Capítulo 8 VII

Xander intenta darnos un curso rápido de escalada mientras el resto de los chicos se mantiene al pie de una montaña rocosa, que no tenía idea de que existían, atando cuerdas y otras cosas a sus cuerpos.

-Bien, necesito que por favor se concentren, esto es muy importante, si bien vamos a estar los cuatro pendientes de ustedes, no queremos que alguna resbale y tengamos que pasar por un momento de pánico y luego cortarle toda la diversión a la actividad ¿Entendido? –Asentimos- De acuerdo. –Xander recoge algo que tiene a los pies y lo enseña. Es parecido a un gancho con un mango largo- Este es un seguro, es lo que nos dará seguridad al estar allá arriba.

-Aparte de que seguro tú nos atraparas si pasa algo malo –Asegura Jackeline.

-Aunque quisiéramos que eso fuera posible, si caemos todos, Xander no podrá hacer mayor cosa, solo puede detener la caída de quien esté en contacto con su cuerpo –La voz de Jeremy se hace escuchar dejándonos heladas.

-Gracias por el momento de pánico, Jeremy, muchas gracias –Xander le lanza el seguro que Jeremy logra esquivar. Las tres permanecemos observando a Xander esperando que nos de seguridad. Xander resopla y maldice antes de mirarnos nuevamente- Si llegamos a caer, que me asegurare de que no pase –Dice Xander mirando más a Jeremy que a nosotras- ustedes serán las primeras por las que iré ¿De acuerdo?

- ¿Seguro que iras por nosotras primero?

- ¡Bien hecho, Jeremy! Ahora tenemos a tres chicas asustadas. Imbécil –Fabiano parece seriamente molesto con Jeremy.

-Confío en ti –Declaro mirando a Xander. Él me sonríe.

-Gracias. Ahora –Borra su sonrisa de su rostro y este vuelve a ser serio- sigamos con esto. Yo iré delante del grupo y colocare los seguros para que ustedes puedan subir, eso sí, es preferible que cada una de ustedes tenga un seguro individual.

- ¿Cómo lo ponemos?

-Encuentran una grieta o una abertura en la que puedan fijarlo y luego se aseguran con un mosquetón –Levanta lo que parece un anillo- Es muy importante que se aseguren de que estén bien atadas y que pongan el seguro de la forma correcta, no van a caer, pero créanme que si tienen un seguro tendrán más seguridad al subir. Ahora –Levanta una serie de cuerdas entrelazas- Este es el arnés, como ven, tiene un mosquetón en el centro junto a una cuerda elástica, la idea es que este sea su soporte individual. Pongan el seguro y unan el mosquetón a ese. –Asentimos y seguimos escuchando las explicaciones de Xander, que parece muy concentrado en la tarea.

Nos hace ponernos el arnés y nos ayuda a hacer una pequeña prueba de cómo debemos poner el seguro y el mosquetón, nos indica cómo asegurarnos a las dos cuerdas y la forma en que debemos agarrarnos.

Una vez listas y asegurándole a Xander que entendimos todo y que lo haremos bien, el resto de chicos se acercan ya listos.

-Iremos así –Explica Xander- Yo iré primero para fijar los seguros, Anahia estará a mi derecha y Sofía a mi izquierda, después de Anahia, Jackeline y después Fabiano y después de Sofía, estarán Christopher y Jeremy, quien ira de ultimo retirando los seguros y cosas que nos puedan servir más adelante o estorbar y asegurando toda lo cordada con un mosquetón y un dispositivo de freno que estrangulara la cuerda y la bloqueara en caso de una caída, ojo, no nos vamos a caer, simplemente vamos a quedar suspendidos –Todos asentimos y Xander nos reparte unos seguros y navajas- En caso de que tengan que hacer un hoyo en la pared de la montaña o que tengan que cortar la cuerda.

Todos comenzamos a fijarnos en la cuerda. Xander me lleva con él hasta la pared, pone su morral en el suelo y saca un canguro tendiéndomelo.

