Mi Corazón Enjaulado
img img Mi Corazón Enjaulado img Capítulo 1 La Sombra
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Capítulo 16 Solo me estás usando img
Capítulo 17 Aquel hombre img
Capítulo 18 Secretos img
Capítulo 19 Jon img
Capítulo 20 ¿Quieres que te dé una lección img
Capítulo 21 Estaba lloviendo img
Capítulo 22 La bofetada img
Capítulo 23 Basta img
Capítulo 24 No me dejes sola img
Capítulo 25 Te extraño img
Capítulo 26 El documento img
Capítulo 27 Sé mi patrocinador img
Capítulo 28 Dime la verdad img
Capítulo 29 Quiero su autógrafo img
Capítulo 30 Damon la echó de la cama img
Capítulo 31 Parece que no eres tan desgraciado después de todo img
Capítulo 32 Cosas caras img
Capítulo 33 Si yo fuera hombre, también la elegiría img
Capítulo 34 ¿Nos conocemos de antes img
Capítulo 35 Un mensaje enviado por accidente img
Capítulo 36 Crystal img
Capítulo 37 Su secretaria personal img
Capítulo 38 El acuerdo img
Capítulo 39 Su antiguo trabajo img
Capítulo 40 Aria img
Capítulo 41 Estoy muy ocupado img
Capítulo 42 ¿Qué quiere él de mí img
Capítulo 43 Su pareja para la cena img
Capítulo 44 Pura img
Capítulo 45 Continúa investigando img
Capítulo 46 Atracción img
Capítulo 47 Besar img
Capítulo 48 ¿Le dirías lo que estamos haciendo img
Capítulo 49 Su aroma img
Capítulo 50 ¿Está buscando a alguien img
Capítulo 51 Tu jabón img
Capítulo 52 Él me sigue esperando img
Capítulo 53 Solo estaba jugando con ella img
Capítulo 54 Sheryl, ¿cómo te atreves a apagar tu teléfono img
Capítulo 55 ¡Trae tu trasero de vuelta inmediatamente! img
Capítulo 56 Sheryl, no te muevas de aquí img
Capítulo 57 ¿Qué pasa si no puedes comunicarte conmigo img
Capítulo 58 El señor Tuoba quiere verla img
Capítulo 59 Ahí estás img
Capítulo 60 Estoy lista img
Capítulo 61 Tómalo con calma img
Capítulo 62 ¿Podrías perdonarla img
Capítulo 63 Bipolaridad img
Capítulo 64 Recuerda siempre cuál fue mi respuesta a tu pregunta esa noche img
Capítulo 65 Todos contamos contigo img
Capítulo 66 Trata de no perder demasiado peso en esa zona img
Capítulo 67 El bolígrafo grabadora img
Capítulo 68 Desaparece de mi vista img
Capítulo 69 No quiero arruinar tu cabello besándote img
Capítulo 70 Estaba nevando img
Capítulo 71 Ella sujetó su brazo img
Capítulo 72 Un beso feroz img
Capítulo 73 Él no me ama img
Capítulo 74 Un encuentro incómodo img
Capítulo 75 Quédate conmigo img
Capítulo 76 Un visitante inesperado img
Capítulo 77 La corbata rosa img
Capítulo 78 Un error fatal img
Capítulo 79 Cien mil img
Capítulo 80 Su amante img
Capítulo 81 La voy a tomar en serio de ahora en adelante img
Capítulo 82 Conquistando formalmente a Sheryl img
Capítulo 83 Damon, ¡él te ama! img
Capítulo 84 Ella obtuvo un anillo de bodas img
Capítulo 85 Yo te estaba esperando a ti aquella noche img
Capítulo 86 Permíteme enseñarte img
Capítulo 87 La acompañante img
Capítulo 88 Tiger img
Capítulo 89 Era muy inocente y hermosa img
Capítulo 90 Nieve img
Capítulo 91 Quédate a mi lado img
Capítulo 92 Sheryl, estoy enamorado de ti img
Capítulo 93 Ella es mi mujer img
Capítulo 94 El pasado es el pasado img
Capítulo 95 La última vez que te llevaré img
Capítulo 96 Día de San Valentín img
Capítulo 97 Llegó mi período img
Capítulo 98 Agua de azúcar moreno img
Capítulo 99 Ceremonia de compromiso img
Capítulo 100 Vuelve para acompañarme img
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Mi Corazón Enjaulado

MERCEDES TOVAR
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Capítulo 1 La Sombra

"¿Hay alguien aquí?", abriendo la puerta con mucha cautela, Sheryl Shen se asomó dentro de la habitación. El espacio estaba a oscuras y no se podía ver con claridad, pero incluso en la penumbra la chica sabía que, con sus ropas sencillas y raídas, estaba totalmente fuera de lugar en esa lujosa suite.

Sus ojos chispearon en un destello de incertidumbre cuando cerró la puerta tras ella sellando así su destino.

Frente a las amplias ventanas francesas, una figura alta estaba inmóvil como si fuese una sombra que formara parte de la oscuridad.

Interrumpido por los sonidos de la recién llegada, giró en silencio mostrando un hermoso perfil. La mirada fría brilló como hielo al posarse sobre la mujer que ahora estaba frente a él, sostenía una horquilla de cabello en la mano y la hacía girar suavemente con sus dedos largos y ágiles.

