Hablando con Heidi estaba cuando una mujer apareció de la nada.
Vestida con Victoria Beckhan de pies a cabeza. Traje azul marino, blazer con escote profundo que mostraba sus voluptuosos senos dorados y pantalones amplios del resort 2025. Supe reconocer su traje porque de vez en cuando hojeaba algunas de las revistas viejas que habían en la base para matar el aburrimiento y en una de ellas había visto ese look.
- Amiga querida! Exclamo exaltada y se abalanzó a mi. Me quede de piedra cuando sus brazos me estrujaron y mis fosas nasales se llenaron del dulce aroma que desprendía.
- Como te extrañe Eli. Casi muero del susto cuando desapareciste.
Rompió en llanto y Heidi desde detras me hizo muecas para que le siguiera la corriente.
Cuando me solto, se limpio cuidadosamente las mejillas con las yemas de sus dedos para no danar su maquillaje.
- Ay amiga, no sabes la felicidad que me dio hace un rato cuando Oliv me dijo que viniera a verte, que estabas aqui. Al principio crei que era una broma pero la curiosidad y la esperanza de volverte a ver me inundaron y heme aquí.
Pues en lo que va de la historia, mas tarde me enteraria de que aquella mujer, era supuestamente una de mis mejores amigas. Cubana de nacimiento. La hermosa cabellera rizada y corta hacía un aro alrededor de su cabeza. Mujer de gusto exquisito y escandalosa al hablar. Grandes curvas y una hermosa sonrisa.
Su carisma no me hizo dudar de que si conoci a esta mujer, por supuesto me caia super bien.
Me dijo que nos conocimos cuando ella trabajaba en una casa de moda y que nos hicimos amigas. Me conto muy pocos detalles de su vida porque estaba mas interesada en mi cambio de look, que segun yo suponia era mi look natural.
Por supuesto no elogio que me hubiera tenido el cabello de negro porque segun ella me quitaba el color y me veia blanca como una pared. Que el negro opacaba mis ojos y que ademas de eso, mi cabello estaba muy maltratado.
Entre conversacion y critica a mi fisico, que me faltaba carne y un poco de color en las mejillas, hizo que media docena de personas vaciaran el closet en cuestion de minutos.
Debo decir que Oliv tiene un gusto exquisito pero tu no tanto amiga. Dime que es lo que quieres en tu armario? Me pregunto.
Sabia que Jake habia exagerado con mi gusto. Todos aquellos vestidos no iban conmigo.
-Jeans?? Exclame encogiéndome de hombros.
La mujer puso los ojos en blanco y luego se echó a reír.
- Sabes, si no te adorara, tiraría tus malditos jeans por el drenaje. Exclamó con sarcasmo. No cambias! Ni siquiera después de perder la memoria. - Difícil es perder la memoria y seguir teniendo mal gusto, tanto en hombres como en vestidos.
Yo solo sonreí con timidez.
Se quedo todo el dia en la casa. Almorzamos juntas y luego trajeron ropa nueva que iba mas con mi estilo y que me sentaba bien y la organizamos en el closet. Encontre una que otra prenda extravagante pero la escandalosa Catalina me dijo que aunque vivieramos en el apocalipsis una mujer siempre tenia que verse bien perra de vez en cuando.
Hablamos sin parar, pero cada vez que intentaba hablar del pasado, ella me cortaba y me decia que no era necesario revivir el pasado. Que tuviera un nuevo comienzo, que conociera a todos de nuevo.
No habia tristeza en los ojos de aquella mujer, parecia que inhalaba y exhalaba felicidad.
Me dio un par de datos importantes. Viviamos en una cuidad, habia doscientos habitantes, todos de la misma familia. La familia del clan de las sombras. Estabamos en una isla borrada de los mapas decenas de años atras pero que estaba hubicada al norte de Canada, muy cerca del polo norte y que hacia frio la mayor parte del ano.
La isla era custodiada por mas de diez mil soldados y ochocientos sirvientes. Algunos trabajaban en las casas tal y como hacia Heidi y otros mantenia la ciudad en funcionamiento.
Tambien me dijo que tan pronto como oscurecia, se cerraban las ventanas y se atenuaban las luces dentro para no dejar ninguna marca de luz que pudiera ser vista desde algun satelite de la resistencia.
Cuando se fue, me cambie de ropa y me puse unos pantalones blancos de cachemire porque la casa estaba empezando a ponerse mas fria por la tormenta de nieve que se habia formado afuera cuando empezaba a oscurecer, y me puse tambien una sudadera de algodón gris.
Sali de la habitacion y baje a la cocina. Heidi les daba instrucciones a algunas empleadas de como preparar la cena, asi que me reserve mi interrogatoria para cuando hubiera oportunidad y empece a bagar por la casa.
La unica salida era un ascensor oculto en el pasillo entre el estudio de Jake y el gimnasio en el primer piso. Solo podia accederse a el con huella dactilar y pos supuesto no leia la mia. Intente entrar al estudio pero igual tenia cerradura con reconocimiento dactilar. Me di por vencida y segui explorando otras areas de la casa. En la misma primera planta habian otras diez habitaciones medianas, seguro que para invitados, pero sin amueblar.