-Toma, no tienes morral y el canguro es más fácil de llevar, dentro están los mosquetones, mete la navaja y póntelo –Obedezco mientras él me observa- Mantente cerca de mí, ¿De acuerdo?

-Si.

-Si tienes sed, tengo tu agua, si estas cansada y no puedes seguir, haremos una pausa.

-Entendido –Siento la necesidad de tranquilizarlo- Hare lo que tú digas, no me separare mucho de ti y te diré si necesito algo. –Xander suspira y se pasa la mano por el rostro.

-Bien, manos a la obra –En un parpadeo somos rodeados por puntos de luz de color medallion, negro y azules que nos iluminan el paisaje. Xander se apoya en la pared, golpea, haciendo una grieta y luego se impulsa, comienza a escalar por la pared de la montaña mientras nosotros nos quedamos en el suelo, viéndolo.

-Tu turno –Christopher se agacha a mi lado y une sus manos- Sube, te impulsare y será más fácil, trata de utilizar las grietas que Xander deja atrás y no olvides asegurarte –Asiento, pongo un pie en sus manos y me aferro con fuerza a la grieta más cercana que tengo. Busco a tientas un pequeño punto de apoyo que vi desde abajo y pongo el pie derecho sintiéndome segura.

-Bien hecho –Xander está quieto observando como subo, le sonrío para indicarle que todo está bien y que puedo hacerlo, me sonríe en respuesta y comienza a escalar nuevamente.

Me concentro en utilizar las grietas y punto de apoyo que deja Xander a su paso mientras de vez en cuando echo un vistazo al paisaje que se puede apreciar desde la altura que tengo. Todo está aún oscuro, pero gracias a los puntos de luz veo algunas partes.

Disfruto de la fresca brisa y del esfuerzo físico que supone hacer una actividad como esta.

Cuando empiezan a asomar los primeros rayos de sol, Xander me dice que estamos a unos pocos metros del lugar al que vamos a llegar y me emociono pensando que he escalado mi primera montaña y que lo he disfrutado, lo he disfrutado a las mil maravillas.

- ¡Xander! –Se escucha el grito de Fabiano me apresuro a mirar hacia mi derecha para verlo, intentando sostener a Jackeline. Mi corazón se dispara al verla colgando de la cuerda, inerte.

- ¡¿Qué le paso?!

-Le dije que descansaríamos un rato si lo necesitaba, pero no me hizo caso, estaba respirando entrecortado, creo que se desmayó por falta de oxígeno.

- ¡Maldita sea! –Xander resopla y ondea su mano en el aire- Jeremy, pon el seguro y el freno y ayúdala –Giro mi cabeza hacia la izquierda cuando Jeremy está asintiendo, se apresura a poner lo que Xander le ha dicho y luego se desprende de la cuerda dejándose caer. Voy a gritar cuando veo un círculo negro debajo de Jeremy, este cae en él y luego desaparece. Volteo a mirar a Jackeline que sigue inconsciente y entonces el círculo y Jeremy aparecen a su lado- Si necesitas descansar, debes decírmelo, no quiero que eso pase.

-Estoy bien –Xander asiente y mira a Sofía.

- ¿Tú?

-Perfecto, me adapto. –Xander vuelve a asentir y dirige su mirada hacia Jackeline que está siendo ayudada a apoyarse en la pared por Jeremy.

- ¡Todo bien! ¡Solo fue un desmayo! –Xander asiente, mueve su mano y cuando Jeremy está asegurado nuevamente, vuelve a escalar.

-Media hora más y estaremos allí –Escucho que dice, no sé si me lo dice a mi o a sí mismo, pero me apresuro a seguirlo.

Cuando Xander llega a lo que supongo es la meta, se asoma en el borde y mantiene su mano extendida para cuando pueda tomarla, escalo unos metros más y cuando tomo la mano de Xander, él aprieta con fuerza.

-Suelta el seguro y agárrate fuerte –Hago lo que me pide y Xander tira de mí. Cuando estoy sobre mis pies, el paisaje nada tiene que ver con el aspecto rocoso y árido de las paredes de la montaña. Una pequeña cantidad de árboles y hierba se dejan ver en el lugar, junto con flores y arbustos.

