Capítulo 5 Cap 04. Jake

No se cuanto tiempo pasamos así, yo entre sus brazos en el suelo del baño.

Mi cuerpo y mi mente se contradecían y a cada segundo que pasaba me sentía más perdida.

El se quedó ahí conmigo hasta que mis ojos se secaron. Me abrazó con tanta ternura que desee poder recordarle si le había olvidado.

¿Cómo había sido mi vida con ese hombre? ¿Por qué nadie lo sabía? ¿Por qué la sociedad me había dicho que la esposa de aquel hombre había muerto en un accidente hacía siete años?

Era yo esa mujer a la que él buscaba?

Si él era mi esposo, entonces yo le había sido infiel con Trevor?

Era tanto que ya ni siquiera podía pensar con claridad.

Se levantó del suelo conmigo entre sus brazos como si yo no pesara ni una onza y me llevó de regreso a la cama.

Me aferré a él para que no me dejara, no quería quedarme sola. Sentía que era lo único que conocía. Sabía en mi interior que no quería hacerme daño, en el fondo empecé a creer en él. El también parecía estar sufriendo y yo no podía negar que había algo entre nosotros porque podía sentir la conexión, además yo había perdido la memoria, que no lo recordase, no significaba que no hubiera sucedido algo entre nosotros.

- ¿Cómo te llamas? Pregunté aún con un nudo en la garganta.

El se separó un poco y me miró a los ojos.

- ¿Quieres que te diga mi nombre o cómo tú solías llamarme? Me preguntó esbozando una sonrisa y mostrándome sus puntiagudos colmillos con diamantes incrustados.

Yo no respondí, solo lo mire. Era hermoso, quizás el hombre más hermoso que mis ojos habían visto. Un hermoso monstruo.

- Me llamo Jake pero nunca me llamaste por mi nombre, cada vez que me llamabas, solo salía de tu boca un insulto. Exclamó mientras acariciaba la palma de mi mano sus lánguidos dedos. - Siempre me llamabas idiota o cualquier insulto que se te ocurriera.

-¿Por qué? Pregunte esbozando una sonrisa con nerviosismo.

Él besó mi mano y sentí que mis mejillas se enrojecieron.

- Supongo que la costumbre. Murmuró mientras seguía acariciando mi mano y mi corazón empezaba a latir con fuerza.

El peso de su cuerpo sobre el mío se sentía tan bien, que cuando unos gritos nos interrumpieron odie a esa chica.

- Jake! .... Jake! Escuché la voz chillona afuera de la habitación y luego el estruendo de una puerta en otra habitación.

El se levantó inmediatamente de la cama y me miró con cara de "dame un minuto ya regreso".

Yo asentí y me senté en la cama.

Él me lanzó un beso que me hizo ruborizarme y desapareció detrás de la enorme puerta francesa.

Por dios había caído en su hechizo muy rápido. Parecía que llorar entre sus brazos había calmado la tormenta dentro de mi.

- ¿Por que gritas? Lo escuché murmurar.

- Enserio eso es lo único que tienes para decirme? estaba que me moría de preocupada por ti! Escuché a la chica quebrársele la voz.

Me levanté de la cama con curiosidad y me acerqué a la puerta con cuidado y la abrí solo un poco.

- ¿Por qué hiciste eso? Escuché a la chica llorar antes de asomarme.

Parecía que era una biblioteca en la que estaban.

Él la estaba abrazando y le acariciaba el cabello castaño. Era más baja que yo, pero estaba vestida muy elegante para ser una niña.

Unos pantalones amplio de vestir negros y una blusa azul eléctrico.

Perdoname mi amor, perdón por asustarte tanto. Se disculpó el.

- El tío Jonh me dijo que te enfrentaste otra vez con ellos y que lo hiciste solo! Le reclamó la chica mientras él le limpiaba las lágrimas.

- Si, pero esta vez papá ganó! Ya estoy aquí no te asustes. La consolo.

"Papá! Acaso tenía una hija? Era mi hija?"

