De tu Sangre Tomaré, El Alma que Robaste
img img De tu Sangre Tomaré, El Alma que Robaste img Capítulo 4 Miedo
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Capítulo 10 Guerra anunciada img
Capítulo 11 Me lastima img
Capítulo 12 Nudo en la Garganta img
Capítulo 13 Se enamoró y Casó img
Capítulo 14 Inmovilidad y Pesadilla img
Capítulo 15 No con él img
Capítulo 16 Peligroso img
Capítulo 17 Es una Orden img
Capítulo 18 Mi dulce Esposo img
Capítulo 19 Brujo img
Capítulo 20 Condición img
Capítulo 21 Batalla Interna img
Capítulo 22 Último Beso img
Capítulo 23 Adiós, Fin img
Capítulo 24 Especial I img
Capítulo 25 Especial II img
Capítulo 26 Especial III img
Capítulo 27 Especial IV img
Capítulo 28 Especial V img
Capítulo 29 Especial VI img
Capítulo 30 Especial Final img
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Capítulo 4 Miedo

Pov. Jungsoo.

-¿Q-qué me hiciste?- logro decir cuándo él se aparta de mí, a duras penas puedo hablar, trato de alzar mi mano pero es imposible, mis piernas no me responden.- ¿P-por qué no puedo moverme?

Me mira sonriente, su sonrisa es escalofriante, ladea la cabeza tronando los huesos de su cuello, trata de soltarse de las cadenas que sujetan sus manos pero no logra hacerlo, me mira para luego lamer mi mejilla.- Sabes delicioso.- desesperadamente con todas las fuerzas que tengo trato de moverme al ver sus colmillos pero no lo logro.

Trago duro antes de alzar la mirada hacia su rostro.-¿Q-qué me has hecho?

-No tengo tiempo para darte explicaciones... ¡Ah!- Dice antes de soltar un profundo grito que me ensordece.

-¡Ah!- esta vez soy yo quien grita al recibir un duro golpe en los muslos y caer al suelo, mis piernas estaban aprisionadas entre las suyas, así que, cuando comenzó a patalear como un demente, una de sus patadas me alcanzó haciéndome caer.

Estoy en el suelo y realmente me duele el golpe pero no puedo sobarme porque no puedo moverme.- ¡Ah, maldición! ¡Yiying! ¡Carajo, Teo ven y sácame estas porquerías! ¡Ah! ¡Demonios!- ¡¿Qué hago?! ¡¿Qué hago?! ¡No aguanto escuchar a las personas sufr... Un momento, a mi memoria llegan recuerdos de hace cinco minutos cuando me acerqué a él y parecía estar fingiéndolo todo.

¡Entonces, que sufra por mentiroso!

Me digo aquello a mí mismo, de todos modos, en este estado lo único que puedo hacer es escuchar sus falsos quejidos.

Cierro los ojos escuchándolo gritar desgarradoramente por un buen rato, lanzando maldiciones a diestra y siniestra.

Estoy por quedarme dormido hasta que una de mis manos se levanta por sí sola, abro enormemente los ojos porque eso solo significa una cosa, ¡Ya podré levantarme!, trato de mover mis piernas pero una vez más no puedo, ¡Caray!, trato con todas mis fuerzas pero no puedo.- ¡¿Por qué no puedo moverme?!- grito abiertamente moviendo todas las facciones de mi rostro, abro enormemente los ojos pensando de que todo esto puede que se trate de alguna parálisis temporal.

Sigo constantemente moviéndome sin poder bajar mi brazo que está levantada hasta que escucho una risa muy fuerte resonar en toda la habitación, son carcajadas tenebrosas que no hacen más que asustarme, mi piel se escarapela y tengo la necesidad de huir.

Ese tal Jongin continúa riéndose y balbuceando en un extraño idioma, la cama se mueve muy rápido pero estoy tan concentrado escuchando lo que dice que no me doy cuenta en qué momento me he puesto de pie, ¡Dios mío, esto no es normal!

Lo veo sobre la cama con unos enormes colmillos saliendo de su boca, volteo el rostro porque en verdad tengo mucho miedo, no soy de temer pero el aspecto de este hombre es tenebroso, mi corazón late a mil por hora, no sé si es por el terror o la angustia de verlo en aquel estado, extrañamente me duele verlo así, su cuerpo se encorva contra la cama pareciendo poseído.

Esto no debería ser visto por nadie, mis lágrimas salen de mis ojos automáticamente, quiero acercarme, sin embargo, no logro mover mis piernas, siento como si estuvieran pegadas al suelo.- ¡No te muevas!- grita fuertemente mirándome fijamente, de un momento a otro la cama ha dejado de moverse.- Si te acercas a mí, te mataré.- me dice totalmente calmado pero con la respiración agitada.- Solo cinco minutos más y vendrás a mí por ti mismo.