Paseo la mirada por el lugar, asombrada y maravillada.

-Adelántate si quieres, voy a ayudar a Jeremy a retirar los seguros –Xander me entrega su pesado morral y se lanza desde la orilla. Respiro profundo porque si no supiera lo que puede hacer yo pondría el grito en el cielo.

Dejo el morral en el suelo y camino hasta la orilla mientras observo a los amigos de Xander alcanzar la orilla y dejar atrás a mis amigas. Voy a protestar a eso cuando veo que hacen lo mismo que Xander, se inclinan sobre la orilla y tienden sus manos hacia ellas ayudándolas a subir.

Cuando veo que están maravilladas por el lugar, observo como Xander se mueve por el aire retirando los seguros mientras se mantiene hablando con Jeremy que todavía está a unos buenos metros de distancia como para escuchar la conversación.

-Anahia, ven –Escucho que Christopher me llama y voy hacia ellos arrastrando el morral de Xander, pero a mitad de camino Christopher se compadece de mí y me ayuda a cargarlo- Xander tiene de todo aquí, no me extraña que pese tanto –Explica él.

-Lo hace parecer como si no pasara nada –Él se ríe y me observa divertido.

-Sí, tiene esa cualidad –Cuando llegamos a la hierba, Christopher y Fabiano se arrojan a ella como si fuera una cama y nosotras tomamos asiento. Me mantengo mirando hacia la orilla cuando veo unas manos apoyarse en el borde y luego veo a Jeremy subir por él. Recoge la cuerda y luego Xander aparece con el morral que llevaba Jeremy antes. Caminan hasta nosotros, pero en vez de tirarse en la hierba, ellos comienzan a sacar recipientes de los bolsos y a repartirlos a cada uno.

-Dime que los preparo tu mamá –Pide Fabiano y Xander asiente. Me tiende un recipiente.

-Es un sándwich de pavo, te gustara –Me apresuro a tomar el recipiente.

-Gracias –Xander asiente y termina de repartir los sándwiches, luego se sienta en la hierba junto a Jeremy y comemos en silencio.

Cuatro horas después hacemos una parada en nuestro descenso y esta vez nos separamos para comer porque unos quieren disfrutar de la vista, otros de la sombra y otros del sol.

Xander niega con la cabeza cuando todo parece un rebaño que ha perdido la cordura y se separan.

- ¿Vienes? –No sé a qué se refiere, pero asiento y lo sigo cuando comienza a caminar hasta los árboles que han estado presentes en todo el camino de bajada- Sostenme un momento –Pone su almuerzo encima del mío cuando llegamos a un gran secoya que hay bastante alejado de la orilla y comienza a subir por él. Casi quiero señalarle que simplemente puede aparecer en la rama que a él le apetezca, pero me mantengo en silencio suponiendo que le gusta hacer las cosas como se hacían antes. Hace milenios.

Cuando finalmente se detiene, casi en la punta del árbol, soy rodeada por un círculo negro y entonces aparezco a su lado.

-Ven, siéntate y comamos, aquí tienes las tres cosas, un poco de sol, mucha sombra y disfrutas de la vista –Me siento en la rama del árbol y abro mi comida decidiendo hacer un poco de conversación, ya que no hemos hablado casi nada en todo el camino.

- ¿Te gusta escalar?

- ¿Vamos a conversar?

-A menos que quieras ser de los que siempre se mantiene en silencio, si –Me observa un momento, como si estuviera decidiendo que hacer conmigo y luego centra su atención en su comida. Me molesto pensando que va a ignorarme, pero entonces es cuando habla.

-Sí, me gustan muchas cosas, mayormente las que ponen en peligro mi vida.

- ¿Por qué?

-No soy muy hablador, pero tratare de satisfacer tu curiosidad. –Toma un bocado de su comida y la disfruta antes de volver a hablar- Me gusta saber que puedo sobrevivir a situaciones difíciles.