Subi al segundo piso y ahi en la ala oeste solo estaba nuestra habitacion y la biblioteca que luego subia unos diez pisos en espiral hasta un mirador que en ese momento estaba aterrado de nieve.
En el ala este, Despues de un pequenos salon en un pasillo se enfilaban seis puertas.
Eran las habitaciones de los ninos.
Abri la primera a la izquierda.
Las luces se encendieron automáticamente. Era como un apartamento adentro, estilo loft pero decorado muy sobria y elegantemente.
En el primer piso un juego de sala y una oficina con un escritorio lleno de papeles y un ordenador de mesa. Al igual que muchos libros aperchados en el suelo.
Por curiosidad encendi el ordenador y mire una foto de Selena abrazando a Otto. Ella precia ser una muy buena hermana y que cuidaba muy bien de mi hijo.
Tenia contrasena asi que me dedique a recorrer el lugar.
En el segundo piso solo habia una enorme cama bien arreglada y baño y closets.
Sali de ahi y revise la habitacion de en frente.
Esta estaba disenada de la misma manera, un loft pero decorada muy diferente.
Paredes negras y luces tenues. En el primer piso se enfilaban un monton de ordenadores en un escritorio a lo ancho de la pared.
Subi las escaleras y habia una cama mediana bien tendida, con solo unas pocas almohadas en ella.
Lo unico que me llamo la atencion fueron unos aparatos auditivos en la mesita de noche. "Uno de los chicos es sordo?". Exclame sorprendida.
Entre en el closet y estaba todo muy organizado, luego entre al baño y todo parecia muy limpio y nitido.
Sobre el granito del lavador habia una pequena retratera que me llamo la atencion. Era Leo, pero parecia mucho mas chico y a su lado una risuena mujer de cabello dorado y rizado.
Ver la imagen de ella me hizo estremecerme. Casi dejo caer la retratera al suelo y con los nervios de punta, sali a pasos agigantados de la habitacion.
Cuando sali, escuche voces proviniendo del primer piso y me pressure a bajar las escaleras.
A punto de subir a mi habitacion estaba cuando el pequeno Otto aparecio con una mochila a la espalda y un dinosaurio de plastico en la mano.
- Buenas tardes senora Justice! Grito con alegria.
- Hola Otto. Respondi con sonrisa nerviosa.
Detras del pequeno aparecio Selena.
- Como haz estado? Me Pregunto.
- Bien! Catalina vino a visitarme! Exclame sonriendo para ocultar mi nerviosismo y me agarre del barandal para tener mas firmeza.
- Disculpa que te hayamos dejado asi, es que teniamos que resolver algunos asuntos. Sabes si ya regresaron los chicos?
Solo negue y ella siguio su camino hacia la cocina con Otto de la mano y yo subi a mi habitacion.
Paso mas de una hora y yo no dejaba de pensar en aquella mujer. Era la misma mujer del espejo. Acaso era la ex esposa de Jake.
Espere y espere a que el llegara, pero quien subio fue una sirvienta y decirme que bajara a cenar.
Esperaba que estuviera ahi pero no. En la mesa solo Selena y Otto estaban cenando. Heidi hizo a las sirvientas llevar la cena a Macarena, Leo y Caspian a sus habitaciones. Parecia que ninguno queria cenar conmigo.
Solo queria comer en silencio pero se me hizo imposible, ya que Otto no paraba de preguntarme donde vivia, que si donde yo vivia, habian selvas tropicales donde vivian los dinosaurios y mil preguntas mas de las que hacen los ninos.
Me daba tanta ternura el pequeno, que termine moviendo mi plato hasta el lado suyo. Lo miraba a los ojos y veia la felicidad. Mi felicidad.
Mi hijo, mi sangre, mi motivo de vivir y la razon por la que no queria irme de ese lugar sin el.
Me contuve las ganas de tomarlo entre mis brazos y abrazarlo con todas mis fuerzas. Era tan lindo. Sus grandes ojos celestes me estudiaban el rostro con curiosidad.
- Selena! Llamo en una de esas a su hermana despues de hacer una larga pausa.
Selena estaba distraida con su telefono y apenas reacciono.
- Esta señora bonita es mi madre?
Selena dejo caer suavemente su celular.
- Si Otto. La señora Justice es tu madre. Respondió la chica mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. - Disculpa! Se excusó la chica conmigo y se levanto de la mesa y se fue.
Yo me quedé atónita mirando al pequeño que no parecía nada sorprendido y seguia comiendo de su plato como si nada.
En cuanto Selena desaparecio, me abalance al pequeno y me eche a llorar.
No podia creer cuanto tiempo habia pasado lejos de mi bebe. Habia crecido sin mi. Ya no me recordaba, pero aun asi me reconocio como su madre.
Lo abrace y lo bese hasta que me empujo y se quejo que lo estaba asfixiando.
Termine de comer mi cena muy conmocionada mirando a mi bebe comer a mi lado.
Despues de comer lo lleve a la habitacion acompanada de Heidi. Ella preparó el baño para el y despues de eso me quede con el leyéndole un libro de cuentos hasta que se quedó dormido.
Su habitacion era del mismo diseno arquitectonico que el de sus hermanos, pero decorada como sala de juegos. Estaba llena de juguetes, libros infantiles, posters de la abecedario, caricaturas y dinosaurios.
Y la cama era bastante grande, así que me recoste a su lado.