-Por favor, no me hagas ésto, estoy realmente muy asustado, ¡Dime qué pasa!- le exijo porque lo que acabo de ver fue demasiado para mí.

-Lo siento, cariño, pero tú no deci...- una vez más ladea su cuello y hace sonar sus huesos.-...des sobre tu cuerpo, me perteneces y se acabó el tema.- aquella sonrisa socarrona de la primera vez que me acerqué a él, una vez más está en su rostro.-Acércate.- niego con la cabeza frenéticamente, sintiendo mis manos temblar.- ¡Que te acerques!

Salto del susto al escuchar su potente voz, trago duro porque es la primera vez que una persona me da tanto miedo.- N-no puedo moverme.- y es la verdad, no puedo mover mi cuerpo, es como si mis pies estuvieran claveteados en el piso.

-En ese caso, permíteme arreglar el problema.- el sonido de su voz cambió radicalmente a una más tolerante, lo observé sentarse y acomodarse contra el respaldo de la cama con los ojos fijos en mí.

Me quedé tan absorto en sus ojos que no noté el instante en que mis pies se movieron por sí solos.- ¿Q-qué sucede?- Juro que no estoy moviendo ni un solo músculo, sin embargo, mis pies no paran de caminar e inclusive me subo a la cama.

-Tu cuerpo me pertenece, Jungsoo.- nuestros ojos se encuentran, trato de desviar la mirada pero una vez más no puedo mover mis facciones.- Tu rostro, tu ser, tu alma, tu sangre, tu vida, todo, absolutamente todo me pertenece, Kim Jungsoo.

-¿Qué eres?- pregunto mientras gateo acercándome a él.

-Tu peor pesadilla.- quiero llorar pero parece como si mis lágrimas se hubieran esfumado.- Tan solo necesito un poco de tu sangre para continuar con lo demás.- dice jadeante mientras nuevamente parece empezar a temblar sobre la cama, mis manos aceleran sus movimientos y ya me encuentro muy cerca de él, en definitiva, no tengo poder sobre mi cuerpo porque en un dos por tres ya me encuentro abierto de piernas sobre su regazo, su cuerpo tiembla cada vez más fuerte, una de mis manos tocan involuntariamente su rostro que quema peor que el fuego.- S-solo... ¡Ah!... solo un poco de tu sangre.- dice antes de clavar sus colmillos en la palma de mi mano.

-¡Ah!... ¡Por favor, para con esto! ¡Me duele mucho!- grito tanto como puedo porque es un dolor realmente insoportable, veo claramente como mi sangre chorrea de mi mano y las lágrimas finalmente salen de mis ojos.

-¿Te duele? Me gusta ver tu cara de dolor.- trato de alejarme o desviar la mirada pero no puedo, ¡No soporto más!

Él chupa y lame mi mano como si fuera vino, me mira a los ojos fijamente antes de tomar un buen chorro de mi sangre.- Listo, con eso será suficiente.- siento un enorme nudo en la garganta porque todo esto es inhumano.

De un momento a otro todo mi cuerpo cae en su encima y eso me sorprende pero estoy tan agotado que no hago ni el más mínimo esfuerzo para apartarme de su pecho.

Estoy por cerrar los ojos cuando la puerta se abre bruscamente.- ¡Jongin, tienes una hora para consumar tu matrimonio o la próxima recaída será mucho peor a las que ya has tenido!- logro reconocer la voz de Yiying gritar por toda la habitación.

-¿Por qué no vino Teo?- su voz suena normal, alzo la cabeza pero él no me está mirando.

-Sejun no le permite salir de su habitación hasta que su hijo no se calme.- frunzo el ceño porque todo es tan repentino, ¿Teo? ¿Quién es Teo?

Soy alzado sin dificultad por unos enormes brazos.- Creí que ya estaba bien.- volteo la cabeza y veo como le sacan aquellas cadenas de las manos.

-Aún es pequeño y no sabe controlarlo.- Jongin se pone de pie y camina hacia mí.- Eunji dijo que se desesperó cuando no vio a Teo junto a él al despertarse.

-Solo es un niño que necesita mano firme.- Yifan me entrega a los brazos de Jongin que no voltea a mirarme ni una sola vez.

-Tiene tres años, Jongin, es un bebé.- él camina hacia la cama y me recuesta sobre ella.

-Es un vampiro, tres años son como quince en la vida humana.- veo como se cruza de brazos antes de voltear a mirarme.- Desvístete.- me lo ordena con una voz seria que me hace tragar duro.

