-Mamá no seas indiferente conmigo. Prometo que no volverá a suceder- comento bajando la cabeza.
-No estoy siendo indiferente, solo estoy algo enojada cariño.
-Al menos no estás decepcionada- murmuro más para mí misma, que para ella.
-Bueno..
-Bueno..
-¿Y el pequeño Hades?- interroga más animada.
-Acabo de darle de comer, es un muy comelón y algo travieso. Se comió el cable de mis audífonos rosas.
Mamá frunce los labios para no reír y abre los ojos como platos.
-Dime que no lo hizo en serio.
-Desgraciadamente sí lo hizo. Espero y no siga comiendo cables.
-Por su bien y por el tuyo, espero que no lo siga haciendo, tu padre se enfadaría demasiado.
-Lo sé mamá. Hades será un buen nieto tranquila, ya hablamos sobre eso.
-¿Hablaste con el conejo?- me mira con cara de "hija estás mal".
-Sí, al parecer nos vamos a entender muy bien.
-Te perdí!- exclama haciendo un gesto dramático.
-Mira que eres dramática mamá.
-Oigan quién habla.
-Buenoo, de tal palo, tal astilla.
-Ya lo creo.- ella ríe y hago lo mismo.
-Mamá me voy a la universidad.
-Vale cariño, no tardes mucho.
Recuerda que todavía no te hemos puesto el castigo.
-¿En serio me lo van a poner?- pregunto algo indignada.
-Sí Hela querida, en serio.
-Vale- pongo los ojos en blanco.
-Te quiero cariño, cuídate.
-También te quiero mamá.
~•~•~•~
Al llegar lo primero que veo es a Owen, ¿por qué es lo primero qué tengo que ver en el día?, Diosito, si en mi vida pasada fui cruel con alguien perdóname, ya estamos en otra vida o sea pasado pisado. No es necesario que lo sigas poniendo en mi camino, aprendí a ser buena.
Camino rápido como de costumbre y no volteo a verlo en ningún momento para evitar peleas o comentarios ofensivos. Aunque eso no sirve de nada. Owen se apresura a pasar corriendo por mi lado y me choca el hombro de tal manera que casi me tumba.
Ayyy, peroo ayy.
Tranquila doña.
Tranquila mis huevos, se va a cagar.
Corro detrás del espécimen y cuando logro alcanzarlo lo tomo por el hombro y lo hago retroceder.
-¿Qué putas te pasa Owen?- lo agarro del cuello de su camisa.
-¿Qué mierda te pasa a ti maldita loca?- pregunta con cara de yo no fui.
-Estás colmando mi paciencia Owen y cuando se termine no te va a gustar lo que te va a pasar.
-Siempre dices lo mismo, hablas y hablas y nunca haces nada.- comenta con aburrimiento.
-¿Quieres acción cielo?- pregunto coqueta.
-Sí- responde embelesado, no jodas, ¿dije "embelesado"?. Dios que mal estoy.
-La tendrás.- me separo un poco de él y le pego una patada en los huevos. Él enseguida se retuerce y coloca sus manos en su punto sensible y se encoge.
-Eres una locaaaaa!!- grita con los ojos aguados.- Malditaaa locaa dementeee, tienes que estar en un puto hospital psiquiátrico.!- sigue gritando.
-¿Qué pasa cariño, ya no quieres acción?, pensé que te ibas a divertir- comento haciendo pucheros y mirando al piso.
-Tú- me señala- Tú estás malditamente mal, eres, eres...
-Eres, eres- repito lo mismo que él acaba de decir- ¿Qué soy, tu fantasía?.
-Ni en mis peores sueños Hela, no te creas tanto.- se endereza.
-Entonces en tus mejores sueños sí soy tu fantasía- afirmo con una sonrisa.
-En mis mejores sueños yo te hagos desaparecer del planeta María.
-¿Por qué soy tu fantasía?- sigo molestándolo.
-Eres imposible, no sé como logras que cada día te odie más.
-Es un don cielo mío.- paso mis manos por mi cabello.
-¿Sabes qué esto va a tener consecuencias verdad querida?- pregunta tocando mi cara.
-Las esperaré con gusto cielo.- respondo con sarcasmo quitando sus manos de mi rostro.
-Espero que así sea- expone sus últimas palabras y se da la vuelta.
Río suavemente, pongo los ojos en blanco y me giro para irme.
No sé por qué aún no he dejado la universidad, nunca hacemos nada. Literalmente estoy al día con todo porque le caigo atrás a los profesores, no quiero desaprobar ninguna materia y quiero seguir siendo mejor estudiante que el espécimen de ojos verdes.
Camino un poco más y llego al aula de mi profesor de filosofía.
-Buenos días profesor Andrew.
-Buenos días señorita María.
-Pasaba para preguntarle sobre los proyectos, ¿no hay ninguno pendiente?
-Por ahora no señorita Benett- responde con media sonrisa.
-Bueno ok, gracias, solo era eso. Que tenga un buen día profesor.
-Igual usted señorita Benett.
Salgo del aula en busca de mi moto para dirigirme a casa.
~•~•~•~•
Al entrar mis padres están sentados en el sofá de la sala esperándome con una amplia sonrisa.
-¿Qué pasa, por qué me miran así, qué mosca les picó?- los miro asustada.
-Ya tenemos tu castigo- expresan al unísono.
-Genial- digo con falsa alegría.
-No es malo, al menos esta vez no nos luciremos tanto.- comenta papá.
-Bueno...- suspiro- ¿Me lo van a decir ya o qué?
-Tienes que cuidar a Owen a partir de mañana. Está resfríado y sus padres tienen un viaje de negocios por lo que el quedará solo y tú lo cuidarás.
¿Qué maldito karma estoy pagando?, Owen, Owen, Owen. ¿Por qué yo?.
-No voy a hacer eso mamá.- me cruzo de brazos.
-Sí lo harás cariño.
-Pero mamá él ya está grande, sabe cuidarse solo, además esta mañana estaba en la universidad y no se veía nada mal.- me defiendo.
-Owen no ha salido de su cama Hela, no mientas y no trates de evadir el castigo. Te quedarás con él el tiempo que haga falta. Para eso eres su amiga, ¿no?.
-Mamá, otra cosa por favor te lo ruego.- suplico.
-Hela ya está decidido- habla papá- Mañana a primera hora estarás en la puerta de los O'kelly y cuidarás muy bien de Owen, ¿entendido?.
-Sí capitán- comento cerrando los ojos.
-Eso es perfecto, además no es ni un castigo cariño, solo ayudas a un amigo cercano.- me anima mamá pasando sus manos por mis hombros. Asiento y me voy derrotada.
Mañana va a ser un gran día de mierda.