- Por favor no vuelvas a irte! Que me muero del miedo. Dime qué haría yo con un niño, dos pubertos y una adolescente en esta casa? Me daría menopausia antes de casarme.

Él se echó a reír y le acarició el rostro con ternura.

- Tú todavía eres una adolescente mi amor.

- Si! una adolescente a quien le tocó madurar a temprana edad para cuidar a su padre. Replicó ella con voz chillona.

El la abrazó de nuevo y le dio un beso en la coronilla de la cabeza.

- Perdón por eso mi amor. Te juro que no volverá a pasar. Le prometió.

¿Yo tenía hijos? Si esa chica era mi hija y tenía más de quince años, ¿a los cuantos años había dado a luz?

Y tenía más hijos? Oh por dios, miles de pensamientos se agolparon en mi cabeza nuevamente.

Jale la puerta y debido a mi descuido la chica se enteró de mi presencia.

- Jake, hay alguien en tu habitación? Exclamó la chica y yo me eché a correr hacia el baño.

La chica abrió la puerta antes de que yo pudiera entrar al baño.

- Jake what the fuck? Murmuró la chica mientras se dirigía a mi.

Yo me quedé inmóvil mirándola desde la oscuridad del pasillo.

- ¿Trajiste una zorra a la casa? Gritó la chica con rabia.

- ¿Por quién me tomas? Se defendió él mientras entraba a la habitación con serenidad.

- Entonces quién es esta perra hija de ...... Él le cubrió la boca con la mano y la levantó de la cintura. Ella empezó a patalear y sus gritos se ahogaron en la mano de él mientras la sacaba de la habitación.

Escuché la puerta cerrarse de un golpe seco detrás de ellos y me deje caer al suelo.

Tenía muchas preguntas, pero muchas, tantas que necesitaba que alguien las respondiera.

.............................................

Volví a la habitación y me senté en la cama con el corazón palpitando fuerte mientras los escuchaba murmurar a la distancia.

Hubo un largo silencio y luego la puerta se abrió de nuevo.

Otra vez la chica apareció pero esta vez me miró con mirada apacible.

Delgada, de mediana estatura, ojos grises, nariz puntiaguda, labios carnosos y el cabello castaño liso que le llegaba hasta la cintura.

Entró con las manos entrelazadas como si estuviera muy ansiosa y me estudió con la mirada.

- Enserio eres tú? Me interrogó.

Yo enterré mis manos entre las sábanas con nerviosismo.

- ¡Ni siquiera yo sé quién soy! Le respondí con los labios temblorosos.

- No se ve cómo ella! Replicó la chica y se giró a mirarlo con incredulidad.

- Cielo, puedes.... Tartamudeo el. - Puedes quitarte la camisa y mostrarle a Selena tu espalda por favor?

Me mire a mi misma y me estire la camisa de pijama.

- ¿Quieres que me desnude? Lo interrogué con los ojos bien abiertos mientras agarraba el ruedo de la camisa con fuerza.

- Si te incomoda que yo vea, me iré. Exclamó.

Asentí y me bajé de la cama.

Me di la vuelta y me quité los botones con las manos temblorosas, me mire los senos desnudos y los cubrí inmediatamente mientras dejaba caer la camisa a la cama.

Suspire con nerviosismo y giré mi cabeza para ver a la chica por encima de mi hombro.

Ella estaba llorando.

- Madre, ¿ eres tú? Susurró entre lágrimas y corrió hacia mí y se me abalanzó.

La abrace con incomodidad puesto que estaba desnuda.

Ella con una sonrisa de felicidad y los ojos llenos de lágrimas se apartó un poco de mí.

-¡Ay perdón! Exclamó al mirar mis seños desnudos y agarró la camisa y me la dio para que me cubriera. - Es que habíamos perdido las esperanzas de volver a verte. Papá se volvió loco cuando desapareciste y te busco por todo el mundo, pero nunca te encontró. Creímos que nos habías dejado para siempre.