-Recuerda que es el hijo de un humano y un vampiro.- Yiying se acerca a su esposo y sujeta su mano, aquel hombre tan solo los escucha en silencio.

-Sí, pero Teo lo tuvo después de su transición.- una vez más vuelve a mirarme pero esta vez sus cejas se fruncen.- ¡¿Por qué no me obedeces?!- salto asustado en mi lugar.

-Jongin, no le grites de esa manera y por lo menos, espera a que nos vayamos.- la voz de Yiying cambia a un tono realmente duro pero no alza la voz.

-No te metas en mis asuntos, Yiying.

-No lo haré, pero trátalo bien, o si no, yo mismo vendré y lo liberaré.- él se acerca a Jongin y le sonríe.- Como aquel, jovencito, así que si no quieres que lo vuelva hacer, hazme caso.

Los observo realmente sorprendido porque con unas simples palabras Yiying logró calmar a aquel hombre.- Como sea, dile a Sejun que controle a su hijo.

-El bebé tiene que adaptarse a su poder por sí solo, Sejun no puede hacer nada, en todo caso, él único con poder para controlarlo es Teo, su "madre".

-Déjanos solos.- todo es tan confuso y misterioso que no puedo asimilarlo, Yiying asiente antes de mirarme con una cálida sonrisa.

Ambos se van cerrando fuertemente la puerta detrás de ellos, no soy tonto, sé que por el momento y por la situación en la que me encuentro debo hacerle caso, así que ni bien salen de inmediato me desvisto, me siento avergonzado pero lo hago de todos modos.

Jongin se voltea a verme pero me cubro con las sábanas tratando de que no vea mi desnudez.- Ya nos vamos entendiendo.- se aproxima a mí y me descubre sin previo aviso mirándome descaradamente.- Realmente, eres muy hermoso.

Sin decir nada más, se abalanza sobre mí y besa mis labios muy rápido.- E-espera, ¿Qué haces?- logro preguntar una vez que besa mi cuello con ansias.

-Te follaré.- mi corazón se detiene por un segundo, se despega de mí para sacarse rápidamente toda la ropa.- Y no será bonito porque tengo menos de cincuenta minutos para hacerlo.- abro enormemente los ojos ante sus palabras.

-¡Por favor, no lo hagas, no me lastimes!- lo miro suplicante pero él parece no escucharme ya que nuevamente se abalanza sobre mi cuello, me recuesta sobre la cama y se posiciona entre mis piernas, baja su mano hasta mi miembro flácido para masturbarme por unos segundos.

-¿Es tu primera vez?

-S-sí.- digo entre sollozos porque tengo mucho miedo.

-Te prepararé de una vez.- escupe en su mano derecha, se sienta ligeramente y abre lo más que puede mis piernas.- Si te duele soporta porque no tengo tiempo para niñerías.- me dice duramente antes de ingresar un dedo en mi interior, siento mucho dolor, quiero gritar pero él ha sido claro con sus palabras así que solo me muerdo el labio soportando, ingresa otro más y mueve ambos dedos en mi interior.

Cierro los ojos para poder soportar la intrusión de sus dedos en mí, respiro pesadamente hasta que el dolor se esfuma casi por completo, pero luego ingresa un tercer dedo, sin embargo, esta vez es más soportable, entra y sale de mi cuerpo, abro lentamente los ojos y nuestras miradas se encuentran, él se inclina y me da un leve beso en los labios para luego recostarse completamente sobre mí, me obliga a ladear el cuello antes de clavar sus colmillos más arriba de mi clavícula.- ¡Ah!- grito por el dolor que siento sobre mi hombro.

No termino de recuperarme de la mordedura cuando él de inmediato me penetra, nuevamente grito pero el sonido que emito se escucha más como un gemido.

Puedo sentir la sangre salir de mi piel y como es succionada por Jongin, ese hombre me succiona fuertemente.- Delicioso.- lo escucho decir sobre mi hombro sin parar de beber mi sangre, de un momento a otro empieza a penetrarme sin sacar sus colmillos de mi cuerpo, se mueve desesperadamente dentro de mí como si no hubiera un mañana.- Ah...-gimo una vez y él saca sus caninos de mi hombro para luego lamer aquel lugar.

Trago duro cuando se sienta y sujeta mis caderas.- Ahora sí asegúrate de gemir fuertemente para mí.

No sé a qué se refiere cuando me da una muy dura estocada.- Ah...- ese gemido sí que fue realmente alto, sentí una deliciosa sensación alrededor de mi cuerpo, siento mi piel caliente y mi miembro palpitando. Jongin sin soltar mis caderas me penetra fuertemente, sin contemplación.- Ah...e-estás yendo m-muy rápido...ah...- no puedo controlar los gemidos que salen de mi boca.- Ah... más rápido, por favor.- en esta situación estoy siendo un tanto bipolar, pero es que se siente tan bien que el pudor abandonó mi ser desde hace mucho.

