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Maya se sentó a mi lado y me explicó lo que había pasado con ella en su juventud, había ido al médico a una revisión por dolores menstruales insoportables, le detectaron endometriosis. Eso había hecho que Maya iniciara desde temprano una inagotable búsqueda para curar el dolor, mejorar su nivel de fertilidad, pero no lo había logrado.
Durante los últimos años, ella y su pareja habían dado por agotada la opción de ser padres por la vía natural, había considerado algunos métodos alternos como FIV, sin embargo, consideraban que el útero de Maya con las lesiones que presentaba no podría mantener un embarazo viable. A ella le parecía egoísta seguir intentando de esa forma cuando adoptar era una opción, una que le parecía maravillosa.
La pareja inició un proceso de adopción que parecía tedioso, agotador y resultó desgastante. Terminó en una propuesta de matrimonio forzada y la preparación de bodas junto al trabajo de su ex pareja les terminó de contar.
-¿Por qué me cuentas esto?
-Porque estoy embarazada -dijo y me mostró la ecografía. -El otro día que fui al hospital choqué con Ismael. Se me cayeron la prueba y la ecografía. Iba soñando en una nube y después amenazó con matarse y no pude decírtelo. Lo siento. No sé si quieres ser papá o si no... pero yo definitivamente sí, llevo diez años teniendo relaciones con inyecciones, sin un solo método anticonceptivo y no pasaba y el doctor comentó que el bebé está muy implantado.
-Vamos a ser papás.
-¿Quieres ser papá? -preguntó mientras me abrazaba, me aparté un poco para besarle en los labios y ella sonrió, yo le miré serio y él
-¿No es mío?
-Sí, sí lo es, es solamente que no tienes qué...
Negué con la cabeza, maravillado, primero porque habíamos intentado, poco, sin embargo, intentamos tener sexo responsablemente y seguro, con condones que a. veces no se ponían bien y algunos no los pusimos del todo.
-Soy papá de esa cosita, es literal una célula-Los dos reímos y ella se tiró hacia mis brazos. -Te amo, a ti y al bebé.
-También te amo.
Besé a mi novia y prometí que nos íbamos a esperar para dar la noticias. Mi familia o a la suya, los tres meses como había sugerido el médico. Los siguientes días fueron maravillosos, Logan pudo unirse a nosotros y Alonso llegó con toda la tropa de mis sobrinos, s una locura pasar con los siete nietos de mi papá.
Mamá estaba preparando la comida junto a Maya, Valentina, la ayuda de mis sobrinos y la ayuda de Alonso, el cual solo sabe cocinar comida a la leña.
-¿Qué tal la vida Franco?-pregunté.- ¿nada de novia?
-Sí, Franco tiene una novia sexi que se mete a su habitación-le acusó Charlie y todos reímos ante el rostro cargado de indignación de su hermano. -Es guapa, a mí me gustan sus tetas.
-Todo eso no se dice, código de hermanos-le regañó Ellis mientras le hacía una seña para que se acostara junto a él por la piscina.
-Franco sabes que en el hospital regalamos condones y pastillas anticonceptivas. La consulta tiene un 30 % de descuento, pero tienen que ir con alguien mayor de edad.
-Gracias, abuelo.
-¿Gracias, abuelo?-repetí. -Eso me genera dudas. ¿Lo estás haciendo o no?
Franco sonrió e hizo un saque que terminó golpeándome la cabeza, sus hermanos gemelos rieron y nosotros le miramos divertido. Vi a mi hermano mayor conversando con mi novia, la cual sonrió y se encogió de hombros.
Me acerqué a ellos no sin antes pasar y darle un golpe en la cabeza a mi sobrino, el cual tendría una conversación bastante larga sobre usar siempre un condón, cosa que se me olvidó durante las últimas semanas, de todas formas, voy a ser papá.
-Todo bien por aquí.
-Sí, escuchando a tu novia-replicó mi hermano.
-Se están llevando bien.
-Es muy inteligente-respondió Alonso mientras él miraba a los ojos. Mi hermano extendió una mano hacia la mía y me acerqué para abrazarle. Alonso me dio un abrazo fuerte y susurré en su oído.
-Voy a ser papá -me miró sorprendido.
-En serio-sonreí y asentí. -mi hermano me abrazó con fuerza y Valentina se acercó y nos echó de su perfume.
-Qué románticos. Chisme, abrazados.
-Mira, Valentina, vas a dar un paseo en el agua apenas te atrapemos -prometió Alonso y los dos salimos detrás de nuestra hermanita. Maya rio mientras nos veía como si fuese lo más fantástico de la vida.
Mi hermana acabó en el agua, pero antes tuvimos que perseguirla entre todos y no cayó sola, se llevó a papá y a los gemelos al agua, todos reímos ante la cara de indignación del doctor Pieth.
Nos sentamos a la mesa a comer y mi mamá sirvió copas rebosantes de vino. Yo cubrí la de mi novia y mi mamá me miró con la ceja levantada, siguió sirviéndonos y en su lugar le trajo una copa de la cocina a maya.
-Vino blanco para ti querida, las migrañas.
-Yo...
-Es manzana-Susurró mi mamá y sonrió.
-Gracias.
Mi mamá se inclinó y me dio un beso en la frente y sonrió.
Regresamos a la ciudad y el médico revisó a Maya. Yo vi a mi bebé por primera vez y lloré como Valentina cuando pelea con Jack, ni siquiera sabía que tenía tantas lágrimas de felicidad o lágrimas solas en el cuerpo, maya lloró porque era la primera vez que escuchaba el corazón de esa pequeña hormiguita.
El amor de mi vida está dentro de otra persona, creo que los nueve meses que vienen no voy a poder siquiera comer de la emoción. Llegamos a casa y Maya va directo a tomar una ducha y cambiarse por algo más cómodo, yo me pongo a trabajar y desde mi oficina la escucha discutir acaloradamente con quien pienso es su padre.
Me acerco a ella la cual termina la llamada y estampa su teléfono contra la pared. Maya se pasa la mano en la frente y toma asiento sobre la cama. Veo en su rostro una mueca de dolor. Me acerco y le pregunto qué le pasa, niega con la cabeza y se lleva las manos al abdomen.
-Llama una ambulancia-responde con dificultad.