Su nombre era Damon Tuoba, el único heredero de su eminente y poderosa familia. A pesar de ser reconocido en toda la ciudad, Damon era un hombre reservado; por eso era muy raro que los medios revelaran su información privada o algún dato personal, la única foto que el público había podido ver era una imagen vieja del servicio militar que fue publicada en una revista semanal.

Este hermetismo hacía que la popularidad del joven misterioso fuese aún mayor; los rumores de su valentía eran ampliamente conocidos, así como muchos otros que constantemente aparecían en foros por internet y periódicos.

Un hombre como él, de tanta belleza y valía, era como el sol en el cielo durante una tarde despejada: cegaba a los demás con su brillo inalcanzable.

Cubierto por el manto de oscuridad que lo rodeaba, la miró sin decir nada.

"¿No hay nadie aquí?", Sheryl se sintió un poco aliviada por la falta de respuesta, pero siguió mordiéndose el labio con preocupación.

Sabía que realmente no había ninguna salida para ella una vez que firmó el acuerdo.

La chica frunció el ceño con nerviosismo y se armó de valor para preguntar una vez más: "¿Realmente no hay nadie aquí? Vine para...".

Damon tiró la horquilla que tenía en sus manos al piso y caminó hacia ella con una mirada gélida:

"¡Fuera!", le ordenó con un gruñido que rompió el silencio como un trueno.

Sheryl saltó sorprendida por su voz y sintió cómo la inquietud se apoderaba de todo su cuerpo, el trato firmado la convertía solo en una herramienta física para dar a luz.

Tenía la estricta orden de permanecer en esa habitación durante tres días consecutivos y no podía incumplir ninguna de las exigencias de su empleador;

luego tendría que quedarse en la villa el tiempo suficiente hasta que finalmente diera a luz a un bebé.

Odiaba en su corazón las condiciones terribles de ese acuerdo, pero no tenía otra elección.

Su intención era esperar que la noche transcurriera tranquila, de todas formas si nada pasaba, nadie se enteraría, ¿verdad?

Poco a poco, un extraño sonido llegó hasta sus oídos, Sheryl preguntó con sincera preocupación: "¿Te pasa algo? ¿No te sientes bien? Si necesitas que llame a alguien...".

Pero un gruñido de molestia la interrumpió, haciendo que su corazón se detuviera de repente:

"¡Cállate!

¡Sal de aquí ahora mismo!". En el momento siguiente, una figura alta se abalanzó amenazadoramente sobre ella, su aura fría y abrumadora la hizo sentir como una presa acorralada por un depredador para ser devorada.

La chica intentó explicarse balbuceando sus palabras por el temor: "La puerta estaba cerrada desde afuera cuando entré, ¡no puedo abrirla porque está bloqueada!". Antes de que pudiera decir o hacer algo más, una mano fuerte le agarró el rostro con crueldad, lo que provocó un dolor penetrante en su barbilla. Su respiración se aceleró por el pánico.

"Te quieres acostar conmigo, ¿no?", las irónicas palabras fueron pronunciadas con un tono tan frío que sintió como si un bloque de hielo le golpeara la cara.

Los ojos de Sheryl se entrecerraron y volvió a morderse el labio inferior con los dientes retomando su viejo hábito cuando se encontraba en una situación preocupante.

Como pudo, le respondió desesperada: "Parece que no sabes nada de lo que se había acordado, ¡así que rompe el contrato! ¡Renuncio!", apenas dijo estas palabras, un par de manos grandes y fuertes la sujetaron dolorosamente por los hombros inmovilizándola.

Intentó apartarlo pero era una fuerza muy superior a la suya; pensó que el hombre la soltaría cuando, de repente, bajó sus manos y sostuvo las de ella, tan suaves y delicadas.

"¡Ah!", un pequeño grito agudo salió de su boca cuando fue empujada contra la pared.

Sin importar cuánto luchaba por resistirse, los brazos de él ahora le rodeaban la cintura firmemente y comenzaron a subir con lentitud por toda su espalda, como si la estuviera examinando y familiarizándose con su cuerpo.

Los ojos de Sheryl estaban abiertos de terror en la oscuridad: "¿Qué estás haciendo? ¿Me quieres matar? ¡Déjame ir, por favor! ¡Ayuda!".

Sin embargo, su grito no lo detuvo. Al contrario, parecía ahora atacarla con mayor fiereza como si su interés hubiera sido alentado por su debilidad.

"¡Suéltame! ¡Me duele!", la respiración se le atragantaba en la garganta como una roca impidiéndole respirar. "¡Eres un hombre malvado! ¡Me duele demasiado! ¡Lo dejo, renuncio! ¡Me voy!".

No tenía idea de cómo lo había ofendido ni qué tipo de hombre era, temía por su seguridad en ese momento.

"¿Quieres irte ahora?", le susurró él en su oído, sintió su aliento cálido en la mejilla mientras las manos que la sujetaban se aflojaron poco a poco hasta liberarla. Damon vio cómo Sheryl se soltaba de su agarre y salía corriendo hacia la puerta cerrada.

Pero antes de que pudiera llegar hasta allí, el hombre extendió uno de sus fuertes brazos y la rodeó nuevamente por la cintura delgada cuando intentó desesperadamente huir de la habitación. "Mujer estúpida, ¿quieres irte ahora? Ya es demasiado tarde".

Luego, con ambos brazos, rodeó todo su cuerpo débil apretándola como una serpiente que ahogara a su víctima y murmuró amenazante:

"Voy a hacer que me ruegues...".

            
            

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