-Así me gusta, que seas educado.- se inclina sobre mí y me besa pero esta vez más profundo, nuestros cuerpos están acoplados, se mueve muy rápido y acalla mis gemidos con su boca, siento un placentero masaje sobre mi miembro por el roce de su abdomen que rápidamente me corro entre nuestros cuerpos.

Lo escucho jadear fuertemente para luego sentarse de cuclillas y penetrarme más profundo alzándome para quedar ambos sentados mientras me penetra duramente, hace que pase mis brazos por su cuello y me ayuda a saltar sobre él, mi miembro una vez más está erecto pero esta vez es masturbado por su mano que lo frota de arriba hacia abajo.

-Tu interior se siente fantástico que me correré.- susurra en mi oído, sus palabras me excitan mucho, por lo que, de inmediato me corro una vez más, siento su cuerpo tensarse y luego de un juego de duras embestidas, él se corre en mi interior, cierro los ojos respirando agitadamente quedándonos en aquella posición hasta que me recuesta sobre la cama mientras él se acuesta al lado mío.

Permanecemos en silencio por largos minutos hasta que se sienta sobre el colchón, lo miro un tanto aterrado porque no sé qué me hará ahora, pero para mi sorpresa, estira su mano para tomar la mía, lo miro desconfiado pero lo hago, tira de mi suavemente para sentarme sin soltar mi mano después de hacerlo.- Nec tacui demens conferre decorem tuum, quid recipis mandatum anulum symbolum nobilitas.-recita aquellas palabras mientras me pone un curioso anillo que tiene como detalle principal un laberinto bien tallado, lo miro confundido pero él me ignora hasta que me lo termina de colocar en el dedo medio.- Aquello significa que..-deja un fugaz beso sobre mis labios.- Mi locura no se compara con tu belleza, por eso acepta este anillo como símbolo de mi nobleza.- me sonríe y coloca una mano sobre la mía antes de darme un profundo beso, siento su lengua chocar contra mis labios así que abro la boca para dejarlo ingresar en mi interior, él lame mi labio inferior antes de alejarse.

-¿Qué sucederá ahora?- le pregunto porque siento ver un futuro incierto a nuestro alrededor.

-Estamos casados así que viviremos como tal.

-¿Ya soy un vampiro?

-No, para que seas uno tenemos que esperar a que aparezca la luna de sangre, hasta que ese momento llegue me alimentaré de tu sangre para ayudarte en tu transición.

-¿Transición? ¿De humano a vampiro?

-Sí, para eso tendremos que ir a una cueva que queda en el lado oeste de nuestras tierras, allí permaneceremos por toda una semana.

Asiento respirando profundamente, ya que, no quiero adentrarme más al tema, prefiero no saber para no aterrorizarme más de lo que ya estoy.- ¿Quién es Teo?

-Creí que preguntarías sobre la transición.

-Prefiero dejar esa conversación para después.

-De acuerdo, Teo es el esposo de Sejun, él ingresó a esta familia hace ciento sesenta años, Sejun fue el primero en casarse, por eso, ya tiene un hijo, aunque eso no tiene nada que ver.

-¿Cómo es posible de que tengan hijos?- lo miré con la cejas levantadas.

-Así como hay la luna de sangre para las transiciones, también hay únicamente tres noches al año donde miras al cielo y no hay luna, aquella noche la llamamos Noctis.- hizo una pausa para lamer sus labios.- una de esas noches todos los vampiros que quieran concebir, realizan una larga caminata hasta llegar a las orillas de un gran lago, en ese lugar intimamos con nuestras parejas pero al terminar no salimos de su interior hasta que amanezca, si cuando amanece hay una densa neblina a nuestro alrededor, eso significa que ustedes lograron concebir pero si al despertar todo está despejado es porque no tuvieron suerte.

- Eso es sorprendente.- dije un tanto entusiasmado por todos los misterios que envuelve a su familia, nos quedamos en silencio hasta que recuerdo algo.

-¿Por qué no podía moverme?

Frunce ligeramente el ceño antes de mirarme.- Eso sucede porque puedo controlar a las personas con mi mente, puedo hacer que ellas hagan lo que yo quiero, así que si algún día pensaras en abandonarme, yo simplemente pondría mi don a trabajar y haría que volvieras a mí por ti mismo únicamente para matarte.

Esto es algo muy escalofriante, mi "esposo" me da miedo pero a la vez siento una especie de apego hacia él.

¿Será normal o simplemente estoy cayendo en su locura?

Fin Pov.

            
            

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