Ice Heart
img img Ice Heart img Capítulo 6 Rosas Rojas:
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Capítulo 11 S.O.S de un terrícola en angustia: img
Capítulo 12 Inapropiada: img
Capítulo 13 Placer: img
Capítulo 14 El juego: img
Capítulo 15 Juguetes y lazos: img
Capítulo 16 Alondra roja: img
Capítulo 17 Olímpico: img
Capítulo 18 L'Masquerade: img
Capítulo 19 La torre: img
Capítulo 20 Intervención: img
Capítulo 21 La guarida del Dragón: img
Capítulo 22 Sumisa: img
Capítulo 23 Jaque: img
Capítulo 24 Disciplina laboral: img
Capítulo 25 Tepes: img
Capítulo 26 Drácula: img
Capítulo 27 Mégas y consorte real: img
Capítulo 28 Beati Belicosi: img
Capítulo 29 Petición matrimonial: img
Capítulo 30 En subasta: img
Capítulo 31 Copy cat: img
Capítulo 32 Joyas sangrientas: img
Capítulo 33 El cobarde: img
Capítulo 34 Verdades rojas: img
Capítulo 35 Perdón: img
Capítulo 36 Terceras oportunidades: img
Capítulo 37 Epílogo: img
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Capítulo 6 Rosas Rojas:

Espacio aéreo de Rumanía año 2025

Vlad:

Contemplo la vista desde el ventana del jet, las blancas y algodonadas nubes realmente me dan igual. Los negocios van mejor que nunca, el Hotel ha ganado la categoría de seis estrellas, he serrado varios tratos en los últimos días que me reportarán grandes beneficios, sí, mi gira de dos años por los países eslavos ha sido provechosa. Sin embargo estoy...inquieto. Y sé muy bien por qué.

-La chica aceptó nuestra oferta. Su currículum es impresionante, graduada con honores de la Universidad de Cornel, con experiencia laboral en el campo incluso antes de graduarse y con referencias brillantes por parte de los administrativos de los dos hoteles en los que ha trabajado en U.S.- comenta Olenka sorprendida.

-¿Creíste que contrataría a cualquiera?- mascullo.

-Por supuesto que no. Es sólo que me sorprendió tu decisión tan repentina de cambiar al Gerente del hotel por una desconocida, pero luego de hacer una investigación más exhaustiva sobre la muchacha comprendí que no es cualquiera...la chica es una Amíntoros, y la última de esa prestigiosa familia. Está incluso emparentada con nuestro Mégas.

Me giro a mirarla y abre los ojos teatralmente.

-Te has superado ésta vez, Vlad. ¿Cómo supiste de la existencia de la chica?

-Tengo mis fuentes, Olenka. No metas tu respingada y rusa nariz en lo que no te incumbe. Ahora dime...¿ha llegado ya?

Me mira desdeñosa y frunce el ceño.

-¿Tienes un interés más...personal en ella Vlad? Es por eso que llevas semanas insoportable, ¿verdad?

-Olenka...- digo entre dientes

-De acuerdo, de acuerdo, no meteré mi nariz. Y sí. La nueva Manager de Dracùl Haus lleva ya un mes en funciones y, por cierto, el staff la adora.

-Aterrizaremos pronto. En cuanto lleguemos a Bucarest encarga una docena de rosas rojas.

Eleva una ceja y sonríe burlonamente.

-Cómo ordene Señor.

Eleni:

Llega hoy. Todos los empleados del Hotel están visiblemente nerviosos. La verdad es que Vlad Tepes causa pavor dónde sea que llega. El infame Conde Drácula no es solo el orgullo histórico de la nación rumana, es también el empresario, dueño de hoteles y miembro del consejo de los doce.

Aquí en Dracùl Haus, el staff está compuesto primariamente por vampiros, los cuales aseguran un servicio las veinticuatro horas los siete días de la semana. Los escasos humanos contratados, sirven fundamentales de porteros, para facilitarles la entrada a los huéspedes que nos visitan por primera vez, botones, para facilitarles el acceso a las habitaciones a los mismos huéspedes y en otras labores pequeñas.

Según los chismosos de hotel,( los cuales son muchos) ésta es la primera vez que un humano toma el puesto de Gerente , al principio creyeron que se trataría de alguna especie de favor que el Señor Tepes se había visto obligado a pagar con la concesión del puesto, pero al comentarse mi apellido por todo el hotel esos chismorreos cesaron abruptamente. Al parecer el apellido de mi familia es muy conocido y respetado incluso en éste país.

