Capítulo 7 Capitulo 7. Síndrome de Estocolmo

Capitulo 7. Síndrome de Estocolmo.

Después de descolgar el teléfono me dejó sola en la habitación, y lo mejor de todo es que no tenía ningún guardia a mi lado.

No pensé en escapar, por alguna extraña razón me había acostumbrado a su presencia y no sé sentía tan mal.

Creo que estoy padeciéndo síndrome de Estocolmo, me estoy identificando con mi captor y no siento ganas de escapar.

He pasado por varios canales y no he visto ninguna noticia en la que me buscaran a mí o a las demás chicas.

Ahora que me acuerdo Yami también fue llevada del pueblo por uno de los lobos. O eso es lo que creo, espero que esté bien, igual algún día la puedo volver a ver.

Me doy cuenta de que no llevo aquí tampoco tiempo como creía si no más bien en un par de días haré un mes.

Supongo que pasé inconsciente más tiempo del que creía.

Me entretengo viendo varias películas y eso hacen que olvide que estoy cautiva en esta casa.

Una chica llega hasta mi posición, no levanta la cabeza del suelo en ningún momento. No debe de ser mucho mayor que yo.

-¿Luna, quiere que le traigamos algo de comer?

-Abi, y sí me gustaría tomar un refresco de cola y un sándwich si puede ser por favor.

-Como usted deseé Luna.

-Abi, mi nombre es Abi no Luna.

No creo que ella me haya escuchado ya que cuando regresa con mi comida me vuelve a llamar Luna.

Después de tomar el refresco y el sándwich me quedo dormida en el sillón.

Me despierta la chica de antes y parece abochornada por haber tenido que tocarme.

-Luna, es hora de cenar ¿quiere hacerlo aquí o le pregunto a el?

-Pregúntale a Alam no quiero que se moleste.

Ella agacha la cabeza y parece sorprendida. No sé igual solo le llaman señor, supongo que pienso en muchas tonterías, qué más da como lo llamen.

Unos minutos después la misma chica regresa y me indica que el Alfa no podrá acompañarme ya que tiene mucho trabajo y me pide que cene donde yo guste.

-Está bien puedo cenar aquí.¿Tú has cenado?

-No, Luna

-Bueno pues entonces puedes cenar conmigo.

-No, Luna eso no es correcto.

-Pues no cenes si no quieres, pero puedes quedarte conmigo mientras lo hago y deja de llamarme Luna ya te he dicho más de diez veces que llamo Abi.

-Si que puedo acompañarla Luna.

Esta vez no la corrijo, de verdad que estoy cansada de decirle las cosas no sé si le falta un hervor o es que simplemente es sorda.

Me levanto del sillón un poco entumecida y me acerco hasta la mesa. Ella sirve la cena y se queda de pie a mi lado.

-Ya sé que no puedes comer conmigo pero al menos siéntate. No estoy cómoda comiendo si tú estás ahí parada.

Ella coge una silla y se sienta a mi lado.

La verdad que estar con ella es como estar sola, no sé que hacer para entablar una conversación. Nunca antes lo he hecho, bueno solo con Yami pero ahora ella no está aquí y me siento bastante sola.

-¿Cómo te llamas?

-Ruby, mi nombre es Ruby Luna.

Obvio que me ha vuelto a llamar Luna, y ya que ha respondido a mis preguntas porque no hacerle más.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-Trabajando, tres años.

-¿Tú también vienes del pueblo?

-No, yo nací en la Manada

Así que este lugar es una Manada.

-¿Y tus padres?---

-Mi madre es humana y mi padre...

-Ruby puedes marcharte ya me quedo yo. Dice Alam interrumpiendo la respuesta de mi nueva mejor "amiga"

Veo como Ruby sale a toda prisa de la habitación pero antes de salir hace una reverencia a mi captor.

-¿No la vas a castigar, o si?

-¿Tú que crees que debería hacer?

-Ella se ha quedado conmigo porque yo se lo he pedido, no me ha contado nada relevante y no ha comido nada, por lo que no creo que haya incumplido ninguna de tus reglas---

Tengo ganas de decir estúpidas reglas pero no me la voy a jugar. El día de hoy está siendo maravilloso comparado con los demás y no pretendo que eso cambie.

-Está bien no la castigaré entonces.

Doy un suspiro aliviada. Continuó cenando y él clava la mirada en mí.

-¿No piensas cenar?---

-Ya lo he hecho en el despacho.

-¿No te duelen?

-¿El qué?pregunto confundida.

-Los dientes.

Ahh, lo dirá por los brackets.

-No ya no, después de casi tres años ya se han vuelto parte de mí. Y en un año me los quitará el den..tis..ta.

Cuando he dicho esa palabra me he dado cuenta de que estoy encerrada, y que quizás él nunca me lleve a un dentista por lo que igual los brackets se quedan conmigo hasta mi muerte.

-Nunca antes había conocido a nadie que llevase eso en los dientes, supongo que debere de llamar a un dentista para que te haga un seguimiento.

Seguimos conversando mientras ceno, el me hace preguntas y yo se las respondo. He descubierto que si me porto bien el me deja hacer más cosas por lo que decido seguir así al menos por el momento.

Después de cenar nos sentamos en los sillones a ver una película. Él lo hace en el que está más alejado de mí. No pregunto si él quiere estar allí por mí fenomenal.

Veo cómo comienza a dar cabezadas por lo que deduzco que la película le está resultando demasiado aburrida o está cansado de cuidarme tantos días.

-Alam puedes irte a dormir si estás cansado.

-No, estoy bien te esperaré a ti.

-Sabes que ya no intentaré escapar, he aprendido la lección, respondo con pena en mi voz.

Él no contesta, sólo veo como levanta una ceja y mira la televisión.

Cuando termina la película una pregunta llena mi mente, no tengo nada que perder por lo que decido formularla.

-¿Alan crees que algún día me podrás dejar ver a Yami?

-No estoy seguro de saber de quién se trata.

Le doy una descripción de ella y me promete que mañana sabré si ella se encuentra aquí.

Subimos hasta el dormitorio, cojo mi pijama y me meto al baño para cambiarme. Cuando salgo me lo encuentro sentado en la cama.

-Ya no necesitas dormir aquí, estoy bien no tienes que cuidarme, puedes volver a tu dormitorio.

-Ya estoy en mi dormitorio.

Esas palabras me dejan clavada en mi sitio.

-Entonces puedes decirme cuál es mi dormitorio ya estoy curada o casi.

-Es este, acaso pensabas que dejaría que mi compañera durmiese en otro lugar que no fuese junto a mí.

Asiento con la cabeza y me meto en la cama. Minutos después el hace lo mismo. Cierro los ojos y casi de inmediato me quedo dormida.