El Diario de Romina.
img img El Diario de Romina. img Capítulo 8 Sobrevalorado
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Capítulo 9 Manos temblorosas img
Capítulo 10 Abandonado en un rincón img
Capítulo 11 Una tumba. img
Capítulo 12 Agua helada img
Capítulo 13 Misterios img
Capítulo 14 Ver mi reflejo img
Capítulo 15 Fachada img
Capítulo 16 Un lugar cálido img
Capítulo 17 Tarde para bajar la cabeza img
Capítulo 18 Ventanas del alma img
Capítulo 19 Derrotada img
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Capítulo 8 Sobrevalorado

Ella ama las tardes frías y las noches oscuras.

El brillo de las estrellas y dormir bajo la luna.

Ella lleva amor en el corazón y odio en el alma.

Ríe, llora y grita hacia adentro.

Ella es humana.

Ella es perfecta.

Riann

*******

12 de Abril, 2017

Querida Moon...

Hoy en clases de ciencias nos dieron una charla "de vida" y una que probablemente no sea de mucha utilidad en el futuro. O quizá si, quién sabe.

En fin, fue respecto al suicidio.

¿Quién da ese tipo de charlas hoy en día...? Bueno, esa señora. El punto es: ¿quién las toma en cuenta?

Estoy cien por ciento segura de que las personas no se detienen a recordar ese tipo de cosas cuando están a punto de lanzarse de un edificio, o cortar sus venas y observan cómo se les acaba la sangre...

¡Tengo razón!

Pero aún así presté atención a lo que una mujer delgada con bata de hospital nos explicó...

Al menos los primeros veinte minutos.

También repartieron algunos volantes y tarjetas de presentación. Todas con diferentes conceptos de autoayuda.

Y pues, según estudios científicos, la cifra de muertes a causa del suicidio ha aumentado con el pasar de los últimos años. Sobre todo en jóvenes hasta los diecinueve años.

No comprendí por qué nos llegaron con eso.

Y por primera vez me lo planteé.

¿Yo lo haría?

No, creo que no.

- ¿Es de verdad el suicidio una salida fácil a todos los problemas? -espetó con voz clara. Tenía el mentón firme y la seguridad le envolvía todo el cuerpo-. Pues debo decirles que no.

Pero fue interesante, supongo. Tada estaba a mi lado ahogando bostezos que podrían tragarse al mundo y Adrien ni siquiera estaba escuchando. Tenía la vista puesta en la ventana mirando el exterior con hastío, con audífonos en sus oídos escondidos disimuladamente bajo del gorro que cubría su cabello.

Se veía realmente guapo. Pero él no tiene que saber que yo opino eso.

Así que me obligué a no mirarlo... O lo intenté al menos.

Y equilibraba mi atención entre el reloj y la mujer con bata blanca que seguía con su charla informativa.

Hizo preguntas y todo. Y nos permitió interactuar.

Una chica pelirroja levantó la mano-: No estoy de acuerdo con el suicidio -dijo-, ¿por qué quitarte la vida cuando bien podrías salir adelante y burlarte en la cara de aquellos que te hicieron daño? -señaló.

-No todos tienen la misma perspectiva respecto a la vida -respondió la mujer.

Y sí, tenía razón. No todos conservamos la misma perspectiva del mundo. Cada persona piensa distinto y cada cerebro es una civilización diferente.

Y unos son más inteligentes que otros.

Quitarse la vida está mal.

Aunque vivir esté sobrevalorado.

Para cuando finalmente la charla terminó Tadaline tenía baba en la mejilla y Adrien probablemente ya se había acabado toda su lista de reproducción.

Yo no estoy realmente segura de haber prestado atención del todo, pero aún así sonreí cuando la mujer con la bata blanca volteó en mi dirección y me miró de forma indulgente.

Me pregunté si la vida de ella fue lo suficientemente perfecta o imperfecta como para no querer que otros dejen de vivir.

Supongo que esa mujer es de la categoría de "Benévolos".

Todos salieron directo a la cafetería, fue día de tacos, así que nos dieron tacos gratis a todos.

- Romina, ¿qué más podríamos pedirle al universo? -Dijo Adrien

Me sonrió con todos los dientes y mi respiración se sintió inestable. Adrien es otra persona a quien me pregunto ¿cómo aún conserva una dentadura perfecta?

Me planteé muy seriamente infiltrarme en su casa y robar todos sus cigarros... Cuando descubra dónde vive, claro está.

Fuera de eso la primera parte de mi plan sigue en pie.

Mi mejor amiga (Sí, Moon, mejor amiga. Ella misma me dio ese título y lo adoro) sólo se dedicó a parlotear respecto a cuál color quedaría mejor en su largas y afiladas uñas, casi podía ver un destello en la punta de cada una de ella.

Y por su puesto no comprendí su indecisión pues no tenía mucho por lo cual escoger, sólo tenía dos esmaltes.

Uno en azul eléctrico casi negro y negro.

Finalmente optó por el negro.

