Bridget miró furiosa a Nicole.
El odio en sus ojos la hizo retroceder. Horrorizada, Nicole negó con la cabeza. "¡No lo hice!".
"¿Cómo te atreves a decir que no lo llamaste? ¡Mentirosa!", le gritó Peggy.
"Yo...".
Ella tenía razón, Nicole sí había llamado a Thomas.
Él llevaba media hora tarde, así que lo llamó. Pero él no respondió sus llamadas.
Peggy le arrebató violentamente el teléfono de la mano. "¡Mire! ¡Lo llamó varias veces! Como no dejaba de llamar Thomas giró el volante a toda prisa. ¡Por eso, un camión nos chocó!".
"Sí, lo llamé, pero no me respondió...".
Peggy interrumpió a Nicole, dio un paso adelante y puso el teléfono delante de Bridget. "¡Mire, señora Mo".
Bridget sintió como si se le parara el corazón al ver tres llamadas de Nicole.
Peggy siguió, "No lo niegues, Nicole. ¡El registro está aquí mismo!".
Bridget arrojó el teléfono contra el suelo.
"Tú...", ella estaba temblando de ira.
De repente, un médico con bata blanca salió del quirófano.
"Doctor, ¿cómo está mi hijo?". Bridget dijo mientras se acercaba, con esperanza de que su respuesta fuera positiva.
El médico se quitó la máscara y negó con la cabeza. Parecía vencido. "Se encuentra en estado de coma. Si no despierta en tres días, es difícil decir si alguna vez lo hará".
Ella se quedó congelada y las piernas le dejaron de responder.
Nicole la atrapó justo antes de que cayera al suelo.
Bridget respiró profundamente en un intento por calmarse, pero sus emociones la vencieron y abofeteó a Nicole con todas sus fuerzas.
"¡Perra! ¡Si no fuera por ti, mi hijo no estaría así!".
La abofeteó con tanta fuerza que hizo que Nicole cayera al suelo. Le zumbaban los oídos y la boca le empezó a sangrar.
Peggy tomó suavemente a Bridget del brazo y dijo: "Señora Mo, no se enoje, no es bueno para su salud".
"Llévame a la sala", esta le dijo. Pasó junto a Nicole y la pateó. "¡Sal de aquí ahora mismo! ¡No dejes que te vuelva a ver!".
Su afilado zapato de tacón se hundió en la espinilla de Nicole. Sintió un dolor punzante y tuvo que apoyarse contra la pared hasta recuperar fuerzas.
Una enfermera la ayudó a levantarse. "Estás sangrando, necesitas tratamiento. Ven conmigo".
Nicole negó con la cabeza y preguntó con voz ronca: "¿Dónde está la UCI?".
La enfermera señaló a su izquierda. "Allí, pero no puedes visitarlo en este momento".
Nicole avanzó cojeando y se aferró a la pared para apoyarse.
Se suponía que hoy se casaría con Thomas, pero ahora su prometido estaba en coma.
Se quedó impotente fuera de la UCI, tratando de ver la figura tendida en la cama. El ver a Thomas siendo mantenido con vida por tubos conectados a varios dispositivos la hizo llorar.
"¡No pierdas el tiempo soñando con casarte con un hombre rico!".
La voz de Peggy vino desde detrás de ella.
Nicole se dio vuelta para mirarla.
"¿Sabes por qué Thomas llegaba tarde a la boda hoy? ¡Porque iba a fugarse conmigo! ¡No quería casarse contigo en absoluto! Si no fuera porque su abuelo se lo ordenó, ¡nunca se habría casado con un pedazo de basura como tú!".
"No, eso es imposible", respondió Nicole.
Sus ojos estaban vacíos. Los labios le temblaban.
'¿Cómo podría ser posible?'.
Es verdad que apenas conocía a Thomas desde hacía menos de un año, pero él era muy amable con ella. Aún recordaba esos ojos sinceros y afectuosos que le propusieron matrimonio, eso no pudo haber sido una mentira. Nadie podría fingir un amor como ese.