Capítulo 5 El anillo

Luego de un silencio, esperando que ella dijera algo, Damon insistió: "Avísame dónde quieres, ya veré si me interesa".

"Tú eres el que decide", respondió Sheryl apretando los dientes, sabía que él solo estaba tratando de humillarla todavía más. No había manera de responderle esa pregunta porque ella no tenía ningún poder de decisión en esas circunstancias.

"Qué mujer tan aburrida eres...", la miró con evidente decepción durante unos segundos antes de girarse y salir por la puerta dejándola sola.

Tiempo después y lejos de allí, el sol brillaba intensamente sobre un imponente edificio: la galería de arte más famosa y exclusiva de A City.

Era el día en el que subastarían una impresionante pieza de zafiro.

La tristeza invadió a Sheryl mientras llegaba apurada a la galería pensando: 'Ese zafiro pertenecía a mi mamá, y ahora lo van a subastar'. Cuando entró, contempló desde la distancia la brillante roca imaginando la enorme cantidad de dinero que pagarían por tenerla. Quería saber quién se quedaría con el zafiro y se juró a sí misma que algún día lo recuperaría como sea.

Una chica enérgica con el cabello atado en una coleta alta se acercó al lado de Sheryl que caminaba con mucha rapidez y le dijo jadeando sin aire en un tono exasperado: "¡Espera un minuto! ¡Sheryl, camina más despacio!".

Pero ella respondió acelerada: "¡Ni siquiera tuve tiempo de ir al baño! ¿Puedes adelantarte en encontrar asiento para las dos y esperarme allí?".

Corriendo como loca, Sheryl se fue al baño de mujeres, abrió la puerta y entró en el cubículo más cercano disponible. Después de unos instantes, finalmente pudo hacer sus necesidades y todo su cuerpo se hundió con placer en una sensación de alivio.

Disfrutó unos segundos de esa paz, miró que ya era casi la hora de la subasta y estaba a punto de salir del cubículo cuando escuchó con sorpresa la voz de un hombre.

Dudó un poco, pero se decidió y abrió levemente la puerta, solo lo suficiente para asomarse hacia afuera.

Un hombre y una mujer estaban dentro del baño discutiendo.

La chica era muy hermosa, la impaciencia emanaba de sus ojos cuando exclamó: "¡No tengo ningún deseo de casarme!". Con los brazos cruzados como si se protegiera, Summer Xia volteó su rostro y agregó en un tono desafiante: "¿Cómo puedo esperar que tu familia me acepte? Soy de familia pobre, no hay manera posible de ser aceptada como tu esposa. ¿Acaso no te das cuenta de eso?".

Sheryl ahogó un grito cuando identificó finalmente la voz del hombre: ¡era Damon! Con la misma frustración de la mujer, él preguntó: "¿Entonces no es suficiente mi amor por ti?", su voz era tan fría como un témpano y la rabia le hizo fruncir el ceño de disgusto.

"¡Sabes perfectamente que no es suficiente!", dijo Summer negando con la cabeza y lo miró a los ojos, el fervor hacía que brillaran.

Con voz sarcástica, la mujer continuó: "¿Puedes decirme honestamente cuánto tiempo durará tu amor? ¿O al menos eres capaz de prometerme que tu amor será para siempre y que nunca desaparecerá?".

Sin vacilar ni dudar un segundo, Damon afirmó: "¡Te lo prometo, Summer! ¡Seré fiel a ti si me aceptas!".

Un suspiro tembloroso salió de la boca de Sheryl, y se la tapó con las manos sin dar crédito a todo lo que estaba presenciando.

¡Resulta que Damon estaba enamorado de otra persona! Y esa mujer se llamaba Summer, eran dos nombres hermosos que sonaban muy bien juntos como pareja.

Intrigada por toda la situación, Sheryl siguió espiando desde el pequeño espacio que dejaba la puerta entreabierta.

"¿Estás escuchando tus propias palabras? ¡Lo único que anhelas es amor y nada más! ¡Yo lo que necesito es una vida entera! Sé que los hombres ricos como tú piensan que el amor está por encima de cualquier otra cosa, pero ¿alguna vez te has puesto en mi lugar? ¿Has pensado en lo que no tengo? ¡No puedo ofrecerte nada! Si te acepto, todos pensarán que es solo por interés y por tu dinero".

Revelar su mayor temor en la relación hizo que Summer se detuviera, después de respirar un poco para continuar, levantó la cabeza con una expresión de honesta tristeza y los ojos desbordados en llanto: "No soy como las otras mujeres que te persiguen y apuestan para conquistarte, a mí no me interesa ni tu dinero, ni tu familia, ni tus propiedades. Solo tengo ojos para ti, y por eso quiero lograr un estatus económico y social alto por mis propios medios, de manera que pueda estar a tu lado. ¿Por qué sigues obligándome en esto, Damon? ¿Por qué sigues ignorando todos los esfuerzos que he hecho? ¿No te das cuenta de que todo lo que hago es por ti? ¡Para estar juntos! ¿Por qué no puedes tener paciencia y esperarme?". "No puedo esperar un momento más, la razón por la que regresé del extranjero fuiste tú", la voz de Damon era sincera y un poco desesperada. Acarició el anillo que tenía en la mano pensativo. "Summer, si rechazas este anillo ahora, pronto pertenecerá a otra mujer. ¿Cómo te sentirías si eso ocurriera?".

La mujer quedó abrumada por lo que decía. Preguntó incrédula: "No entiendo. ¿Qué quieres decir con eso?".

"Mi mamá ya ha encontrado una mujer para mí...". Damon entrecerró los ojos y un gesto de frustración se formó en su hermoso rostro al continuar: "El tipo de mujer que puede darme un hijo".

"¿Qué quieres decir? ¡No puede ser! ¿Estás dispuesto a aceptar ese ridículo arreglo solo para que una mujer que ni siquiera conoces pueda dar a luz un hijo por ti? ¡Sabes perfectamente lo absurdo que es hacer algo como eso!", Summer retrocedió devastada por lo que acababa de saber.

"¿Entiendes que me encuentro en una situación desesperada? ¿Ahora sí estás dispuesta a aceptar el anillo?", suplicó Damon levantando nuevamente el brillante anillo de diamantes hacia ella.

"Yo...", Summer cerró los ojos respirando con dificultad, el corazón iba a explotar en su pecho mientras sus pensamientos corrían a extrema velocidad dentro de su mente.

"¡No me hagas esto, por favor! ¡No trates de provocarme de esta forma! ¡Sabes lo mucho que te amo!", aunque estaba agradecida porque él le correspondía en sus sentimientos, no se sentía satisfecha por la situación en la que ambos se encontraban. Ella todavía quería seguir sus ambiciones y convertirse en una persona digna del respeto de los demás sin depender del matrimonio con un hombre poderoso como él.

Con voz decidida, Damon le dio un ultimátum: "Summer, te estoy ofreciendo una opción ante el problema que enfrentamos ambos. Te amo, y sé que me amas, pero mis circunstancias me obligan a esto. Solo hay dos posibilidades: puedes aceptar el anillo y casarte conmigo, o rechazarlo y alejarme; como sea, tienes que tomar una decisión en este mismo momento".