Capítulo 7 La verdadera genio

Vemos las noticias al día siguiente sobre lo sucedió al sur de la cuidad, un terremoto. Me estoy riendo sola. Ellos me mira.

Destino...

-¿Papá podremos salir? -Keyla pregunta.

-Sí claro, trante de estar en lugares espaciosos.

Keyla me extiende la mano.

-Acompañame a caminar -dice ella. Asiento con la cabeza.

Estamos afuera de la mansión caminando. Ella se detiene y me mira.

-Amelia Albuquerque -dice con una sonrisa.

Me quedo en silencio, con más sorpresas. ¿Quién es esta familia?

-¿Cómo sabes eso?

-Mi padre es un genio, entonces uno de sus ojos debe serlo también. Kay es bueno en los deportes al igual que mi mamá, Klaus es bueno en ciencia, yo herede la inteligencia de mi padre, por ende yo tengo el control de madre.

Valla, Keyla es un genio y no debería de sorprenderme, realmente ella es interesante.

-Kay tiene miedo que reacciones mal -dice ella caminando conmigo.

-Pero tu me dirás la verdad.

-Si, yo no tengo por qué mentirte.

-Gracias -ella comienza a caminar y yo tras ella.

Keyla mueve su cabello de un lado al otro.

-¿Preparada para escuchar la verdad? -me pregunta.

Asiento con la cabeza.

-Te diré solo que que se ha podido rescatar de ti.

Asiento con la cabeza con mucha ilusión. Ella pone las manos hacia atrás y caminamos más lento.

-Tu nombre es Amelia Albuquerque de Sofía, tu padre entro a testigos protegidos cuando tenía veinte años, su padre y madre fueron brutalmente asesinados por una organización, no hay mucho en internet realmente sobre ellos, pero si de tu padre el abogado del diablo le decían. De tu mamá sabemos que era una campeona olímpica de natación, una familia tranquila, vivían a las afueras de la cuidad con muchos lujos...

Es como si me contará una historia, me imagino a un hombre y a un mujer pero realmente no sé quiénes son, no sé cómo sentirme, si estar triste o simplemente no sentir nada.

-Amelia mi papá aún no te lo cuenta, yo sé que apenas tengo quince años, pero entiendo todo. No te sorprendas por lo que escucharás, pero por ahora mientras recuperas la memoria es mejor que estés bajo la protección de nuestra familia.

-¿Mis padres están vivos? -le pregunto.

Ella niega con la cabeza, mis ojos se llenan de lágrimas, brotan de mis ojos.

-¿Sabes lo que les pasó? -pregunto.

-Tu familia una noche desapareció, simplemente no dejaron rastros.

-Gracias Keyla.

-Si llegas a recordar guardarlo para ti, no le cuentes a Kay y menos a mi padre, ambos son curiosos, soy joven pero aún no sabemos realmente que sucedió, como es que estás viva y porque apareciste prácticamente en otro país.

Asiento con la cabeza. Keyla ha demostrado ser muy madura, nunca la volveré a mirar igual, la siento muy adulta para su apariencia.

-Keyla gracias -digo tomando su mano -Yo haré lo que tú digas, mantendré el secreto.

-Te pido solo una cosa -dice ella.

La observó esperando a que hable.

-Si Kay pregunta si hablamos de algo, le dirás que solo hablamos de música.

Vamos hablando de terremoto que ocurrió y como es la vida de incierta y graciasa, sabe que está conversación se hubiera evitado su la voz me hubiera dicho todo. Así su sueño secreto que es una genio no hubiera salido a flote.

Las semanas pasan y siguen pasando, pero no hay recuerdos, no logro recordar y aunque los terapeutas vienen muy seguido,la policía siempre aparece y hace preguntas no logro darles respuesta.

Un año después...

-Kay -llamo a gritos.

Keyla pasa por mi costado con el cabello desordenado y un vaso de jugo en su mano.

-Mierda me dormí -dice subiéndose los pantalones de la pijama, mientras que Klaus está listo.

Me mira y me da un beso en la cabeza.

-Kay - vuelvo a llamar.

Él se acerca a mi y me toma por la cintura, tocó su torso desnudo y sonrió.

-No seas...

-Algo rápido antes de irnos a esa reunión.

Muerde su labio inferior y yo le sonrió, niego con la cabeza.

-Kay respeta la casa -escucho que dice la voz, aún sigo sin acostumbrarme a ella.

Kay comienza a reírse y yo con él, le doy un beso en los labios y palmeó su trasero. Bajamos los dos y nos sentamos los cinco.

El papá de Kay poco a poco fue sonriendo, descubrimos que hay cosas que mi cuerpo si recuerda, pero ha sido un duro año lleno de estudios, pronto ingresaré a la universidad y estudiaré algo, mientras que Kay está por terminar la universidad.

-Amelia deben estar a las cinco de la tarde -dice él.

-No te papá, estaremos todos ahí -dice Klaus.

El papá de la chicos ha ganado un premio muy importante, basado en su IA, lo cual ha traído cierto benéficos.

Cada uno está en lo suyo, Keyla está encerrada escuchando música, Klaus toma clases de artes marciales y Kay se va a la universidad, yo aprovecho mis clases con los tutores privados que me han seleccionado.

-Amelia -me llamo Klaus. De tengo las clases para ir con el.

-¿Qué pasa? -le pregunto.

-Alguien me ha tomado una foto mientras entrenaba con mi profesor en la parte de atrás de la casa.

Veo sus mirada de preocupación.

-Quizás son reporteros, ya sabes que tu papá ahora es famoso.

Intento tranquilizarlo, pero me preocupa pues la casa es como una fortaleza, nadie sale mi ingresa sin ser detectado.

Termino mis tutorías a las tres de la tarde y aprovecho en irme a arreglar con Keyla a su habitación.

-¿Cómo te sientes? -me pregunta.

-Emocionada.

-Nunca hemos vuelto ha hablar de tu pasado.

Me quedo en silencio. Luego miro mi imagen en el espejo con ese vestido azul noche largo.

-¿Has recordado algo? -me pregunta.

Rápidamente niego con la cabeza.

-Amelia...

Kay ingresa sin tocar y me da un silbido.

-Uy mi amor, te ves hermosa. No iremos.

Mi sonrisa se desvanece, apenas y salgo a los alrededores, nunca salgo sin el reloj o el teléfono o Kay. A veces solo quiero estar sola, meditar pero no puedo.

-Si iremos y si alguien te mira le rompo la cara.

Pongo los ojos en blanco.

-Ya vete a cambiar -grito.

-Hermosas -dice avanzando hacia la puerta -Keyla más te vale subir ese vestido un poco o te pondrás un polo.

-No tengo la culpa de tener las tetas grandes y estar ovulando -grita molesta.

-Nadie dijo que ser mujer es fácil, ahora solucionalo.

-Imbécil -grita ella.

Ella busca otro vestido en su armario.

-Me decías...

-Nada -dice ella.