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Estoy sentado frente al oficial repitiendo mis declaraciones, explicándoles mi rutina.
Estoy ya doce horas en el interrogatorio, no me han dado agua, no me han dejado ir al baño. Papá intenta mover su influencias sin que se filtre la información.
-Mencionaste que te dio su nombre -dice el oficial junto al detective. Ambos tienen cara de malos, pero tampoco me molestó con ellos, solo hacen su trabajo.
-¿No te dijo nada más? -pregunta el oficial.
-Solo dijo Amelia, supongo que es su nombre.
Estoy cansado, quiero dormir, tengo todo tipo de sustancias en la sangre, debería estar arrestado por consumir drogas que por el principal sospechoso de un intento de asesinato.
-Dejalo ir, en todaa sus declaraciones repite lo mismo.
Escucho que hablan, salgo de la sala de interrogatorios y mi padre está sentado en una silla.
-Lo dejaremos ir pero tiene una orden de no salida del país, ni de la cuidad hasta que se aclare la situación.
Mi padre se acerca ha hablar con un oficial,mientras que yo me siento y pienso en la muchacha.
Al subirme al auto en lo único que pienso es en ella.
-¿Me contarás todo a mi? -me pregunta mi padre.
-Llevame a verla, quiero saber cómo está.
Recuerdo esos ojos color miel abrirse de golpe y luego apagarse, me preocupa su situación.
Aún no estoy tan lúcido, pero no puedo olvidarme de esa escena.
-Hijo no creo...
-Dijo ser Amelia, algo sobre la organización -voy contándole a mi padre lo mismo que le repetí a la policía una y otra, y ota vez hasta que me soltaron.
Estamos en emergencias y mi padre se acerca a informes, mi padre es un hombre alto y guapo, su cabello oscuro y ese tono de ojos hace que siempre llame la atención a donde quiera que va. No ha tardado ni diez minutos en que le brinden toda la información sobre Amelia.
No nos permiten verla, solo nos dicen que perdió demasiada sangre, que presenta varios golpes, no logran darnos más información pues no somos familiares.
Mi padre no se preocupa mucho, pero yo estoy muy angustiado por esa mujer. Llegamos a casa y mi padre vuelve a su rostro sin expresión y esa mirada de indiferencia que nos da a mi y a mis hermanos.
Mis hermanos han cenado, menos nosotros. Mi padre decide cenar el su oficina, mientras que yo optó por mi habitación. Ambos en lugares diferentes de la casa.
***
Llego al hospital y me acerco a preguntar por ella, los policías están hablando con la misma doctora con la que hablamos nosotros. Me observa y deja de hablar.
Los policías me miran con severidad.
-Eres el principal sospechoso y aparecerá aquí...
-Yo le salve la vida, deseo saber de ella.
-Kay -advierte alguien a mis espaldas.
-Detective -saludo, se que no le agrado.
No es importa.
Cuando ellos salen de emergencias, los detectives me miran.
-Kay no te estas olvidando de algo importante.
Estoy confundido.
-Detective, ¿Ya saben quién es ella?
-Aun no, pero vamos a averiguarlo -tipica frase de detective y por ende entiendo que no tienen nada sobre este caso.
Hablo con la doctora después de una hora de espera.
-Doctora.
-Veo que no te rindes...
-¿Cómo está ella? -le pregunto.
-Ella vino en un estado de desnutrición avanzado, con la bala que perforó su tórax perdió demasiada sangre, lo cual hizo complicada la cirugía.
La doctora mira una cruz que está frente a ella y se persina.
-Ella es un milagros, su fuerza de voluntad fue muy grande.
-¿Algo más que deba decirme? -le pregunto.
-Hay cosas que solo los policías deben saberlo.
Esa respuesta me deja intranquilo. Pero ella muy amable me deja verla por la ventana de su habitación. Esta conectaba a varias máquinas. De inmediato vienen imagen la cabeza de mi madre, sacudo rápidamente la cabeza y salgo de emergencia para dirigirme a la universidad.
Así es todo los días, mi padre no sabe de mi rutina diaria que doy de camino a la universidad, retiraron toda sospecha de mi, no me quisieron dar información sobre Amelia, pero yo no me rindo, siempre pregunto por su salud y pago para que le den una buena atención. Aún no ha despertado del coma y los doctores aún no saben cuándo lo hará, lo cual me da menos esperanzas de saciar mi curiosidad de saber quién es ella.
Keyla está sentada en el sofá con una laptop encima y me observa cuando llego y cierra la laptop.
-¿Hoy también hiciste la ruta a ver a tu amor en coma? -me pregunta empujando mi brazo.
La miró molesto y ella sonríe.
-Pues te tengo un obsequio.
-¿Cuál? -le pregunto sin muchos ánimos.
Ella abre su laptop y veo los archivos de la policía.
-Es todo el expediente del caso -dice ella.
Me quedo asombrado por su destreza, aunque lo que acaba de hacer es prácticamente un delito federal, lo hizo con buena intención y eso es lo que cuenta.
Ella se pone de pie.
-Kay ella ha sufrido mucho, si realmente se acuerda de todo lo que ha vivido nunca lo va a superar -dice antes de subir las escaleras.
Keyla da a veces miedo por su edad y la gran madurez que posee.
" Ataduras en ambas muñecas, signos de tortura.
Violación.
Lesiones pélvicas.
Intento de estrangulamiento.
Tortura.
Laseraciones en la espalda con objetos filudos.
Evidencia de cautiverio.
Leves lesiones en ambas costillas.
...
Cuando terminó de leer todo lo que ha sufrido, me quedo en silencio varios minutos pensando en lo que me dijo mi hermana, si ella se acuerda de lo que realmente ha vivido no lo va a superar.
Mi padre llega de la oficina y intento tener una conversación con él, pero solo me ignora.
-Papá -llamo.
Él voltea a verme y lo sigo.
-Dime Kay.
-¿Papá existen drogas que hagan que una persona olvidé ciertas cosas? -le pregunto.
Mi padre me mira algo sorprendido.
-¿Por qué pregunta eso?
-Es Amelia.
-Ya hemos hablado de esto.
-Papá por favor, solo escúchame.
-no hay nada que escuchar.
-Tu eres un genio, tu debes de saber de algo.
-¿Por qué quieres esa droga?
Si le digo que es por lo que le hicieron, el no querrá dármelo, pero debo de intentar.
-Ella sufrió mucho, solo si ella se olvida de quién es podrá vivir normal.
-Kay te has vuelto loco. ¿Qué cosas puede sufrir una persona que sea tan doloroso?
-Esperame.