergonzado y cubriendo su shorts mojado con su mochila. Kay está a mi costado y yo también estoy avergonzada pero no me arrepiento.
-Le dijo que le rompería los brazos.
Kay me mira sorprendido.
-Creo que ver el Padrino te afectó el cerebro -me susurra molesto.
-Todo fue rápido, pero realmente Lucio se lo merecía.
Escucho hablar a la niña, tiene la mirada en lentecitos y él está nervioso.
-Lucio con un grupo más molesta siempre a Klaus.
Klaus. Miro a lentecitos y él me mira y hace una mueca de tristeza. Yo tambien lo estoy mirando algo triste.
Cuando salimos del colegio, Kay mira a su hermano y no dice nada, solo es una mirada sería y fría.
-Ese puñetazo fue fabuloso -dice Klaus.
-Obvio baby -digo extendiendo mi mano hacia él y chocandola con él.
-Ya -grita Kay.
Me mira molesto y yo tomo a lentecitos de la mano y caminamos hacia el auto.
-¿Qué hubieras hecho Kay? -le pregunto.
Me mira a los ojos y se acerca a mi, invade mi espacio personal. Aún tengo de las manos a Klaus.
-Yo lo hubiera matado.
-¿Entonces estás molesto por no haberle matado? -le pregunto.
-Kay...
-Callate Klaus -dice molesto.
Klaus agacha la cabeza. Miro a los ojos a Kay y tiro de Klaus para subir al auto.
-Abre la puerta -ordeno.
-Te estás tomando atribuciones que no te competen -dice molesto.
Me quedo en silencio unos segundos, él abre la puerta y el primero en subir el Klaus.
Kay sube al asiento del conductor. Cierro la puerta y veo que Kay comienza a golpear el timón con fuerza. Las puertas se abren.
-Kay respira.
-Callate -grita.
-Klaus está en el auto -dice la voz.
Klaus baja asustado del auto, las puertas se cierran sola rápidamente.
-Lamento meterte en problemas -le digo.
Él niega con la cabeza.
-Nadie entiende a Kay, ni yo, ni Keyla.
Las puertas se vuelven a abrir y no subimos.
-Kay yo trazare la ruta a casa y pondré en pilotó automático.
Las puertas se cierran, y el carro a avanzar solo.