Le acaricie la mejilla y le limpie las lágrimas. Una fuerza en mi interior me obligo a hacerlo.

- Perdón por haberte abandonado, no sé qué fue lo que pasó porque no recuerdo nada, pero seguro no los dejé por voluntad.

La chica volvió a abrazarme como si quisiera asfixiarme. Estaba muy conmocionada y feliz y desee poder recordarle, aunque esa intuición, la que unos llaman el sexto sentido de las madres, me hizo rodearle con los brazos y acariciarle el cabello.

El se asomó por el umbral y nos miró con ternura.

Yo intente cubrir mi cuerpo aún desnudo cuando la chica se separó de mi, el seguro me había visto hasta lo que ni yo misma me había visto, pero no lo recordaba así que me dio vergüenza.

- ¿Puedes dejar de babear? Exclamó la chica sonriendo al mirarlo.

El se tapo los ojos con los dedos separados.

- Jake! Ten un poco de respeto por tu hija! Gritó la agradable chica.

Parecía que tenían una muy buena relación padre-hija.

Yo sentía las mejillas ardiendo mientras me abotonaba la camisa de prisa dándoles la espalda.

- Bueno les doy espacio, seguro tienen mucho de qué hablar! Yo voy a levantar a la mata de holgazanes que aún están durmiendo. Exclamó la chica mientras me abrazaba de nuevo. - Me hiciste mucha falta. Bueno a todos pero más a mi porque es difícil manejar esta casa, mucho más cuando nadie aquí me escucha. Te juro que tus hijos son difíciles de criar, en principal ese! Señaló la chica a Jake de manera acusadora.

- Enserio dijiste eso? Se defendió él con una sonrisa.

- Perdón papito pero ya volvió a quien puedo ponerle quejas. Se burló la chica y se dirigió a la pared lisa de la izquierda, donde se abrió una puerta que yo no tenía ni la más mínima idea de que existía.

Una hermosa sala de estar que combinaba con la habitación deslumbró mis ojos antes de que la puerta se cerrara de nuevo.

- ¡Los amo! Grito. No la hagas gritar demasiado porque voy a levantar a los chicos!

- Selena! La reprendió y a mi se me calentó el rostro. Así que ella se llamaba Selena. Ella solo tenía los ojos de él, me pregunté si se parecía a mi.

Un silencio incómodo se hizo en la habitación cuando la puerta se cerró por completo.

El suspiro y me miró mordiéndose los labios.

Se veía tan jodidamente sexy que no se me hizo extraño que en el pasado me hubiera acostado con él sin pensarlo dos veces.

- ¿Por dónde empezamos? Exclamó metiéndose las manos a los bolsillos de sus pantalones negros de sastrería.

Por que te pongas una camisa. Respondí con las mejillas ardiendo.

El se miró a sí mismo y esbozó una sonrisa.

Ahh si! Disculpa la falta de tacto, es la costumbre. Exclamó y caminó hacia el baño, pasando a mi lado. - Dame un minuto ya regreso. Añadió y me guiñó un ojo mientras caminaba de espaldas hacia el pasillo.

Cuando desapareció, me mordí los dedos de la emoción.

"Joder Palmer!!" ¿O cómo rayos me llamo?" Me dije a mi misma.

"En realidad no me estaba culpando demasiado por mis gustos en hombres"

Ese hombre haría perder los estribos a cualquiera y no me sorprendía que me moviera el piso incluso ahora que acababa de conocerle, aparentemente de nuevo.

Me acerqué al ventanal intentando respirar y distraerme con cualquier cosa que estuviera al otro lado de esas cortinas.

Tire de una cortina pero esta ni siquiera se movió.

- Funcionan con control! Lo escuché decir a mi espalda y cuando me giré a mirarlo estaba hurgando en un gaveta de la mesita de noche junto a la cama y de ahí sacó un pequeño control blanco.

Me aparté de la cortina un poco avergonzada y observé cómo una vista impresionante aparecía ante mis ojos mientras las cortinas se recogían cerca de la puerta francesa verde oscuro que daba a la biblioteca.

