Caminamos no muy lejos de la casa de Austin porque era sumamente peligroso, fue lo que me dijo la persona que me sacó de ahí. Esta casa está ubicada en el medio de la nada, tiene unos vecinos ausentes y se encuentra alejada de la ciudad. No fuimos a caminar por el lugar donde fui encontrada, podría decirse que estamos ahora mismo en el jardín restringido de la mansión, solo que la chica tiene acceso.
Supongo que al ser un político, son así de importantes...
«Por lo menos protegen a los más necesitados... o eso espero», pensé preocupada.
Tal vez lo que ellos hicieron en la mañana fue para intimidarme.
Si continuo con mi papel de que nada me afecta de esta locura, pueda descubrir muchas cosas más, pero mi mente miedosa no quiere descubrir nada.
Volver a casa se ha vuelto una actividad de riesgo que debe ser evaluada hasta por el ministro de educación.
-Isabella, ¿estás conmigo o viajando en las nubes? -la voz de la muchacha llama mi atención-. Estoy segura de que estás en las nubes.
-¿Tengo una mejor excusa para lo que estoy viviendo desde que llegué? -la miro avergonzada.
Ignora lo que puedas hasta que alguien te dé una razón sobre lo que sea.
-Estoy segura de que no, pero ya te irás adaptando -responde, mientras juega con una piedra, estábamos dando vueltas en el jardín-. Volver a casa no está permitido por ahora mientras estás en averiguaciones, pero aquí obviando al idiota de Austin, lo estás pasando bien.
-¿En qué momento me vistes divertirme? -miro a la chica rubia de ojos verdes-. Llegué, me desmayé y ahora estoy ignorando lo que sucede a mi alrededor mientras caminamos por la selva tropical del jardín del vikingo.
Una brisa fría me hace dar escalofríos. Ahora falta que llegue la reina de las nieves.
-Dormiste mucho tiempo después del desmayo y nos asustamos mucho, por eso hemos disfrutado tu bonita presencia en la casa -frunzo el ceño-. No queríamos asustarte, pero te despiertas a medianoche a comer y luego regresas a tu habitación.
-Yo... solo me da un poco de hambre en la noche... -murmuro abrazándome-. Creo que deberíamos regresar... podemos congelarnos si nos seguimos quedando aquí afuera, pero estoy segura de que eso lo debes saber mejor que yo.
-Austin estuvo pendiente de ti todo ese tiempo. No desconfía de ti como tal, solo es cuestión de seguridad -por primera vez me dirige la mirada, aunque está ignorando todo lo que le digo-. No soy familia de las personas que se encuentran en la casa de Austin, pero todos son buenas personas.
Por eso golpea al ministro de alimentación... claro.
-Yo no he dicho lo contrario -miento, pero el vikingo está muy loco-. Así como ustedes me creen espía, no me pidas que confíe en una persona que tiene problemas con su temperamento.
El llanto de un lobo me hizo sentir extraña.
-Isabella, mientras más niegues las cosas más lastimas a las personas -me detengo y espero a que ella haga lo mismo para enfrentarla-. ¿Por qué dejaste de caminar?
-No estoy hiriendo a nadie por tener dudas y desconfiar de unos extraños -la miro con indignación-. ¿Por qué tanta insistencia en que debo aceptar a ese loco? No sé tu nombre ni quién eres. Para mí todos ustedes son unos desconocidos. Me rescataron y les estoy agradecida por no haberme dejado morir de hambre -la chica me mira con vergüenza-, pero es todo el sentimiento que tengo. ¿Qué tanto deben averiguar? Con dejar ir a una persona extraña debería ser suficiente. Nunca en mi vida los volvería a molestar. Cada día entiendo menos sobre sus locuras, pero si llego a decir que me quiero ir o que lo sobrenatural no existe, en ese momento me convierte en el ser más atroz del universo.
-Isabella, las cosas no son tan fáciles como crees. Algunas veces...
-¿Algunas veces qué? Yo respeto todo lo de ustedes, pero Austin tuvo las grandes agallas de decir que nada de lo que yo creo, existe -me cruzo de brazos con ganas de llorar-. Estoy en este lugar dando todo de mí para ser buena persona y no romperme en mil pedazos ante tanta locura -mis lágrimas morían por salir, pero quiero verme digna esta vez-. Entonces, ¿dime qué más debo soportar mientras espero las investigaciones? Porque sí, acepto que este mundo está lleno de cosas inexplicables, pero supongo que también merezco respeto y dejarme procesar que todo lo que un día conocí, dejó de existir cuando llegué aquí.
Me alejo dejando a la chica parada en ese lugar esperando no sé qué.
Necesito paz y tranquilidad para saber que voy a hacer con mi vida. Necesito espacio para que todo lo que está aquí encaje en mi mente y necesito espacio para entender que no volveré a mi hogar hasta que a él se le quite de la mente, que no vine a matarlo y que soy una princesa.
Hoy me di cuenta de que en la casa de Austin hay más personas sobrenaturales, aunque él no lo admita. Hoy me di cuenta de que lo que él dijo era cierto y lo que tanto mi mente se negó a aceptar, me golpea el rostro más de una vez.
Yo no existo, mi vida pasada no existe y lo que tengo frente a mí es lo que me toca vivir. Volver a casa por más que lo desee no sucederá. Aquí debo aceptar que soy una espía o la identidad que ellos quieren que tenga. Dejé de ser una princesa que a pesar de todo, era querida en mi país y ahora soy esto... nada.
Soy Isabella y estoy sola en un mundo desconocido para mí, pero la desconocida aquí, soy yo.