- ¿Qué te parece... Rosa, o verde pasto? -me atreví a preguntar.

- ¿Verde pasto? Te volviste loca, ¿cierto? -me miró como si me hubiese salido un brazo de pulpo y tuviese los ojos en la cabeza. Adrien casi escupió su taco al intentar contener la risa.

-Sólo digo -me encogí de hombros y luego la dibujé en mi mente vistiendo esos colores incluso en sus zapatos.... Distaba de la realidad en todos los colores.

-Este me gusta. Estoy cómoda así, Romy. Es igual a que Adrien le gusten los tatuajes, que te aseguro que si nos descuidamos se va a tatuar hasta los párpados -miré al susodicho, quien me guiñó su ojo azul cielo dándole la razón.

Rayos.

-Por mí está bien -respondí pasados unos minutos. Ella sonrió y me abrazó a su costado.

Sonreía y deslumbraba. Sólo había que quitarle las ojeras y devolverle el brillo a su mirada.

Ella es perfecta en negro, rosa, amarillo o verde pasto. Pero siempre voy a dejarla ser ella, así como ella siempre me dejará ser yo.

Nos adaptábamos a la otra, nos complementamos. Y por fin sentía que tenía un lugar y alguien en él.

Tengo amigos y estoy feliz, Moon.

Para siempre tuya...

Romina

***

26 de abril, 2017

Querida Moon...

Anoche soñé con mi abuela.

Era el mismo cuadro del pasado, sus dedos largos entrelazados con los míos los cuales me guiaban por un sendero atestado de flores. Su sonrisa era dulce y yo disfrutaba de su compañía, en el sueño yo era una niña...

Pero de pronto, todo se volvió gris y opaco, como si el sendero lleno de flores se hubiese marchitado en cuestión de segundos y los pétalos se hubiesen transformado en espinas. Los ojos verdes de Sara se volvieron vacíos, para luego comenzar a desvanecerse con la brisa hasta convertirse en nada. Sólo un triste recuerdo.

Dejándome sola.

Desprotegida.

Angustiada.

El entorno mágico y especial se esfumó como polvo al viento, dejé de ser una niña y la oscuridad prontamente comenzó a engullir mi cuerpo.

Hacía frío.

Estaba sola.

Estaba soñando la realidad de mi vida...

Intenté llorar, pero no sabía como hacerlo, los sollozos se construyeron en mi garganta pero no supe cómo dejarlos salir.

Intenté gritar, pero era obvio, que no sería escuchada.

Para cuando desperté me sudaba el cuello y si no fuese científicamente imposible, diría que también me sudaban los ojos... Pero era obvio que estaba llorando como un bebé.

Eran las tres de la mañana y sólo estaba yo en casa.

Mamá había salido con alguien. Sigo sin saber quién.

Últimamente paso las noches sola. Se lo comenté a Tadaline, pero mentí diciendo que mis padres estaban fuera del país.

Creo que ella sospecha que tengo problemas de los que no hablo. Pero al igual que yo prefiere no preguntar.

Y no tengo ánimos de hablar pues eso me hace sentir... cansada. Huyo de mi día a día y hablar de él no tiene el más mínimo caso. Es como ponerle sal a una herida que comienza a supurar.

Mi mamá me odia.

Yo odio vivir con ella.

Tenemos las misma buena sincronía del agua con el aceite y no nos soportamos ni un sólo segundo. Es increíble, pero esto está realmente jodido.

Y no tiene arreglo. El hoyo negro sigue creciendo y sé que pronto comenzará a succionar todo lo que tenga a su paso.

Para siempre tuya... Romina.

.......

01 de mayo, 2017

Querida Moon.

Mi nuevo empleo ha sido perfecto.

Sin muchas exigencias y helado gratis.

Mis compañeras son amables y puedo distraer mi mente.

Que más debería pedir...

Ah, sí, que fuese duradero.

Mi primer día fue bueno, me gustó mi entorno y la verdad es que aprendí rápido cada cosa que debía hacer. No tiene mucha ciencia. No es complicado, justo lo que necesito.

Tranquilidad.

Pero como dije quisiera que no sólo fuese un mísero momento al día luego del instituto.

Para cuando regreso a casa el peso regresa a mís hombros y el dolor que creo sentir en mis pies en realidad estruja mi pecho.

Y es lo mismo casi todos los días.

Mi madre inconsciente sobre el sillón.

Las botellas a sus pies.

La marca del vómito en la alfombra.

Nada extraño o fuera de lo común. La misma rutina tediosa. Incluso, en dos ocasiones tuve que moverla, llevarla del sillón a la cama.

¿Así será eternamente?

Porque no quiero tener que cargar con esto siempre.

Y ya me resigné a que papá no va a volver.

Necesito un cambio con la puta urgencia con que la NASA quiso conocer la luna. Un milagro, ¿quizá? Un giro en el tiempo.

Fuerza y una cabeza fría.

Necesito que acabe todo de una vez.

Necesito paz mental.

Para siempre tuya: Romina

                         

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