Mi trabajo en el hotel no es para nada exhaustivo, el lugar se maneja solo, mi labor consiste más en la resolución rápida y efectiva de los pequeños conflictos o crisis que puedan surgir, un baño atascado, una llave de paso goteante, una mancha en un mantel, entre otras nimiedades. Se puede decir que soy más una planificadora de eventos que una Gerente, en sí.

Al dueño le he visto una sola vez en mi vida y con los breves segundos que estuvimos juntos me bastó para saber que es un hombre frío, sin sentimientos, que persigue sus objetivos con una determinación escalofriante.

Aquella vez en la mansión Philipides en Atenas choqué su codo con la bandeja que traía, yo andaba con mi mente en las nubes, pensando estupideces, como siempre y estoy convencida de que el choque le lastimó porque le oí proferir un quejido. Hasta el día de hoy el recuerdo de la mirada asesina que me lanzó me pone los pelos de punta. Seguramente no quiso parecer débil ante mí ( una simple humana) y por eso continuó su camino como si nada.

La azotea del Hotel Dracùl Haus cuenta con helipuerto y nos acaban de informar de que la comitiva del Señor Tepes aterrizó hace cinco minutos. Según me han explicado es costumbre que todo el staff se reúna y le de la bienvenida cada vez que regresa de una de sus giras, por eso estamos aquí, todos de pie, en nuestros uniformes y expectantes.

Se abre el elevador y de él sale una rubia despampanante, mide casi dos metros de altura y además calza unos tacones de vértigo. Viste completamente de negro y lleva su lustroso cabello dorado corto en un estilo bobb. Sonríe ampliamente y recorre a los miembros del personal reunados, avanza y se dirige a cada uno por su nombre, intercambiando saludos y cortesías. Detrás de ella viene nuestro patrón.

Por supuesto que a pesar de los años que han pasado , él se mantiene exactamente idéntico a la última vez que le vi. No es muy alto, diría que medimos más o menos lo mismo, sin embargo, sí es corpulento y musculoso. Su rostro es delgado, de pómulos pronunciados. Su expresión es severa y fría. Lleva su cabello negro peinado hacia atrás. Hmmm, se lo ha cortado, hace cuatro años lo llevaba largo y recogido en un moño . Diría que aparenta unos treinta años largos, casi cuarenta. Viste completamente de negro, camisa y pantalón. Sus zapatos son negros, relucientes. Lleva un enorme anillo en su dedo anular de la mano derecha. Un anillo con el grabado de un dragón.

La rubia llega ante mí y se detiene. Me contempla de pies a cabeza y sonríe ampliamente. El señor Tepes se reúne con ella y ambos me observan en silencio durante unos minutos.

-Señor, permítame presentarme a la señorita Eleni Amíntoros. - anuncia la rubia señalando en mi dirección.- ha ocupado el puesto de Gerente durante el último mes, con resultados bastante halagadores.

Doy un paso al frente y asiento con la cabeza lentamente pero no sonrío, en circunstancias como estas es mejor mantener la seriedad.

-La señorita y yo ya nos conocíamos, hace años tuve el privilegio de verla por primera vez en el hogar de nuestro Mégas en Atenas.- bisbisea el Señor Vlad.

Me he quedado helada. No tenía ni idea que mi tropezón desafortunado con él, hubiera dejado un recuerdo tan nítido en su memoria, han pasado cuatro años, después de todo.

El hombre me examina lentamente, recorriendo todo mi cuerpo con su vista, me pone incómoda, pero mantengo mi posición. En lo que me observa y también juzgo su rostro, lo más remarcable en él son sus ojos grandes, de color verde claro rodeados por unas cejas negras y tupidas que le dan un aspecto amenazador y por unas pestañas imposiblemente largas, su mirada es profunda y penetrante. Su labio inferior es prominente, confiriéndole cierto aire de testarudez.

Chasquea los dedos y uno de sus guardaespaldas se acerca, portando una caja. El señor Tepes me señala y el guardaespaldas me la entrega. Dentro observo una docena de perfectas, hermosas y perfumadas rosas rojas.¡ Son mis favoritas! Abro los ojos cómo platos y le miro sorprendida.

-Bienvenida oficialmente al servicio en Dracùl Haus, señorita Amíntoros. Le deseamos la mejor de las suertes.- comenta la rubia.

-Gracias.- respondo perpleja.

El señor Tepes sigue de largo, la rubia me da un último vistazo y le sigue. ¿Por qué ésta sensación tan incómoda recorre de arriba abajo mi columna vertebral?

            
            

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