-No es tan difícil cuando estas asegurado.

-Normalmente no me aseguro. Los chicos tampoco, pero soy un poco más arriesgado que ellos, mientras ellos cargan seguros y arnés para asegurarse en algún momento del ascenso, yo no, no uso protección.

-Porque no te caerías –Declaro.

-Nunca me he caído, si he resbalado, pero no he utilizado el aura para asegurarme, logro seguir por mis propios medios.

- ¿Por qué? –Vale, sé que parezco una niña pequeña buscándole el por qué a todo, pero él en verdad me causa curiosidad.

-Me gusta pensar que puedo defenderme sin aura. –Nos mantenemos en silencio un rato hasta que decido volver a hablar.

- ¿Por qué tu hermana no vino con Jeremy? –El gesto de Xander se ensombrece, sus ojos se vuelven más oscuros y aprieta con fuerza su mandíbula. ¿Qué dije?

-Xander –Jeremy lo llama desde abajo, pero él parece no escucharlo, parece enojado en extremo- ¡Xander! –Un domo café me rodea justo cuando una esfera de energía azul golpea el costado de Xander. Xander parpadea un par de veces y parece como si volviera a ser el mismo. Mira a su alrededor, a mi rodeada por un domo café y a Jeremy y Fabiano bajo el árbol, mirándolo preocupados.

-Estoy bien, gracias –Fabiano asiente y el domo desaparece y se va, pero Jeremy se mantiene al pie del árbol, observando a Xander. Se ve preocupado y por un momento pienso que dije algo fuera de lugar. Cuando Jeremy se marcha, voy a disculparme cuando Xander habla- Mi hermana no puede venir con Jeremy –Asiento pensando que está enferma y que le fue imposible venir- ¿Te gusto escalar? –Pregunta cambiando el gesto a uno genuinamente interesado.

-Sí, fue estimulante.

- ¿Volverías a hacerlo?

- ¡Por supuesto! –Xander sonríe y vuelve a comer un poco antes de hablar.

-La próxima escalaremos sin seguros, veras que es mucho mejor –Me horrorizo ante la idea y él se carcajea un poco- Tranquila, me asegurare de que no caigas.

- ¿Lo prometes?

-Ya te dije que no hago promesas, pero te doy mi palabra de que me asegurare que pases un buen rato.

-Con eso me basta.

Terminamos de comer en silencio y minutos después seguimos con el camino de bajada, esta vez me quedo atrás caminando un poco más lento y disfrutando del paisaje. Xander y Jeremy se mantienen dirigiendo el camino mientras parecen enfrascados en una conversación y Xander parece un poco molesto mientras Jeremy se muestra serio por momento y risueño por otros.

La luna salió hace unas horas cuando llegamos al borde del Bosque de Gea, escoltadas por Xander, Jeremy, Christopher y Fabiano. Estamos cansados y sucios, la caminata ha sido estimulante y llena de risas y buena compañía después de cenar, fue un buen día, pero quiero llegar a mi cama y descansar.

- ¿Listas? –En un principio no entiendo a lo que se refiere Xander hasta que toma mi mano y sus amigos apoyan una mano en los hombros de Xander. Asiento y tomo la mano de Jackeline, ya que la de Sofía está firmemente unida a la mano libre de Christopher y todo se vuelve oscuro.

- ¡Por el amor de Dios! –Escuchamos platos romperse y un fuerte grito proveniente de la abuela de Jackeline, quien diría que Esmeralda pudiera gritar así. Cuando la oscuridad se disuelve, vemos a la señora parada frente a nosotros con las manos en las caderas y el ceño fruncido- Podrían al menos utilizar la puerta.

-Lo siento –Xander se disculpa y junto con los chicos se agachan para recoger el desastre de platos.

-Deja eso, muchacho, ya lo limpiare después –Esmeralda le sonríe con afecto a Xander y observa al resto de chicos que en esta ocasión han venido con nosotros.

-Ellos son mis amigos, Christopher y Fabiano –Ellos alzan la mano- y él es Jeremy, mi cuñado –Jeremy asiente.