Eran todas puertas francesas con marcos verdes y adornos dorados que daban a un balcón de mármol que estaba cubierto de nieve y daba hacía las montañas nevadas que había visto desde el baño hacía un rato.

- Nevó mucho anoche y no tuve tiempo de quitar la nieve antes de que te despertaras! Enunció con un poco de vergüenza.

- Descuida! Exclamé. - Solo tenía curiosidad.

El camino hacia el sofá victoriano de terciopelo verde que estaba cerca de mi, junto a la ventana y se sentó.

- ¿Quieres hablar? Me preguntó con cierta preocupación en la mirada.

Asentí y lo imité, me senté en el otro extremo del sofá, pero no lo suficientemente lejos de él.

- Sé que esto está siendo muy difícil y confuso para ti pero te juro que haré lo posible porque te sientas cómoda y podamos tener una vida tranquila otra vez. Artículo con suavidad.

Yo solo asentí y lo dejé hablar.

- ¡Verás cielo! Tienes amnesia disociativa y parece que tus recuerdos no volverán. Vimos al mejor neurólogo que existe y me aseguro que no hay manera de que tu mente vuelva, solo un milagro podría hacer eso.

Juntó sus manos y se echó hacia adelante y apoyó sus codos en sus rodillas. - O quizás sí haya una posibilidad pero la ciencia no puede explicarla ya que la ciencia no está tan avanzada como para explicar lo que le pasa a tu cuerpo.

- A mi cuerpo? Articule confundida.

El asintio.

- No te ves como te veías hace un año. Eres una persona totalmente diferente. Te ves como otra persona.

- ¡No estoy entendiendo! Articule frunciendo el ceño.

- Mi amor, todo de ti se ve diferente. Cuando te vi creí que había sido cirugía plástica pero después de varios estudios ellos determinaron que nunca se te ha hecho una cirugía plástica.

Me toque la cara.

- Entonces mi cara no se veía así?

Él negó con la cabeza.

-Y como me reconociste? Lo interrogue.

- difícil de explicar pero voy a simplificarlo. Tú y yo no somos personas comunes, somos mutantes, algo producto de unos cuantos experimentos que nos volvieron casi inmortales, tenemos la habilidad de sanar casi inmediatamente después de ser heridos por la casi cualquier cosa, tenemos algunas habilidades como la ecolocalización, tú puedes meterte en la mente de las personas y eso creo que pudo haber sido uno de los factores por los que perdiste la memoria.

- ¿Me estás tomando el pelo cierto? Lo interrogé riéndome porque ninguna de aquellas cosas que acababa de decirme parecía tener sentido.

Él se río conmigo.

- Se que no tiene sentido mi amor pero así son las cosas y como te encontré fue porque puedo sentirte y puedo meterme en tu cabeza y tú en la mía. Es como si existiera otra dimensión digamos, donde nuestros cerebros pueden conectarse y compartir nuestros pensamientos.

Abrí la boca pero ni una palabra salió de mi boca de lo sorprendida y absurdo que sonaba todo aquello para mi.

- Pero acabas de decir que tengo amnesia, aunque te metieras a mi cabeza no encontrarías nada.

- ¡Lo sé! No tiene mucho sentido pero aunque algunos rasgos hayan cambiado, el sentimiento no cambia, tampoco se borraron tus tatuajes y sigues preparando el café de la misma manera.

Me lleve la mano a la boca y empecé a morderme las uñas con nerviosismo.

- Y te muerdes las uñas cuando te estresas! Añadió con una risita.

Me quité los dedos de la boca inmediatamente.

- Fue una casualidad encontrarte en realidad, hace unas semanas mis hombres y yo hicimos un reconocimiento de la zona para desmantelar esa base y pude sentirte.

- Hasta ese momento me acordé de toda la gente que estaba ahí, mis colegas, que les había pasado, como habíamos salido de ahí? "Dian"

- Y destruiste la base? Lo interrogué con inquietud.

