Capítulo 9 Deseaba volver a estar con ese hombre

Sheryl estaba atrapada en medio de una multitud de espectadores. Los cegadores flashes de las cámaras no dejaban de parpadear mientras los reporteros de los medios seguían tomándole fotos. Aunque no había hecho nada, parecía haberse convertido en el tema candente del día.

No muy lejos de ahí, Summer observaba el desarrollo de los acontecimientos con frío e indiferente interés.

Susan Su, su agente, le echó un vistazo a su rostro y se sintió impelida a preguntarle: "Summer, no lo entiendo. Querías el zafiro y Damon te lo compró. Merece que le ofrezcas unas cuantas palabras de agradecimiento".

"Quiero depender de mí misma", respondió la mujer, "un hombre como él nunca se dejará engatusar por un simple rostro bonito. Tengo que lograr que se enamore de mí desde el fondo de su corazón".

"Digamos que tienes razón. Entonces, ¿estás segura de que quieres arriesgarte a perderlo? Hay mujeres detrás de él por todas partes, y hay hordas de ellas más que dispuestas a ocupar tu lugar. ¿No te preocupa ese hecho?", expresó su agente sacudiendo la cabeza con asombro, "¡Realmente no sé cómo es que puedes soportarlo!".

Los labios de Summer estaban apretados formando una línea recta. "No es que no me preocupe, pero puedo ver todo con claridad. Al no poseer otra cosa que una cara bonita, su madre nunca me permitiría casarme con un miembro de la familia Tuoba. ¿Crees que Damon pondría su amor por mí por encima del poder que le da su posición en dicha familia? ¡Tengo que encontrar una manera de hacer que la señora Tuoba me acepte como su nuera! ¡Ese es el punto!".

En su camino de regreso, Lia interrogaba a Sheryl sin cesar. "¿Es verdad que conoces a Damon? ¡Es increíble!

Sheryl, sabes lo que estás haciendo, ¿cierto? Quiero decir, ¿no harás nada precipitado?".

Después de un rato, silbó incrédula y volvió a preguntar: "Pero en serio, ¿eres la novia secreta de Damon?".

Apenas prestando atención a la mujer a su lado, Sheryl miró a lo lejos con los ojos entrecerrados, sumida en sus pensamientos. No dejaba de preguntarse por qué Cynthia quería encontrar a una mujer para que Damon la embarazara cuando claramente ya estaba enamorado de otra.

'¿Es porque cree que no molestaré a su hijo más adelante? Bueno, esa mujer hizo todo lo posible por usar mi debilidad en mi contra para que de ese modo no tuviera otra opción que seguir sus instrucciones'.

Lo único que ella quería era mejorar las vidas de las personas a las que amaba.

Sin embargo, a pesar de eso no podía evitar desear volver a estar con ese hombre.

Al mediodía, el sol brillaba en la cima de YM Mountain, iluminando las numerosas y magníficas villas que salpicaban la ladera de la montaña.

En la sala de estar, unos sirvientes bien vestidos estaban preparando un suntuoso almuerzo. Se movían con enérgica precisión, sin aflojar ni siquiera un segundo.

Con el rostro pálido como una sábana, Shelly presionaba la parte inferior de su abdomen con una mano y sostenía un plato de sopa caliente con la otra. Dicha sopa era un tónico que Cynthia bebía a menudo, uno que supuestamente podía hacer que las mujeres lucieran más jóvenes.

"Por favor, ayúdame. Por favor...". Con sus ojos desenfocados brillando desesperadamente, la chica aferró el brazo de la persona a su lado. "Por favor ayúdame a servir esto, ¡me duele mucho el estómago! ¡Si la derramo, seguramente me despedirán!".

Sheryl estaba asistiendo a Shelly, quien estaba doblada de manera miserable, pero su voz sonó indiferente al responder: "No puedo hacer eso. La señora Tuoba nunca me permite hacer nada más que lo que me ordenó. ¡Tiene que encontrar a alguien más para que la ayude!". Cynthia le había dicho que no caminara por la villa sin permiso, y le había prohibido expresamente encontrarse con Damon en privado.

Podía entender sus razones. La mujer le ordenó que se mantuviera alejada de su hijo para que pudieran tener una ruptura limpia en el futuro.

Los rumores de que una sirvienta tenía una aventura con Damon no parecían ser nada agradables.

"Por favor no te preocupes. Simplemente mantén la cabeza gacha. Hay tantos sirvientes aquí, por lo que nadie podrá reconocerte. Por favor... ¡Hazme un favor esta vez!". Shelly miró a su alrededor con nerviosismo para asegurarse de que nadie las estuviera viendo.

Sheryl no estaba familiarizada con cómo eran las cosas en la villa de la familia Tuoba, de manera que la otra joven, la cual había estado empleada ahí durante tres años, sabía mucho más que ella. Quizá un pequeño favor como ese resultaría inofensivo.

"Solo la ayudaré por esta vez. Recuerde cuidarse en el futuro". Entonces tomó rápidamente la sopa caliente, y después de respirar profundamente unas cuantas veces para estabilizarse, caminó tranquilamente hacia el comedor.

Afortunadamente, Cynthia aún no estaba ahí.

Los demás miembros de la familia comían en sus propias villas, por lo que el comedor estaba vacío.

Al parecer sus preocupaciones habían sido infundadas.

Después de colocar la sopa caliente en el lugar de la anfitriona, Cynthia, la puerta del comedor se abrió y Damon entró con su atención puesta en la pantalla de su teléfono. Después de tomar asiento, ordenó como de costumbre: "Tráeme un poco de té".

La chica se quedó atónita.

Finalmente el joven notó que algo andaba mal, así que levantó la vista y la miró con los ojos entrecerrados. "¡Dije que quiero té!".

La sirvienta finalmente salió de su aturdimiento. "Por favor espere un segundo".

Cruzando los brazos frente a su pecho, el hombre le hizo señas con la mano y le ordenó: "Date la vuelta y enséñame tu cara".

Ella se detuvo y preguntó: "¿Hay algo más que puedo hacer por usted?". Con los nudillos blancos por la fuerza con la que sostenía la bandeja, se dio la vuelta y lo miró sin expresión.

"Fue por eso que supiste quién era yo ese día. Eres una de nuestras sirvientas". Al ver la ausencia de expresión en el rostro de la muchacha, Damon se enderezó y caminó hacia ella. "¿Qué? ¿Acaso ya has olvidado lo que sucedió hace unos pocos días?".