-Un placer, pero siéntense y me cuentan que tal el día. Les preparo un jugo bien frio que estoy segura buena falta les hizo y ya me siento con ustedes a escucharlos –Sin tiempo a replicas, Esmeralda desaparece en la cocina y no nos queda más remedio que sentarnos en el comedor.

-Es encantadora –Fabiano mantiene la mirada en la cocina mientras dice el cumplido.

-Y prepara un buen jugo de lulo, estoy segura que les gustara –Jackeline está más entusiasta alrededor de los chicos que esta mañana.

Iniciamos una conversación entre lo bueno y productivo del día que se vuelve luego un relato de todo los que nos pasó cuando la abuela de Jackeline llega con las bebidas y se une a nuestra conversación. Pasamos la siguiente media hora hablándole del día hasta que los chicos tienen que irse.

-Te veré mañana, ¿De acuerdo?

-De acuerdo.

-Pase un buen día, Hia, un muy buen día –Me sonrojo por sus palabras y sonrío.

-Yo también.

- ¡Xander, date prisa! –Fabiano lo llama desde la oscuridad en el patio de Esmeralda.

-Voy –Responder sin quitar sus ojos de los míos- Nos vemos mañana, yuanfen, descansa.

-Igual –Voy a darme media vuelta cuando sujeta mi mano y deja un beso en mi mejilla. Estoy segura que parezco un tomate ante ese gesto, pero sonrío y me despido de él con la mano mientras camina hacia la oscuridad. Ha sido un día perfecto.

- ¡Llegaste! –Mamá baja corriendo las escaleras apenas me ve en la puerta con la nana, quien rápidamente quita el morral de mis manos antes de que mamá me envuelva en un brutal abrazo de oso.

Ella me aprieta con fuerzas contra su cuerpo y deja besos en la parte alta de mi cabeza. Me extraña que ella esté tan efusiva aun cuando yo estoy sudada y hecha un desastre, pero esta vez parece no importarle.

-No sabes cómo te extrañe. Tienes que contarme todo –Enlaza su brazo con el mío y soy arrastrada hasta la cocina en medio de su parloteo. Sé que mamá nos quiere a mi hermano y a mí, pero esta efusividad y recibimiento no me lo esperaba, pero entonces recuerdo que nunca había salido todo un día de casa y menos dormido en otro lado.

Al recordar que le he mentido se me revuelve el estómago y tengo unas horribles ganas de pedirle perdón, de decir que le he mentido, pero que no lo volveré a hacer.

Me siento horrible, yo no soy una mentirosa, pero tampoco me gusta hacer sentir mal a las personas y sé que si le digo lo que hice ella se enojara y luego se sentirá mal y dirá que ha sido una mala madre, dirá que hizo algo mal y no lo quiero, no hice esto porque ella hiciera algo mal, hice esto porque me gusta la amistad que está naciendo entre Xander y yo.

Por nada más.

-Cuéntamelo todo, ¿Qué tal estuvo el senderismo? ¿A dónde fueron? –Me deja en la mesa de la cocina y ella misma se lanza hacia la nevera a buscarme algo de comer.

-Todo estuvo de maravilla. Fuimos hasta una montaña con una pared rocosa que está en el bosque ¿Sabías que había de esas?

-Algo he escuchado, si –Saca la jarra de la leche de la nevera y pone dos vasos en la mesa.

-Bueno, cuando la vi pensé que era una cosa simple, ya sabes, algo sin encanto, pero cuando llegas hasta arriba te das cuenta que tiene árboles, arbustos e incluso flores –Mamá deja un plato con jamón y uvas en la mesa y se sienta frente a mí.

- ¿Tomaste fotos?

-Sí, unas cuantas –Saco el celular del morral y le enseño las fotos que tome junto a las chicas. Mamá observa las fotos, maravillada con el paisaje y comenta que le gustaría ir un día de estos, le digo que podemos hacerlo junto con William, aunque costará trabajo convencerlo de llevar a mamá, pero algo habrá de hacerse.

