Era raro tenerlo tan cerca porque siempre que estábamos en un mismo lugar discutiamos. Él era una de las personas que más odiaba, bueno en realidad era la única persona que odiaba, aunque no sé por qué, simplemente desde la primera vez que nos vimos nos miramos mal y justo ahí empezó nuestra guerra. Hablando de guerras acabo de recordar que él me debe dos y pienso cobrárselas justo ahora.
-Owen- digo con voz preocupada.
-¿Qué pasa?- dice mirando por el retrovisor.
-Puedes parar la moto por favor.
Él lo hace enseguida y nos bajamos. Acomodo el conejo en la mochila y lo miro con los labios apretados.
-¿Qué sucede Hela?
-Nada- respondo con una sonrisa de boca cerrada- ¿Sí recuerdas que te dije que me las ibas a pagar verdad?
Owen me mira confudido por lo que le regalo mi mejor sonrisa.
Corro hasta mi moto y la enciendo lo más rápido posible, aprieto el acelerador y veo que el espécimen reacciona y grita.
-¿Qué mierda crees que haces?- pregunta y empieza a correr hacia mí.
-Cobrándote lo que me debes, nos vemos pronto querido.- acelero y lo dejo maldiciendo y pegándole patadas a un bote de basura.
~•~•~•~•~
Cuando bajo de la moto me quedo mirando la casa del espécimen y no puedo evitar reír a carcajadas, de repente pasa una señora y se queda viéndome raro por lo que me pongo seria y entro a casa.
Veo a mamá en la cocina y voy hacia ella para saludarla.
-Hola mamá.- digo llegando hasta ella y abrazándola.
-Hola princesa, ¿cómo te fue el día mi amor?
-Bien mami, ya sabes lo normal- respondo separándome de ella.
-Que bueno cielo.
-Me daré una ducha.
-Está bien cariño, en cuánto esté la cena te llamaré.- asiento y le doy la espalda.
Camino a paso lento hacia mi habitación, así como si no quisiera llegar o como si no tuviera ganas. Ya dentro entrejunto la puerta y me siento en la cama para sacar a la pequeña bolita de pelos. La dejo en el suelo para así poder entrar a la ducha.
Siento el agua fría corriendo por mi cuerpo, paso las manos por mi cabello para relajarme un poco, pongo un poco de música y comienzo a cantar.
Aquí va mi confesión
Antes de ti no fui un santo
He pecado como no
Pero eso es cosa del pasado
Desde que llegaste tú
Lanzaste al aire la moneda
Fuera cara o fuera cruz
Ganabas como quieras
Conocerte fue un disparo al corazón
Me atacaste con un beso a sangre fría
Y yo sabía
Que era tan letal la herida que causó
Que este loco aventurero se moría
Y ese día comenzó
Tanto amor con un disparo al corazón
Cuántas noches de pasión
Cuántas mañanas tan vacías
Un error tras otro error....
Al ratito escucho un grito de mamá y salgo envuelta en una toalla.
-¿Qué se supone qué es esto?-pregunta mamá con el conejo entre sus manos.
-Un conejo mamá-digo lo obvio conteniendo la risa.
-Aaa ¿no me digas?, pensé que era un dinosaurio. No es chistoso Hela. ¿De dónde lo has sacado?
-Uhmm me lo encontré en la universidad y decidí traerlo conmigo.
-¿En serio Hela?-pregunta enarcando una ceja.
-Sí mamá, porfa déjame quedarmelo.-digo uniendo mis manos en modo de súplica.
-Bueno, ya que está pues te lo puedes quedar, pero es tu responsabilidad.
Salto hacia ella y la abrazo.
-Gracias, gracias mamá, ¿sabías qué te amo?- le lleno la cara de besos.
-Me amas cuando te conviendo pequeña malcriada.
-¿Cómo le pondrás?- pregunta mamá pensativa.
-Pues- lo pienso por un momento- Le pondremos Hades.
-¿Cómo el dios del infierno?, por dios Hela que es una ternura, solo míralo.
-Pues por eso mamá, ahí es donde está el chiste. Que aburrida eres- digo riendo y ella niega con la cabeza.
-¿Aburrida yo?- pregunta enarcando unas cejas y bajando a Hades.
-Sí, tú misma.
-Eso ha dolido, pero, ¿a qué esto no te parece aburrido?- dice acercándose demasiado a mí y doy tres pasos hacia atrás.
-Mamá si es lo que estoy pensando pues decirte quiero que eres la mamá más divertida del mundo.
Ella igual sigue caminando hacia mí y me agarra por un brazo y me tira para la cama. Se sube encima de mí y empieza a hacerme cosquillas, toda una vida ha hecho eso. Señores amo a mi mamá.
-¿Quién es la mamá más divertida del mundo Hela?- interroga haciendo más cosquillas.
-La mía, la mía.- digo riendo.
-¿Cómo fue?, no escuché bien.
-Eres la mamá más divertida del mundoo, te amoo. Déjameee respirar.
-¿Y si ahora te ahogo?- pregunta con cara de pura maldad.
-Mamá das miedo por Dios.
Ella para de hacerme cosquillas y respiro aliviada.
-Te dejo con tu Hades tenebroso. Voy a terminar la comida.
-Vale mami. Ahorita voy.
Ella sale de la habitación y yo enteo a Hades que ya lo veía con la intención de salir a desandar. ¿Será malcriado?, ojalá y no, no soporto a los niños malcriados, es algo que me saca de mis casillas.
¿En serio estás hablando del conejo como si fuese un bebé?
Es un bebé so insencible. ¿Acaso no lo ves?
Eres tonta mujer.
Tonta tú, además no me hables, déjame en mi burbuja de ensueño.
Como diga la doña.
Decido cambiarme y me coloco un vestido de flores, peino un poco mi cabello, me aplico un poco de brillo labial y saco a Hades al jardín, para que explore un poco y se vaya acostumbrando al ambiente ya que aquí pasará el resto de su vida. Ojalá y me dure por siempre, ya lo adoro y es nuestro primer día juntos.