Aparto la mirada.

- Que pasó con Dian? Lo interrogue con los nervios de punta.

- Ella está bien, no te preocupes.

- Te estuve observando por varios días antes de entrar y dejar que me capturaran. Continuo diciendome.

- Y cómo sabías que yo iría contigo?

- No lo sabía, en realidad ni esperaba que te enviaran a mi celda, ¡esperaba a tu ex novio! Hizo énfasis en "ex novio" con un tono que gritaba que había odiado verme con otro tipo.

Ay perdóname! Me disculpé y le tomé la mano. - Yo no te recordaba, perdoname.

Me miró a los ojos con cierta tristeza e incomodidad cómo si quisiera preguntarme algo.

- Te acostaste con él? La pregunta me tomó por sorpresa.

Yo guarde silencio y afloje un poco el agarre.

El agarró mi mano con su otra mano y la apartó con suavidad. Apartó su mirada de mi y se agarró la cabeza con ambas manos.

- ¡Ni siquiera se por que pregunte! Murmuró y dio un largo suspiro. - Disculpa.

- Yo no te recordaba Jake! De hecho no recuerdo ni siquiera mi nombre. Me defendí.

El se levantó y dio un par de vueltas por la habitación con impaciencia.

- Te llamas Elizabeth Justice. Exclamó con suavidad despues de un rato. Sé que estaba intentando controlar su carácter y ser paciente. - Tenemos cinco hijos, uno que es el fruto de nuestro amor y los otros decidiste criarlos como tuyos. La mayor se llama Selena, la otra Macarena, los más pequeños se llaman: Caspian, Leonard y Otto.

Y yo me llamo Jake Olivier Justice y soy tu ex esposo. Nos hemos divorciado por malos entendidos pero al final lo hemos arreglado porque nos amábamos. Yo te sigo amando y he sobrevivido sin ti este año porque mis hijos no tienen a nadie más que nosotros.

Y lamento mucho lo que dije antes de que te fueras. Anadio.

- ¿Qué dijiste? Pregunte con el corazón acongojado.

- Que a veces deseaba no haberte conocido. Susurro por lo bajo.

Las lágrimas salieron de mis ojos sin mi permiso.

- Pero no es verdad! Se explicó rápidamente y se apresuró a mí y tomó mis manos entre las suyas.

- Yo te amo y eres lo mejor que me ha pasado en la vida, todo en esta puta vida se siente bien si es contigo. Solo dije eso porque estaba muy enojado y no estaba pensando con claridad. Tú no me estabas escuchando y yo solo quería que me escucharas pero perdí los estribos y te fuiste para nunca volver. Perdóname Eli, por favor.

Saqué mis manos de entre las de él, me limpié las lágrimas y me levanté del sofá.

- Entonces estamos divorciados? Lo interrogue.

El asintió y me miró con esa mirada suplicante que más adelante se volvería mi debilidad.

- Nos divorciamos hace años, estuvimos separados por varios anos, pero volvimos después de un tiempo y no nos volvimos a casar.

- ¿Tengo una familia aparte de mis hijos? Lo interrogue.

- Si! Una bastante grande. Me respondió. - Una que tú conoces cómo el clan de las sombras.

Mi sien empezó a palpitar del estrés.

¿Había estado peleando en contra de mi familia todo este tiempo?

- Me fui con el enemigo?

- ¿Cómo es que acabe con la organización de los rebeldes?

El suspiro y se recostó.

- ¡No sé mi flor de pantano, no lo sé! Murmuró ahora con impaciencia, parecía que mi respuesta respecto a Trevor le seguía afectado.

- Entonces soy la esposa, o mejor dicho, la ex esposa del líder del clan de las sombras? Articule mientras caminaba en círculos para calmarme y digerir todo aquello.

Él se pasó las manos por el rostro y luego me miró con cierta diversión.

- Cielo, tú eres la líder del clan de las sombras. Exclamo.

            
            

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