Continuamos comiendo la merienda que ella ha preparado mientras escucha todo lo que tengo para decirle y cuando he finalizado, me dice que papá me espera en su estudio.

Me despido de ella diciéndole que la veré en la mañana y me encamino escaleras arriba, voy hasta el final del pasillo y dejo la mochila en mi habitación para luego bajar y dirigirme hacia el estudio de papá. Cuando entro, está apoyado en su escritorio con las piernas cruzadas en los tobillos y una caja amarilla a su lado.

-Hola, papá

-Hola, princesa –Se levanta y camina hasta mí, me abraza y deja un beso en la cima de mi cabeza- ¿Cómo te fue? Tu mamá dijo que irías a hacer senderismo con tus amigas al bosque.

-Nos fue de maravilla, tengo fotos que te mostrare después porque deje el celular arriba.

-Lo importante es que hayas disfrutado, princesa.

-Sí, papá, lo disfrute mucho.

-Me alegro, cariño. Te tengo algo –Abre la caja y saca una delgada placa de acero color rojo- Es la nueva portátil, la compre para ti –Él presiona un pequeño botón en la esquina y el holograma de la pantalla y el teclado aparecen en un tono azul bastante pálido.

-La vieja todavía funciona –Le recuerdo sin entender aun por qué compro una nueva portátil.

-Sé que funciona y que nunca dañas las cosas, princesa, pero esta es más avanzada que aquella –Encarno una ceja mirándolo directamente a los ojos- Vale, no es más avanzada que aquella porque no ha sido alterada por ti, pero puede ser más avanzada que aquella.

-Aja, y puedo saber ¿Por qué me has comprado una nueva? –Papá suspira y se deja caer en la silla a mi lado.

-Necesito que mejores el software de seguridad y el enlace con el satélite y lo conectes a la computadora de mi escritorio.

-Eso me convence más que la nueva portátil –Papá sonríe y me entrega la placa de acero.

-La próxima empezare por ahí –Se pone de pie y vuelve a acercarse a la caja, esta vez, saca una especie de diadema que reconozco inmediatamente como un BrainNerve Link, un dispositivo de transmisión cerebral inventado hace varios años que funciona como una computadora que se añade a tu cuerpo.

- ¿Vas a empezar a usarlo?

-Sabes lo que pienso del BNL, no me gusta que alguien pueda también escanear mi cuerpo por medio de eso.

-Sabes que no lo escanea, simplemente manda las imágenes a tu cerebro, es más practico que andar con una placa de acero o vidrio.

-Sí, eso es lo que tú piensas, por eso –Tiende la mano hacia mí con la diadema en ella- es tuyo, lo mande a hacer para ti –Observo el BNL de color plata con una mariposa morada a cada borde sin saber qué hacer. Quería uno, hace años, ahora me parece que me mantendré ocupada por un tiempo entre la nueva portátil y esto- Anda, tómalo, es tuyo.

- ¿Por qué, papá?

-Tú querías uno, le doy a William lo que él quiere, es justo que tú tengas uno.

-William siempre quiere carros y celulares –Ruedo los ojos al recordar justo por qué y para qué los quiere.

-Y tú quieres tecnología, vieja o moderna, pero la quieres y haces grandes cosas con ella, cosas de provecho. Es tuya Anahia, la portátil y el BNL –Tomo el BNL y lo observo por un momento. Sí, voy a estar ocupada hasta que comiencen las clases nuevamente.

- ¿Esto es por mantenerme ocupada? –Papá sonríe, justo de la forma en la que siempre sonríe cuando ha sido descubierto.

-Digamos que estarás tan ocupada en lo que te gusta que a Marcus no le quedara más remedio que buscar otra compañía –Sonrío porque mi papá es mi papá y él siempre hace las cosas que tiene que hacer.

-Gracias –Le doy un abrazo y salgo de su despacho con mi nueva tecnología en mis manos.

Papá me ha quitado a Marcus de encima, pero también me ha dificultado las salidas con Xander.

            
            

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